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Universidad de Buenos Aires

facultad de.oenctas 'Económicas


Biblioteca "Alfredo L. Palacios"

Ecología: noción rectora


de la política económica
argentina del futuro

Aspis, Abraham

1974

Cita APA:
Aspis, A, (1974). Ecología, noción rectora de la política económica argentina del futuro,
Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Económicas
Este documento forma parte de la colección de tesis doctorales de la Biblioteca Central "Alfredo L. Palacios",
Su utilización debe ser acompañada por la cita bibliográfica con reconocimiento de la fuente,
Fuente: Biblioteca Digital de la Facultad de Ciencias Económicas -Universidad de Buenos Aires
Tesis Doctoral 001501/1047
IIliOTECA DE LA Ff;C'n_T~O DE CIENCIAS ECONOMICAS '
Profesor Emérito Dr. ALFREDO L. PALACIOS

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

'fACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS

Tesis Doctoral Plan O '

Temas

ECOLOGIA, NOCION RECTORA DE LA POLITICA ECONOMICA ARGENTINA DEL FUTURO.

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\!.'~LO Abraham Aspis


Registro N° 1.040
A4
Profesor Consejerm de Tesis:

Ingeniero Isidrg J. Carlevari

Buenos Aires, noviembre de 1974


- 2 -

INTRODUCCION • • • • 5

EVOLUCION FILOSOFICA DE LA RELACION HOMBRE MEDIO •• 10

El medio ambienta - elemsntos constituyentes 10

Los scasistamas 11·

El equilibrio ecológico ....... '. . 13

la svoluci6n del hombre y el medio ambiente 14

El hombre coma ogent~ modificador del medig Qmbiont~ • • 18

Redefinici6n del medio ambiente 20

Ecalagia, la Ciencia dsl Medio .. ". 21

LOS RECURSOS 23

Ordenamienta racional d~ los recursos 24

El problema desda el punto de vista de nuestrQ pa1s 31·

Ordenación do 19s recursos de la agricultura • 33

Bosquos 37

Vida silvestre, parques y otras zonas protegidas • 40

las recursos genáticos 43

Pesquerias • 45

Agua 46

Energ1a 50

LA CONTAMINACION • • 53

Los contaminantea .... '. • • • 55

Contaminación del aire 56

Contaminación del agua • • • 59

Tipas de contaminación de los requrSQS h1dricos ., ~ • • 59

Causas de contaminación del agua • 60


Efectos de la contaminación del agua • • • • • • 64.

Contaminación por productos de la tecnclogia · 69

La radiactividad • •• 70

Los plaguicidas • 70

El ruido • 72

Cuadros ilustrativos • • · 74
- 4 -

'v Consecuencias econ6mico-sacioles • .134 ,

Er.si6n hidráulica • caUSBS de 16 erQsi6n hidráulica • • .135

Distribución geogr6fica de la erGsi'n hidr~ulica en el país • • • • • • • • 137

C8nsecu~ncias ecmn6micas y sociales .139

Legislaci6n sabre cunservaci6n de sueles • .140

Qtras facteres de degradeci'n .142

EL AGUA EN NUESTRO PAIS .144

La disp.nibilidad dm agua en el pafs .144

Aguas superficiales, subterráneas y QceánicBs .145

Evalución del prgblema en el país • • • • • • .148


Casas significativos de contaminación del agua .15D
Principales factQr~B cgntaminantes en el país • • • • 162

Factgres pGtenciales de contaminación de las aguas • .167

CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES PARA LA ACeION • • ~l?l

Cansideraciones relativas a 16 fDrmulacign.de una política ambiental para

nuestrg país y el Tercer Mundo • • • • • • • • • • • _.• •171

El.incentivu eCQnómicQ como parte de una política ambiental .174

El aspectg institucional, Ecología y.Educaci6n. • .179

Ordenamienta de los recursos • • • • • .185


Determinación de niveles de calidad de vida según Regignes Ambientales .187

BIELIOGRAFIA .191

-.0-
5

1 NT ROO Ue e ION

El conocimiento de la existencia de los recursos naturales, ~l u~

so racional de éstos, así como la pr~servaci6n y mejoramiento del medio am-

bient~ son metas objetivos que se proponen hoy la casi totalidad de los pe!

ses del mundo.

Los estados con gran desarrollo tecnológico-industrial han s~nti­

do prontamente las consecuenci~s negativas de la concentración de una acti-

vidad económico encaminada cesi exclusivamente a aumentar el Producto 8ru-.

to, experimentando así' un agotamiento de sus recursos y un proceso de d~gr~

daci6n del mediQ que cada díe, y mn forma más alannantc, efectan las condi-

ciones de vida de sus poblaciones.

Los países con escaso desarrollo económico, qu~ ya veían afectado

su medio ambiente, precisamente por ~sa falta de desarrollo. 6compañado de

una deficiente distribución del ingr~so y de estructuras sociales, en las

m~s de las v~ces, que contribuyeron a perpetuar esa situación, sintieron el

impacto de la importación de técnicas mod~aa que respondían e ese tipo d~

desarrollo cuantitativo ya aludido, y prontamente presentaron un espectro

de probl~mas ambi~nteles que abarcó desde aquellos típicos del subdesarro-

llo, tanto en medios rurales como urbanos, hasta las más novedosas formas

de contaminación industrial.

La Conferencia de O.N.U. de Estocolmo de 1972, fué un llamado de

a~erta que evidenció la preocupaci6n a nivel mundial por cambiar de ori~nt~

ci6n en el enfoque de los t~mas ambientales.


Le nueva orientación señala la necesided de comprender al entorno

en su "entidad global" y a sus elementos actuando interdependientemente en-

tre sí, de tal manera que cualquier alteración por más parcial que sea re-

percute en la totalidad con wutaciones quizás desproporcionadas y las más


de las veces no previstas.

