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DICIEMBRE • ENERO • FEBRERO

F OR TA L E Z A Y DIR E C CIÓN PA R A E L DI A R IO V I V IR

Si ha disfrutado de este devocional, por favor comuníquese con nosotros


por email: Comments.Cuba@wordforyou.com
©2022 CE
¿Por qué usamos distintas traducciones
bíblicas y paráfrasis?

P
or dos razones importantes. Primero, la Biblia fue escrita originalmente
usando alrededor de 11,000 palabras en hebreo, arameo y griego; sin
embargo, al traducir el texto a otros idiomas, usualmente descubrimos
que se usan menos palabras. Por consiguiente, se pueden perder algunos matices
y sutilezas en el significado, por lo que siempre es útil comparar traducciones.
Segundo, con frecuencia pasamos por alto el impacto pleno de versículos
bíblicos muy conocidos, no debido a una traducción pobre, ¡sino simplemente
porque se han vuelto muy familiares! Pensamos que sabemos lo que dice un
versículo porque lo hemos leído o escuchado demasiadas veces. Entonces,
cuando lo encontramos citado en un libro, le pasamos por encima y perdemos
su significado completo. Por lo tanto, hemos usado deliberadamente la paráfrasis
para ayudarte a ver la verdad de Dios en una forma nueva y distinta.

ÍNDICE DE ABREVIATUR AS
A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas
han sido tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI®
©1986,1999, 2015 por Biblica, Inc.® Todos los derechos reservados.
Usada con permiso.

RVR60 Reina Valera 1960


RVR95 Reina Valera 1995
NTV Nueva Traducción Viviente
DHH Dios Habla Hoy
RVC Reina Valera Contemporánea
LBLA La Biblia de las Américas
TLA Traducción Lenguaje Actual
BLP Biblia La Palabra España

La Palabra para ti hoy Copyright ©2022 por Celebration, Inc. Todos los derechos reservados. Ninguna
porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, o transmitida
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United Christian Broadcasters, Broadcast Centre, Hanchurch Lane, Stoke-on-Trent, ST4 8RY, UK.
2
ABR E VIAT UR AS DE L OS L IBROS DE L A BIBL IA

Antiguo Testamento Nuevo Testamento

Génesis Gn Eclesiastés Ec Mateo Mt


Éxodo Éx Cantares Cnt Marcos Mr
Levítico Lv Isaías Is Lucas Lc
Números Nm Jeremías Jer Juan Jn
Deuteronomio Dt Lamentaciones Lm Hechos Hch
Josué Jos Ezequiel Ez Romanos Ro
Jueces Jue Daniel Dn 1 Corintios 1 Co
Rut Rt Oseas Os 2 Corintios 2 Co
1Samuel 1S Joel Jl Gálatas Gá
2 Samuel 2S Amós Am Efesios Ef
1 Reyes 1R Abdías Abd Filipenses Fil
2 Reyes 2R Jonás Jon Colosenses Col
1 Crónicas 1 Cr Miqueas Mi 1 Tesalonicenses 1 Ts
2 Crónicas 2 Cr Nahúm Nah 2 Tesalonicenses 2 Ts
Esdras Esd Habacuc Hab 1 Timoteo 1 Ti
Nehemías Neh Sofonías Sof 2 Timoteo 2 Ti
Ester Est Hageo Hag Tito Tit
Job Job Zacarías Zac Filemón Flm
Salmos Sal Malaquías Mal Hebreos Heb
Proverbios Pr Santiago Stg
1 Pedro 1P
2 Pedro 2P
• Las citas bíblicas se presentan entre paréntesis:
(Jn 3.16-18 NTV). Esto significa que los versículos 1 Juan 1 Jn
fueron tomados del Nuevo Testamento, libro de 2 Juan 2 Jn
Juan, capítulo 3, versículos del 16 al 18, de la
3 Juan 3 Jn
versión Nueva Traducción Viviente.
Judas Jud
• Si se cita nuevamente el texto bíblico en la misma
lectura devocional, la cita puede abreviarse (v.16 Apocalipsis Ap
NTV), lo que significa, «versículo 16, Nueva Traduc­
ción Viviente», o (vv.17-18 DHH), que significa
«versículos del 17 al 18, versión Dios Habla Hoy».

3
S E PA R A TO D O S LO S DÍA S
U N TI E M P O E S P E CÍF I C O PA R A LE E R LO.

Pregúntale a Dios: «¿Qué me estás diciendo?».

¿C O N O C E S A A LG U I E N Q U E E STÉ PA S A N D O
P O R M O M E NTO S D I FÍC I LE S?

Dale una copia. Podría cambiar su vida.

¿E R E S PA RTE D E L M U N D O E M P R E S A R I A L?

Regálalo a tus clientes y consumidores.

¿TR A BA JA S E N U N H O S P ITA L , E N U N A P R I S IÓN,


E N U N C E NTR O D E R E H A B I LITA C IÓN
O E N U N H O G A R D E A N C I A N O S?

Este devocional es el recurso perfecto para


alcanzar a otras personas con el amor de Dios.

4
JUEVES, 1 DE DICIEMBRE
«Miren cuánto nos ama Dios el Padre». 1 Jn 3.1 DHH
CÓMO SUPERAR EL RECHAZO

S i luchas con un sentido de rechazo se manifestará en acciones como estas:


(1) Perfeccionismo. Esto no funciona porque las necesidades y expectativas de la
gente varían tanto que es imposible complacer a todo el mundo. (2) Te conformas con
menos. Toleras el abandono y el abuso porque piensas que los mereces. O te preocupa
que esta sea tu única oportunidad de que te «amen». (3) Muestras agresividad. El rechazo
puede sentirse como si te estuvieran atacando cuando no es así, por eso te pones los
guantes de boxeo y comienzas a lanzar puños. (4) Pretendes que eres fuerte. Te dices:
«Puedo con esto… de todos modos, ¿a quién le hace falta la gente?». Como resultado,
te desconectas de los demás, tus necesidades físicas, espirituales y emocionales que-
dan insatisfechas y te sientes solo. (5) Prometes que nunca más dejarás que alguien
se acerque lo suficiente como para lastimarte. En teoría, esto suena bien, pero al dejar
fuera a otras personas, te encierras en ti mismo y sufren todas tus relaciones. (6) Atraes
a las personas equivocadas. Mientras te comportes con un sentido de baja autoestima,
seguirás atrayendo a las personas equivocadas. La crítica provocará que te subestimes
y el fracaso impedirá que lo intentes otra vez, y lo peor es que nunca descubrirás la
persona única y maravillosa que Dios tenía en mente cuando te creó. Entonces, ¿cuál
es la respuesta? Juan nos dice: «Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede
llamar hijos de Dios, y lo somos» (v. 1 DHH). Superar el rechazo comienza con entender
y aceptar lo mucho que Dios nos ama y nos valora.

VIERNES, 2 DE DICIEMBRE
«Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo…!». Mt 4.19 NTV
DALE UNA OPORTUNIDAD A JESÚS

C uando otros no ven tu potencial, Jesús sí lo ve. En pescadores comunes y corrientes,


Él vio la capacidad para cambiar el mundo. He aquí algo que tal vez no hayas consi-
derado… seguir a Jesús tiene dos caras: crees en Él y Él cree en ti. Jesús les dijo a Simón
Pedro y a Andrés: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo…!». ¿Dudas eso? Lo mismo
hizo Natanael. Cuando lo invitaron a encontrarse con Jesús, él respondió: «“¡De Nazaret!”…
“¿Acaso de allí puede salir algo bueno?”. “Ven a ver”, le contestó Felipe» (Jn 1.46). Aún des-
pués de haber sido testigos de los milagros de Jesús, sus discípulos todavía tenían dudas.
Fíjate en todas las veces que Jesús les dijo «hombres de poca fe», «a pesar de que ustedes
me han visto, no creen» y «si creyeran, verían». Como sabía que estaban ansiosos por lo
que ocurriría cuando Él los dejara y regresara al cielo, Jesús dijo: «Yo le pediré al Padre, y
él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre» (Jn 14.16). La palabra griega
para consolador es paráklhtos, que significa «el que viene a tu lado para ayudarte». La
verdad es que nunca habrá un día cuando no necesites la ayuda de Dios o cuando no
esté disponible para ti. Quizás todavía tengas dudas. Si es así, ¡anímate! Jesús ama a los
incrédulos. ¿Acaso Él no seleccionó personalmente a Tomás? Simplemente acércate tal
como eres y deja que su presencia «se te pegue». ¿Qué puedes perder? Si lo has intentado
a tu manera y no está funcionando, ¡dale una oportunidad a Jesús!

5
SÁBADO, 3 DE DICIEMBRE
«Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia». Sal 37.7
DIOS NOS ESTÁ ENSEÑANDO PACIENCIA

L a paciencia nace de la confianza. David dijo: «Confía en el Señor y haz el bien; establécete
en la tierra y mantente fiel. Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu
corazón» (vv. 3-4). Dios tiene un plan para tu vida. Ese plan incluye cosas que no puedes
tener hoy pero que podrás disfrutar mañana. Cuando llega la primavera, la hierba crece
sola. Entonces, no sigas luchando tratando de lograr ahora algo que será fácil cuando sea
el momento apropiado. Cuando te niegas a darle a un niñito algo que no es bueno para él,
es posible que patalee y grite: «¡Lo quiero ahora!». ¿Cedes y se lo das? No, porque todavía
no está listo para ello. Pablo escribe: «Dios los ama mucho… Por eso, vivan como se espera
de ustedes: amen a los demás, sean buenos, humildes, amables y pacientes» (Col 3.12 TLA).
Dios no solo nos está enseñando a esperar, sino cómo tener una buena actitud mientras lo
hacemos. Santiago exhorta: «Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean
perfectos e íntegros, sin que les falte nada» (Stg 1.4). Dios permite que ocurran ciertas cosas
en la vida para enseñarnos principios importantes como: (1) afirmar nuestra fe cuando las
situaciones son difíciles, (2) demostrar gracia bajo presión controlando nuestras respuestas, y
(3) desarrollar nuevas destrezas y mejores maneras de pensar. La verdad es que Dios está
desarrollando cualidades en nosotros ahora mismo que no pueden desarrollarse de ningu-
na otra forma. Cuando Él haya terminado, tendremos la madurez para lidiar con lo que Él
tiene en mente para nosotros. Por lo tanto, no dejemos que Satanás nos inquiete ni que las
circunstancias nos pongan nerviosos. «[Esperemos] en él con paciencia».

DOMINGO, 4 DE DICIEMBRE
«Las preocupaciones de esta vida… entran hasta ahogar la palabra,
de modo que esta no llega a dar fruto». Mr 4.19
PREOCÚPATE MENOS Y CONFÍA MÁS EN DIOS

E n la parábola del sembrador, Jesús explicó que la semilla cayó en cuatro tipos de terreno.
Este es uno de ellos: «Otros son como lo sembrado entre espinos: oyen la palabra, pero
las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos
entran hasta ahogar la palabra, de modo que esta no llega a dar fruto» (vv. 18-19). Observa
lo que impide que la Palabra de Dios obre eficazmente en tu vida: (1) Preocuparte de que
Dios no te cuidará. (2) Pensar que si tuvieras más dinero, una casa más grande, un mejor
auto o una apariencia más atractiva serías más feliz. Esta es la pregunta: ¿Recuerdas cuando
pensabas que tu trabajo actual, la casa en la que vives ahora y la cartera financiera que has
adquirido haría que desaparecieran todas tus preocupaciones? Pero no funciona así, ¿cierto?
Mientras más «cosas» posees, más tienes que perder, proteger, mantener y más razones para
preocuparte. ¡La preocupación por las cosas materiales puede «ahogar» tu vida! La paz y la
felicidad vienen de confiar en Dios para lo que necesitas, y de tener la certeza de que si algo
es bueno para ti, Él lo proveerá; y si no es así, Él te dará algo mejor. Ocurre algo maravilloso
cuando meditas en las promesas de Dios. Tus preocupaciones se encogen, tu mente y tu
actitud se reprograman y disfrutas más la vida. Jesús exhortó: «Busquen primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mt 6.33). Te invito hoy a
que pongas la oración y la lectura de la Biblia en el tope de tu lista de prioridades.
6
LUNES, 5 DE DICIEMBRE
«Nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante
se renueva de día en día». 2 Co 4.16 RVR60
ENFÓCATE EN EL INTERIOR, NO EN LO EXTERIOR

L a próxima vez que estés en un supermercado, fíjate en las portadas de las revistas.
Rostros pintados con aerógrafos, cuerpos tonificados… y anuncios de dietas y píldoras
que prometen que también puedes lucir así. Ahora bien, no hay nada malo en querer
lucir bien y cuidar de tu cuerpo. Después de todo, es el templo del Espíritu Santo y eres
responsable de cuidarlo. Pero eres mucho más que tu ropa y un corte de pelo. Es un error
enfocarte en el exterior y no valorar ni cultivar las cualidades internas que Dios te ha
dado. La Biblia declara que «pasajera [es] la belleza» (Pr 31.30). Cuando Dios te creó, no
simplemente adornó el exterior, Él te dio «belleza… la incorruptible, la que procede de lo
íntimo del corazón… un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante
de Dios» (1 P 3.4). De hecho, Pablo nos recuerda: «lo que se ve es pasajero, mientras que
lo que no se ve es eterno» (2 Co 4.18), un recuerdo sutil de que lo que nos da la «Madre
Naturaleza», ¡el «Padre Tiempo» nos lo quita! Pablo no es recordado por su atractivo físico.
Sobre esto sus enemigos dijeron: «él en persona no impresiona a nadie, y como orador
es un fracaso» (2 Co 10.10). Pero sí se recordarán estas palabras: «He peleado la buena
batalla… terminado la carrera… me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la
corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí,
sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida» (2 Ti 4.7-8). La palabra
para ti hoy es: Enfócate en el interior, no en lo exterior.

MARTES, 6 DE DICIEMBRE
«Encomienda al Señor tus afanes». Sal 55.22
CÓMO BAJAR TU NIVEL DE ANSIEDAD (1)

C uando tenemos estrés, la ola de emociones negativas puede ser abrumadora. Y a


menos que desbordes tu alma delante de Dios, es fácil tomar decisiones incorrectas,
sucumbir ante impulsos inapropiados, movernos en la dirección equivocada y perder
los estribos con la gente errónea. El salmista aborda esto: «Encomienda al Señor tus
afanes, y él te sostendrá». La medida en que te apoyas conscientemente en Dios y te
fortaleces en Él es la medida en que reducirás tu nivel de ansiedad. No es coincidencia
que tantos salmos comiencen con David clamando a Dios por ayuda y terminen con él
regocijándose porque se desahogó con la persona apropiada: ¡Dios! La verdad es que
la vida consiste en diez por ciento lo que te pasa y noventa por ciento cómo respondes
a ello. Tu trabajo, tus finanzas, tu matrimonio, tus hijos, tu salud y tu futuro son todas
fuentes de ansiedad, así que nunca vivirás totalmente libre de angustia. Pero sí puedes
reducir tu nivel de ansiedad siguiendo el consejo de Pablo: «Alabado sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo… que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos
consuela. Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos
consolar también a los que sufren… Porque así como los sufrimientos de Cristo se
desbordan sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así también por medio de Cristo
se desborda nuestro consuelo» (2 Co 1.3-5 DHH). Para citar a un pastor muy conocido:
«Mientras más ores, menos pánico sentirás. Mientras más alabes, menos te preocuparás».
7
MIÉRCOLES, 7 DE DICIEMBRE
«No se angustien por el mañana… Cada día tiene ya sus problemas».
Mt 6.34
CÓMO BAJAR TU NIVEL DE ANSIEDAD (2)

C uando te sientas ansioso acerca del futuro, detente y recuerda que dos de los nombres
de Dios son «el Alfa y la Omega, el principio y el fin» (Ap 22.13 RVR60). Adondequiera
que vayas… ¡Dios ya está allí! Jesús dijo: «Las ovejas oyen su voz… [el pastor] va delante de
ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz» (Jn 10.3-4). ¿Cómo las ovejas reconocen
la voz del pastor? ¡Pasando tiempo con él! Nota que él «va delante de ellas», y esto significa
que mientras estés avanzando, Dios puede dirigirte. Cada vez que llegas a un momento
crítico, es una prueba: te rindes o perseveras hasta alcanzar la victoria. Los corredores de
larga distancia usan la expresión «golpear la pared». Cuando están extenuados y tienen
deseos de rendirse, saben que si resisten el dolor, recuperarán las energías y esto los llevará
a cruzar la meta. ¿Estás asumiendo responsabilidades que no te pertenecen? Aprende a
establecer límites saludables por tu propio bien y el bien de quienes dependen de ti. Y si
no estás seguro de lo que es apropiado, pídele a Dios que te muestre cuánto debes involu-
crarte en la vida de tus amigos y familiares. Si la carga no es tuya, suéltala. Si es demasiado
pesada, ¡entrégasela a Dios! Afírmate en su promesa: «Él no desprecia ni pasa por alto el
sufrimiento… ni se esconde de ellos. ¡Él los oye cuando le piden ayuda!» (Sal 22.24 DHH).
En resumen: mientras más confías en Dios, más reduces tu nivel de ansiedad.

JUEVES, 8 DE DICIEMBRE
«Una persona sin control propio es como una ciudad con las
murallas destruidas». Pr 25.28 NTV
POR EL AMOR DE DIOS, ¡CONTRÓLATE!

L as pruebas, las personas desagradables y las circunstancias frustrantes son potencial-


mente molestas… y la mala noticia es que no van a desaparecer pronto. Sin embargo,
la buena noticia es que ¡no son tu problema! En realidad, lo que decide tu estado de
ánimo no es lo que te pasa, ¡es lo que pasa en ti! Nos imaginamos que la vida mejoraría
inmediatamente si pudiéramos alterar las personas y las circunstancias, pero tendríamos
que tratar con nuevas personas y circunstancias, ¿no es así? Salomón tenía razón; no se
trata de controlar el mundo exterior… es controlar el mundo interior. Proverbios nos dice:
«Una persona sin control propio es como una ciudad con las murallas destruidas»; en otras
palabras, una ciudad expuesta al ataque. La única manera de garantizar tu seguridad es
olvidándote de controlar a las personas y las cosas, y enfocarte en cuidar tus murallas
protectoras. Tal vez digas: «Pero es que la gente y las circunstancias me hacen sentir
inadecuado y vulnerable». La Biblia nos recuerda que «Dios se opone a los orgullosos,
pero da gracia a los humildes» (1 P 5.5). De hecho, identificar tus propios defectos es el
primer paso en el trayecto a la plenitud. El segundo paso es aceptar que solo Dios puede
facultarte con dominio propio (ver Fil 2.13). El tercer paso es reconocer que el dominio
propio no se alcanza solo teniendo agallas, sino que es producto del Espíritu Santo: un
fruto del Espíritu (ver Gá 5.22-23). Si te sometes al Espíritu que mora en ti, Él fortalecerá
tus murallas y te empoderará para que mantengas una postura muy firme contra Satanás.

8
VIERNES, 9 DE DICIEMBRE
«Oren sin cesar». 1 Ts 5.17
ORAR Y MEDITAR EN LAS ESCRITURAS MEJORAN TU SALUD

A ndrew Newberg, un neurocientífico que estudia la relación entre los fenómenos espirituales
y el cerebro, demostró que fuimos diseñados física y mentalmente para interactuar
con Dios por medio de la oración y la Biblia. Es un dato comprobado que hay centros en el
cerebro humano que responden positivamente a la oración, la lectura y la meditación en
la Palabra de Dios, a la adoración grupal, la entonación de himnos y la empatía por otras
personas. El Dr. Newberg cree que la práctica de una fe religiosa personal es la manera
más poderosa de mantener el cerebro saludable. El lóbulo frontal del cerebro se usa para
enfocar la atención, el pensamiento racional y la toma de decisiones. Responde a la oración
y a la meditación ayudando a reducir el estrés, fortaleciendo nuestro sistema inmunológico,
mejorando la memoria y aumentando nuestra capacidad de compasión. ¡Nos ayuda a evitar
el deterioro del cerebro relacionado con la edad y a vivir más tiempo! Las investigaciones
de Newberg comprueban que orar por lo menos doce minutos diarios disminuye el debili-
tamiento cerebral relacionado con la edad. La oración y la lectura de las Escrituras también
desactivan áreas en el cerebro asociadas con el coraje, la culpa, la ansiedad, la depresión,
el miedo, el resentimiento y el pesimismo. Parece que finalmente la ciencia del siglo XXI se
unió a las Escrituras antiguas en hacer eco a las palabras del salmista: «¡Gracias por hacerme
tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien» (Sal 139.14
NTV). ¿Puedes pensar en una mejor razón para que «habite en ustedes la palabra de Cristo
con toda su riqueza» (Col 3.16)?

