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El mundo que conoces no es real: por qué los mapamundis están mal
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El mundo que conoces no es real: por qué los mapamundis están mal

En esta representación estandarizada algunas áreas aparecen mucho más grandes de lo que realmente son, otras mucho más pequeñas y las distancias entre varias masas de tierra están igualmente tergiversadas

Foto: Fuente: iStock
Fuente: iStock

¿Recuerdas aquel mapamundi colgado en la pared de clase al que de vez en cuando te gustaba echarle un ojo con esa atracción hacia lo desconocido? Bien, pues desconocido sí, pero real no. Lo que creías como la representación gráfica del planeta Tierra o, más bien, lo que te enseñaron como ello, no es del todo cierto.

Tampoco pienses que existía un complot contra el alumnado en la sala de profesores, especialmente en el despacho de conocimiento del medio o sociales, para enseñar mal el mundo. En realidad, la cuestión es mucho más difícil de lo que crees.

Foto: Fuente: The Library of Congress

Según detalla al portal de 'Live Science' Matthew Edney, profesor de geografía e historia de la cartografía en la Universidad del Sur de Maine: "Cada mapa del mundo está distorsionado en algún aspecto", es decir, los mapas planos que conocemos están lejos de ser precisos.

La Tierra no es plana, pero tampoco redonda

Esto tampoco quiere decir que existe un complot más allá de las escuelas, y que unas pocas personas estén controlando que el resto no sepa jamás cómo es la geografía del planeta. Los mapas planos se diseñaron con las mejores intenciones, con el fin de proporcionar una proyección detallada y coherente de la Tierra. Sin embargo, en esta representación estandarizada algunas áreas aparecen mucho más grandes de lo que realmente son, otras aparecen mucho más pequeñas y las distancias entre varias masas de tierra están igualmente tergiversadas.

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Fuente: iStock

Lo primero que hay que tener en cuenta es que, a pesar de las protestas de los terraplanistas, la Tierra no es plana, pero tampoco redonda. Tiene forma de un esferoide achatado, una esfera con las partes superior e inferior aplanadas y una protuberancia a lo largo del ecuador.

Así, esto ha presentado siempre un gran problema para la cartografía: ¿Cómo se puede representar un objeto tridimensional en dos dimensiones sin ningún fallo? La tarea parece imposible conociendo, además, las enormes dimensiones originales. Los esferoides y los rectángulos planos parecen totalmente incompatibles.

Un mapa con medio milenio

Al final, los expertos se han ido decantando a lo largo de la historia por un gusto aproximado. "¿Quieres que las regiones tengan la forma que tienen en un globo, o el tamaño que tienen en un globo? Para la mayoría de los propósitos, lo último es mucho más apropiado, pero la estética de las primeras sigue siendo culturalmente hegemónica", apunta Edney.

Una de las primeras proyecciones detalladas fue la que diseñó el geógrafo y cartógrafo flamenco Gerardus Mercator en 1569. Entonces, una auténtica revelación. De aquello hace medio milenio, pero sigue siendo la representación plana de la Tierra más utilizada en la actualidad, según explica 'MapHover'. Durante siglos, este mapa fue el favorito de los navegantes porque les permitía trazar rumbos en línea recta. Parece que eso fue suficiente para instaurarlo.

placeholder Planisferio de Mercator, creado en 1587. Fuente: Wikipedia
Planisferio de Mercator, creado en 1587. Fuente: Wikipedia

Sin embargo, en términos de precisión, el mapa de Mercator deja mucho que desear. "En el globo, entre los paralelos existe el mismo espacio, pero para obtener la propiedad especial de los grandes círculos y las líneas rectas, la proyección de Mercator aumenta exponencialmente la separación de los paralelos a medida que se mueven hacia los polos. En el mapa, por lo tanto, hay un estiramiento vertical creciente".

placeholder Mapa mundial en proyección cordiforme doble. Fuente: Wikipedia
Mapa mundial en proyección cordiforme doble. Fuente: Wikipedia

Grandes distorsiones

El resultado de esto es que algunas regiones parecen mucho más grandes en el mapa de lo que son en realidad, mientras que otras se dibujan mucho más pequeñas. Por ejemplo, según subraya Edney, "esta distorsión generalmente se describe en términos de los tamaños relativos de Groenlandia, Europa, África e India: los dos primeros se muestran "más grandes" de lo que deberían ser, y los dos últimos mucho más pequeños".

En realidad, Groenlandia y África, que parecen tener un tamaño similar en la proyección de Mercator, miden 14 veces más, según 'Scientific American'. Del mismo modo, en el mapa conocido el territorio de Alaska aparece representado como unas tres veces más grande que México, cuando lo cierto es que es México el territorio más grande de los dos, concretamente unas 1,3 veces más.

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Fuente: iStock

A lo largo de los siglos se han realizado intentos de mejorar este mapa, dibujado otros mapas planos que se ajustaran mejor a lo que veríamos si pudiéramos observar la Tierra desde el espacio, pero todos tienen el mismo problema: es imposible representar la Tierra en 3D en un mapa en 2D sin error.

En este sentido, la proyección de Winkel Tripel, diseñada en 1921, es el mapa plano preferido de la 'National Geographic Society', pero incluso este tiene problemas de distorsión, particularmente con respecto al Océano Pacífico, que parece más grande en este mapa de lo que es en realidad.

¿Recuerdas aquel mapamundi colgado en la pared de clase al que de vez en cuando te gustaba echarle un ojo con esa atracción hacia lo desconocido? Bien, pues desconocido sí, pero real no. Lo que creías como la representación gráfica del planeta Tierra o, más bien, lo que te enseñaron como ello, no es del todo cierto.

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