Esta orientaci6n supone además, por sobre ,toda otra alternativa,

la defensa de la vida humana, no 5610 la de nuestra generaci6n sino tem-


bién la de las futuras.

Reconoce ad~más el hecho d~ que todo individuo tiene a gozar de

un medio ambiente sano y la corrmspond~ente r~sponsabilidad de contribuir

a su preservación y mejoría.

Este nuevo planeamiento se propone, en principio, negar apoteg-

mas que hasta ~l momento no fueron materia de discusión.


- 6 -

El primero de ellos hace a la "inagotabi1ided de los recursos no-

turales".
Los ser~s vivientes ocupan una capa muy sutil del planeta tierra

y están directamente ligados a las mutaciones que se produzcan en un estra-


to superfici~l de cerca de 16 Km. de 1it6sfera, hidr6sfera y atm6sfero, co~

prendiendo. en él la profundidad mayor del Oceéno Pacífico (cerca de 8 Km) y

la atmósf~ra que la cubre calculada El la presi6n normal.

En este estrato s~ encuentran todos los recursos racionalm~nte u-

tilizables por ~l hombre y ~n él 19s seres vivientes desarrollan su equili-

brio dinámico.

Es difícil establecer un limite preciso de todos los recursos,au~

qum algunos de ellos, como ciertas especies pertenecientes El la flora y fa~

na, hayan desaparecido totalmente. Pero es ~vidente que ese límite existe.

El segundo apotegma, adoptado por la sociedad moderna, es el que

establece que "el crecimiento económico es sinónimo de progreso", consagra!},

do así la definici6n de toda política ~conómica bajo un desarrollo únicame~

te cuantitativo.

Es importante destacar, para clarificar conceptos, que la posi-


ci6n d~ este trabajo frente al teme ambiental en ningún momento 'se propone

frenar un desarrollo neceser-Lo al país, sino únicamente cualificarlo. Una fá

brica puede producir lo mismo si adopta o no una planta de tratamiento apta

para su efluente, en uno u otro ceso resultará un curso de aguas limpio o

un liquido inutilizable! y costosamente recuperable para sus posteriores u-

sos.

Aún más, una política ambiental bien concebida permitirá que zo-

nas, hasta hoy relegadas por el desarrollo industrial, sean materia de este

tipo de plan~amiento. Pue~ no s6lo la contaminación es un problema ambien-


tal sino también la desertificación, la er9si6n eólica, la salinización de

tierras o las inundaciones, para citar algunos ejemplos de problemas qUE! a-

fectan a regiones de nuestro país y que hasta el momento no han recibido u-


na solución integral y definitiva.

Por otra parte, e L desarrollo deseado también deberá estar calif,i

cado por su distribución. Generar zonas desarrolladas y no desarrolladas s~

rá seguir fom~ntando migraciones int~rnas con todo el trastorno que ello ha


provocado hasta el momento.

Por ~ltimo es necesario establecer qu~, frente al postuledo econ~

mico qu~ "lo importante es lograr ~l máximo d~ beneficios con el mfnim~ de


- 7-

costos" surge el tema de las deseconomfas I!xtern~s o costos sociales y la

urgencia de compatibilizarlos en el desarrollo del proceso econ6mico.

Si al utilizar un recurso no se considera la degradaci6n o su ag2

tamiento como consecuencia directa de ese uso, la recuperaci6n del mismo d~

berá ser tenida en cuenta por la sociedad toda, la que e través de los org~

nismos del Estado, d~berá pagar 8 posteriori, lo cual significa en la mayo-

ría de las veces un gasto mayor que si hubiera sido tratado por sus respon-

sables directos.

También es necesario tener en cuenta que, dada nuestra posici6n

de pafs en estado de desarrollo, un pleneamiento integral de nuestro medio

ambiente, posibilitará analizar a~uellos;problemas ambientales que son la

consecuencia directa d~l atraso en que se encuentran algunas zonas del te-

rritorio argentino. Este estudio per.mitirá enfocar, por ejemplo, el citado

problema de un desarrollo industrial no planificado con la consecuencia di-

recta que ~sto tiene en la formeci6n de asentamientos humanos precarios y

.sus implicancias en los rubros: vivienda, servicios públicos, asistencia s2

cial, salud y educaci6n. Asf también, los problemas rurales da una agricul-

tura subdesarrollada suele derivar en un uso abusivo del su~lo, en prácti-

cas de monocultivo expresada a través de una erosi6n o una disminuci6n de


la productividad del mismo.
Por otra parte, el conocimiento acabado de una po11tica integral
en materia ambiental permitirá d~slindar el problema eco16gico propiamente
dicho de supuestos esquemas protectores del ambiente que algunos pafses pa-

recería que han adoptado, queriendo asf embarcar a los Estados no totalmen-

te desarrollados en una política que solo llevaría a estos a mantener su as


tual posici6n de dependencia. A este respecto conviene tener presente que

si bimn es cierto que los problmmas ambientales, en la mayoría de las ve-

ces, no aceptan divisiones de carácter politico-institucional, y que la he-


rencia más grande que nos deja Estocolmo es "una sola tierra para enfrentar
al enemigo com6n que es el deterioro del medio", la implementación de una

auténtica acción en este sentido debe estar precedida por un conocimiento

preciso de los temas integrantes, pues no resultaría muy difícil el equ{vE

ca conciente de algunas naciones que pretenden utilizar postulados eco169i

cos con la anica int~nci6n de acomodar sus balanzas comercial~s.