SÁBADO, 10 DE DICIEMBRE
«Les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua».
Lc 22.10
EL ELENCO DE APOYO

C on la estatuilla del Óscar, Hollywood premia al mejor actor, productor, director, editor,
diseñador de vestuario, etc. Pero el Sindicato de Actores de Cine (SAG, por sus siglas
en inglés) sabe que no habría lugar para las grandes estrellas y las mejores películas sin
un elenco de apoyo y las contribuciones de los equipos técnicos y artísticos. La Biblia
nos muestra que Dios también tiene un elenco de apoyo… gente que se siente contenta
trabajando tras bastidores. Estos son los que atienden sus asuntos en la casa, el trabajo
y en la iglesia, y sirven callada, alegre y fielmente. Gracias a los que hacen esas cosas
pequeñas que marcan toda la diferencia, se educan familias, se fortalecen naciones, pros-
peran negocios y crecen iglesias. La Biblia está llena de gente tras bastidores, como el
hombre anónimo «que lleva un cántaro de agua» que dirigió a Pedro y a Juan al aposento
alto para la reunión de Jesús con sus discípulos en la víspera de su crucifixión. O gente
como «Jacobo el menor» (Mr 15.40), un discípulo relativamente desconocido, que a menu-
do era ignorado por los hombres… ¡pero nunca por Dios! No importa lo que hagas ni lo
pequeño que sea, jamás olvides esta promesa: «Dios no es injusto como para olvidarse
de las obras y del amor que… ustedes han mostrado sirviendo a los santos» (Heb 6.10).
Entonces, sigue siendo fiel. Jesús declaró: «¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi
recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho» (Ap 22.12).
9
DOMINGO, 11 DE DICIEMBRE
«Ella concibió… Y dijo: “¡Con la ayuda del Señor, he tenido un
hijo varón!”». Gn 4.1
CREE EN TUS HIJOS Y EN TUS NIETOS

H enry Kendall, de Boston y Richard Taylor, de Medicine Hat, Canadá, hicieron grandes
avances en nuestra comprensión de la materia y expandieron la teoría de la estructura
de los protones y neutrones. Mikhail Gorbachev, de la antigua Unión Soviética, contribuyó
a que entendiéramos cómo el este y el oeste pueden relacionarse mejor a través del glas­
nost, un plan de diálogo abierto y coexistencia pacífica que llevó a la caída de la Cortina de
Hierro que separó por décadas al este del oeste. Octavio Paz, de Ciudad de México, era un
comentarista político, diplomático, ensayista y poeta que escribió con devoción a lo largo
de su vida sobre el deseo de «horizontes más amplios» del ser humano porque creía que
nuestro futuro puede ser mejor que nuestro pasado. Edward Donnall Thomas, de Mart, Texas,
probó que es posible trasplantar órganos y salvar la vida de pacientes agonizantes. ¿Qué
tienen en común todos estos hacedores de historia? Dos cosas. Primero, aunque represen-
taban trasfondos, intereses y talentos enormemente distintos, cada uno ganó un Premio
Nobel en 1990. Segundo, habría sido imposible predecir sus logros antes de que nacieran.
«[Eva] concibió… Y dijo: “¡Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón!”». Piensa en esto:
cualquier persona creada por el Señor tiene el potencial de lograr grandes cosas en la vida.
Y esto incluye a tus hijos y a tus nietos, así que cree en ellos.

LUNES, 12 DE DICIEMBRE
«El que atiende la corrección recibe grandes honores». Pr 13.18
LECCIONES SOBRE LA CONFRONTACIÓN (1)

N o nos gusta la confrontación, pero es imposible crecer sin ella. La confrontación salu-
dable requiere que «[hablemos] la verdad con amor» (Ef 4.15 NTV) a las personas que
valoramos. Tal como Dios nos confronta en las áreas donde necesitamos crecer, Él espera
que hagamos lo mismo por otros. ¿Es fácil? No. Pero he aquí algunos principios guía que
pueden ayudarte: (1) Habla con la persona, no de él o ella. Cuando sea posible, la confron-
tación saludable debe hacerse en privado. Requiere una comunicación reflexiva, presentada
de manera firme, pero con bondad. Si las personas están heridas, trátalas con cuidado.
(2) No exageres ni uses propaganda espiritual. Ofrece ejemplos específicos. No te escondas
detrás de palabras como: «Creo que el Señor me ha mostrado que estás mal». Cuando el
profeta Natán confrontó al rey David sobre su pecado con Betsabé, fue específico. Además,
mantén tus emociones bajo control; permite que pase tiempo suficiente entre la ofensa y
la confrontación para así apaciguar cualquier coraje que puedas sentir. (3) No los culpes,
ayúdalos. No alteres a alguien sin ofrecerle una dirección clara de cómo mejorar. No es justo
ni constructivo. En realidad, puede conducir a otros asuntos complicados y complicaciones
indeseadas. La mejor alternativa es identificar con calma el problema y sugerir formas de
resolverlo. Tu meta no es exponer a los demás sino enseñarles mejores alternativas. (4) No
seas crítico; sé compasivo. Aunque no hagas nada más, ¡haz esto! Si lo haces, te sorprenderás
condenando en lugar de confrontar. Si eres sincero, reconocerás que tu propio camino al
éxito ha tenido algunos baches, así que trata a los demás con amor y cuidado.

10
MARTES, 13 DE DICIEMBRE
«Ninguna disciplina… parece agradable, sino más bien penosa…
[pero] después produce una cosecha de justicia y paz». Heb 12.11
LECCIONES SOBRE LA CONFRONTACIÓN (2)

L a confrontación saludable requiere que pongas el bienestar de la otra persona por


encima de tus intereses. ¿Cómo entonces confrontas de la manera correcta? Haz lo
siguiente: (1) Debes estar seguro. Tener una buena razón para confrontar es indispensable.
Y debe ser un suceso infrecuente, no de todos los días. No debe ser una experiencia que
disfrutes. Si es así, examina tus motivos. ¿Te sientes superior? ¿Estás redirigiendo tu coraje
hacia esa persona por un asunto completamente distinto? ¿Estás denigrando a otros para
sentirte mejor contigo mismo? Antes de confrontar a alguien, tienes que responder estas
preguntas con sinceridad. (2) Debes ser específico. La falta de claridad lleva a un resultado
incierto, no importa cuán discretas y amables puedan ser tus palabras. Asegúrate de que
conoces la razón para la confrontación y luego confirma que esté clara para la otra persona.
(3) Debes ser sensible. Cada situación es diferente, así que un tiempo de introspección y
oración debe preceder cualquier encuentro cara a cara. De lo contrario, te estás exponiendo
a problemas y la otra persona sentirá incertidumbre y malestar en tus palabras. No corras
ese riesgo. Si no has tomado el tiempo para orar y buscar consejo de antemano, no intentes
resolver la situación por ti mismo. Asegúrate de que tus palabras y tu tono de voz estén
en sintonía con la persona con la que estás tratando. Y mantén tu agenda personal bajo
control, ¡esto no se trata de ti! Presta atención cuidadosa al momento oportuno, selecciona
cuidadosamente tus palabras y, sin duda, ora pidiendo dirección. Recuerda, la confrontación
al estilo de Cristo siempre produce el resultado correcto.

MIÉRCOLES, 14 DE DICIEMBRE
«Ustedes son la sal… Ustedes son la luz». Mt 5.13-14
HAZ LUCIR BIEN A JESÚS EN TU TRABAJO

¿Stu actitud hacia las personas en autoridad? Sobre las personas que trabajan bajo tu
aben tus compañeros de trabajo que eres un seguidor de Cristo? ¿Qué opinan sobre

dirección, ¿mayormente los criticas o los elogias? ¿Cómo está tu manejo del tiempo? ¿Llegas
a tiempo a tu trabajo y das el cien por ciento? ¿Demuestras compromiso con el crecimiento
personal y la excelencia en tu trabajo? En otras palabras, ¿haces que Jesús luzca bien en
tu trabajo? Si piensas cuidadosamente en esto, es posible que el destino de algunos de
tus compañeros de trabajo dependa de tu desempeño. Ahora mismo, tal vez no estén
interesados en lo que tengas que decir sobre las cosas de Dios. Pero todo eso puede cambiar
en un instante. Cuando las personas enfrentan una crisis como la muerte, el divorcio, la
enfermedad o el desempleo, quieren a alguien con respuestas reales. Es entonces cuando
buscan a los muchachos que lanzaron al horno de fuego (ver Dn 3.13-27) y el foso de los
leones (ver Dn 6.16-22) porque nadie más a su alrededor tiene respuestas que funcionen.
Jesús afirmó: «Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo
podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada… Ustedes son la luz de este mundo. Una
ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse… Del mismo modo, procuren ustedes
que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos
alaben a su Padre que está en el cielo» (Mt 5.13-16 DHH).
11
JUEVES, 15 DE DICIEMBRE
«Mis palabras son obvias para todos los que tienen entendimiento».
Pr 8.9 NTV
NO EXAGERES

E l rey Salomón escribió: «Todo lo que digo es correcto, pues hablo la verdad y detesto toda
clase de engaño. Mi consejo es sano; no tiene artimañas ni falsedad. Mis palabras son
obvias para todos los que tienen entendimiento» (vv. 6-9 NTV). Por lo general, adornamos
la verdad para obtener la atención y la aprobación del oyente. Pero esto siempre produce
efectos indeseados. Con el tiempo, la gente descubre tu tendencia a manipular la verdad y
pierdes tu credibilidad. Y una vez que la pierdes, necesitarás mucho tiempo para recuperarla…
si es que lo haces. Las generalizaciones como «todo el mundo…» o «tú nunca» o «tú siempre»
hacen que no te tomen en serio y, a la larga, te tildan de poco confiable. No es problema
decir algo con entusiasmo, pero evita la exageración. Limítate a los hechos y resiste el deseo
de ser el centro de atención usando este tipo de mentiras. Los hermanos de José resentían
el favor de Dios sobre la vida de José. Así que lo lanzaron en un pozo, empaparon su túnica
con sangre, y luego la llevaron a su casa y se la mostraron a su padre. No dijeron ni una
palabra. Simplemente dejaron que el anciano concluyera que un animal salvaje lo había
devorado. Y peor aún, dejaron que viviera con esa mentira cruel por años. En Apocalipsis
22.15, «los que aman y practican la mentira» están en el mismo saco con «los que practican
las artes mágicas, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos [y] los idólatras».
Por lo tanto, si no quieres que te identifiquen con ellos, di toda la verdad. Eleva hoy esta
oración: «Señor, líbrame de los labios mentirosos y de las lenguas embusteras» (Sal 120.2).

VIERNES, 16 DE DICIEMBRE
«Donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda
clase de acciones malvadas». Stg 3.16
DONDE HAY RIVALIDAD, SIEMBRA SEMILLAS DE PAZ

S i has sido miembro de una iglesia por algún tiempo, sabes que la rivalidad asoma su
fea cabeza en la familia de Dios, como en cualquier otra. Pablo y Bernabé, un equipo
ministerial extraordinario, dejaron que sus diferencias de opinión sobre Juan Marcos los
separara al punto de que ya no podían trabajar juntos. Más adelante, Pablo cambió de
parecer, pero la suerte ya estaba echada. Él les rogó «a Evodia y a Síntique, dado que
pertenecen al Señor, que arreglen su desacuerdo. Y te pido a ti, mi fiel colaborador, que
ayudes a esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros
la Buena Noticia» (Fil 4.2-3 NTV). La rivalidad estorba nuestras oraciones, nos desenfoca de
las almas perdidas y nos hace ineficaces en nuestro ministerio. Tenemos que aprender a
respetar nuestros talentos, nuestras perspectivas y posturas mutuas en lugar de envidiarlas.
En otras palabras, aprendamos a no estar de acuerdo sin ser desagradables. La Biblia nos
explica: «Donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones
malvadas. En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además
pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En
fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz» (Stg 3.16-18). Dios
bendice a los pacificadores (ver Mt 5.9); por lo tanto, si la rivalidad se asoma en tu iglesia,
¡que tu misión sea sembrar semillas de paz!
12
SÁBADO, 17 DE DICIEMBRE
«Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas de tu ley».
Sal 119.18
PARA TENER ÉXITO, ESTUDIA TU BIBLIA

L a clave para estudiar la Palabra de Dios es hacerlo diariamente, sistemáticamente


y en oración. El salmista oró: «Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas
de tu ley». Esto involucra tres cosas: (1) Dios te mostrará la verdad sobre Él. Descubrirás
su naturaleza, sus opiniones y lo que Él valora. Y si creciste con un padre ausente o
abusivo, descubrirás que tu Padre celestial es completamente distinto… ¡amorosamente
distinto! (2) Dios te mostrará la verdad sobre los demás. Comenzarás a entender y a
apreciar el lugar que tienen en tu vida. También aprenderás a reconocer y a anticipar
sus necesidades, y la función que Dios desea que desempeñes para ayudarlos. Verás,
cuando Dios te bendice, siempre te convierte en bendición para otros (ver Gn 12.1-2).
(3) Dios te mostrará la verdad sobre ti. Comenzarás a entender y apreciar lo importante
que eres para Él. Sí, te señalará tus problemas y debilidades, pero hará más que eso.
Te mostrará las posibilidades que ve en ti y los planes que tiene para ti (ver Jer 29.11).
Separa entonces un tiempo cada día para estudiar tu Biblia. Dedica parte de ese tiempo
solo a leerla, sin tratar de indagar en conceptos teológicos complejos. Lee y absorbe lo
que Dios tiene que decir y deja que el Espíritu hable a tu corazón. Y un pensamiento
más: como la Biblia es el único libro que Dios escribió, y un día te presentarás perso-
nalmente delante del Autor, ¿no te gustaría poder decirle que leíste su libro?

DOMINGO, 18 DE DICIEMBRE
«Ustedes me invocarán, y vendrán a mí en oración y yo
los escucharé». Jer 29.12 DHH
DIOS TE DARÁ OTRA OPORTUNIDAD

C omo desobedecieron a Dios, los judíos pasaron setenta años como esclavos en
Babilonia. Perdieron su gozo, su libertad y su identidad… todo lo que hace que
valga la pena vivir la vida. Pero Dios no había terminado con ellos. Él les dijo: «Cuando
se le cumplan… los setenta años… les cumpliré mi promesa favorable de hacerlos
regresar a este lugar… a fin de darles un futuro lleno de esperanza… me invocarán, y
vendrán a mí en oración y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán… Sí, yo
dejaré que ustedes me encuentren… Yo, el Señor, lo afirmo» (vv. 10-14 DHH). Tal vez te
hayas desviado del camino. A todos nos ha pasado en un momento u otro. Pero cuando
lees los relatos bíblicos de las personas a las que Dios bendijo y usó, descubres que
fallar no es inusual. A menudo es parte del proceso de aprendizaje. No hay nada en
tu pasado o presente que Dios no pueda usar. Cuando llegamos a este mundo, nadie
sabe lo que se supone que hagamos con nuestra vida. Y eso está bien. Simplemente
empieza donde estés ahora mismo. Cuando Dios reencarrila tu vida, comienza dándote
un sentido de esperanza porque solo la esperanza que proviene de Dios te sostendrá
en los tiempos difíciles. Si te preguntas si llegarás a donde se supone que estés en la
vida, relee la promesa que Dios le hizo a su pueblo: «un futuro lleno de esperanza». Y el
Dios que le dio a Israel otra oportunidad, también te la dará a ti cuando te vuelvas a Él.

13
LUNES, 19 DE DICIEMBRE
«Como esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón la voluntad
de Dios». Ef 6.6
ESCLAVIZADOS A HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

L a palabra «esclavo» tiene una connotación negativa, pero no es así en este versículo.
Como sabe que las presiones y la gente nos distraen del propósito de Dios, Pablo
usa el lenguaje más fuerte posible para recordarnos que se supone que estemos «es-
clavizados» a hacer la voluntad de Dios. Jesús amaba tanto al ser humano que, un día,
moriría para redimirnos, pero esto no impidió que dijera «no» cuando era necesario. En
lugar de permitir que lo desviaran, (1) Jesús no dejó que la idea de lo que era importante
para la gente lo desenfocara de su misión, (2) Jesús reconoció que hacer la voluntad
de Dios era más importante que tratar de satisfacer las expectativas de todo el mundo, y
(3) Jesús hizo de la oración y el tiempo a solas con su Padre una prioridad. ¿Fue fácil? No,
¡y tampoco será fácil para ti! A principios de su ministerio, cuando se corrió la voz sobre
sus milagros, «toda la ciudad se agolpó… Y [Jesús] sanó a muchos» (Mr 1.33-34 RVR60).
Al otro día por la mañana, ¡otra multitud lo estaba esperando en la puerta! Y tal vez te
sorprenda cómo Jesús respondió esta vez: «Levantándose muy de mañana, siendo aún
muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que
con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. Él les dijo: Vamos a los lugares
vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido» (vv. 35-38 RVR60).
Jesús estaba esclavizado a hacer la voluntad de Dios y nosotros debemos hacer lo mismo.

MARTES, 20 DE DICIEMBRE
«Recibió testimonio de haber agradado a Dios». Heb 11.5
¿LO ESTÁS HACIENDO POR LAS RAZONES CORRECTAS?

C uando creces con rechazo esto puede manifestarse en una necesidad de aislarte, retirarte
o en un deseo constante de «demostrar que vales». Alguien lo explicó así: «Todavía
puedo escuchar a mi padre gritándome y diciéndome que sería un bueno para nada y
que no llegaría a ningún sitio. Mientras más alto gritaba, más firme era mi decisión de
demostrarle lo contrario». La Biblia dice que Enoc «recibió testimonio de haber agradado
a Dios». ¿Cómo? «Por la fe» (v. 5). Dios no te ve igual que tus padres o tus pares. Con fre-
cuencia, su aceptación se basa en tu desempeño, mientras que la aceptación de Dios se
basa en tu posición. «Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como
pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios» (2 Co 5.21). Dios nos ve envueltos
en la justicia de Cristo; por lo tanto, siempre somos aceptables. Esto no significa que no
trabajes con empeño, sino que trabajes por las razones correctas. En vez de esforzarte por
ganar la aprobación de Dios, lo sirves porque estás agradecido. Una vez que entiendas
que tu identidad y valor no están relacionados con el auto que manejas, la casa en que
vives, lo que te ganas y las personas con las que te relacionas, tu motivación cambia. En
vez de preocuparte por el vecindario en que vives, te preocupas por tus vecinos. En vez
de enfocarte en cuánto dinero ganas, tu enfoque está en las finanzas del reino de Dios.
En lugar de preocuparte por el título en tu trabajo, tu meta es desempeñar tu trabajo con
excelencia e integridad. En otras palabras, en lugar de simplemente trabajar duro, lo estás
haciendo por las razones correctas.
14
Por eso es necesario
que prestemos
más atención
a lo que hemos oído,
no sea que
perdamos el rumbo.
HEBREOS 2.1

15
MIÉRCOLES, 21 DE DICIEMBRE
«He terminado la carrera». 2 Ti 4.7
CUANDO LA PREPARACIÓN SE ENCUENTRA CON LA OPORTUNIDAD

S eneca dijo: «La suerte tiene lugar cuando la preparación se encuentra con la oportunidad».
Cuando lees en la Biblia sobre las personas que Dios usó para lograr cosas grandes, des-
cubres que pasaron la mayoría de su tiempo preparándose para lo que pensaban que sería
una asignación breve. Nuestro ego anhela dos cosas: ser el centro de atención y longevidad.
Pero con Dios, solo una cosa es importante: hacer su voluntad. Si puedes decir como Pablo:
«He terminado la carrera», has vivido exitosamente. ¿A quiénes usa Dios? ¡A los que están
preparados! Esto significa que todas las experiencias de la vida tienen un valor potencial.
Disraeli dijo: «Uno de los secretos del éxito en la vida es que el hombre esté listo cuando le
llegue su hora». Y no basta con simplemente prepararte, tienes que mantenerte preparado.
Salomón escribe: «Aférrate a la instrucción… cuídala bien, que ella es tu vida» (Pr 4.13). En
casi todas las ramas, el conocimiento se duplica aproximadamente cada cinco años, y a
menos que te mantengas aprendiendo, terminarás con destrezas obsoletas que no coinciden
con los desafíos del mundo en el que vives. Y algo más: la preparación no comienza con
lo que haces; comienza con lo que crees. Cuando crees que el éxito de mañana depende
de la preparación de hoy, ves el hoy de una manera distinta. Según dicen, la reina Isabel I
les ofreció a los médicos reales hasta la mitad de su patrimonio si extendían su vida. Pero
por supuesto, no pudieron. Por eso la Biblia dice que es importante «entender la brevedad
de la vida, para que crezcamos en sabiduría» (Sal 90.12 NTV).

JUEVES, 22 DE DICIEMBRE
«Todo esto ha sucedido para bien de ustedes… [y] para la gloria
de Dios». 2 Co 4.15 DHH
UNA BENDICIÓN DISFRAZADA

S i hoy día estás viviendo un momento difícil, permite que las palabras de Pablo te alienten:
«Aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupa-
ciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos
hacen caer, pero no nos destruyen» (vv. 8-9 TLA). ¿A quiénes les estaba hablando Pablo? A
seguidores de Cristo que estaban pasando por momentos difíciles. He aquí lo que les dijo:
«Todo esto ha sucedido para bien de ustedes… [y] para la gloria de Dios. Por eso no nos
desanimamos. Pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos
día a día. Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como
resultado una gloria eterna» (vv. 15-17 DHH). Cuando estás bajo presión, tu fe crece… ¡y
Dios sabe exactamente cuánta presión puede aplicar! Él te llevará (1) a un lugar donde no
encuentras respuestas y parece que no tienes recursos, (2) a un lugar donde te sentirás
cansado de que Satanás te robe lo que sabes que Dios te prometió, y (3) a un lugar donde
ya no estás dispuesto a dejar que las opiniones de otras personas te controlen. Cuando no
queda nada que puedas hacer es cuando comienzas a confiar en Dios para que haga lo
imposible. Como afirmó Pablo: «Lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera» (v. 17 DHH).
La crisis que estás viviendo puede ser una bendición disfrazada; una oportunidad para
experimentar la gracia de Dios y un nivel más alto de su poder obrando en tu vida.

16
VIERNES, 23 DE DICIEMBRE
«A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con
las manos vacías». Lc 1.53
EL CAMPEÓN DE LOS DESVALIDOS

N orman Vincent Peale cuenta sobre un hombre y su hijo que estaban haciendo compras
de Navidad cuando se les acercó un vagabundo. El niño ignoró al anciano, pensando
que era otro vividor en busca de limosna, pero el padre lo vio como un ser humano. El
papá puso dinero en la mano de su hijo y lo animó a dárselo «en el espíritu de la Navidad».
De mala gana, el niño lo hizo. De inmediato, el vagabundo se paró con la cabeza en alto,
la expresión de su rostro cambió y sus ojos brillaron. El niño se sorprendió ante aquella
dramática transformación. El anciano le tocó el brazo, le dio las gracias y le dijo: «Dios te
bendiga». Aquella Navidad el niño aprendió una lección que lo acompañaría el resto de su
vida. Comprendió que hay dignidad en el alma de todo ser humano, independientemente
de su apariencia. Y el Dr. Peale está seguro de esto porque él era aquel niño. María dijo: «A
los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías». Un
autor escribe: «Cuando leo las historias sobre el nacimiento de Jesús no puedo evitar concluir
que, aunque el mundo tal vez se incline hacia los ricos y los poderosos, Dios se inclina
hacia los desvalidos». El mensaje de la Navidad es este: no importa cuán bajo hayas caído
o lo desesperada que pueda parecer tu situación, «el Campeón de los desvalidos» está en
tu esquina para darle dignidad a tu vida y para ayudarte a levantarte y comenzar otra vez.

NOCHEBUENA – SÁBADO, 24 DE DICIEMBRE


«Buenas noticias… mucha alegría para todo el pueblo». Lc 2.10
¡EL MEJOR REGALO DE TODOS!

P ara muchos, la Navidad está llena de temor, en lugar de deleite. El autor Jon Walker
escribe: «Estaba sentado en un restaurante de comida rápida y observaba a una niñita
celebrando Navidad, por adelantado, con su mamá. Sus regalos estaban sobre la mesa y
ella simplemente dijo: “Te extraño, mamá”. “También te extraño, mi amor”, respondió su
mamá. A cierta distancia, una dama las observaba con desinterés, pero cuidadosamente.
Con mis ojos de periodista, de pronto lo entendí. La mujer que observaba era una trabaja-
dora social supervisando la visita entre una madre y su hija que están tratando como mejor
pueden de celebrar la Navidad… pocos minutos después, llegaron los padres de acogida
y se llevaron a la niñita. La mamá se fue sola. La Navidad tiene un lado oscuro que rara
vez admitimos. Creamos esta fantasía que casi nunca parea con la realidad, ni siquiera en
el mejor de los hogares… muchos recuerdos de Navidad están llenos de tensión, no de
adornos… los días de fiesta son simplemente otra excusa para que mamá se emborrache,
o para que papá visite a su nueva familia… otro recordatorio de que nuestro ser amado
está lejos o que tal vez nunca regresará… la tasa de suicidios es extraordinariamente más
alta en diciembre… Para los que están cansados de la esperanza hueca de la Navidad, la
buena noticia es: Dios está con nosotros. Jesús vino a la tierra para traer “buenas noticias…
para todo el pueblo”. Independientemente de tu situación, la Navidad es el mejor regalo
que jamás recibirás porque: (1) es el más caro de todos porque le costó a Jesús su vida;
(2) es el único regalo que perdura para siempre; (3) puedes disfrutarlo por el resto de tu vida».

17
NAVIDAD – DOMINGO, 25 DE DICIEMBRE
«Soy como un pino siempre verde; tu fruto procede de mí». Os 14.8
¡CELEBRA LA NAVIDAD! (1)

E l verbo «celebrar» significa regocijarse, deleitarse, gozarse y disfrutar. Jack Hayford escribe:
«Se ha hecho muchísimo en nombre de la Navidad que no agrada ni honra a Cristo.
Sin embargo, lucho… con las supersticiones religiosas que argumentan contra casi todas
las costumbres navideñas… nada de regalos ni decoraciones ni arbolito, o cualquier tipo de
diversión, como si hacerlo profanara algo santo. Esa severa desacreditación no es más que
una “santa tontería”. Un árbol de Navidad… es una afirmación específica… con este árbol
estamos diciendo: creemos en la celebración. Creemos en un Dios que nos da “todo en
abundancia para que lo disfrutemos” (1 Ti 6.17) y que a través de la historia asignó santas
celebraciones de festines y… “gran regocijo” (1 Cr 29.22). Si bien nadie puede presentar un
“argumento bíblico” en favor de los árboles de Navidad, nosotros nos reunimos con alegría
alrededor del nuestro. Vemos en sus ramas un símbolo de la vida eterna que recibimos a
causa de la muerte de Jesús en el árbol… en cuyas ramas transversales tachó la muerte y
le abrió paso al perdón… y a la esperanza eterna. Las lucecitas… brillan como testimonio
de su gloria como luz del mundo. Los ornamentos reflejan el esplendor decorativo con el
que su bondad adorna nuestras vidas. La estrella irradia esperanza, con un rayo celestial,
que nos recuerda que desde allí Él vendrá otra vez para recibirnos». Cuando se reúnan
alrededor del árbol esta Navidad, no olviden celebrar a Aquel que dijo: «Yo soy la luz del
mundo. El que me sigue… tendrá la luz de la vida» (Jn 8.12).

LUNES, 26 DE DICIEMBRE
«Hoy es un día sagrado». Neh 8.9 NTV
¡CELEBRA LA NAVIDAD! (2)

C uando Nehemías anunció: «Hoy es un día sagrado», estaba declarando una celebración;
un tiempo para «[comer y beber] con gran regocijo en presencia del Señor» (1 Cr 29.22).
Hoy día, la gratificación excesiva y los gastos desenfrenados se han convertido en sinónimos
de Navidad y por eso muchos cristianos son renuentes a celebrarla. Jack Hayford escribe:
«A menudo son los recién asociados con nuestra comunidad los que se han permitido —tal
vez por primera vez— adentrarse en la maravilla y la plenitud de la alegría y la celebración
navideña… La Navidad es mucho más que meramente “feliz”. La Navidad es poderosa.
Una celebración —un gozo sin restricciones, amor… risas, regalos y compartir, árboles y
adornos… canciones y campanillas— que tiene un potencial de poder inherente. El factor
calificativo es la presencia del Espíritu Santo. Cuando Él está presente, los pertrechos navi-
deños pueden bendecir, fortalecer, sanar [y] restaurar… Cuando Él no está, las canciones
suenan huecas. Las luces y las decoraciones… pueden dejar el corazón más desolado que
nunca. Pero donde está el Espíritu Santo hay poder… para cambiar hábitos arraigados…
para transformar corazones fríos, rencores y expectativas… para sacar vidas de las tinieblas…
Permite que, en esta Navidad, venga sobre ti. Dale la bienvenida al Espíritu Santo para que
se pasee en tu vida… y luego da tu propio paso… Acércate a las personas que te rodean:
alienta, bendice, hornea, da, visita, invita, comparte y eleva corazones dondequiera que
puedas hacerlo. Cuando llegue el año nuevo, descubrirás que la Navidad ha sido maravillosa
y hasta milagrosa y poderosa».
18
MARTES, 27 DE DICIEMBRE
«Con gusto me desgastaré por ustedes y también gastaré todo lo
que tengo». 2 Co 12.15 NTV
PRACTICA LA GENEROSIDAD

A yudar a otras personas produce gran satisfacción. Cuando pasas tu día sirviendo a
otros, puedes poner tu cabeza en la almohada por la noche y dormir profundamente.
Y aún si has pasado gran parte de tu vida persiguiendo ganancias egoístas, no es dema-
siado tarde para que cambies de actitud. Fue lo que hizo Alfred Nobel. Cuando vio su
obituario en un periódico se sorprendió muchísimo. (Su hermano había muerto y el editor
nombró erróneamente a Alfred en un escrito poco halagador porque los explosivos que su
compañía había producido y de los que se benefició habían matado a muchas personas.)
Así que Nobel dedicó el resto de su vida a promover la paz y a reconocer contribuciones
a la humanidad. ¡Así nació el Premio Nobel! Cuando dejas de pensar en ti y contribuyes
a las vidas de otros, realmente comienzas a vivir. La generosidad trae en sí misma su re-
compensa; no depende de la respuesta de otros. Este es el principio que rigió la vida del
apóstol Pablo: «Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me
desgastaré del todo por ustedes. Si los amo hasta el extremo, ¿me amarán menos?». De
todas las cualidades a las que puedes aspirar, la generosidad parece marcar la diferencia
más grande para cultivar otras virtudes. Sí, va en contra de la naturaleza humana. Pero si
aprendes a pensar generosamente y te conviertes en un dador, se hace más fácil desarrollar
otras virtudes, como la gratitud, el amor, el respeto, la paciencia y la disciplina.

MIÉRCOLES, 28 DE DICIEMBRE
«Es Dios quien los motiva a hacer el bien, y quien los ayuda
a practicarlo». Fil 2.13 TLA
LIBERA TU PODER INTERIOR

E l motor de tu auto es su fuente de poder y se activa cuando pones el auto en marcha.


Solo entonces tienes el impulso que necesitas para llegar adonde necesitas ir. Uno
de los peligros al buscar ser llenos del Espíritu Santo es que puedes reducirlo a una
«experiencia», en lugar de «ponerlo en marcha» para lograr grandes cosas para Dios. En el
Nuevo Testamento, cuando alguien era lleno del Espíritu Santo, pasaban cosas. La gente
aceptaba a Cristo. Ocurrían sanidades. En una ocasión, quemaron un montón de libros en
una hoguera pública (ver Hch 19.19). No solo celebraban en la iglesia… ¡lo hacían en las
calles! El primer cuadro que tenemos de Dios en las Escrituras es en su función creadora.
Él nos crea a su imagen, sopla en nosotros aliento de vida y luego nos dice: «Vayan y sean
productivos» (ver Gn 1.28). Si estás orando para que llegue alguien con todas las respues-
tas y cambie tus circunstancias, no pasará. No eres un espectador inútil. Lo que Dios ha
puesto dentro de ti cambiará lo que está afuera… ¡siempre y cuando lo uses! Lo que hay
en tu interior es más grande que el problema que estás atravesando, que la situación en la
que estás o los obstáculos que encuentras en tu camino. Cuando todo a tu alrededor está
diciendo no y algo en tu interior está diciendo sí, «es Dios [motivándote] a hacer el bien, y
[ayudándote] a practicarlo». Mantente dispuesto a hacerlo y permite que Él te motive y te
ayude. Cuando todo esté trabajando sincronizadamente, tu vida cambiará.

19
JUEVES, 29 DE DICIEMBRE
«Elías era un hombre con debilidades como las nuestras». Stg 5.17
QUÉ HACER CUANDO TE SIENTES DEPRIMIDO (1)

E lías se sentía tan deprimido que estaba listo para terminar con todo. Y ocurrió justo
después de su victoria más grande. Acababa de orar para que cayera fuego del cielo en
el monte Carmelo, y pasó de la euforia al agotamiento. Se nos olvida que, aunque seamos
exitosos y amemos lo que hacemos, puede ser física, mental y emocionalmente agotador.
Si eres una persona enfocada en tu propósito, sin prestar atención a los límites, ¡presta
atención! (1) El agotamiento hizo que Elías perdiera perspectiva. Acababa de derrotar a 850
falsos profetas (ver 1 R 18.19), y ahora estaba huyendo de una mujer: Jezabel. El general
George Patton Jr. dijo: «La fatiga nos convierte a todos en cobardes». Cuando la fatiga entra,
¡la fe sale! Distorsiona nuestros pensamientos y provoca que pasemos por alto el poder de
Dios y sus promesas. (2) El miedo hizo que Elías se aislara. Después de dejar a su criado en
Berseba, Elías huyó al desierto y le dijo a Dios: «Yo soy el único que ha quedado con vida,
¡y ahora quieren matarme a mí también» (1 R 19.10). En aquel momento, la compañía de
Elías era la peor… ¡él mismo! Cuando te sientes deprimido no es el momento para aislarte.
Justo entonces necesitas recurrir a Dios y a las personas que te aman y pueden ayudarte a
levantarte. Hasta Pablo necesitó ayuda. Después de escribir: «[En] Macedonia… nos vimos
acosados por todas partes; conflictos por fuera, temores por dentro», él añadió: «Pero Dios, que
consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito» (2 Co 7.5-6). ¿A quién necesitas
llamar? ¿A quién necesitas recurrir para que te ayude? No lo sigas retrasando… ¡hazlo ya!

VIERNES, 30 DE DICIEMBRE
«Señor… tú eres mi gloria; ¡tú mantienes en alto mi cabeza!». Sal 3.3
QUÉ HACER CUANDO TE SIENTES DEPRIMIDO (2)

C uando Elías estaba en su peor momento, Dios le dio estas instrucciones importantes:
(1) Pasa más tiempo con Dios. «El Señor le ordenó: “Sal y preséntate ante mí en
la montaña”» (1 R 19.11). Allí fue que Dios le habló en «un silbo apacible y delicado»
(v. 12 RVR60). La palabra «apacible» sugiere que en lugar de siempre estar trabajando para
Dios, necesitamos pasar momentos tranquilos con Él. Si no lo haces, se te agotará el com-
bustible y no llegarás a ningún lado. Cuando David estaba deprimido, escribió: «¡Muchos
son los que dicen de mí: “Dios no va a salvarlo”! Pero tú, Señor, eres mi escudo protector,
eres mi gloria, eres quien me reanima. A gritos pido ayuda al Señor y él me contesta»
(Sal 3.2-4 DHH). (2) No sigas tratando de hacer todo sin ayuda. Esta es la ruta más rápida a
la depresión. El liderazgo no trata solo de que hagas mil cosas; trata también de desarrollar
a otros para hacer las cosas a través de ellos. Elías no estaba solo. Dios le dijo: «Preservaré
a siete mil israelitas que no se han arrodillado ante Baal» (1 R 19.18). ¡No te limites a operar,
aprende a cooperar! (3) Entiende que tu tarea no ha terminado. Dios le mostró a Elías
que todavía había reyes por ungir, batallas por ganar y un sucesor por preparar (ver v. 16).
¿Necesitas un motivo para salir de la cama por la mañana? ¡Dios te dará uno! Cuando
estás deprimido, Él no se enoja contigo. Por el contrario, su Palabra nos recuerda: «No les
causará más daño a los que estén heridos, ni acabará de matar a los que estén agonizando.
Al contrario, fortalecerá a los débiles» (Is 42.3 TLA). ¡Esa es la misericordia de Dios!

20
SÁBADO, 31 DE DICIEMBRE
«Derramaré mi Espíritu». Jl 2.29
CREE EN TU VISIÓN

D ios habló así a través del profeta Joel: «Tendrán sueños los ancianos y visiones
los jóvenes. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre los siervos y las siervas»
(vv. 28-29). No importa tu edad ni tu género, Dios tiene una visión para ti que debes
cumplir. Y a veces no tendrá sentido porque no te sientes cualificado. En la obra mu-
sical El hombre de la Mancha, hay una escena en la que Don Quijote y su siervo están
observando una posada ruinosa. Cuando Quijote describe su visión de torrecillas y
puertas espléndidas, su siervo se esfuerza por ver la misma imagen, pero lo único que
puede ver son ruinas. Y cuando trata de describirlas, Quijote le dice: «¡Detente! ¡No voy
a permitir que tus hechos interfieran con mi visión!». La mayoría de los grandes logros
comienzan como una visión en el corazón de alguien. Y muchas veces hay gente que
trata de convencer a la persona de que no puede hacerse… o de que él o ella no puede
hacerlo. Con frecuencia, esto confirma los temores más profundos del visionario sobre
sus capacidades. ¡Y ese es el punto crucial! Si ignoras a tus críticos y superas tus temores,
Dios te capacitará para cumplir la visión que Él te ha dado. Ahora bien, no olvides que
aunque tu visión puede llegarte en un instante, su cumplimiento puede tomarte toda
una vida. Habacuc escribe: «La visión se realizará en el tiempo señalado… Aunque
parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá» (Hab 2.3). Un sueño dado por Dios
a menudo desafía los hechos, así que si tienes una visión, busca gente que te apoye,
no críticos. Y cuando alguien comparta su visión contigo, sé la persona que le anime.

AÑO NUEVO – DOMINGO, 1 DE ENERO


«Háganlo todo para la gloria de Dios». 1 Co 10.31
ESTE AÑO, GLORIFICA A DIOS Y GOZA DE ÉL

E n 1643, las cámaras del Parlamento en Inglaterra abolieron el sistema de gobierno


episcopal en la Iglesia de Inglaterra. Un grupo de ciento veintiún ministros y treinta
laicos fue convocado a la Abadía de Westminster para reconstruir la iglesia inglesa. De
esa asamblea, que duró seis años, surgieron algunos de los documentos más famosos en
la historia de la iglesia. La primera pregunta en el Catecismo Menor de Westminster es:
«¿Cuál es el fin principal y más noble del hombre?». La respuesta: «Glorificar a Dios y gozar
de él para siempre». Las implicaciones de esa pregunta y respuesta son profundas en su
simplicidad. Y si eres sabio, las convertirás en el modelo para tu vida en este nuevo año.
Glorificar a Dios. Obedecer a Dios. Gozar de Dios. Cuando sabes que tu vida está glorifi-
cando a Dios, gozas de su presencia; pero cuando no es así, tiendes a esquivarlo. Y esto
no es bueno porque sin la presencia de Dios en tu vida, ¿cuáles son tus probabilidades de
un éxito verdadero? ¡No muchas! Cuando miras el año pasado en retrospectiva, ¿hay cosas
que lamentas porque sabes que no glorificaste a Dios en ellas? Pues Dios te está dando un
año nuevo para hacer las cosas de una manera distinta. Y si estás haciendo resoluciones
para el año nuevo, básalas todas en este versículo: «Háganlo todo para la gloria de Dios».
Si sigues esa regla, te mantendrás en el camino correcto, y tendrás la paz y la alegría de
saber que tu vida es agradable al Señor. No importa las circunstancias que se presenten,
las enfrentarás con paz y confianza, con la certeza de que Dios está contigo.
21
LUNES, 2 DE ENERO
«Yo los escogí… para que… den fruto, un fruto que perdure». Jn 15.16
CÓMO DAR MÁS FRUTO (1)

C uando Jesús afirmó: «Yo los escogí… para que… den fruto, un fruto que perdure»,
nos estaba diciendo que viviéramos en la búsqueda de lo que tiene significado du-
radero y valor eterno. ¿A qué se refería con «fruto»? «El fruto del Espíritu es amor, alegría,
paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio» (Gá 5.22-23).
Esas nueve cualidades describen la única vida que verdaderamente vale la pena vivir.
Afortunadamente, no se espera que produzcamos este tipo de fruto por esfuerzo propio.
Jesús dijo: «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no
da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía…
Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer
en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Yo soy la vid
y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto;
separados de mí no pueden ustedes hacer nada» (Jn 15.1-2, 4-5). ¿A quiénes les está
hablando Jesús? A los creyentes. «Toda rama… en mí» (v. 2). ¿Quién es el labrador?
«Mi Padre es el labrador» (v. 1). ¿Cuál es su meta? «Que [des] más fruto todavía» (v. 2).
¿Cuál es el secreto para dar fruto? Un contacto frecuente e intimidad con Jesús. «El que
permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto» (v. 5). Entonces, si quieres dar más
fruto, acércate más al Señor.

MARTES, 3 DE ENERO
«Los justos tienen raíces profundas». Pr 12.3 NTV
CÓMO DAR MÁS FRUTO (2)

T ienes que cultivar raíces espirituales profundas. «Benditos son los que confían en
el Señor… Son como árboles plantados junto a la ribera de un río con raíces que se
hunden en las aguas. A esos árboles no les afecta el calor ni temen los largos meses de
sequía. Sus hojas están siempre verdes y nunca dejan de producir fruto» (Jer 17.7-8 NTV).
Estos versículos nos presentan una razón por la que necesitamos raíces espirituales
profundas: para superar los tiempos difíciles; los tiempos de calor y sequías. Salomón
dijo: «Nadie puede afirmarse por medio de la maldad; solo queda firme la raíz de los
justos» (Pr 12.3). Cuando llegan las temporadas de adversidad es cuando descubres a qué
estás «arraigado»: a la fuerza de Dios o simplemente a la tuya. Cuando la Biblia habla
de «calor» se refiere a las presiones de la vida. Cuando habla de «sequía» está hablando
sobre las temporadas de crisis y escasez. ¿Cuál es la respuesta? «Raíces que se hunden
en las aguas». ¿Cuál es el resultado? «Nunca dejan de producir fruto». Gracias a sus raíces,
las secoyas gigantes del norte de California pueden sobrevivir los devastadores fuegos
forestales. Si midieras las raíces de un roble grande, se extenderían por varios cientos
de millas. Por eso se mantienen estables en las tormentas de la vida. Pablo escribe: «Le
pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas,
los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus
corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor… sean llenos de la plenitud
de Dios» (Ef 3.16-17, 19).