En nuestro pats y por inspiraci6n del General Juan D. Per6n,

quien preocupado por la crisis eco16gica había evidenciado ya su posición

frente a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente del


- 8-

año 1972, en su "Discurso ecuménico dirigido a los hombr,es y naciones del

mundo" y que siendo por tl'!rcera vez Presidente de los argentinos demostr6

su interés personal por ~l tema del uso de los recursos naturales y,d~ de-

gr6d~ci6n del medio, se produce ~se cmabio en el enfoque a tenerse frente

a los temas ambientales y 6 las soluciones de los problemas de este tipo

que el país sufre de tiempo atrás.

Esta toma de conciencia por parte de las más altas· autoridades

nacionales nos coloca, entre los países Latinoamericanos, en el primero

que institucionaliza una política de medio ambiente con la creaci6n de un

organismo que, a nivel nacional, tiene como pauta primogenia armonizar un

uso racional de los recursos naturales con una acción de protección y mej2

ramiento del medio.

Ese mismo cambio de enfoque es el que lleva al Congreso 'a sanci2

nar una Ley como la N° 20.560 en materia de promoci6n industrial, le cual

establece una serie de beneficios económicos para aquellas industrias que,

entra otras cosas J se propongan evitar la degradaci6n r del medio. ¡

Si bien ~s cierto que lo logrado hasta el momento con la creaci6n

y la puesta en marcha de la Secretaría de Estado de Recursos Naturales y

Ambient~ Humano (SERNy AH) es un paso muy importante, no es menos cierto

que es necesario arbitrar medios para solucionar problemas que compatibili

cen el enfoque global del medio ambiente, antes enunciado, con el orden j~

rídico existente y los planes econ6mico~ puestos ~n vigencia en la actual!

dad.
No debemos olvidar que, en principio, lo novedoso de esta conceE
ci6n ambiental contrasta con la vigencia de una Constituci6n Nacional que
no ha previsto este tipo de preocupación. Una reforma de nuestra Carta Mall
na aseguraría una protección adecuada del medio ambiente.
Tambi~n as evidente que la dispersi6n de los temas ambientales
bajo competencias no exclusivas de la Secretaría de Estado antes m~nciona­

da, presenta problemas de coordinaci6n que ~s~necesario definir con clari-

dad, pues nos encontramos insertos en una realidad político-institucional

que es de vieja data y cuya transformación sólo puede ser lograda median-

te una evoluci6n basada en la con~ientizaci6n de los problemas esp~cíficos

que trataremos en este trabajo.

Además la característica especial de los problemas ambientelcs,

en lo que hace a su extraterritorialidad, donde las divisiones de fronte-


- 9-

ra interna o externa resultan beneficiosas, contrasta con nuestro Sist~ma

Federal de Gobierno, por lo que será indispBnsabl~ armonizar en el orden

legal e institucional esta realidad natural para obtener resultados sati~

factorios.
Un apartado especial merece el incentivo económico como instru-

mento eficaz para ser incorporado a la legislación en materia de contami-

nación industrial.
Al jurista solo le compete instrumentar"los medios, dentro del

orden jurídico exist~nte o provocando su modificaci6n, a fin de lograr u-

na solución que sea conv~niente a la comunidad toda y que dé lugar de pri


vilegio a las condiciones que rodean la existencia del hombre argentino.

Por último la cuesti6n referida al aspecto educativo y cultural,

así como la formaci6n de responsables y especialistas en materia ambiental

y de conservación de recursos, y los medios y consideraciones para la ac-

ción a desarrollar, serán los temas a tratar en este trabajo, junto con

los arriba mencionados.


-w-

EVOLUCION FILOSOFICA DE LA RELACrDN HOMBRE-MEDIO


El medio ambiente - elementos constituyentes

El ambiente es ese mundo en el que están inmersos los individuos y


las comunidades que ellos constituyen.
Cuando se habla de individuos es necesario recordar q~e esta pala-
bra no se refiere solamente al hombre slno a todos los seres vivientes: ani-
males y vegetales de todas las especies.
En esta definición está involucrado también el medio geográfico y
topográfico en que estas comunidades viven y' conviven.-
El ambiente no tiene dimensiones expresas, simplemente es un lugar
donde las especies cumplen con todas sus funciones bio16gicas, a rafz de las
cuales los indiViduos reaccionan, se adaptan, responden o mueren.
Es necesario destacar que en ambiente hay factores tácticos y din~

micos, animados e inanimados y, en otro orden de cosas ffsicas y biológicas.

En el medio ambiente, el cambio es constante. La vida nunca ha si-


do algo estático, y en ese movimiento, sin embargo, existe una verdad funda-

mental: toda la materia y la energ!a requerida para ella se mueve engrandes

círculos cerrados en los que nada se escapa.

Podemos decir que la vida se devora a sí misma, en tanto que todo


lo que en ella se puede comer, se come; cada sustancia química elaborada por
la vida puede ser destruída por ella. Todo lo que está sobre nuestra tierra,
es utilizado por los seres vivos que en ella se encuentran; utilizando y re-
integrando en modos diversos y complejos, transmitidos a trav~s de enormes
cadenas de plantas y animales, hasta llegar de nuevo al comienzo. Cualquier
interrupción de estas cadenas, puede llegar a afectar la totalidad. La trama
de la vida tiene tantas hebras que la ruptura de alguna puede producir un d~

sequilibrio, aunque hasta ahora, sin llegar a la desintegración.


Sin embargo, en estos desequilibrios, como la trama de la vida es-
tá tan interrelacionada, cada cosa depende de las demás, todo lo que contri-
buye a alterar en demasía ese equilibrio puede extenderse como las olas de
un estanque, y producir alteraciones más o menos importantes.