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MIÉRCOLES, 4 DE ENERO
«Arráiguense profundamente en él y edifiquen toda la vida sobre él».
Col 2.7 NTV
CÓMO DAR MÁS FRUTO (3)

P ablo escribe: «Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan
ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó,
y llenos de gratitud. Cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía
que sigue tradiciones humanas, la que está de acuerdo con los principios de este mundo
y no conforme a Cristo… en él… han recibido esa plenitud» (vv. 6-8, 10 NTV). Si visitas
algún desierto en Arizona, notarás muchos tipos distintos de vegetación. Los contrastes
son fascinantes. El viento esparce por todos lados las plantas rodadoras secas y quebra-
dizas. ¿Por qué? Porque no tienen raíces. En cambio, el cactus saguaro da frutos aun en
temperaturas de 130 grados. ¿Por qué? Porque sus raíces se extienden entre cincuenta
y sesenta pies en todas direcciones. Necesitas raíces espirituales profundas si quieres
sobrevivir las «sequías» de la vida. Cualquiera puede sobrevivir una sequía de un día o
de dos, pero, ¿qué me dices de temporadas largas de estrés, angustia, escasez, enfer-
medad y adversidad? De donde esté arraigada tu vida, de ahí obtendrás tus fuerzas. El
salmista escribe: «En la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como
el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas
jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! En cambio, los malvados son como
paja arrastrada por el viento» (Sal 1.2-4). Ora: «Señor, arráigame profundamente en ti».

JUEVES, 5 DE ENERO
«Las semillas… cayeron entre los espinos». Lc 8.14 NTV
CÓMO DAR MÁS FRUTO (4)

T ienes que arrancar la maleza. En su famosa parábola del sembrador, Jesús dijo que
la semilla cayó en cuatro tipos diferentes de terreno. «La parte que cayó entre es-
pinos son los que oyen, pero, con el correr del tiempo, los ahogan las preocupaciones,
las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran» (v. 14 NVI). Fíjate en que hay
tres tipos de «maleza» que pueden impedir que alcances la madurez espiritual. (1) Las
preocupaciones. Te preocupas tanto por los problemas diarios que tus ojos se desvían
de Jesús. (2) Las riquezas. Ganar dinero y comprar cosas materiales son tan importantes
en tu vida que no tienes tiempo para el Señor. (3) Los placeres. Perseguir «la buena vida»
puede obstruir tu crecimiento espiritual. Está bien pasar un buen rato, pero tienes que
proteger tus prioridades. Cuando tienes tiempo para comprar, ir a la playa, jugar golf
o pasar horas frente a la televisión, pero no tienes tiempo para leer la Bibla y orar, tus
prioridades están desbalanceadas. Y si dices: «Simplemente no tengo tiempo para servir
al Señor. Estoy demasiado ocupado. No tengo tiempo para comprometerme». Entonces,
¡estás demasiado ocupado! Será mejor que arranques algo de maleza. Muchísimas
cosas en la vida no son necesariamente malas, simplemente no son necesarias. Tal
vez necesites ajustar tu agenda un poco para remover la maleza. Tienes que cuidar de
una planta de tomates, pero no tienes que hacer nada para producir dientes de león…
crecen solos cuando descuidas tu jardín. ¿Captas la idea? Si las «malezas» en tu vida
están impidiendo que des fruto, deja de hablar de ello y haz algo.
23
VIERNES, 6 DE ENERO
«Toda rama que da fruto [Él] la poda para que dé más fruto todavía».
Jn 15.2
CÓMO DAR MÁS FRUTO (5)

T ienes que dejarte podar. «Toda rama que da fruto [Él] la poda para que dé más fruto
todavía». La poda conlleva cortar las ramas muertas y recortar las vivas. Ambas accio-
nes son necesarias para darle forma al árbol y estimular el crecimiento. Los podadores
profesionales comentan que la mayoría de las personas son muy indecisas cuando de
podar se trata. Pero Dios no. Él no solo corta y remueve lo que es pecaminoso y superficial,
también poda lo que está vivo y es exitoso… un negocio que va de maravilla, una relación
gratificante o un plan que parece estar funcionando. Dios no solo poda lo «malo», sino
también «lo bueno», para darte «lo mejor». No es agradable, pero es absolutamente esencial
para el crecimiento espiritual. ¿Qué quiere Dios en tu vida? «Mucho fruto» (Jn 15.8). Por lo
tanto, ¡Dios te va a podar! Quizás te esté podando en este momento y tal vez no todo sea
madera seca. Dios corta cosas que nos parecen productivas para que se produzca más
fruto en nuestras vidas. Esto puede ser desconcertante. Creemos que hemos sido fieles, así
que su poda nos confunde, y hasta nos frustra. «¿Dios, por qué estás haciendo esto? Te he
entregado mi negocio, pero no es rentable. Te he dedicado mi salud, pero ahora estoy en el
hospital. He diezmado fielmente, aun así, casi estoy en bancarrota». ¿Qué está ocurriendo?
«Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más
bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes
han sido entrenados por ella» (Heb 12.11). Dios te está podando para que des más fruto.

SÁBADO, 7 DE ENERO
«Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!». Fil 4.4
NO PIERDAS TU ALEGRÍA

P ablo escribe: «Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!». ¿Por qué Pablo
reitera que nos alegremos? Porque la alegría es el combustible con el que funcionamos,
y a menos que la cuidemos, se nos puede agotar. Esto significa que debemos chequear
regularmente el indicador de combustible para asegurarnos de que la negatividad y la
duda no nos estén drenando. En la Biblia, el vino representa alegría. De hecho, el primer
milagro de Cristo fue convertir el agua en vino… el mejor que jamás hubieran probado.
Jesús es un dador de alegría y cuando permanecemos conectados a Él, experimentamos
su alegría independientemente de las circunstancias. Jesús dijo en Juan 15.11: «Les he
dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa». Piensa en esto por
un momento. ¿Cómo puedes ir por ahí diciendo que tus pecados han sido perdonados,
que Dios te dirige y te protege, y que vas para el cielo… cuando parece que te bautizaron
en jugo de limón? En prisión, Pablo tenía tanta alegría que se ganó a los carceleros para
Cristo y nació una iglesia en «la casa del emperador» (ver Fil 4.22). Tu actitud siempre
influye más a la gente que tu teología. ¡Siempre! La felicidad que ofrece este mundo es
solo una reacción a las circunstancias, mientras que la alegría que proviene de vivir para
Jesús te eleva por encima de las circunstancias. Así que enfócate en su alegría, úsala y
demuéstrasela al mundo hoy.

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DOMINGO, 8 DE ENERO
«Si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido
perdonados». Lc 7.47
EL FARISEO Y LA PROSTITUTA

U n día, Jesús estaba comiendo en casa de un fariseo y llegó una prostituta. La


mujer «se arrojó a los pies de Jesús… también se los besaba y se los ungía con el
perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo para sí: “Si este hombre fuera
profeta, sabría quién es la que lo está tocando”» (vv. 38-39). Pero Simón el fariseo no lo
entendió. No era que Jesús no supiera, ¡es que no le importaba! Aquel día, Él perdonó
sus pecados, y ella se fue de allí redimida, restaurada y reenfocada. Esta historia con-
firma lo que ya sabemos: Jesús vino para salvar pecadores en la calle e hipócritas en
la iglesia. Nadie está fuera del alcance de su gracia. Con eso en mente, reflexiona en
esto: (1) ¡Nunca olvides de lo que Dios te salvó! Fíjate en lo que Jesús le dijo a Simón
el fariseo: «A quien poco se le perdona, poco ama» (v. 47). Al recordar sus pecados
pasados, David escribió: Él «me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cena-
goso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico
nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová»
(Sal 40.2-3 RVR60). (2) Recuerda que Jesús no está mirando tu pasado, sino tu futuro.
La gente veía a esta mujer como hierba mala, pero Jesús la vio como una rosa y la
regó. En resumen, si hoy necesitas perdón, acércate a Jesús. Y si has sido perdonado,
derrama tu corazón ante Él en alabanza.

LUNES, 9 DE ENERO
«Los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y
en verdad». Jn 4.23
CONVIÉRTETE EN UN ADORADOR

H ablemos sobre cómo convertirnos en adoradores. En primer lugar, no existe una talla
única para todos. La Biblia no dice que tenemos que adorar a Dios de una forma
específica. Y es así porque es una manera tan poderosa de derramar nuestro corazón
ante el Señor que no puede limitarse a palabras, ni puede definirse con una canción, un
clamor o el silencio. «Los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en
verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren». Segundo, Dios te creó para
adorarlo. Quizás no lo hayas pensado antes, pero Dios nos creó para hacer lo único que
no puede hacer para sí mismo… ¡adorarlo! El apóstol Juan escribió: «Digno eres, Señor…
de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad
existen y fueron creadas» (Ap 4.11). Nada complace más a nuestro Padre celestial que el
amor y la adoración de sus hijos redimidos. Tercero, todo el mundo, dondequiera y en
cualquier momento puede adorar. En las Escrituras, la mujer samaritana creció creyendo
que la verdadera adoración ocurría en un monte sagrado llamado Guerizín, mientras que
los judíos creían que debían practicarla en el templo en Jerusalén. Pero Jesús dijo que no
tenía que limitarse a la iglesia ni a un día particular de la semana. El salmista, en su estilo
inimitable, lo explica así: «Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor. Bendito
sea el nombre del Señor, desde ahora y para siempre. Desde la salida del sol hasta su
ocaso, sea alabado el nombre del Señor» (Sal 113.1-3). Entonces, conviértete en un adorador.
25
MARTES, 10 DE ENERO
«Jesús… la llamó». Lc 13.12
GENTE CON UN PASADO (1)

«E enferma.
staba allí una mujer que por causa de un demonio llevaba dieciocho años
Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse. Cuando Jesús
la vio, la llamó y le dijo: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad”. Al mismo tiempo,
puso las manos sobre ella, y al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a
Dios» (vv. 11-13). Esta mujer no podía caminar derecha porque «un demonio» la había
mantenido encorvada por dieciocho años. ¡Esa es una lucha bastante larga! Y durante
ese tiempo, había ido a la iglesia y no había recibido ayuda. Entonces Jesús la vio y
«la llamó». ¿Por qué Jesús no la sanó en su silla? He aquí dos razones: (1) Dios quiere
que ejercitemos la fe y actuemos según su Palabra. Cuando vives por mucho tiempo
con un problema sin resolver, comienzas a pensar: «Esto nunca cambiará». Por eso,
antes de Dios cambiar tus circunstancias, Él cambia tu mente y te capacita para ver
nuevas posibilidades. Esto se llama «fe». La Biblia afirma: «No es posible agradar a
Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que
recompensa a los que lo buscan» (Heb 11.6 DHH). Hoy Dios quiere verte acercándote
a Él. (2) Dios desea que invirtamos en nuestra liberación. Cuando inviertes en algo, lo
valoras y lo proteges. De esta manera, cuando Satanás te confronte con el problema
otra vez, puedes contestarle: «No, no lo recibo. Ya no soy esa persona. Soy una nueva
creación en Cristo».

MIÉRCOLES, 11 DE ENERO
«Jesús… la llamó». Lc 13.12
GENTE CON UN PASADO (2)

N o sabemos cuánto tiempo le tomó a esta mujer llegar al frente de la iglesia cuando
Jesús la llamó. Las personas discapacitadas no se mueven tan rápido como las
demás. En su historia hay dos lecciones importantes. (1) A veces no creces ni maduras
tan rápido porque has estado luchando contra un problema debilitante por mucho
tiempo. Lo que parece fácil para otros puede ser muy difícil para ti. Pero esta es la buena
noticia: Jesús esperará por ti y trabajará contigo hasta que superes tu problema. (2) Tu
testimonio surgirá de las pruebas que has atravesado. Y no importa por lo que hayas
pasado, Jesús te está llamando hoy. Te está diciendo: «¡Ponte de pie! Puedes acercarte
a mí». No importa lo que hayas hecho ni el tipo de maltrato que hayas sufrido, Él te
está llamando. Tal vez pienses que tu secreto es peor que el de otros. Ten la certeza
de que Dios lo conoce completamente. Y su promesa es esta: «Con amor eterno te he
amado; por eso te sigo con fidelidad… Te edificaré de nuevo; ¡sí, serás reedificada!»
(Jer 31.3-4). Como un escultor experto que crea algo hermoso de un pedazo de roca
en bruto, Dios puede transformar tu desastre en un mensaje de esperanza para otros.
Satanás te ataca porque puedes contribuir algo valioso. La historia de esta mujer ter-
mina con estas palabras: «La gente estaba encantada de tantas maravillas que él hacía»
(Lc 13.17). El plan de Dios es que la gente te mire y diga: «Algo ha ocurrido en ti, ¡ya
no eres la misma persona!».

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JUEVES, 12 DE ENERO
«Jesús… la llamó». Lc 13.12
GENTE CON UN PASADO (3)

E sta mujer probó con la religión, pero no la ayudó. Trató con los médicos, pero no
pudieron sanarla. Y la gente a su alrededor pensaba que su problema no tenía
solución. ¡Hasta ella pensaba así! Pero no Jesús. Su promesa es: «Vengan a mí todos
ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso» (Mt 11.28). ¡Qué alivio!
Puedes entregarle tu carga a Jesús. No importa lo difícil que parezca la vida, el socorro
está a una oración de distancia. Independientemente de los obstáculos que enfrentes,
ve a Jesús. Quizás el bebé que tienes en los brazos nació fuera del matrimonio, aun
así, ve a Jesús. Tal vez hayas sido maltratado o abusado y no se lo has dicho a nadie,
aun así, ve a Jesús. No tienes que hablar de tu pasado con otras personas. Solo confía
en que Jesús te está llamando. Él conoce tu pasado, pero aun así te sigue llamando. Él
no te ve como eres, sino como serás cuando su gracia haya obrado en tu vida. Antes
de conocer a Jesús, María Magdalena tal vez haya sido una prostituta, pero se convirtió
en una de sus discípulas más cercanas. Mateo, el escritor del primer libro del Nuevo
Testamento, era un colector de impuestos despreciado que trabajaba para los romanos
al momento de conocer a Jesús. Él no examina tu pasado para decidir lo que hará con
tu futuro. Saulo de Tarso, el asesino de cristianos, se convirtió en el apóstol Pablo, autor
de la mitad del Nuevo Testamento. La buena noticia es que cuando Jesús te salva, ya
no tienes un pasado. Solo tienes un futuro.

VIERNES, 13 DE ENERO
«Ya que Dios es tan bueno…». Ro 12.1 TLA
LA SOBERANÍA DE DIOS

P ablo escribe: «Ya que Dios es tan bueno… les ruego que dediquen toda su vida a
servirle y a hacer todo lo que a él le agrada… Así podrán saber qué es lo que Dios
quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto» (vv. 1-2 TLA). Hay dos
maneras de entender la soberanía de Dios: (a) a través de su iniciativa, y (b) a través
de nuestra respuesta. En esencia, Pablo está diciendo: (1) Resiste las presiones de un
sistema mundial que te hala en la dirección equivocada. (2) Renueva tu mente todos los
días por medio de la oración y la lectura de la Biblia. (3) Identifica la voluntad de Dios
para ti y vive de acuerdo con ella. Pero Pablo no se detiene ahí. Él escribe: «Rechacen
todo lo que sea malo, y no se aparten de lo que sea bueno. Ámense unos a otros como
hermanos… Trabajen con mucho ánimo, y no sean perezosos. Trabajen para Dios con
mucho entusiasmo. Mientras esperan al Señor, muéstrense alegres… Compartan lo que
tengan… Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales
a la gente humilde… Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al
contrario, busquen siempre hacer el bien a todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz
con todo el mundo» (vv. 9-13, 16-18 TLA). La soberanía de Dios no nos exime de nuestra
responsabilidad personal. Dios sigue esperando que nos esforcemos por alcanzar la
excelencia y nos preocupemos por un mundo perdido. Reconocer la soberanía de Dios
nos libera de jugar a Dios y nos capacita para que disfrutemos nuestro caminar con Él.

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SÁBADO, 14 DE ENERO
«Cuida tu mente más que nada en el mundo». Pr 4.23 DHH
NO PERMITAS QUE TUS SENTIMIENTOS TE CONTROLEN

C uando de la vida diaria se trata, puedes caminar según los principios inmutables de
la Palabra de Dios, o de acuerdo con tus sentimientos que cambian constantemente.
Cuando vives según la Palabra de Dios tienes estabilidad. Cuando te dirigen tus senti-
mientos es como ir montado en una montaña rusa… un día estás arriba y al siguiente
estás abajo. Dios quiere que alcances la madurez espiritual, pero tienes que cooperar con
Él. Esto requiere una acción diaria de tu voluntad; decidir hacer las cosas a su manera,
en vez de la tuya. Y una vez que se convierte en hábito, descubres que la vida es más
agradable. Ahora bien, tú no permites que todo el que llama a tu puerta, entre y se
sienta como en su casa; entonces, ¿por qué dejas que cada emoción que aflore dicte la
dirección de tu día o decida tus respuestas? «Cuida tu mente más que nada en el mundo,
porque ella es fuente de vida» (v. 23 DHH). Tus pensamientos producen tus sentimientos, no al
revés. Por eso Pablo escribe: «[Lleva] cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo»
(2 Co 10.5). En otras palabras, si algún pensamiento no se alinea con la Palabra de Dios,
no le des voz ni voto. «Vivimos por fe, no por vista» (2 Co 5.7). Tal vez esto te sorprenda,
pero como cristianos, no siempre sentimos la presencia de Dios. Después de su resurrec-
ción, Jesús se les apareció a dos de sus discípulos en el camino a Emaús; sin embargo,
ellos no lo reconocieron. ¿Por qué? ¡Porque estaban ocupados con sus sentimientos!
¿Cómo los sacó de sus emociones negativas? «Les explicó lo que se refería a él en todas
las Escrituras» (Lc 24.27). En resumen: solo la Palabra de Dios debe dirigirte.

DOMINGO, 15 DE ENERO
«Mientras iban de camino, quedaron limpios». Lc 17.14
LECCIONES DE LOS LEPROSOS

«Dtros!”. Al verlos, les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Resultó que, mientras
iez hombres enfermos de lepra… gritaron: “¡Jesús, Maestro, ten compasión de noso-

iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, al verse ya sano, regresó alabando a
Dios… “¿Acaso no quedaron limpios los diez?”, preguntó Jesús. “¿Dónde están los otros
nueve?” “Levántate y vete”, le dijo al hombre; “tu fe te ha sanado”» (vv. 12-15, 17, 19). Hay
tres lecciones en esta historia: (1) En ocasiones, la respuesta llega rápido; en otras, viene
poco a poco. La Biblia dice: «Mientras iban de camino, quedaron limpios». No sabemos
cuál paso traerá la respuesta, por eso tenemos que seguir caminando en fe. La ley mosaica
dictaba que antes que un leproso pudiera reintegrarse a la sociedad, el sacerdote tenía
que pronunciar que estaba «limpio». Piensa en esto: Jesús vio el cambio en estos hombres
antes que sucediera, ¡porque Él tenía el poder para hacer que ocurriera! (2) No te rindas
cuando otros te rechacen. Como marginados sociales, estos hombres esperaban que Jesús
los tratara conforme a ello. Pero si te acercas a Dios, Él se acercará a ti (ver Stg 4.8). ¿Estás
luchando con un asunto que ha provocado que otros te eviten o te echen a un lado? Jesús
no lo hará. Él afirmó: «Al que a mí viene, no lo rechazo» (Jn 6.37). (3) Siempre recuerda dar
gracias y alabar a Dios. Solo uno de los diez leprosos pasó la prueba del agradecimiento.
¿La habrías pasado tú? Cuando comprendes lo mucho que significa para el Señor que le
des las gracias, no dejas pasar un solo día sin alabarlo y adorarlo.
28
LUNES, 16 DE ENERO
«Perdónense… así como Dios los perdonó a ustedes». Ef 4.32
PERDONA A TUS PADRES (1)

N o hay nada peor que el dolor que los padres les causan a sus hijos. A menudo es
resultado de la ignorancia, pero eso no alivia el dolor cuando eres el perjudicado. Una
autora cristiana escribe: «Las necesidades no satisfechas en la niñez estarán igual de presen-
tes en la adultez, pero serán expertamente camufladas. Si te maltrataron cuando niño, no
te engañes [pensando]… “Nací de nuevo, ya no se supone que me duela”. El que todavía
te duela no niega que hayas nacido otra vez ni te hace menos espiritual. Como la gente
tiende a ver a Dios de la misma forma en que ven a sus padres, se requiere un tiempo de
sanidad y liberación para comprender totalmente el amor de Dios antes que la confianza sea
absoluta. Perdonar a tus padres es una pieza importante en la sanidad (y esencial para no
caer en la trampa de maltratar a tus propios hijos). Tienes que perdonar al padre que nunca
te protegió, a la madre que te maltrató y abusó de ti, al padrastro que no te quiso, al abuelo
o al tío que te abusó sexualmente, al padre que nunca estuvo presente o que te abandonó
(por muerte o porque se fue)… Estas experiencias extremadamente dolorosas continuarán
doliéndote si no te liberas de todo ese dolor y amargura… y le pides a Dios que te ayude
a perdonar… Él es un Dios de restauración y redención, así que puede redimir lo que sea
que haya ocurrido en tu pasado. La restauración no ocurre de la noche a la mañana, pero
la redención sí puede ocurrir. Permite que Dios redima ahora tu situación, para que pueda
cambiar y encaminarse en la dirección correcta».

MARTES, 17 DE ENERO
«Perdonen, y se les perdonará». Lc 6.37
PERDONA A TUS PADRES (2)

U na vez que entiendas que los padres no siempre son capaces de darles a sus hijos lo
que ellos no recibieron —es decir, amor, cuidados, aceptación y afecto físico— se hace
más fácil perdonarlos. La autora Storme Omartian escribe: «En ocasiones, lo que un padre no
hace duele tanto como lo que hace el que maltrata. La distancia de un padre o su renuencia
para intervenir y rescatarte se siente como traición. La falta de perdón hacia ese padre que
no se involucra es más difícil de identificar, pero es más común de lo que pensamos. Pídele
a Dios que te muestre cualquier falta de perdón hacia un padre que no vino a rescatarte. Si
está ahí, tienes que tratar sinceramente con tus sentimientos… No podemos retroceder en
el tiempo y hacer que alguien nos cuide y nos proteja, ni tampoco podemos exigirlo de un
cónyuge o de nuestras amistades porque no pueden hacerlo. [Tiene] que venir de nuestro
Padre celestial… El primer paso es recibir su perdón y dejar que la realidad de esto penetre
hasta lo más profundo de nuestro ser. Cuando nos damos cuenta de lo mucho que nosotros
hemos sido perdonados… no tenemos derecho de juzgar a otros. Ser perdonados y liberados
de todo lo que hemos hecho es un regalo milagroso, ¿cómo entonces podemos negarnos
a obedecer a Dios cuando nos pide que perdonemos a otras personas? El perdón va en
ambas direcciones. Dios te perdona y tú perdonas a otros… No basamos nuestra decisión
en lo que tenemos deseos de hacer, sino en lo que sabemos que es correcto». Jesús afirmó:
«No juzguen, y no se les juzgará… Perdonen, y se les perdonará» (v. 37).

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MIÉRCOLES, 18 DE ENERO
«Cristo… hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad».
Ef 1.11
SIGUE EL PLAN DE DIOS (1)

D ios dijo: «Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin» (Ap 22.13).
Dios determina el resultado final, y luego comienza en el principio y trabaja hacia él.
El Señor siempre hace lo que planifica. José descubrió que aun cuando tu familia te dé
la espalda, el plan de Dios sigue vigente. Al repasar lo sucedido, dijo: «Ustedes pensaron
hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien» (Gn 50.20). Ahora bien, no confundas
«bien» con «a gusto». Cuando Dios corrige o te redirige, no siempre se siente bien. ¡Pero es
bueno! David expresó: «Me hizo bien haber sido humillado, pues así aprendí tus leyes»
(Sal 119.71 DHH). Si no estás seguro del plan divino, busca a Dios hasta que te lo muestre.
Es posible que otras cosas parezcan más urgentes, pero nada es más importante. Y si ya
conoces el plan de Dios, asegúrate de que ninguna acción humana pueda cancelarlo. El
salmista declaró: «El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor… perdura para
siempre» (Sal 138.8). Satanás no puede idear ninguna situación para la que Dios ya no
haya hecho «una salida» (1 Co 10.13). Pablo asegura: «Dios es fiel, y no permitirá que
ustedes sean tentados [probados] más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando
llegue la tentación [prueba], él les dará también una salida a fin de que puedan resistir»
(v. 13). En tus momentos de prueba es cuando descubres que «Dios es fiel». Él te «estirará»,
pero no hasta el punto de ruptura. Su plan es que salgas de esta experiencia más fuerte
y listo para lo que sigue en su agenda.

JUEVES, 19 DE ENERO
«Dios empezó el buen trabajo en ustedes». Fil 1.6 TLA
SIGUE EL PLAN DE DIOS (2)

P ablo escribe: «Dios empezó el buen trabajo en ustedes, y estoy seguro de que lo irá
perfeccionando» hasta que lo termine (v. 6). Notarás que Jesús sacó tiempo regularmente
en su cargada agenda para orar. De hecho, a veces oraba durante toda la noche. Y nos
explica la razón: «El Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo
que ve que su Padre hace, porque cualquier cosa que hace el Padre, la hace también el
Hijo. Pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace» (Jn 5.19-20). Bajo el peso
de nuestros pecados, Él clamó en la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desam-
parado?» (Mt 27.46). Y sus palabras nos enseñan tres lecciones importantes: (1) Es posible
que estemos siguiendo el plan de Dios y aun así algunas veces sentirnos abrumados
y solos. (2) Cuando Dios no responda, tenemos que aferrarnos a las promesas que nos
hace en su Palabra. (3) El dolor que estamos sintiendo a la larga dará paso a la alegría
que nos espera al otro lado. Por lo tanto, sigue el plan de Dios; mientras lo hagas, no
hay nada que Satanás pueda hacer para destruirte. La Biblia promete: «Ningún arma que
te ataque triunfará… Estos beneficios los disfrutan los siervos del Señor» (Is 54.17 NTV).
Cuando sientas que llegaste al final de la cuerda, haz como Jesús y ora: «¡Padre, en tus
manos encomiendo mi espíritu!» (Lc 23.46). Es decir, entrégaselo todo a Dios. Confía en
que Él hará lo que tú no puedes hacer y que te llevará a la victoria.

30
VIERNES, 20 DE ENERO
«Ustedes serán enriquecidos en todo sentido». 2 Co 9.11
SÉ UN CONDUCTO

P iensa en lo ridículo que sería que una compañía de electricidad generara la energía
y luego la almacenara. Sus clientes estarían a oscuras, ¡y muy pronto la compañía
quebraría! El mismo principio aplica a nuestras finanzas. «Dios ama al que da con ale-
gría. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre,
en toda circunstancia, tengan todo lo necesario… Ustedes serán enriquecidos en todo
sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos» (vv. 7-8, 11). Hay personas que
no dan porque son avaras, pero en la mayoría de los casos, no es así. La verdad es que
nos preocupa que, si no protegemos nuestros intereses personales, es posible que nadie
lo haga. Pero ese tipo de pensamiento no tiene sentido. Es como si un agricultor se negara
a sembrar su próxima cosecha porque le da miedo soltar sus semillas. Dios dice que la
primera décima parte de tus ingresos le pertenece a Él (ver Mal 3.10). ¿Se debe esto a
que es pobre y lo necesita? ¡No! Él quiere que sembremos en su reino para que (1) su
obra y voluntad se cumplan en la tierra, y (2) tengas una cosecha cuando la necesites.
Jesús nos dijo: «Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas
les serán añadidas» (Mt 6.33). Si te conviertes en un conducto para el reino de Dios,
«[serás enriquecido] en todo sentido». De hecho, si piensas en tus finanzas desde una
perspectiva bíblica, lo que debes temer no es dar demasiado… ¡es sembrar muy poco!

SÁBADO, 21 DE ENERO
«Él es fiel… para perdonar nuestros pecados». 1 Jn 1.9 RVR60
¿HAS PECADO? ¡DIOS TE PERDONARÁ!

L a historia de David y Betsabé incluye el material del que están hechas las películas:
lujuria, adulterio, embarazo prematrimonial, asesinato y encubrimiento. Y parecía que
David se había salido con la suya, excepto por un detalle: «Lo que David había hecho
le desagradó al Señor» (2 S 11.27). En la Biblia, Dios se refiere a David como «un varón
conforme a su corazón» (1 S 13.14 RVR60), pero la misma Biblia dice: «Pueden estar
seguros de que no escaparán de su pecado» (Nm 32.23). Así que Dios envió al profeta
Natán para decirle a David: «Yo te ungí como rey… ¿Por qué, entonces, despreciaste la
palabra del Señor haciendo lo que le desagrada?» (2 S 12.7, 9). Luego Dios pronunció su
sentencia: «Puesto que me has menospreciado… Voy a hacer que el mal contra ti surja…
voy a actuar en presencia de todo Israel» (2 S 12.10-12 DHH). A partir de aquel día, la
tragedia y el caos plagaron a la familia de David. En muchos sentidos, «el camino de los
transgresores es duro» (Pr 13.15 RVR60), sobre todo porque a veces Dios elimina tu paz para
que así reconozcas tu pecado. Hizo falta un embarazo no planificado, el asesinato de un
hombre inocente, la muerte de un niño, la persuasión de un profeta y el convencimiento
del Espíritu Santo para que el corazón de David se ablandara y reconociera: «¡He pecado
contra el Señor!» (2 S 12.13). Y cuando oró esas palabras, Dios trató con el pecado de David
de la misma manera en que trata con el nuestro: «Si confesamos nuestros pecados, Dios,
que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad» (1 Jn 1.9). Mientras
sigas excusando, defendiendo y racionalizando tu pecado, Dios no hará nada por ti. Pero
tan pronto se lo confieses, Él te perdonará. ¿No te parece maravilloso?
31
DOMINGO, 22 DE ENERO
«Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de
confianza». Ap 21.5
EL CIELO ES REAL

J uan escribió: «Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, proce-
dente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. Oí
una potente voz que provenía del trono y decía: “¡Aquí, entre los seres humanos, está la
morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo
estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá
muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir”. El
que estaba sentado en el trono dijo: “¡Yo hago nuevas todas las cosas!”. Y añadió: “Escribe,
porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza”» (vv. 2-5). Cuando un ateo
murió, sus amigos se reunieron alrededor de su ataúd y uno de ellos comentó: «¡Qué
triste! ¡Tan bien vestido para no ir a ningún lugar». ¡Es distinto para el creyente! Como
hijo redimido de Dios, tienes un hogar asegurado en el cielo y ciudadanía en «la nueva
Jerusalén». Juan continúa: «El ángel que hablaba conmigo llevaba una caña de oro para
medir la ciudad» (v. 15). La ciudad es un cuadrado perfecto de unas mil cuatrocientas
millas (ver v. 16). Se extendería desde las Carolinas hasta California, y desde Canadá hasta
México. Es aproximadamente cuarenta veces el tamaño de Inglaterra, diez veces la masa
de Francia y más grande que India. ¡Y eso es solo la superficie! Es tan alta como ancha;
seiscientos mil pisos de alto… espacio más que suficiente para que miles de millones de
personas entren y salgan. Entonces, la pregunta es esta: Cuando mueras, ¿irás al cielo?

LUNES, 23 DE ENERO
«Ustedes que son espirituales deben restaurarlo». Gá 6.1
SÉ UN RESTAURADOR (1)

C uando caemos, a veces podemos levantarnos solos; otras veces, necesitamos que
alguien nos ayude. Y tristemente, no todos los cristianos están dispuestos a ayudar. A
veces sienten que extender gracia es condonar el pecado. Pero Pablo refutó ese argumento
cuando escribió: «Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense
mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo» (Ef 4.32). ¿Por qué debemos
ser restauradores? (1) Porque Dios nos lo pide. «Si alguien es sorprendido en pecado, ustedes
que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno,
porque también puede ser tentado» (Gá 6.1). El orgullo provoca que apuntemos un dedo
acusador en lugar de extenderles una mano a los que caen. Nos hace pensar que somos
mejores que otros; incapaces de caer como ellos. ¡Te sorprendería descubrir lo que harías
en ciertas circunstancias! Pablo escribe: «Nadie se sienta seguro de que no va a pecar, pues
puede ser el primero en hacerlo» (1 Co 10.12 TLA). (2) Porque Jesús es nuestro ejemplo.
Jesús no tenía tiempo para los fariseos que escondían sus pecados detrás de una máscara
religiosa. Pero ni una sola vez condenó a alguien sorprendido en pecado y vencido por la
tentación y el fracaso. Tan pronto recurrían a Él, los restauraba de buena gana. Una vez
alguien comentó que la iglesia es el único ejército que les dispara a sus heridos. Hoy día,
nos están observando para ver si la gracia que les predicamos a otros es la misma gracia
que nos extendemos entre nosotros mismos. No los desilusionemos.
32
MARTES, 24 DE ENERO
«Y eso eran algunos de ustedes». 1 Co 6.11
SÉ UN RESTAURADOR (2)

D espués de mencionar algunos de los peores pecados imaginables, Pablo les dijo a los
corintios: «Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido… justificados en el nombre
del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios» (v. 11). Por eso, antes de sentenciar a
alguien, ¡recuerda de dónde Dios te ha sacado! En las Escrituras, la palabra restaurar tiene
dos matices distintos. Uno es remover un tumor. Un tumor puede matarnos y tiene que
removerse. Pablo escribe: «Si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales
deben restaurarlo con una actitud humilde… y así cumplirán la ley de Cristo» (Gá 6.1-2).
Que no te quepa la menor duda, compartir la vergüenza y la humillación de alguien puede
ser una carga. Sin embargo, «siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especial-
mente a nuestros hermanos en la fe» (Gá 6.10 DHH). Si tiendes a condenar rápidamente a
los demás —algo que todos hemos hecho de vez en cuando— pregúntate: Si la gente no
encuentra gracia entre la gente que la predica, ¿dónde la encontrarán? El otro significado
es ajustar un hueso roto. La Biblia nos dice: «Formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada
miembro está unido a todos los demás» (Ro 12.5). De hecho, tu familia espiritual es más
importante que la terrenal porque perdurará para siempre. Cuando levantas a un familiar
caído, ayudas a sanar su dolor y lo ayudas a convertirse otra vez en un miembro vital y
funcional del cuerpo de Cristo. Entonces, la palabra para ti hoy es… ¡sé un restaurador!

MIÉRCOLES, 25 DE ENERO
«Esfuércense por añadir… dominio propio». 2 P 1.5-6
DOMINIO PROPIO

¿Hde carácter? Atribuimos nuestros problemas a una crianza deficiente, a las dificultades
as notado que tendemos a culpar a nuestras circunstancias por nuestras deficiencias

financieras o a las limitaciones de otras personas. Es posible que tus circunstancias estén
más allá de tu control… pero tu carácter no. La integridad es siempre una elección, y cada
vez que tomas una decisión basada en el carácter, das un paso adelante en tu crecimiento
espiritual. Piensa en las veces que has enfrentado alguna tentación y adversidad. Haz una
lista, y al lado de cada una, anota lo que elegiste hacer: escapar, dar una excusa, rendirte,
ignorar, perseverar o superar. ¿Qué áreas problemáticas puedes identificar? ¿Cómo puedes
mejorar? Si lo que escribiste se debe a circunstancias más allá de tu control, entonces decide
tomar un mayor control sobre tu vida. ¿Cómo? «[Esforzándote] por añadir… dominio
propio» a tu arsenal. Nuestras vidas se parecen a un iceberg, en el sentido de que quince
por ciento es visible; eso es nuestra reputación. El resto, nuestro carácter, está escondido
bajo la superficie. Carácter es lo que pensamos, pero no necesariamente lo compartimos.
Se basa en lo que hacemos cuando nadie está mirando, cómo lidiamos con los pequeños
fastidios de la vida, con el fracaso… y con el éxito. Al final de una carrera brillante, Josué
retó a Israel con estas palabras: «Elijan ustedes mismos a quiénes van a servir… Por mi
parte, mi familia y yo serviremos al Señor» (Jos 24.15). El carácter se basa en el dominio
propio, y el dominio propio trata sobre tomar las decisiones correctas. Y la buena noticia
es que no tienes que hacerlo solo: «Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como
el hacer para que se cumpla su buena voluntad» (Fil 2.13).
33
JUEVES, 26 DE ENERO
«Acepten el yugo que les pongo». Mt 11.29 DHH
ACEPTA EL YUGO DE JESÚS

J esús les habló a personas que habían renunciado a la religión. Gente que se había
agotado —y fracasado— tratando de cumplir con una lista larga de normas y regula-
ciones. He aquí lo que les dijo: «Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus
trabajos y cargas, y yo los haré descansar. Acepten el yugo que les pongo, y aprendan
de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. Porque el
yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros» (vv. 28-30 DHH). El
«yugo» del que Jesús hablaba era un arnés que rodeaba el cuello de dos bueyes para
que pudieran arar en la misma dirección. En cada equipo de bueyes, uno era el líder
y el otro lo seguía. Aquí hay una lección importante: ¡no te la pierdas! Jesús tomará
la iniciativa, pero tienes que mantenerte en sintonía con Él para disfrutar de sus
bendiciones en tu vida. Él promete que su yugo no te asfixiará, no será agotador ni
restrictivo, ni te irritarás bajo él. De hecho, si quieres ser verdaderamente libre, tienes
que aceptar el yugo de Jesús sometiendo tu voluntad a la de Él. Lo que no funciona
es aceptar el yugo de Cristo por un tiempo y luego comenzar a halar hacia el otro
lado cuando las cosas no estén marchando como quieres. Cuando lo haces, la carga
se vuelve más pesada y comienzas a agotarte. Consigues paz y descanso cuando te
relajas en el yugo y dejas que Cristo te dirija. Jesús prometió que «[encontrarás] des-
canso». Esto significa que tus opciones son resistirlo o ¡descansar en Él! ¿Cuál eliges?

VIERNES, 27 DE ENERO
«Mi justo vivirá por la fe». Heb 10.38
VIVIR POR LA FE

V ivir por la fe es algo que aprendes a hacer practicándolo todos los días. Antes de
ser cristiano, confiabas en tu capacidad e intelecto. Pero esto te llevó hasta cierto
punto y no más allá, ¿cierto? Ahora estás confiando en Dios para recibir sabiduría, di-
rección, recursos y la capacidad para cumplir su voluntad para tu vida. La Biblia relata:
«Por la fe Noé… construyó un arca para salvar a su familia» (Heb 11.7). Piensa en esto:
cuando Noé construyó el arca, nunca antes había llovido. Vivir por la fe no siempre
tiene sentido. No significa que tus problemas se desvanecerán en el aire. A veces la
fe cambia tus circunstancias; otras veces cambia tu perspectiva. ¿Cómo? Dándote la
tenacidad para no rendirte cuando el cheque no está en el buzón, o el médico dice que
la condición es incurable, o tu cónyuge te pide el divorcio, o los chicos están haciendo
estragos, o la compañía donde has trabajado por veinte años cierra sus puertas. La fe
te da la fortaleza para no darte por vencido, seguro de que Dios obrará todo en tu favor.
Pablo nos dice: «La fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve»
(Heb 11.1). Vivir por la fe significa (1) obedecer a Dios y creer que Él nunca te defraudará,
(2) seguir los pasos de personas ordinarias que hicieron cosas extraordinarias por Dios,
y (3) usar tu fe porque sabes que es la única moneda que acepta el cielo. Cuando la
Biblia dice: «Mi justo vivirá por la fe», no significa pequeños estallidos esporádicos de
fe; significa hacer de la fe un estilo de vida.

34
SÁBADO, 28 DE ENERO
«El Espíritu Santo produce en nuestra vida… paz». Gá 5.22 NTV
ELIGE LA PAZ

A menudo, el pánico y la ansiedad son nuestras primeras reacciones ante el conflicto y los
problemas. En esos momentos iniciales, elegir la paz parece imposible. Tu subconsciente
susurra: «Si realmente te importa, te preocuparás». Pero un consejero con años de experiencia
escribe: «¡No entres en pánico! No importa cuál sea la situación o la circunstancia, por lo
general tenemos… un momento para respirar profundamente y… dejar que la paz fluya
por nuestro cuerpo y nuestra mente… El pánico, no la tarea, es el enemigo». La ansiedad
simplemente empodera y agranda el problema. Tu mejor recurso para solucionar un pro-
blema siempre es la paz. El miedo y la ansiedad bloquean las soluciones; las respuestas
fluyen más fácil y naturalmente de un estado mental en paz. Y la paz de Dios siempre está
disponible para nosotros… si elegimos usarla. Pablo afirma: «El Espíritu Santo produce en
nuestra vida… paz». Niégate a dejar que tus emociones negativas se salgan de control o
decidan tu respuesta. Jesús dijo: «No se preocupen ni tengan miedo por lo que pronto va
a pasar» (Jn 14.27 TLA). Esto significa que tienes opciones, puedes elegir entre la paz y el
conflicto interior. Al principio del mismo versículo dice: «Les doy la paz, mi propia paz». Sin
embargo, aunque Jesús nos dejó su paz, no significa que funcionará automáticamente en
nosotros. Además, cuando perdemos nuestra paz, se nos hace más difícil escuchar a Dios.
Cuando Pablo dice: «Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo» (Col 3.15), la palabra
«gobierne» significa que controle. Así que en lugar de sentirte ansioso o entrar en pánico
hoy, elige la paz.