Existe una enorme cantidad de definiciones y valorizaciones respe~

to al medio ambiente, que resultaría imposible analizar; no obstante un ejem


plo como el que sigue, podría ayudar a fijar el concepto:
En un bosque, que en cierta medida conserve aún su estado natural,
- 11-

se puede observar que no 5610 permanecen en el los árboles, sino también los
arbustos, las hierbas (factores dinámicos y biológicos), el suelo del bosque
(factor considerado estático, físico e inanimado), con sus pequeños seres vi
vos, y todo lo que vive en el bosque, como los animales de caza, los pájaros,
los insectos, los ácaros, las bacterias y los gusanos (factores bio16gicos,~
nimados y dinámicos). Se percibe la presencia de aire puro con tenue aroma

de plantas (factor animado, estático y fisico).

Todo ello constituye el medio ambiente de cualquiera de las espe-


cies vivas nombradas.
En este bosque, para que siga subsistiendo tal como es, se produce
un fen6meno que se denomina "equilibrio biológico", a tal punto que se habla
de una ley de equilibrio que señala que las especies que existen en una com~

nidad viviente, el número de individuos de cada especie, la forma en que es-


tán repartidos, el modo en que viven y pueden reproducirse, todo esto se en-
cuentra en un equilibrio biológico, que es hábil y oscila en torno a una si-
tuación media en tanto no se modifiquen por completo las condiciones del me-
dio ambiente.
En efecto,8xisten factores que favorecen o dificultan la vida de
las comunidades: variaciones climáticas, compuestos químicos del suelo o del
agua, disponibilidad de alimentos en calidad y cantidad, existencia de enem!
gos biol6gicos, son factores ejemplificados de casos que pueden favorecer a
algunos seres y perjudicar a otros seg~n las circunstancias.
Estos factores son en gran parte responsables de la distribución
geográfica de las especies en el planeta, incluido el hombre.
Cuando entre todos los factores que constituyen el medio ambiente
descriptos más arriba, se produce un cierto .equilibrio bio16gico estable
por un tiempo determinado se establece lo que se denomina un "ecosistema".

Los ecosistemas

La disponibilidad y condiciones de los espacios vitales cambian


en todos los lugares de la superficie de la Tierra. Estos cambios siguen,

por lo general, un patr6n determinado que se deriva de la situación geográ-

fica y de la temperatura de la regi6n. que puede ir desde el fria intenso


de las regiones polares y las cumbres más elevadas, hasta el fuerte calor ~

cuatorial.
-12"-
IIl¡OTFr~ nr : ~ r-'P'" Trn nr ("CM~'.~ ~nONOM'CAt
\::In.~

Estos ambientes físicos están influídos por la presencia de un río


o lago, por el litoral. o por los regímenes de lluvias. As! estas eircunstan-
eias condicionan la existencia de un variado número de especies vivas. Se a-
bre un proceso de acomodamiento a las condiciones que fija el sitio y de eo~
vivencia con otras especies que también 6e adaptan, y forman con ellas una
comunidad o complejo bio16gico que responderá a variaciones o desplazamien-
tos, en cualquier dirección, en su ajuste a las características ambientales
resultantes. Estos cambios a menudo no son uniformes y son en ocasiones ráp!
dos y amplios: en otras lentos y escasos, según el rumbo que sigan.Cuando se
aprecian cambios ostensibles de un lugar a otro, se puede ver que las comuni
dades que los habitan son diferentes al limitar y seleccionar las condicio-
nes particulares imperantes en un territorio definido. La proliferación de

especies animales o vegetales puede ser particular para cada una de las áre-
as observadas, y únicamente al correlacionar a los integrantes será posible

delimitar a las comunidades que abarcan áreas diversas, donde se presentan y


prevalecen flora y fauna particula~es, acordes con el medio f1sico.
La distribución en un sitio de la temperatura durante la6 diferen-
tes estaciones del año, puede ser propicia para determinadas especies que se
adaptan a tales condiciones, pero imposibles de soportar para otras.
En las latitudes de 63 grados, al igual que en las alturas de 8.000
metros, se encuentran lugares cubiertos permanentemente de nieve, y al nivel
del mar y en el ecuador la ~emperatura es elevada. Entre estos extremos ten~

mos diferentes comunidades biológicas en condiciones eco16gicas ~culares.

Cabe mencionar: la tundra, que constituye la vigásima parte de la superficie


del planeta y se extiende a manera de cinturón al sur del Artico (la t~mper~
tura en estos sitios, en invierno llega a 5? grados bajo cero y en verano a
21 grados sobre cero). Los bosques figuran entre los más vastos ecosistemas,
entre los más complejos y de generación espontánea: abarcan más o menos la

tercera parte de la superficie terrestre; cuando la lluvia o la humedad es


baja para mantener el bosque, encontramos la pradera,· y el desierto si la llo!:!

via es baja o escasea.


Un 15 ~ de la superficie terrestre resulta impropia para el culti-

va por sus bajas temperaturas; el 2~ es muy seco. Los desiertos abarcan 30


millones de kilómetros cuadrados. Por 10 que respecta al hombre, más del ?~~
de la poblaci6n humana habita en~lugares situados en altitudes inferiores a
1.000 metros sobre el nivel del mar.
Los recursos de la b16efera sustentan sistemas eco16gicos ~ mul
- 13 -

t1tud de especies son interdependientes y tienen una organización en la cual

cada elemento juega un importante papel, para mantener la estabilidad en la


apariencia externa, aunque dentro del ecosistema se presentan cambios acti-
vos y cont ínuoa, Hemos tenido la antigua noci6n de que el hombre y la natur~

laza están en perfecta armenia; sin embargo, cuando la multiplicaci6ndel ho~


bre alcanza cifras inadocuadas a los recursesy capactdade5 da la naturaleza,
la acci6n destructiva de otras formas de vida organizada se presenta por mu-
chas partes y su repercusi6n en la yida humana resulta evidente. Los desequi
librios en el funcionamiento da un ecosistema predisponen su deterioro; un ~

cosistema presenta equilibro por la inmensa actividad intr1nseca del mismo:


muchos organismos nacen y otros mueren, manteniéndose dentro de cierto mar-
gen una poblaci6n constante. Lo que se considera entonces como balance de la
naturaleza no es otra cosa que la existencia de procesos opuestos apr.opiado~

protegidos por medio de mecanismos reguladores.

El equilibrio eco16gico

Los organismos precisan de materia prima, básicamente mtBgrada por


elementos y energía. Las plantas usan la energía solar para sintetizar com-
puestos que almacenan esta energía, y la transfieren indefinidamente a otras
especies a través de la cadena alimentaria. En el proceso de la vida existe

una interdependencia obligada entre cada organismo que elabora productos o

sirve para sost~n o alimento de otras especies, completando así los ciclos

de las materias primas originales. A medida que en el ciclo participa un ma-

yor número de organismos, aumenta la estabilidad del sistema elaborado, por


raz6n de las mayores posibilidades de ajuste que S8 le presentan.
En cualquier sistema eco16gico, la energía original se sustenta sn
16a plantas terrestres o acuáticas, de donde la adquieren a su vez los orga-
nismos que se alimentan de plantas (herbívoros), para transferirla a los or-
ganismos que más tarde habrán de comerse a los herbívoros, como algunos car-

nívoros; en esta cadena estos son consumidos por otros organismos p luego re-
presentados por las bacterias que se alimentan de los productos en descompo-

si016n de animales o plantas muertas; finalmente ~stos últimos proporciona-


rán los elementos nutritivos de las plantas, cerrándose así el ciclo o cade-
na alimentaria.
Es posible que el equilibro de un sistema eco16gico pueda verse,
-u-

a veces sujeto a presiones qua lo desajustan temporalmente en alguna direc-

ci6n. Para subsistir tendrá que reajustarse. Un ecosistema estable es aquel


que es resistente a su degradaci6n, en virtud de la eficacia da sus mecanis-
mos r~guladores.

la evo1uci6n del hombre y el medio ambiente

El pasado del hombre nos lleva hasta un mil16n de años atrás; du-
rante ese largo trecho, convivió junto a otros en comunidades, algunas for-
madas solamente por el núcleo familiar. Sin embargo erén sólidas, dado que
soportaron tanto las crisis sociales, como los fenómenos naturales, las pes-
tas y las enfermedades que seguramente asolaron la tierra por entonces.La b~

se de esta comunidad era lo que constituye hasta hoy la premisa de toda sa-
ciedad: el trabajo creador.

Al comienzo de la vida del hombre, este obtuvo su alimento de la


recolección de frutos silvestres, ra!ces, la caza y la pesca. Todo este mun-

do natural rodeaba a un hombre desprovisto de elementos para actuar eficien-


temente, pero· necesitado de hacerlo como ~nica forma de sobrevivir. ¿Como se
relacion6 el hombre con el medio que lo rodeaba? La vinculación parti6 de
un hecho fundamental: la observación, solamente por medio de ella pudo cono-
cer las costumbres (hábitos) de los animales, facilitar as! la caza y tam-
bián le brindó la experiencia necesaria para distinguir los frutos y las
plantas venenosas, de aquellos aptos para el consumo.
Posiblemente el primer elemento que lo liber6 de esa dependencia
tan grande con el medio que lo rodeaba, fu~ el fuego. Por su intermedio pudo.
penetrar en las cavernas oscuras que le daban abrigo, recorre~ zonas descon~

c1das, .ahuyentar animales peligrosos y cocer algunos alimentos.


Ya no tuvo necesidad de limitar sus movimientos a los ritmos esta-
cionales y diarios. De este modo afirmó su humanidad y comenzó su separación
y liberación paulatina del ambiente que lo rodeaba.
El hombre de este periodo recolectaba, cazaba y pescaba. Como rec~

lector el hombre ocasion6 una alteración muy leve del medio ambiente que lo
rodeaba y escasamente compet1a con los animales herbivoros.
Como pescador fueron pocos ·también los cambios que produjo, por el
contrario, fué su actividad como cazador sn la que, a través de diferentes
métodos: trampas, armas y especialmente con el fuego, el hombre dej6 sentir
- 15 -

su presencia en el entorno.
Transcurr.ido el tiempo, el hombre ya hab1a obtenido como resultado
de la observación, una experiencia muy grande con los cereales silvestres y

con las formas de vida, asentamientos y costumbres de animales salvajes.

Por entonces se produce en Europa un cambio climático que implicó

una nueva transformaci6n en el desarrollo de la humanidad y en la relación

del hombre co~ la naturaleza.

Los hielos que por entonces cubr1an el territorio 8uropeo,se fusi2,

naron provocando un desvI0 de las lluvias del Atlántico que ca1an sobre el

norte de Africa y Arabia hacia Europa.


Esto provocó la paulatina desecación del suelo, con la consecuente

modificaci6n total del medio ambiente. Las zonas can agua quedaron limitadas
a oasis diseminados en el desierto: allí se daban vegetales y los animales y
el hombre concurrían en busca de agua. Esa convivencia entre el hombre y los
animales favoreci6 la domesticación, y ~sta implica un cambio fundamental.
En la historia el hombre ya no se contentaba can recolectar o ca-
zar sino que, con la domesticación,. obtiene un control sobra su abastecimie~

to de alimentos. Esto.significa un mayor control sobre el medio. La anterior


e~onom!a implicaba sólo una relaci6n de consumo. Pero el cultivo provoca una
ruptura de los lImites anteriores, dado que para obtener más alimentos es s~

ficienta sembrar semillas. Pero además, con más alimentos, pueda alimentar a

más poblaciÓn, lo que a su vez brindará más brazos para favorecer el susten-
to.