DOMINGO, 29 DE ENERO
«Viven en la libertad de la gracia de Dios». Ro 6.14 NTV
DILE NO AL PECADO

S i quieres cultivar rosas, tienes que declararle la guerra a la hierba mala; de lo con-
trario, crecerá por todos lados en tu jardín. Aquí hay un paralelo espiritual y es este:
a menos que trates con el pecado decididamente, tomará control de tu vida. Pablo lo
explica así: «Nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con Cristo para que el pe-
cado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos esclavos del pecado. Pues, cuando
morimos con Cristo, fuimos liberados del poder del pecado; y… sabemos que también
viviremos con él. Estamos seguros de eso, porque Cristo fue levantado de los muertos
y nunca más volverá a morir. La muerte ya no tiene ningún poder sobre él. Cuando él
murió, murió una sola vez, a fin de quebrar el poder del pecado; pero ahora que él vive,
vive para la gloria de Dios. Así también ustedes deberían considerarse muertos al poder
del pecado y vivos para Dios por medio de Cristo Jesús. No permitan que el pecado
controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos. No dejen que
ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado.
En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero
ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para
hacer lo que es correcto para la gloria de Dios. El pecado ya no es más su amo, porque
ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la
gracia de Dios» (vv.6-14 NTV). Entonces, la palabra para ti hoy es: ¡dile no al pecado!
35
LUNES, 30 DE ENERO
«¡Sé fuerte y valiente!». Jos 1.9
SÉ VALIENTE (1)

C omo conocía las batallas que tendría que pelear para conquistar la Tierra prometida,
Dios le dijo esto a Josué, por lo menos tres veces: «¡Sé fuerte y valiente!». Siempre
que estás avanzando, los obstáculos bloquean tu camino. ¡Cuenta con eso! H. G. Wells
preguntó: «¿Qué rayos haría un hombre consigo mismo si algo no se interpusiera en
su camino?». ¿A qué se refería? La adversidad es tu amiga… aunque se sienta como
enemiga. Cada obstáculo que enfrentas revela tus fortalezas y debilidades. También
te moldean, y te hacen más sabio y seguro. El poeta Ralph Waldo Emerson escribió:
«Hagas lo que hagas, necesitas valor. Cualquiera sea el curso que elijas, siempre hay
alguien que te dirá que estás equivocado. Siempre surgen dificultades que te tientan
a creer que tus críticos tienen razón. Trazar un curso de acción y seguirlo hasta el final
requiere el mismo valor que necesita un soldado. La paz tiene sus victorias, pero hacen
falta hombres y mujeres valientes para ganarlas». Cada vez que salgas de tu zona de
comodidad y des un paso de fe, serás probado. Pero también alcanzarás alturas que
pensabas que eran inalcanzables y llegarás más lejos que otros con más talento pero
que se conformaron con el statu quo. Pablo nos dice: «Todo esto es por el bien de us-
tedes… Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo se va gastando, nuestro
espíritu va cobrando más fuerza. Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van
a durar siempre» (2 Co 4.15-17 TLA). El valor es simplemente no darnos por vencidos.

MARTES, 31 DE ENERO
«Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Jn 8.32
SÉ VALIENTE (2)

J esús declaró: «Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Se requiere valor
para enfrentar una realidad dolorosa. Es más fácil abandonar un matrimonio en pro-
blemas que quedarse y abrirse camino a un lugar mejor. Es más fácil rendirse ante la
desesperanza y la autocompasión que regresar a la escuela y adiestrarse en una nueva
profesión. Necesitas agallas para defender tus convicciones cuando estás bajo ataque.
Pero alguien dijo: «A menos que defiendas algo, caerás por cualquier cosa». Lo cierto
es que siempre que estés dispuesto a defender algo o a intentar algo nuevo, alguien
te atacará. Tener coraje es sinónimo de ser valiente, y «coraje» viene de la raíz francesa
cœur, que significa «corazón». De ahí viene la expresión «con todo el corazón». Es fácil
ser valiente cuando te sientes fuerte, pero es mucho más difícil cuando te sientes débil
e inepto. Sin embargo, es cuando más valentía necesitas. El general Omar Bradley
comentó: «La valentía es la capacidad para actuar adecuadamente aun cuando estés
muerto de miedo». Y la valentía a la que se refiere no es una exageración hueca. No
se trata de la mentalidad «finge hasta que lo consigas». Ser valiente es afirmar: «Si Dios
lo prometió, yo lo creo», y seguir adelante a pesar de los obstáculos. Si hoy necesitas
una inyección de valor, lee y medita en estos versículos: (1) «Sean fuertes y valientes
porque su trabajo será recompensado» (2 Cr 15.7 NTV); (2) «Fortalezcan las manos débiles,
afirmen las rodillas temblorosas; digan a los de corazón temeroso: “Sean fuertes, no
tengan miedo. Su Dios… vendrá a salvarlos”» (Is 35.3-4). ¡Eso es ser valiente!
36
MIÉRCOLES, 1 DE FEBRERO
«El Espíritu de Dios no nos hace cobardes». 2 Ti 1.7 TLA
SIÉNTETE SEGURO

E l fundamento para el buen liderazgo es sentirse seguro. Pablo le dijo a Timoteo: «El
Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario… nos fortalece para que podamos
vivir una buena vida cristiana». Necesitas tener la certeza de que Dios te llamó, te equipó
y garantizó tu éxito. Y tienes que recordar esto cuando la gente comience a quejarse de
ti, cuando los fondos se agoten, cuando la moral baje y otros te rechacen. Si te sientes
inseguro, a la larga el miedo saboteará tu propio liderazgo. Los líderes seguros ven lo que
es, mientras mantienen su visión en lo que puede ser. Rara vez se sienten contentos con las
cosas como están. Por definición, «liderar» es estar al frente, abrir nuevos caminos, vencer
nuevos mundos y alejarnos del statu quo. La insatisfacción con el statu quo no significa
tener una mala actitud o quejarse; tiene que ver con la disposición de ser diferentes y
arriesgarse. Una persona que no se arriesga a cambiar deja de crecer. Un líder que ama el
statu quo es alguien que pronto se vuelve un seguidor. Raymond Smith, de la corporación
Bell Atlantic, comentó una vez: «Es fácil encontrar administradores y es barato mantenerlos.
Los líderes —de los que se arriesgan— esos escasean. Y los que tienen visión esos son oro
puro». Para muchas personas es más fácil tratar con problemas viejos que hacer lo que sea
necesario para encontrar soluciones nuevas; el riesgo les parece peligroso. El secreto está
en tener una actitud de ganador; una que nace de estar seguro en quién eres y lo que has
sido llamado a hacer. ¡Medita en esto!

JUEVES, 2 DE FEBRERO
«Mi comida es… completar el trabajo que él me envió a hacer».
Jn 4.34 TLA
LA FILOSOFÍA DE TRABAJO DE JESÚS (1)

L os principios que guiaban la vida de Jesús requerían: (1) Estar claro sobre la tarea. Jesús
dijo que debía «completar el trabajo que [el Padre] me envió a hacer». Él entendía que el
enfoque maximiza la destreza y la oportunidad. Por lo tanto, si eres talentoso, energético y
activo, pero todavía no estás viendo resultados concretos, tal vez tu problema sea la falta de
enfoque. Cuando Nehemías estaba reconstruyendo las murallas de Jerusalén, sus enemigos
le dijeron: «Tenemos que reunirnos contigo» (Neh 6.2). Pero Nehemías les contestó con este
mensaje: «Estoy ocupado en una gran obra, y no puedo ir» (v. 3). (2) Priorizar las tareas
en orden de importancia. Cuando no haces lo que hay que hacer según su importancia,
las tareas comienzan a organizarse por sí mismas según su urgencia. Y cuando eso ocurre,
pierdes muchas oportunidades. La Biblia dice que Jesús «tenía que pasar por Samaria» (Jn
4.4). Para los discípulos esto tal vez parecía como un desvío porque no era la ruta más corta
adonde querían llegar. Pero en Samaria había una mujer a la que Jesús quería redimir; una
vasija a través de la cual alcanzó a toda la ciudad con el evangelio. En resumen: Jesús tenía
claras sus prioridades. ¿Qué me dices de ti? (3) Crear un plan específico. En otras palabras,
establece fechas límites y cúmplelas. Jesús sabía que solo tenía tres años y medio para ha-
cer el trabajo, y aprovechó cada día al máximo. Una de las mentiras más grandes que nos
decimos es: «Lo hago después». Para tener éxito en la vida, deja que la filosofía de trabajo
de Jesús se convierta en tu plan maestro.
37
VIERNES, 3 DE FEBRERO
«Me es necesario hacer las obras del que me envió». Jn 9.4 RVR60
LA FILOSOFÍA DE TRABAJO DE JESÚS (2)

I gual que nosotros, en ocasiones Jesús se cansó (ver Jn 4.6). Pero nunca se sintió estre-
sado por la tarea. Él sabía lo que había que hacer, el tiempo necesario para hacerlo y
seleccionó un equipo para lograrlo. Él simplemente identificó los dones particulares de
las personas con las que trabajaba y lo que necesitaba de cada uno para llevar a cabo la
tarea. Un aspecto importante para lograr cualquier proyecto grande es saber qué tipo de
personas necesitarás. En otras palabras, quiénes deben estar en tu equipo. Jesús entrenó a
sus discípulos durante tres años y medio antes de delegarles responsabilidad. ¿Le asustaba
que cometieran errores, lo opacaran o lo hicieran lucir mal? No. Les dijo: «Ciertamente les
aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará
mayores, porque yo vuelvo al Padre» (Jn 14.12). Jesús era un colaborador que hacía las cosas
a través de otros. Sin embargo, aun cuando dividas la tarea, planifiques estratégicamente
para ella y reclutes a personas excepcionales, necesitas un componente adicional para
tener éxito: ¡trabajo en equipo! El trabajo en equipo es el pegamento que une a la gente…
y las mantiene unidas. Hoy día, hay más de mil millones de cristianos en el mundo. Y todo
comenzó hace dos mil años con un hombre que tenía una visión, que reclutó y entrenó a
un equipo para cumplir esa visión. Si somos sabios, estudiaremos su filosofía de trabajo.

SÁBADO, 4 DE FEBRERO
«Les quitaré ese corazón de piedra… y les pondré un corazón
de carne». Ez 36.26
UN CORAZÓN DE CARNE

E s fácil levantar barreras cuando nos han herido. Pero, ten cuidado… un cascarón
protector puede convertirse en un «corazón de piedra»: resistente, poco receptivo e
impenetrable, aun para Dios. Una autora cristiana escribe: «Lo único que es más doloroso
y que tiene ramificaciones más serias que un corazón roto… es uno congelado… Pablo
nos advierte: “Por la dureza de su corazón… tienen oscurecido el entendimiento y están
alejados de la vida que proviene de Dios” (Ef 4.18). Un corazón blando no es débil ni
ingenuo. Por el contrario, un corazón fuerte está revestido de sabiduría, experiencia y
fe, marcado por la compasión y sazonado con misericordia. Un corazón endurecido no
está protegido, simplemente está encerrado en sus heridas, y esto es dolorosamente
evidente para todo el mundo, menos para ti… Después de una semana con una prueba
dolorosa tras otra, llamé a mi mejor amiga llorando. “¿Por qué esto no acaba? ¿Qué tan
fuerte quiere Dios que yo sea? ¡Ya no puedo más!”. Como la mujer cristiana que es, me
contestó: “Quizás es lo contrario. Has sido fuerte el tiempo suficiente. Dios quiere que
tu corazón se ablande y se abra”. No lo había pensado así. En respuesta al sufrimiento,
la traición o la vergüenza, es fácil desarrollar un corazón de piedra. El problema con la
piedra es… que no siente nada… no siente dolor, pero tampoco amor. Es una trampa
que puede parecer autopreservación, pero en realidad es autodestrucción. [Dios] quiere
darte un corazón de carne. Con su amor, puedes salir de un tiempo doloroso de pérdida
con un corazón maleable, poroso y listo para los regalos que Él tiene… para ti».

38
DOMINGO, 5 DE FEBRERO
«De la abundancia del corazón habla la boca». Mt 12.34
¿DE QUÉ «COLOR» ES TU LENGUA?

C uando a Mary Southerland le dio una fiebre altísima, su médico sospechó que era me-
ningitis viral. «¿Hace cuánto tiempo tienes esa capa blanca en tu lengua?», le preguntó.
Mary estaba desconcertada. ¿Por qué era eso importante? El médico continuó: «La salud de
la lengua es un buen indicador de la salud del todo el cuerpo». Y espiritualmente hablando,
aplica el mismo principio. «De la abundancia del corazón habla la boca. El que es bueno,
de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad
saca el mal» (vv. 34-35). El problema no está en la lengua; es más serio. El problema está
en tu corazón, tu actitud, tu perspectiva y tu temperamento. Southerland continúa: «La
lengua es el termómetro espiritual que refleja la condición del corazón… Las palabras son
herramientas que pueden construir… alentar… destruir y causar confusión. Todos hemos
sido heridos y hasta derrotados por palabras dichas con coraje o palabras nacidas de un
corazón lastimado… Si mis palabras son presuntuosas, mi corazón es inseguro. Si mis
palabras son sucias, mi corazón es impuro, y si mis palabras son críticas, mi corazón está
lleno de orgullo e ira… Salomón dijo: “Las palabras en el momento oportuno son como
manzanas de oro incrustadas en plata” (Pr 25.11 DHH). La palabra correcta, dicha en el
momento correcto y en la manera correcta puede traer orden en medio de la confusión
y luz en un camino muy oscuro. “Los buenos saben decir cosas bonitas” (Pr 10.32 TLA)».

LUNES, 6 DE FEBRERO
«Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas». Gá 6.2
UN LUGAR SEGURO PARA DESCARGAR

T odos hemos dicho algo de lo que nos gustaría retractarnos. Chuck Swindoll escribe:
«Actuamos impulsivamente y nos damos cuenta, después de hacerlo, lo tontos que
hemos sido… Y para colmo, herimos a quienes más amamos… y nos preguntamos cómo
es posible que alguien nos ame… especialmente Dios. Cuando empezamos a pensar así,
tenemos que recordar los “unos a otros” en el Nuevo Testamento. Ámense unos a otros,
edifíquense unos a otros, vivan en paz los unos con los otros, confiésense sus pecados
unos a otros, háblense unos a otros, repréndanse unos a otros, consuélense unos a
otros, oren los unos por los otros. “Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas” (Gá 6.2).
Imagínate a dos senderistas. Uno tiene una mochila liviana… [el otro] lleva una sobre-
cargada. Podría ser un resentimiento de mucho tiempo… envenenando su interior… [o],
una relación fracturada con su esposa o uno de sus hijos. Esa mochila puede estar llena
de facturas vencidas. La pregunta es: ¿Dónde puede ir [él] para descargarla? ¿Sentándose
en la iglesia… al lado de un par de miles de personas? Difícilmente. Lo que necesita es…
un lugar donde haya cuidado personal y… conversación sincera. Donde se sienta en
libertad y no tenga vergüenza de… contar su secreto y explicar su lucha; donde alguien
lo escuche, lo ayude a soltar la carga y le ofrezca nuevas fuerzas. En los grupos pequeños
hay personas que aman a Cristo y creen en ayudarse unos a otros. No señalan con el
dedo ni predican ni comparan». Tan pronto comiences a descargar, descubrirás que el
viaje parece más fácil.

39
MARTES, 7 DE FEBRERO
«No se crean mejores de lo que realmente son… véanse… según la
capacidad que Dios les ha dado». Ro 12.3 TLA
FUERZA DE VOLUNTAD

T enemos ideas exageradas sobre nuestras capacidades. Nos gusta pensar que podemos
hacerlo todo. Sin embargo, no importa cuán disciplinado seas o cuanto empeño pon-
gas, si «te crees mejor de lo que realmente eres» estás destinado a fracasar. John Ortberg
explica: «La fuerza de voluntad es finita… no tienes reservas separadas para distintas
áreas… Por eso hacer una lista larga de resoluciones para el año nuevo es casi un fracaso
seguro. Necesitas muchísima fuerza de voluntad para comenzar un programa de ejercicios
para perder peso… si añades a la lista: seguir un presupuesto… mantener organizada la
oficina y leer Los institutos de Calvino, estás preparándote para fracasar. Para la mayoría
de nosotros… nuestras voluntades se agotan más rápido que nuestros cuerpos». Ortberg
sugiere: (1) Programa tus tareas más importantes cuando tu fuerza de voluntad es más
alta. Para mucha gente es en la mañana. (2) Usa tu fuerza de voluntad sabiamente y no
tomes demasiadas tareas a la vez, aun después de haber orado por ellas. Por lo general,
Dios trabaja por medio de tu voluntad y rara vez te da un pase libre para ignorar las leyes
de finitud que Él creó. (3) Establece metas… pero no demasiadas. Si no tenemos unas
pocas, nos desviamos; pero si tenemos en exceso significa que nos preocupamos por
ellas, logramos menos, y sufrimos emocional y físicamente. (4) Recuerda que el acto de
voluntad que repone tu fuerza de voluntad, en lugar de agotarla, es rendirte. Dios diseñó la
oración, la adoración, la meditación y estar a solas con Él de una manera que nos restaura.

MIÉRCOLES, 8 DE FEBRERO
«Satanás… indujo a David a hacer un censo del pueblo». 1 Cr 21.1
LA RESPONSABILIDAD DEL LIDERAZGO (1)

J usto después de su gran victoria sobre los filisteos, el rey David cometió un gran error.
En vez de confiar en Dios para su próxima batalla, hizo un censo diseñado para medir
su poder militar y determinar sus probabilidades para ganar. Como resultado, murieron
setenta mil israelitas. Esta historia nos enseña tres lecciones importantes sobre la respon-
sabilidad del liderazgo: (1) Como líder, eres el blanco especial de Satanás. Él sabe que para
alcanzar a otros, tiene que pasar por ti, así que usará todas las estrategias a su alcance
para hacerte caer. «Satanás conspiró contra Israel e indujo a David a hacer un censo del
pueblo». Dios lo vio como un acto de arrogancia e incredulidad. (2) No seas pretencioso.
No dejes que tu victoria más reciente te haga confiarte demasiado para tu próxima batalla.
¡Nunca habrá un momento en que no necesites a Dios! El que Dios acabara de darle
a David una gran victoria debió haberlo hecho más, no menos, dependiente de Dios.
Pablo escribió: «No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra
capacidad viene de Dios. Él nos ha capacitado» (2 Co 3.5-6). (3) Escucha el consejo sabio.
Joab, uno de los generales de David, le advirtió que estaba cometiendo un grave error.
«Sin embargo, la orden del rey prevaleció sobre la opinión de Joab» (1 Cr 21.4). Quizás
tengas grandes dones, pero no los tienes todos. Donde tienes puntos ciegos, con frecuen-
cia otros tienen una visión 20/20. «El éxito depende de los muchos consejeros» (Pr 11.14),
así que escucha a las personas que Dios ha puesto en tu vida para guiarte y protegerte.
40
El cielo y la tierra
pasarán, pero
mis palabras
jamás pasarán.
MARCOS 13.31

41
JUEVES, 9 DE FEBRERO
«Nuestra capacidad viene de Dios. Él nos ha capacitado». 2 Co 3.5-6
LA RESPONSABILIDAD DEL LIDERAZGO (2)

D avid estaba teniendo «una buena racha». Estaba ganando una batalla tras otra. Pero
el éxito se nos puede subir a la cabeza y David no fue la excepción. Comenzó a
preguntarse: «¿Qué tan fuertes somos realmente?». En ese punto, hizo un censo y descu-
brió que tenía «un millón cien mil que podían servir en el ejército» (1 Cr 21.5). Esto podría
tentar a cualquiera de nosotros a pensar: «Con un ejército de este tamaño y con nuestro
historial de victorias, ¿quién necesita orar para pedirle ayuda o un plan a Dios?». Ese fue
el momento en el que Dios intervino, juzgó a David y setenta mil israelitas murieron
innecesariamente (ver v.14). Entonces, he aquí otro aspecto del liderazgo al que tienes
que prestarle atención: Tus errores tienen el potencial de hacer daño a otros. No solo
tienes que rendir cuentas a los que están por encima de ti; eres responsable de los que
están debajo. Después de todo, si tus buenas decisiones tienen la capacidad de bende-
cir y guiar a otros, tus malas decisiones también tienen el potencial de causarles daño.
«David le dijo a Dios: “Señor y Dios mío, ¿acaso no fui yo el que dio la orden de censar
al pueblo? ¿Qué culpa tienen estas ovejas? ¡Soy yo el que ha pecado! ¡He actuado muy
mal! ¡Descarga tu mano sobre mí y sobre mi familia, pero no sigas hiriendo a tu pueblo!”»
(v. 17). Dios respondió la oración de David con gracia y levantó el juicio de Israel. Por lo
tanto, necesitas la dirección de Dios para tu propio bien, el bien de las personas que te
rodean y para recibir la gracia para aceptar responsabilidad cuando fallas.

VIERNES, 10 DE FEBRERO
«Nuestra comunión es con… Jesucristo… para que nuestra
alegría sea completa». 1 Jn 1.3-4
ALEGRÍA INCONDICIONAL

C uando no tienes alegría en tu vida, también te falta la fortaleza (ver Neh 8.10). Nuestra
felicidad no debe depender de lo que esté ocurriendo a nuestro alrededor, sino de
nuestra relación con Jesús. Juan dice: «Escribimos estas cosas para que nuestra alegría
sea completa» (1 Jn 1.4 DHH). El pastor Reimar Schultze comenta: «Juan no escribió esto
cuando todo estaba bien, sino cuando… todo estaba hecho ruinas. (1) Todos sus com-
pañeros apóstoles habían sido asesinados. (2) Roma había destruido el templo [así que]
no quedaba ninguna piedra sobre otra. Un testigo, Flavio Josefo, escribió: “La multitud
de los que… perecieron excedió todas las destrucciones que los hombres o Dios jamás
hubieran traído sobre el mundo”. (3) Muchos judíos y cristianos se habían convertido en
refugiados. La expectativa de vida promedio era cerca de cuarenta años y veinticinco por
ciento de las personas en Roma eran esclavos. (4) Juan mismo vivía en la isla de Patmos
como un criminal condenado. No tenía comodidades terrenales, ni la seguridad de vivir
otro día. Cuando la copa de la miseria estaba llena, Dios le encargó mostrarle al mundo
el poder absoluto y el triunfo del cristianismo sobre todo… Los escritos [de Juan], en
referencia a nuestro caminar diario, fueron el remate a todo lo que el cielo quería revelar
en la Palabra: si tenemos un compañerismo apostólico, nuestra alegría será completa. No
necesitas circunstancias agradables para que esto ocurra». El salmista lo explicó mejor
que nadie: «Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti» (Sal 16.11 DHH).
42
SÁBADO, 11 DE FEBRERO
«Te has comprometido verbalmente, enredándote con tus
propias palabras». Pr 6.2
PRONUNCIA PALABRAS QUE REFLEJEN PLENITUD

S tormie Omartian dice: «Al principio de mi caminar con el Señor, me expresaba en


negativos: “Soy un fracaso”, “soy fea”, “nada me sale bien”, “no le intereso a nadie”…
[Entonces] el Espíritu Santo habló a mi corazón… “En la lengua hay poder de vida y muerte”
(Pr 18.21). Había estado hablando palabras de muerte, no de vida. Un ejemplo claro se
relacionaba con mis problemas del habla. Los había tenido desde pequeña y se habían
burlado de mí en la escuela. Cuando tuve edad suficiente para costear ayuda profesional,
trabajé con un terapista del habla… Practiqué un día tras otro, año tras año, pero… solo
mejoré un poco… Seguía perdiendo la voz… a mitad de cada charla… “Nunca podré
hablar bien”, gemía. Sin embargo, mientras pronunciaba esas palabras, el Señor me dijo:
“Estás trayendo muerte a tu situación porque no estás diciendo la verdad… No hables sobre
lo que tú piensas… o lo que parece verdad… habla sobre lo que sabes que es verdad
según mi Palabra… “la lengua tartamuda hablará con fluidez y claridad” (Is 32.4)… “He
puesto mis palabras en tu boca” (Is 51.16)… Poco después, cuando me invitaron a hablar
en una conferencia de mujeres… llevé mis temores ante Dios y hablé su verdad en vez
de expresar mis opiniones negativas… La charla salió tan bien que dio inició a todo un
ministerio. La Biblia dice: “Te has comprometido verbalmente, enredándote con tus propias
palabras” (Pr 6.2). Esto incluye tu diálogo interno… Elimina de tu vocabulario las palabras
de desesperanza, duda y negativismo. Tal vez te parezcan inofensivas… pero afectan tu
cuerpo y tu alma… Pronuncia palabras que reflejen la plenitud que anhelas».

DOMINGO, 12 DE FEBRERO
«Por la fe Abraham… fue puesto a prueba y ofreció a Isaac». Heb 11.17
EL ARTE DE DEJAR IR

E n Génesis 12, Dios le pidió a Abraham que dejara su país, su familia y su seguridad.
Cuando Abraham le dijo sí a Dios, recorrió un camino desconocido hacia un destino
desconocido basándose en la fuerza de una promesa. Sin dudar, el patriarca de setenta y
cinco años «partió, tal como el Señor se lo había ordenado» (Gn 12.4). Entonces Dios le da
una orden desgarradora: «Toma a tu hijo…al que tanto amas, y ve a… Moria. Una vez allí,
ofrécelo como holocausto» (Gn 22.2). Y en obediencia a la Palabra de Dios, «a la mañana
siguiente, Abraham se levantó temprano… y llevó con él a… su hijo Isaac» (v. 3 NTV). La
bendición prometida de Dios dependía de la disposición de Abraham para dejar ir lo que
más amaba. Aferrarse a Isaac habría sido natural y comprensible, pero hubiera arruinado la
bendición prometida. Entonces, ¿a qué te estás aferrando que está bloqueando la bendición
de Dios en tu vida? ¿Son tus hijos, tus amistades, tu reputación, el poder, las posesiones,
la comodidad, los hábitos? La disposición de Abraham para sacrificar a Isaac fue el acto
supremo de fe. «Por la fe Abraham… fue puesto a prueba y ofreció a Isaac». ¿Cómo pudo
hacerlo? «Abraham llegó a la conclusión de que si Isaac moría, Dios tenía el poder para
volverlo a la vida» (Heb 11.19 NTV). Abraham creía que, con Dios, dejar ir nunca significa
perder, sino recibir algo mejor. ¡Y te pasará lo mismo a ti!

43
LUNES, 13 DE FEBRERO
«Sopórtense unos a otros». Col 3.13 DHH
PERDONA Y OLVIDA

P ara tener una relación exitosa necesitas enfocarte en las fortalezas de la otra persona
en lugar de sus flaquezas. Sobre el matrimonio, Benjamín Franklin dijo: «Mantén los
ojos bien abiertos de antemano y medio cerrados después». Es un error apresurarse a una
relación de por vida sin tomar el tiempo para conocer bien a la otra persona. Sin la debida
diligencia al principio, de seguro tendrás problemas al final. Sin embargo, un principio
importante en las relaciones es aprender a perdonar y olvidar. Al político norteamericano,
Edward Wallace Hoch, se le atribuye la cita: «Hay tanto bien en lo peor de nosotros, y tanto
mal en lo mejor de nosotros, que difícilmente le corresponde a cualquiera de nosotros ha-
blar sobre el resto de nosotros». Olvidar puede ser más difícil cuando la ofensa es grande.
Por lo general, las ofensas pequeñas se olvidan rápido; las grandes requieren un proceso
de sanidad. Pero hasta que no decidas perdonar y olvidar, el proceso ni siquiera puede
empezar. Pablo escribe: «Revístanse de sentimientos de compasión, bondad, humildad,
mansedumbre y paciencia. Sopórtense unos a otros, y perdónense si alguno tiene una
queja contra otro. Así como el Señor los perdonó… Sobre todo revístanse de amor, que
es el lazo de la perfecta unión» (vv. 12-14 DHH). Una autora lo explica así: «Si no te gusta
algo, cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia tu actitud. No te quejes». ¿Por qué necesitas
perdonar y olvidar? ¡Porque Dios lo dice! No fuiste diseñado para cargar el estrés físico y
mental que trae el albergar resentimiento. Y a esto puedes añadir que tú puedes necesitar
perdón antes que termine el día (ver Gá 6.1).

MARTES, 14 DE FEBRERO
«Jonatán hizo que David reafirmara su voto de amistad». 1 S 20.17 NTV
RECUERDA DECIR «TE AMO»

C on la esperanza de salvar su relación, una mujer arrastró a su esposo a ver un consejero.


Durante su sesión, el consejero le preguntó: «¿Le dices a tu esposa que la amas?».
El hombre refunfuñó: «Le dije que la amaba cuando nos casamos… y que si alguna vez
cambiaba de opinión, le dejaría saber». Fuera de broma, las personas saben que las amas
cuando se lo demuestras y cuando se lo dices. La relación entre Jonatán y David era tan
estrecha que estaban dispuestos a entregar la vida el uno por el otro. Sin embargo, la Biblia
dice: «Jonatán hizo que David reafirmara su voto de amistad». Cuando pierdes a un ser
querido, comprendes que las relaciones son mucho más importantes que las posesiones.
En nuestra lucha por llegar hasta la cima, tendemos a olvidar esto. Hay algo en saber que
te queda poco tiempo de vida que altera radicalmente tu perspectiva. Te lleva a querer
llenar cada momento preciado con palabras importantes que no habías dicho y hacer cosas
importantes que habías descuidado. No permitas que el egocentrismo enmascarado como
ambición o celo religioso te impida expresar tu amor a las personas en tu vida que nece-
sitan escucharlo. Haz esa llamada. Envía ese email. Compra esas flores. Di «te amo». Sí, es
importante cumplir la tarea de vida que Dios te ha dado, pero no a costa de las personas
que realmente importan. Las dos palabritas que la gente nunca se cansa de escuchar son
«te amo». No es complicado… solo requiere intención.

44
MIÉRCOLES, 15 DE FEBRERO
«En Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no
tomándole en cuenta sus pecados». 2 Co 5.19
ES HORA DE TERMINAR EL ENFRENTAMIENTO

D ios nos creó para disfrutar de una comunión ininterrumpida con Él y entre nosotros.
(Y diseñó el matrimonio como el epítome de las relaciones humanas.) Por eso la
primera estrategia de Satanás fue separarnos de Dios… y los unos de los otros. Usando
el orgullo, la terquedad, la confusión, el resentimiento y el egoísmo, él siembra discordia
y polariza las relaciones. Lo que comienza como un malentendido, con frecuencia termi-
na en impasses furiosos o silencios tóxicos que duran horas, días y a veces, años. Esto
afecta cada relación en nuestras vidas… todo porque estamos empeñados en probar
que nosotros estamos bien y la otra persona está mal. Y esto no es solo un problema
psicológico; ¡es un problema de pecado que necesita una solución divina! He aquí cómo
Dios trata con las relaciones polarizadas. Pablo escribe: «En Cristo, Dios estaba recon-
ciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados». El pecado
destruyó nuestra relación con Dios. Sin embargo, Él tomó la iniciativa ofreciendo a Jesús
«en rescate [precio pagado] por muchos» (Mr 10.45), para reconciliarnos con Él. Reconciliar
significa reunir lo que debe ser inseparable. Fíjate en esto: Dios «no [toma] en cuenta
sus pecados». Ni tampoco trivializa ni ignora nuestra deuda de pecado. Él la canceló en
la cruz y no nos recrimina por ella. Y tampoco terminó ahí. Nos convirtió en agentes de
reconciliación «encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación» (2 Co 5.19).
A veces esto significa tragar nuestro orgullo, convertirnos en el reconciliador, tomar la
iniciativa y terminar el impasse. ¿Estás listo para hacerlo hoy?

JUEVES, 16 DE FEBRERO
«Siete veces podrá caer el justo, pero otras tantas se levantará». Pr 24.16
¡SE TRATA DE LEVANTARSE OTRA VEZ!

S i alguna vez has visto a un niño aprendiendo a caminar, sabes que caerse es una parte
importante del proceso. Pararse otra vez es crucial para desarrollar su balance y sus
músculos. Igualmente, no descalifican a un boxeador porque lo tumben; lo descalifican
si no vuelve a pararse. Tanto los niños como los boxeadores saben esto: ¡Se trata de le-
vantarse otra vez! La Biblia nos dice que caerse es común tanto para los justos como los
injustos. Levantarse otra vez es lo que los diferencia. «El justo… se levantará; los malvados,
en cambio, se hundirán en la desgracia» (v. 16). El injusto se mantiene en el piso… ¡el justo
se levanta otra vez! En las Escrituras, algunos de los siervos de Dios más fieles fracasaron
en términos personales. Abram le mintió al faraón sobre su esposa, Sarai (ver Gn 12.11-17).
Jacob engañó a su padre y le robó la primogenitura a su hermano (ver Gn 27.17-29). Enojado,
Moisés desobedeció a Dios y golpeó la roca (ver Nm 20.7-12). Sin embargo, en vez de
ser descalificados, «todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe» (Heb 11.39).
¿Por qué? Porque aceptaron su pecado y recibieron el perdón de Dios. En otras palabras,
cayeron, pero se levantaron otra vez. Y cuando caigas, tú también puedes levantarte otra
vez. Ese es el aspecto de la «fe» de tu jornada. Mantenerse en el piso es aceptar el fracaso…
¡levantarse otra vez es activar la fe!

45
VIERNES, 17 DE FEBRERO
«Tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará».
Mt 6.18
LO QUE SOLO DIOS VE

¿A y vídeo? Probablemente quedaste boquiabierto con las imágenes y los sonidos


lguna vez has ido a un concierto donde usaron lo último en equipo de audio

multidimensionales y ni hablar de las destrezas asombrosas de los artistas. Si no hubo


contratiempos, tal vez ni pensaste en los técnicos de sonido y de las luces. Por lo general,
solo lo hacemos cuando el equipo falla. Ellos son el elemento invisible. Los verdaderos
elogios son para los que están en el escenario. Ese es el orden de las cosas en el reino de los
hombres. Pero el reino de Dios opera según el principio de que «los últimos serán primeros,
y los primeros, últimos» (Mt 20.16). Jesús afirmó que cuando ayunas, oras y das sin buscar
reconocimiento «tu Padre que ve en lo secreto [tus acciones] te recompensará en público».
Y en la iglesia de Dios, es la «tripulación del cuarto de máquinas» la que fielmente lleva a
cabo la mayoría del trabajo: el personal de limpieza, los que trabajan en la guardería, los
choferes, los ayudantes en el estacionamiento, los que visitan los centros de envejecientes
y las cárceles, los guerreros de oración. Si bien la gente reconocida tiende a recibir casi
todas las felicitaciones, ¡Dios reserva el reconocimiento y los premios especiales para la
tripulación bajo cubierta! Y ellos muy pronto escucharán su anuncio público: «Eres un
buen siervo. Has sido fiel con lo poco» (Lc 19.17 NTV). Y cuando eso ocurra, ¡todo lo demás
palidecerá en comparación!

SÁBADO, 18 DE FEBRERO
«La oración del justo es poderosa y eficaz». Stg 5.16
¡TUS ORACIONES PRODUCEN COSAS MARAVILLOSAS!

M ientras estaba de vacaciones en Inglaterra, D. L. Moody visitó una iglesia en Londres


que estaba muerta espiritualmente. El pastor lo reconoció y le pidió que predicara
en el servicio dominical. A regañadientes, Moody aceptó. Después le comentó a un amigo
que la congregación estaba tan indiferente que se le hizo difícil terminar su sermón y tenía
que predicar otra vez por la noche. Deseó no haber interrumpido sus vacaciones. Pero tras
bastidores estaba ocurriendo algo y Moody no lo sabía. Después del servicio dominical,
una anciana se reunió para almorzar con su hermana discapacitada y le contó sobre la
próxima visita de Moody. Los ojos de su hermana resplandecieron y exclamó: «¡He estado
orando para que Dios traiga a Moody a Inglaterra! Olvídate del almuerzo, hermana. Vamos
a pasar la tarde orando y ayunando por el servicio de esta noche». Cuando Moody subió al
púlpito aquella noche, un sentido «electrizante» de la presencia de Dios llenó el santuario.
Predicó como si tuviera fuego por dentro y cuando extendió una invitación para seguir a
Cristo, quinientas personas respondieron. Como pensó que habían malinterpretado, Moody
les pidió que se sentaran, mientras volvía a explicarles el llamamiento al evangelio. Pero
cuando los invitó por segunda vez, las mismas quinientas personas se pararon para recibir a
Cristo. Aquel domingo inició uno de los más grandes avivamientos que jamás haya arropado
a Inglaterra. ¿Qué ayudó para que ocurriera? Dos ancianas que entendían que su iglesia
necesitaba desesperadamente el fuego del Espíritu de Dios. Ellas creyeron la promesa: «La
oración del justo es poderosa y eficaz». Accede hoy el poder de la oración.
46
DOMINGO, 19 DE FEBRERO
«El hombre deja a su padre y a su madre». Ef 5.31 NTV
¿CUÁNDO SOLTARLOS?

C uando nuestros hijos son pequeños, estamos tan ocupados proveyéndoles amor, pro-
tección, disciplina, dirección y autoridad que nos parece que estas responsabilidades
nunca terminarán. Pero no es así. Entre el final de sus años de adolescencia y el inicio
de sus veinte, tenemos que abrirles la puerta a nuestros hijos al mundo exterior. Si estás
pasando por esta etapa ahora mismo y sientes ansiedad, trata de entender que estás en
los años más retadores y difíciles de la crianza. Es natural que nos inclinemos a aguantar
las riendas del control con fuerza para evitar que nuestros hijos cometan errores. Sin
embargo, es más probable que tus hijos tomen buenas decisiones si no se ven forzados
a rebelarse para alcanzar su libertad. La simple verdad es que la responsabilidad y la
madurez florecen mejor en una atmósfera de libertad. El secreto para el éxito está en
concederle autonomía a tus hijos en el momento adecuado, en la cantidad adecuada y
con la actitud adecuada. Tu meta debe ser darles independencia, poco a poco, a lo largo
de los años, mientras te van demostrando que pueden asumir nuevas responsabilidades.
Entonces, la libertad final debe representar un pequeño paso en dirección a la libertad
en lugar de caer en la anarquía. A fin de cuentas, todos aprendemos por prueba y error.
Nosotros aprendimos así, y por más que intentemos evitarlo, nuestros hijos aprenderán de
la misma manera. «¿Qué debo hacer?», te preguntas. Ora diariamente por ellos, entrégalos
al cuidado de Dios y déjales saber que siempre los amarás y estarás presente para ellos.

LUNES, 20 DE FEBRERO
«¿No se dan cuenta de que uno se convierte en esclavo de todo lo
que decide obedecer?». Ro 6.16 NTV
NO SEAS ESCLAVO DE LAS COSAS EQUIVOCADAS

P iensa en algunas de las personas que hoy día son esclavizadas bajo circunstancias
ajenas a su voluntad: los menores vendidos en el comercio sexual o los inmigrantes
vendidos para trabajo forzado. Pablo no está hablando de este tipo de esclavitud. Cuando
de pecado se trata, la Biblia traza una línea en la arena y nos pide que no la crucemos. ¿Por
qué? Porque si la cruzas una vez, es más fácil cruzarla otra vez. No importa si tu «droga
preferida» es el alcohol, las drogas ilícitas o un medicamento sin receta, la pornografía, las
apuestas, o comer en exceso, comienzas pensando que eres el amo y terminas dándote
cuenta de que eres el esclavo. El hijo pródigo fue perdonado y restaurado, pero aun así
perdió su herencia. Espiritualmente, puedes perder tu confianza ante Dios. Personalmen­
te, puedes perder tu sentido de autoestima. Públicamente, puedes perder el respeto de
otros y la influencia que tienes en ellos. Y si no tienes cuidado, hasta las cosas «buenas»
pueden ser perjudiciales. Una ética de trabajo demasiado estricta puede llevarte a descui-
dar a tu familia y perder tu matrimonio. Vegetar frente a la televisión puede estancar tu
crecimiento espiritual. Incluso tener demasiada precaución y cuidado —que son buenas
cualidades— puede impedir que des un paso de fe y cumplas con el potencial que Dios
te ha dado. Cuando Dios dice no, no es que Él quiera ser un aguafiestas o complicar tu
vida… ¡te está protegiendo!

47
MARTES, 21 DE FEBRERO
«Y a partir de esa ocasión, Saúl empezó a mirar a David con recelo».
1 S 18.9
LA APTITUD NO COMPENSA POR LA INSEGURIDAD

U na de las pruebas más contundentes del liderazgo es cómo respondemos ante el éxito
de otra persona. ¿Te alegras o los resientes secretamente? ¿Sientes que a costa tuya
de alguna manera ellos han recibido sus bendiciones? El rey Saúl envió a David a pelear
con Goliat. Cuando lo derrotó, los israelitas comenzaron a darle crédito a David y Saúl no
pudo lidiar con ello. «Y a partir de esa ocasión, Saúl empezó a mirar a David con recelo».
Los líderes que carecen de confianza son un peligro para sí mismos, sus seguidores y los
grupos que dirigen. Esto ocurre porque el liderazgo no camufla tus defectos… los exhibe.
Por lo general, los líderes inseguros comparten cuatro características: (1) No proveen segu­
ridad para otros. Un buen líder hace que sus seguidores se sientan bien sobre sí mismos.
Les honra. Les recompensa. Les anima. (2) Toman más de lo que dan. Los líderes inseguros
buscan continuamente confirmación, reconocimiento y amor. Y debido a esto, se enfocan
en obtener seguridad personal y no en inculcarla en otros. (3) Limitan continuamente
a sus mejores seguidores. Los líderes inseguros no ven a sus mejores seguidores como
colaboradores, los ven como competidores potenciales que pueden ascender y amenazar
su posición. (4) Limitan a su organización continuamente. Cuando se desautoriza o no
se reconoce a los seguidores, estos se desaniman y, a la larga, dejan de desempeñarse al
máximo. Cuando esto ocurre, sufre toda la organización. Examina hoy tu estilo de liderazgo
y verifica si te queda alguno de estos zapatos.