Si bien la acción depedradora del hombre en relación con el medio

que lo rodea se ejerció desde los primeros tiempos, el hecho de haber una e~

casa población humana en relaci6n con los recursos naturales existentes, no


hacia peligrar estos últimos.
Un ejemploJel cultivo del suelo con la azada y la roza.
La primera significaba la limpieza del monte e cultivar, su escar-
ba con la azada o una estaca y luego la recolección de la cosecha. Este pro-
cedimiento repetido muchas veces, provocaba el agotamiento del suelo. Enton-
ces el grupo humano sa trasladaba a otra área para repetir el proceso.

Ocurre lo mismo con la roza: en zonas tropicales y subtropicales


se quemaba la maleza pera sembrar. Las lluvias generalmente caudalosas en e~

tas áreas, al caer sobra la tierra sin protección vegetal "lavan" los suelos
y ástos pierden toda su riqueza, convirti~ndose en suelos rojos Ó lateriti-

cos, no aptos para la producci6n. Esto también promueve un éxodo de la pobl~


- 16-

ción en busca de tierras aptas. La primera revoluci6n de la historia del ho~

bre la constituy6 el uso de las herramientas.

La segunda revolución fué, en esencia, el paso del hombre cosecha-

dor de comida al hombre productor de la misma, como manipulador conciente de

alimentos. El pastoreo nómade le suministr6 la leche, la carne o la lana o

las pieles para vestirse. Pero por otro lado, estos animales perjudicaban el
terreno agotando los pastizales y erosionando el suelo.
La agricultura (domesticación de las plantas), fu~ una innovación
abierta al futuro, con conocimientos que desembocaron en una verdadera expl2

si6n de producci6n de alimentos (trigo, c~bada y otras plantas alimenticias).


La civilizaci6n progres6 ·rápidamente tras el cultivo de los cerea-

les, y con el transporte y"almacenamiento de granos. Se fabrican los prime-


ros productos no agrícolas, comienza la industria y se incrementa la' densi-

dad humana con el nacimiento de ciudades.


Cuando la primera civilización urbana se extendió a las zonas alu-
vionales de los valles, la irrigación se hizo imprescindible. Llegó a mante-
nerse as! durante s1glos pero al cabo de állos, el agua deja una capa de sal
que, finalmente, llega a intoxicar las plantas y acelera otras graves conse-
cuencias (factor principal que provocó laru1na del gran Imperio Babilónico
y de otras antiguas civilizaciones de Oriente Medio y de la Cuenca del Medi-

terráneo).
En una palabra, los agricultores, movidos por sus neces1dades,pla~

taban y sembraban sin preocupaci6n por el mañana.


Pronto el hombre buscarla los bosques, en busca de combustible pa-
ra el fuego, por medio del cual fundiría el cobra. Los bosques del Líbano,
las selvas de árboles de hoja efímera, han desaparecido. Grandes inundacio-
nes y lluvias enarenan sus ríos. La degradaci~n del suelo se acelera, habié~

dese iniciado con el pastoreo nómade, agudizándose con la desvastaci6n de

los bosques y el incendio de los residuos, lo que arrasó con la única pos~bi

lidad de restauración de los mismos.


As!' como la revolución agrícola o urbana elev6 al hombre al rango
de especie predominante sobre la Tierra, la tercera revoluci6n, industrial,

científica o tecnológica, 10 llevó al descubrimiento de nuevas fuentes de e-

nergías el carbón (que alimenta la máquina de vapor, las locomotoras, los b~


ques de vapor) y la fuerza termo-eléctrica generada por él.

Otras fuentes de energía son el petróleo, el gas natural y, de 6-

111, al descubrimiento de los motores de combustión interna, el autom6vil,el


- 17 -

avión, la fuerza de les turbinas diesel y la energia mareomotriz.A partir de

la Segunda Guerra Mundial, la fisión nuclear.


Ahora bien, el carbón, el petróleo y el gas natural son recursos
no renovables.
Se prevé que las reservas de petróleo se agotarán en un ~odo que
varla entre los 20 y 80 años y las de carb6n entre uno y tres siglos. Se sa-
be ahora que vivimos en un planeta con recursos finitos y que la ley de la
naturaleza estriba en un perfecto equilibrio, aunque la teoría económica del
hombre distorsiona la realidad eco16gica. En el sistema eco16gico no hay ni~

guna especie en beneficio de la cual se tenga que ponderar o calibrar el va-


lor de dicho sistema. El hombre utiliZa la moneda como medio de intercambio
y de madid6 de valor porque necesita referir el sistema total de objetos a

su bienestar personal.

Es decir que los valores econ6micos del sistema humano dejan peli-
grosamente al deterioro del medio ambiente y al agotamiento de los recursos
naturales.
As! por ejemplo una planta industrial contamina el aire, sin embar
go, no incluye este importante hecho en su costo de producci6n. Ocurre que

las empresas internalizan sus utilidades y externa1izan sus costos, que tie-

ne que soportar el resto de la poblaci6n.

Esta es la lucha más ardua de la llamada época de la Revoluci6n I~

dustrial: persuadir a los industriales de la necesidad de evitar las altera-


ciones que algunos sistemas de producci6n provocan en el medio.
"Los costos externalizados de yna fábrica de papel, situada en la
"parte superior de un rio, pueden envenenara los peces y a la industria pe~

"quera en la parte inferior. El resultado puede ser el papel más barato y el


"pescado más caro, o bien, demasiado papel y ciudadanos contaminados."
"6i el papel fuera fabricado a su verdadero costo, la industria

"pesquera podria sobrevivir y los peces también."

. Al emanciparse de las fuerzas naturales, una fuerza poderosisima

se desencadenó en la especie humana que no tiene parangón en la naturaleza:

el egocentrismo.
Cada persona o grupo, o Nación actúa con egoísmo, tratando de ga-
nar más, de alcanzar una posición relativamente mejor y el resultado es la
injustica en la obtención de los medios y la distribución de las riquezas.

En la naturaleza, sin embarga, no existe tal situaci6n. Cuando se


- 18 -

trata de cuestiones ambientales o interespecfficas, las leyes humanas adole-

cen de arrogancia y falta de madurez porque solamente se refieren a las in-

teracciones entre los seres humanos.

Actualmente algunos estadistas y juristas de vanguardia se enfren-

tan a la enorme problemática de proteger de los hombres al ambiente humano.


Entre estos últimos merece un lugar destacado el General Perón (ver "Mensaje
a los Pueblos del Mundo") quien señalara: "el problema,' y es tal, porque ca!!!
"promete el futuro de la humanidad toda y exige como tal el abandono del e-

"go1smo, la codicia, y la imprevisi6n, para reemplazarlos por una actual de


"solidaridad y cooperación".
Cuencas hidrográficas atacadas, especies de animales masacrados o
condenados a su cautiverio, alteraciones de paisajes; parecería que el hom-
bre desea eliminar a sus competidores y adueñarse de todos los recursos. Pe-
ro as! no puede sino degradar y arruinar, el medio ambiente, tanto para s1 c2
mo para la mayoría de las demás especies.
Urge estudiar pues la conducta del hombre desde otra perspectiva.
Se hace evidente la importancia de ver al hombre ya no como centro o rey del

sistema: es posible estudiar al hombre dentro de un más amplio contexto nat~

ral; "lo que es bueno para la bi6sfera lo es para el hombre..... "lo que daña

la bi6sfera daRa al ser humano".

El hombre de la era tecno16gica debe abandonar su papel de rey, r~

conocer su lugar dentro del sistema total y aceptar que ~l también responde

a 'leyes eco16gicas y que debe respetarlas si quiere realmente desarrollar a5

potencias y vivir en armonía consigo mismo, con sus semejantes y en equili-


brio con todos los seres de la Naturaleza.
El hombre no puede negar su individualidad, ,pero tampoco puede ne-
gar su pertenencia a una realidad mayor, integrada en un medio natural con
características propias y en una poblaci6n intimamente relacionada con él en
cuanto a cantidad y calidad de vida; y en un momento de un proceso hist6ri-
ca, en el caso de Argentina, distinto del de otras regiones del mundo.

'El hombre como agente modificador del medio ambiente

El hombre a través de las diferentes etapas de la historia, tal c~

mo se ha explicado anteriormente, y en su estrecha interrelaci6n con la nat~

raleza, se ha servido de ella para sustentarse material y espiritualmente.El


-~-

avance tecno16gico y científico ha incidido de un modo peculiar en esa inter


relaci6n.
Hoy el hombre se sirve de ella transformándola y creando nuevos e-
lementos de innumerables maneras y en escalas sin precedentes; pero en su ~

fán de perfeccionar la vida y aumentar el bienestar, se ve hoy sorprendente-


mente amenazado por sus propias obras.
Cierto es que dentro del ámbito del medio humano, tanto los eleme~

tos naturales como algunos artificiales, creados por el hombre, son esencia-
les para el bienestar, pero se hace necesario discernir cuales de los usos
que S8 hace de ellos se vuelven contra la fluencia creadora y reparadora de
la misma naturaleza, y cuales la mejoran, aceleran, transforman, preservan o
controlan.
En suma: siempre que el hombre interviene en la naturaleza de su
ambiente, pueden darse dos posibilidades: una positiva y favorable para la
naturaleza y beneficiosa para el hombre; así por ejemplo, cuando mediante

técnicas adecuadas eleva la calidad del medio o previene los efectos de los

desastres naturales (incendios, lluvias, huracanes, terremotos) o transforma


desiertos en áreas fértiles, o disminuye la peligrosidad de poblaciones de
insectos, o controlando la expulsión de los desechos líquidos, sólidos, etc.
La otra posibilidad, desfavorable y negativa para la naturaleza y

para el hombre mismo, es aquella que resulta, por ejemplo, del talado de los
bosques en forma indiscriminada, el exterminio de especies ótiles, la desco~

trolada emisión de gases t6xicos o desechos de residuos industriales, a los

cueles nos referiremos extensamente en los pr6ximos capítulos de este traba-


jo.
La alternativa es clara: o los hombres se unan para controlar el ~

so de los recursos naturales y de productos de desarrollo tecno16gico en vi~

ta al mantenimiento del equilibrio y conservaci6n del entorno o terminarán ~

menazando peligrosamente sus propias vidas y bienestar ps1quico y espiritual.


8i bien en los paises de menor desarrollo no se observan aún los
estragos señalados, s6lo una politica inspirada en principios humanistas y

comunitarios logrará soslayar trastornos de una sociedad movida s6lo por pa~

tas de consumo y lucro.

No s610 es deber de justicia el asegurar la distribución equitati-


va de los bienes de la tierra y de los frutos del esfuerzo humano, sino que

lo es asimismo la protecci6n del potencial humano y de las fuentes de recur-


- 20-

sos, todo lo cual es compatible perfectamente con el proyecto de desarrollo,

tal como S8 explicará en el capitulo dedicado a tal fin. Protecci6n y desa-


rrollo 58 resuelven en una realidad concreta, si el hombre se decide por el
desarrollo del medio ambiente total.