MIÉRCOLES, 22 DE FEBRERO
«El que así actúa no caerá jamás». Sal 15.5
CÓMO EVITAMOS CAER

L eemos en la Biblia: «Quien se niega tercamente a aceptar la crítica será destruido de


repente sin poder recuperarse» (Pr 29.1 NTV). El rey Salomón tenía la reputación de ser
el hombre más sabio que jamás hubiera vivido. Él escribió esas palabras, pero tristemente
no vivió según ellas, así que «se estrelló y se quemó». Y si le pasó a Salomón, ¡ninguno de
nosotros es inmune! El carácter se ha convertido en un asunto tan crítico hoy día porque
demasiados políticos, empresarios y líderes religiosos han caído públicamente. Como
líderes, no operamos en el vacío. Tienes influencia sobre muchas personas, y cuando caes,
todos sienten las repercusiones. Cuando un roble grande cae, se lleva a los arbolitos con
él. Entonces, ¿cómo puedes cuidarte para no caer? No puedes favorecer los dones por
encima del carácter. Hoy día, tenemos la tendencia dañina de celebrar el don de alguien
e ignorar su carácter; tienen que desarrollarse ambas cosas. El carácter es la suma total de
tus hábitos diarios. En el Salmo 15, David nos presenta ocho rasgos que deben tener los
líderes que merecen respeto: (1) Tienen una conducta intachable. (2) No son chismosos.
(3) No le hacen mal al prójimo. (4) No hablan mal de otros. (5) Honran a los que caminan
en la verdad. (6) Cumplen sus promesas, aunque salgan perjudicados. (7) No son codiciosos
ni se benefician a expensas de otros. (8) Son fuertes y estables. David concluye este salmo
diciendo que los que actúen así «no [caerán] jamás». Así es como evitamos caer.

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JUEVES, 23 DE FEBRERO
«A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye
su hipocresía». Pr 11.3
ESMÉRATE EN ALCANZAR LA INTEGRIDAD

J esús dijo: «Ama a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 19.19). Pero para amarte a ti mismo,
primero tienes que respetarte. Y el respeto por uno mismo se basa en la integridad per-
sonal. El autor Ted Engstrom cuenta la siguiente historia en su libro Integrity: «Para coach
Cleveland Stroud y los Bulldogs de Rockdale County High School [en Conyers, Georgia],
era su temporada de campeonato: veintiún juegos ganados y cinco perdidos los llevaron
al Torneo Nacional Masculino de Básquetbol en Georgia el pasado mes de marzo, y luego
“vinieron de atrás” y tuvieron una victoria dramática en las finales estatales. Pero ahora el
nuevo estuche de cristal en el pasillo del gimnasio de la escuela está vacío. A principios
del mes, la Georgia High School Association privó a Rockdale County del campeonado
después que unos oficiales escolares reportaron que un jugador —que era inelegible aca-
démicamente— había jugado cuarenta y cinco segundos en el primero de los cinco juegos
postemporada del equipo. El coach comentó: “En aquel momento no sabíamos que era
inelegible; lo supimos unas pocas semanas después. Algunas personas dijeron que debimos
habernos quedado callados, que fueron solo cuarenta y cinco segundos y que el jugador
no había tenido ningún impacto. Pero hay que actuar con integridad, hacer lo correcto y
lo que dicen las normas. Le dije a mi equipo que la gente se olvida de las puntuaciones
de los juegos de básquetbol; pero no se olvidan de lo que tú estás hecho”». Cada palabra
o acción honesta o deshonesta le añade o le roba a tu carácter. Así que, esmérate hoy en
alcanzar la integridad en todas tus gestiones.

VIERNES, 24 DE FEBRERO
«Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios… él nos oye».
1 Jn 5.14
CONFÍA EN TUS ORACIONES

U n líder escribió: «Mi papá era un hombre ocupado… para conseguirlo en el trabajo
tenías que comunicarte con la telefonista, a menos que tuvieras su número privado.
Él se lo había dado a un puñado de sus socios, pero todos sus hijos lo tenían… Sabíamos
que, sin importar lo ocupado que estuviera, podíamos llamarlo en cualquier momento
en su línea directa. Igual conmigo… mis hijos saben mi número… me pueden llamar
para lo que sea. ¿Y sabes qué? Ninguna voz tiene un sonido más dulce que las voces
de mis hijos. Cuando uno de ellos dice: “Hola, papá”, no importa los malabares que esté
haciendo, ellos son una prioridad absoluta… Ahora, multiplica eso exponencialmente… y
escúchame. Nada tiene un sonido más dulce para Dios que tu voz diciendo: “Hola, Padre”.
Nada que esté ocurriendo en el cosmos podría impedir que Él dirija toda su atención a
tu conversación o tu petición». Esto significa que cuando Dios es tu Padre, puedes llamar
a casa en cualquier momento. Jesús afirmó: «Pidan, y Dios les dará… cosas buenas a
quienes se las pidan!» (Mt 7.7, 11 DHH). Puedes hablar con Dios sin suplicar ni humillarte,
«seguros de que él nos oye cada vez que le pedimos algo que le agrada; y… sabemos que
nos dará lo que le pedimos» (1 Jn 5.14-15 NTV). Entonces, lo que sea que esté robando
tu confianza en la oración, resuélvelo hoy.
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SÁBADO, 25 DE FEBRERO
«Cada uno debe velar… por los intereses de los demás». Fil 2.4
LOS BENEFICIOS DE SER GENEROSO

L a generosidad hace tres cosas por ti: (1) Mejora la calidad de tu vida. Te ayuda a apreciar
la vida y a comprender sus valores más altos. Ver a alguien en necesidad y poder
satisfacer sus necesidades pone muchas cosas en perspectiva. Un líder escribe: «No hay
vida tan vacía como la vida centrada en el yo. No hay vida tan centrada como la vida que
se entrega a sí misma». Si quieres mejorar tu mundo, enfoca tu atención en ayudar a otros.
(2) Te lleva a ser parte de algo más grande que tú. A mediados de la década de los ochenta,
Merck & Company, una corporación farmacéutica global, desarrolló un medicamento para
curar la ceguera de los ríos, una enfermedad que causa ceguera a millones de personas,
principalmente en países en desarrollo. Aunque era un buen producto, estaba fuera del
alcance económico de los clientes potenciales. ¿Qué hizo Merck entonces? Produjo la droga
de todos modos y anunció que sería gratuita para todo el que la necesitara. Como resultado,
regalaron más de 250 millones de pastillas. George W. Merck comentó: «Tratamos de no
olvidar que la medicina es para la gente, no para ganar dinero. El dinero llega después, y
cuando hemos recordado esto, nunca ha dejado de llegar». ¿La lección aprendida? Sencillo.
En lugar de tratar de ser grande, sé parte de algo más grande que tú. (3) Crea un legado.
Jack Balousek, expresidente de True North Communications, dijo: «Aprender, ganar, devol-
ver… estas son las tres fases de la vida». Cuando piensas generosamente e inviertes en
otros, obtienes la oportunidad de crear un legado que te sobrevivirá. Y esa debe ser tu meta.

DOMINGO, 26 DE FEBRERO
«Les irá bien a ustedes y a sus descendientes». Dt 4.40 DHH
ENSEÑA A TUS HIJOS

C omo padres, estamos transmitiendo constantemente nuestros valores a nuestros hijos.


Entonces, debemos hacer esto: (1) Deja que te vean orando. Ayúdales a entender que
es a través de la oración que establecemos una relación de toda la vida con Dios. Y ellos
necesitarán su amistad cuando tú no estés cerca para ayudarles. Dios prometió: «Cuando me
llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los
honraré» (Sal 91.15 NTV). (2) Enséñales cómo es Dios. Tú formas en tus hijos el concepto que
tienen de Dios. Ya seas amoroso y protector, o distante y frío, ellos crecerán entendiendo a
Dios a través de las interacciones que tienen contigo. Algunos ejemplos son que Dios nunca
está demasiado ocupado para escuchar, Él nos dice constantemente que nos ama y nunca
es abusador. ¿Captas la idea? (3) Ayúdalos a ver a Dios en los demás. Cuando alentamos
a los niños a ver a Dios obrando en sus propias vidas, ellos comienzan a discernir que Dios
también obra en la vida de otros. Cuando eso ocurre, comienzan a valorar y a respetar a
los demás, y a cambio también son valorados y respetados. Esto los ayudará a sentirse
seguros y a ser exitosos en la vida. (4) No los envíes a la iglesia, acompáñalos. Los niños
necesitan creer… y tener un sentido de pertenencia. Enséñales que de la misma manera
en que las extremidades mueren separadas del cuerpo, nosotros morimos espiritualmente
a menos que estemos unidos a una iglesia local. Ayudar a tus hijos a encontrar el camino
correcto es el mejor regalo que puedes darles.

50
LUNES, 27 DE FEBRERO
«¡Mis ojos han visto al Rey, al Señor Todopoderoso!» Is 6.5
AJUSTA TU VISIÓN

A ntes que Dios llamara al profeta Isaías a una posición de liderazgo en la nación, Él
ajustó su visión. Una visión sin corregir lleva a una perspectiva torcida, a tomar malas
decisiones y a malgastar nuestro esfuerzo. La rebelión constante de Israel los ponía en peligro
con Dios, y necesitaban un líder con una visión clara. Así que lo primero que Dios hizo fue
darle a Isaías una visión de su gloria y poder. Sin ella, no habría podido hacer el trabajo.
Sin su encuentro transformador con Dios, nunca habría tenido las fuerzas suficientes para
completar su misión. Y lo mismo se aplica a ti. Cualquier cosa que Dios te llame a hacer
requerirá más que una descripción de trabajo y algunas destrezas básicas. ¡Necesitarás una
visión de su gloria y poder ilimitado para asegurarte que Él es más que suficiente para el reto!
(ver Ef 3.20). Lo segundo que Dios hizo fue ajustar la visión que Isaías tenía de sí mismo.
Después de ajustar tu concepto de Dios, estás listo para un ajuste del concepto que tienes
de ti mismo… ¡no antes! Si comienzas en el segundo paso, te rendirás antes de empezar.
Isaías clamó: «Soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios
blasfemos» (Is 6.5). Isaías entendió que él no era mejor que las personas que había sido
llamado a alcanzar. Si no te miras de una manera realista, honesta y humilde en relación
con Dios y los demás, tu misión no tendrá éxito (ver Ro 12.3). Lo tercero que Dios hizo
fue responder a la humildad de Isaías. Un ángel tocó sus labios con el fuego purificador
de Dios y dijo: «Tus culpas te han sido perdonadas» (Is 6.7 DHH). Dios no llama a líderes
perfectos. Él llama a líderes humildes, sinceros y perdonados, y corona sus esfuerzos con
éxito, independientemente de las probabilidades.

MARTES, 28 DE FEBRERO
«Confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para
que sean sanados». Stg 5.16
UNA DISCULPA QUE FUNCIONA

U na disculpa sincera puede ayudar a sanar y restaurar una relación rota o estresada. Pero
como nos dice el Dr. Gary Chapman, el asunto no termina ahí. Fíjate en esto: (1) ¡Decir
«lo siento» no es suficiente! Es un buen comienzo y es necesario, pero no es un buen final.
Por ejemplo: «Siento mucho que lo hayas tomado así» no es una disculpa; ¡es un ataque
encubierto! Necesitas confesar específicamente de qué estás arrepentido. (2) Asume respon­
sabilidad absoluta por tu conducta. Sin esto, no hay sanidad ni reconciliación. «Estuvo mal
que te hablara así» es sincero, humilde, específico y responsable. Ayuda a la parte afectada
a ver que tu disculpa es genuina. La autenticidad reduce el coraje, y anima a los demás a
confiar y aceptar tus palabras. (3) Ofrece reparar el daño cuando sea posible. Pregunta: «¿Hay
algo que pueda hacer para mejorar la situación?». Ofrecerte a hacer lo que sea necesario
hace que tu disculpa sea emotiva y sincera. Santiago lo explica así: «Confiésense unos a
otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados». (4) Pide perdón, no lo des
por sentado. «¿Me puedes perdonar por lo que hice?». Necesitas decirlo y la otra persona
necesita escucharlo antes que pueda comenzar la sanidad y la restauración. Cuando pides
perdón y lo recibes, ambos han «firmado el documento». Están validando el compromiso
mutuo de ir más allá de las heridas y trabajar en pos de una relación más saludable.
51
La sabiduría
es lo primero.
¡Adquiere sabiduría!
Por sobre todas
las cosas, adquiere
discernimiento.
PROVERBIOS 4.7

52
3
TR E S RA Z O N E S P O R L A S Q U E N E C E S ITA S A J E SÚS
¡Jesús te ama! Él desea tener una relación
contigo y regalarte una vida llena de gozo y propósito.
¿Por qué lo necesitas a Él en tu vida?

1. PORQUE TIENES UN PASADO.


No puedes dar marcha atrás, pero Él sí. La Biblia dice: «Jesu-
cristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos» (Hebreos 13.8).
Él puede borrar las manchas de pecado y fracaso, comenzar
una cuenta nueva, y darte un nuevo comienzo.

2. PORQUE NECESITAS UN AMIGO.


Jesús conoce lo peor de ti; sin embargo, Él cree lo mejor.
¿Por qué? Porque Él no te ve como eres sino cómo serás
cuando Él termine de trabajar en ti. Qué clase de amigo!
!

3. PORQUE ÉL TIENE EL FUTURO EN SUS MANOS.


¿En quién más vas a confiar? En sus manos estás a salvo y
seguro—hoy, mañana y por la eternidad. Su Palabra dice:
«Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su
mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.
Cuando ustedes me pidan algo en oración, yo los escucharé»
(Jeremías 29.11-12 TLA).

Si deseas iniciar hoy una relación personal con Jesús,


te invito a orar esta oración:

Señor Jesús, te invito a entrar en mi vida. Creo que moriste


por mí y que tu sangre paga el precio por mis pecados y me
otorga el regalo de vida eterna. Por fe recibo ese regalo,
y te confieso como mi Señor y Salvador. Amén.

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Las citas bíblicas marcadas «RVR60» son de la versión Reina-Valera ©1960 Sociedades
Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con
permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society,
y puede ser usada solamente bajo licencia.

Las citas bíblicas marcadas «RVR95» son de la Reina-Valera 1995 versión Reina-Valera
95® ©Sociedades Bíblicas Unidas,1995. Usada con permiso.

Las citas bíblicas marcadas «TLA» son de La Traducción en Lenguaje Actual ©2000 por
Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con permiso.

Las citas bíblicas marcadas «NTV» son de la Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente
©Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados. Usada con
permiso.

Las citas bíblicas marcadas «LBLA» son de La Biblia de las Américas ©Copyright 1986,
1995,1997 por The Lockman Foundation. Usada con permiso.

Las citas bíblicas marcadas «DHH» son de la Biblia Dios Habla Hoy®, Tercera edición
©Sociedades Bíblicas Unidas,1966,1970,1979,1983,1996. Usada con permiso.

Las citas bíblicas marcadas «RVC» son de la Reina Valera Contemporánea® ©Sociedades
Bíblicas Unidas, 2009, 2011. Usada con permiso.

Las citas bíblicas marcadas como paráfrasis son traducciones libres de The Message
©1993,1994,1995,1996, 2000, 2001, 2002. Usada con permiso de NavPress
Publishing Group.

Las citas bíblicas marcadas «BLP» son de la Biblia La Palabra España. La Palabra,
(versión española) ©2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España.

Cualquier uso de cursivas en las citas bíblicas refleja el énfasis agregado del autor.

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REFERENCIAS

6 DIC: Rick Warren, The Purpose of Christmas (Brentwood, TN: Howard Books, 2008) [El propósito
de celebrar la Navidad (Howard Books, 2008)].
9 DIC: Dr. Andrew B. Newberg, How God Changes Your Brain: Breakthrough Findings from a
Leading Neuroscientist (Nueva York: Ballantine Books, 2010).
11 DIC: God’s Little Devotional Book for Moms (Colorado Springs, CO: Honor Books, 1995), p. 129.
23 DIC: Alice Gray, Christmas Stories for the Heart (Portland, OR: Multnomah, 1997), pp. 31-32. Philip
Yancey, Grace Notes: Daily Readings with a Fellow Pilgrim (Grand Rapids, MI: Zondervan,
2009), p. 400. Philip Yancey, The Jesus I Never Knew (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1995),
pp. 39-40 [El Jesús que nunca conocí (Vida Publishers, 2000)].
24 DIC: Jon Walker, «Light for those avoiding Christmas», publicado 12 diciembre 2008, www.
gracecreates.com. Rick Warren, The Purpose of Christmas (Brentwood, TN: Howard Books,
2008), pp. 6-8 [El propósito de celebrar la Navidad (Howard Books, 2008)].
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26 DIC: Hayford, Come…And Behold Him, pp. 108-109, 123-125. Stormie Omartian, Seven Prayers
That Will Change Your Life Forever (Nashville, TN: Thomas Nelson, 2006), pp. 53-59 [7
Oraciones que cambiarán tu vida para siempre (Grupo Nelson, 2007)].
27 DIC: John C. Maxwell, How Successful People Think (Nueva York: Center Street, 2009), pp. 103-
105 [Cómo las personas exitosas piensan (Center Street, 2014)].
29-30 DIC: Escrito por el Rvdo. Neil Gass Sr.
3 ENE: Rick Warren, God’s Power to Change Your Life (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2006), pp.
217-218 [El poder de Dios para transformar tu vida (Vida Publisher, 2018)].
4 ENE: Warren, God’s Power to Change Your Life, pp. 218-219.
5 ENE: Warren, God’s Power to Change Your Life, pp. 221-222.
6 ENE: Warren, God’s Power to Change Your Life, pp. 222-224.
10-12 ENE: T. D. Jakes, Santa Biblia, Edición «Woman Thou Art Loosed!», (Nashville, TN: Thomas Nelson,
1998).
16 ENE: Omartian, Seven Prayers That Will Change Your Life Forever, pp. 53-59.
17 ENE: Omartian, Seven Prayers That Will Change Your Life Forever, pp. 53-59.
22 ENE: James Merritt, 52 Weeks Through the Bible (Eugene, OR: Harvest House, 2016).
26 ENE: Tony Evans, Free At Last: Experiencing True Freedom Through Your Identity in Christ (Chicago:
Moody, 2005).
28 ENE: Melody Beattie, The Language of Letting Go: Daily Meditations on Codependency. (Nueva
York: Harper & Row, 1990), p. 375.
1 FEB: John C. Maxwell, Leadership Promises for Your Week (Nashville, TN: Thomas Nelson, 2007),
pp. 179-180.
3 FEB: John C. Maxwell, Talent Is Never Enough (Nashville, TN: Thomas Nelson, 2007) [El talento
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4 FEB: Kristin Armstrong, Happily Ever After (Nueva York: FaithWords, 2007), pp. 24-25.
5 FEB: Mary Southerland, «What Did You Say?», publicado 22 marzo 2011, www.girlfriendsingod.com.
6 FEB: Charles R. Swindoll, Day by Day (Nashville, TN: Thomas Nelson, 2000), pp. 283-284. Charles
R. Swindoll, «A Place to Unload», Insight for Today, publicado 4 junio 2019, www.insight.org.
7 FEB: John Ortberg, «Why Willpower Fails: Your willpower is limited, so use it wisely», publicado
22 noviembre 2011, www.christianitytoday.com.

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REFERENCIAS

8 FEB: Maxwell, Leadership Promises for Your Week.


10 FEB: Reimar Schultze, «Too Big for a Nutshell», Call to Obedience, Número 372, www.schultze.org.
11 FEB: Omartian, Seven Prayers That Will Change Your Life Forever, pp. 115-124 [7 Oraciones
que cambiarán su vida para siempre, (Grupo Nelson, 2007)].
12 FEB: Escrito por el Rvdo. Neil Gass, Sr.
13 FEB: Cita de Maya Angelou.
16-18 FEB: Escrito por el Rvdo. Neil Gass, Sr.
19 FEB: Dr. James Dobson, Dr. Dobson’s Handbook of Family Advice (Eugene, OR: Harvest House, 2012).
21 FEB: Maxwell, Leadership Promises for Your Week.
22 FEB: Maxwell, Leadership Promises for Your Week, p. 19.
23 FEB: God’s Little Devotional Book (Colorado Springs, CO: Honor Books, 2001), p. 284.
25 FEB: Maxwell, How Successful People Think, pp. 105-107 [Cómo las personas exitosas piensan
(Center Street, 2014)].
28 FEB: Gary Chapman y Jennifer Thomas, The Five Languages of Apology (Chicago: Northfield
Publishing, 2006) [Los cinco lenguajes de la disculpa (Tyndale Español, 2006)].

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