Redefinici6n del medio ambiente

Generalmente, se tiende a hablar de medio ambiente,o entorno (pal~

bra ~sta cuya etimología es la misma que la de la voz inglesa ttenvironment",


usada en la literatura de las Naciones Unidas), como el conjunto de los par!
metros f1sicos, qu1m1cos, micro y macrobio16gicos que en un momento, actúan
sobre los seres vivos y especie humana•
. Sin embargo, el hombre, como hemos visto anteriormente, es un age~

te "activo" en los cambios del medio. Su acci6n, ha llevado a modificaciones


profundas, algunas irreversibles; zonas convertidas en desiertos, ríos muer-
tos, basurales, especi~s desaparecidas o en vías de extinci6n, y el aire en-
rarecido de las ciudades, se deben a su obra.
Entonces debemos reconocer qua nuestra mana es activa, y no siem-
pre buena, en ese medio ambiente. Si como especies desde nuestra aparici6n
estamos conformando un ambiente, que no s6lo es nuestro, es justo reformular
esta definici6n, porque quien sin6 nosotros desarrollamos tecnologias conta-

minadoras, hacinamos en ciudades, perseguimos despiadadamente animales, date

rioramos el suelo y la vida vegetal, arrojamos bombas at6micas.


Por 10 tanto es preciso redefinir nuestra anterior acepci6n, incl~

yendo al hombre como agente activo: el medio ambiente o entorno, significa

el conjunto de la situaci6n an la cual tiene que vivir una criatura: no aba~

ca unicamente el clima (calor, humedad, vientos, etc.) y las caracter1sticas


fisiográficas, como las montañas, maras, ríos y pantanos, sino tambi~n fact2
res tales como la provisi6n de alimentos, plantas y animales y los factores
aportados por el hombre.
Aún as! podríamos volver a redefinir, señalando como eje de la mi~

ma al hombre; diríamos que medio ambiente es el conjunto de seres y cosas

que componen el espacio, tanto pr6ximo como lejano, del hombre, cuya exis-

tencia él puede determinar o cambiar, a su vez determinar la propia existen-


cia y modo de vida del hombre.
Esta definici6n permite afirmar que la noci6n de entorno abarca no

solamente la protecci6n de la naturaleza, sino que interesa a la cultura y


- 21 -

a la sociedad de manera general.

Eco1og1a - La Ciencia del Medio

Se ha visto que el natural afán.de progreso de la humanidad, part!


cularmente con la incidencia de la moderna tecnologfa, ha provocado ciertos

desequilibrios en el medio ambiente, que pueden constituir una fuente da am~

nazas para su normal supervivencia.

Es a partir de entonces cuando se constituye una nueva disciplina


científica: La Ecología, que apunta, en sentido amplio, al descubrimiento de
las leyes de orden ambiental.
En la interpretación de los resultados de la investigaci6n han di-
ferido los ec6logos entre sí. Sin ew~argo se tiene presente cada vez más la
posibilidad de que sea una de las ciencias qua contribuirán a decidir - con
la limitación de decisiÓn que la cabe a las ciencias - si la humanidad puede
sobrevivir y en que condiciones, pues se da el caso qua, por primera vez en
su breve historia, el hombre se enfrenta con limitaciones definitivas y no

simplemente locales.
Esto incide en el abandono del concepto de una Ecología que estu-
dia s610 las interrelaciones de las comunidades biológicas entre sí y con su
ambiente. con el objeto de conocer las leyes que las regulan y poder actuar.
aprovechándolos para un mejor nivel de vida humana. Esta definición, aunque
propone al hombre como beneficiario de los estudios bio16gicos, lo excluye

del campo estudiado por esta ciencia, siendo que aquel, no s6lo está integr~

do en el medio como ser biológico, sino además como agente que actaa modifi-.

cándalo, ya sea para bien o en perjuicio del medio total.

Los soci610gos, antropólogos, geográfos y ec610gos del reino ani-

mal, fueron los primeros que cultivaron el interés por un enfoque eco16gico
en el estudio de la sociedad humana. Desde mediados de siglo y actuando en
forma acelerada, casi todas las disciplinas y profesiones, tanto las cientí-
ficas como human1sticas, muestran interés de vincular el área de la Ecología
humana en las suyas, visualizándose cada vez más un terreno común, dado que

en la Ecología convergen los conocimientos alcanzados hasta hoy por"el hom-


bre. desde las astronomía hasta la demograffa, el urbanismo y la pedagogla,
no siendo aventurado decir que la gran eficacia de los estudios eoo16gio08

residen en el hecho de que es una ciencia síntesis, capaz de integrar las


- 22 -

disciplinas cientfficas y human~sticas.

La Ecologia humana debe desarrollarse y estructurarse para conse-

gui~ el ~bjetivo, común a varias disciplinas, de una mayor calidad del espa-
cio vital, tanto en las grandes zonas urbanas, para conservar 10 que es bue-
no sn ellas, rehabilitar lo que ha sido deteriorado y proveer de criterios
para el aprovechamiento del espacio, como también para aportar sus conoci-
mientos en funci6n del correcto aprovechamiento de los recursos, su conserv~

ci6n, y la correspondiente elaboraci6n de indicadores, tanto sociales como

de contaminación .

. Desde la Ecolog1a misma, finalmente, es donde se enfatiza la nece-

sidad de incorporar a la educación el, principio de la unidad total del hom-

bre y el medio en una nueva y más rica visión del futuro.

En los próximos cap1tulos, nos referiremos a los problemas que a-

qui hemos mencionado, para en la segunda y más extensa parte de este trabajo

referirnos a la situaci6n de nuestro país en esta materia.


- 23 -

LOS RECURSOS

La cultura occidental moderna ofrece dos experiencias que han des-


pertado un interés vivo y general por la conservación. Ambas pueden conside-

rarse como problemas de ecología humana, puesto que surgen de la reacción m~

tua en el tiempo, entre la forma de cultura y el ambiente fisico.

La primera experiencia nos enseña que el hombre, como uno de los ~

gentes geomorfo16gicos más efectivos, puede destr~ir importantes recursos p~

tencialmente renovables, que le sirven de medio de vida y goce. Tenemos' por'

ejemplo la destrucci6n de la tierra por prácticas agrícolas no adaptadas 'al

clima, a la pendiente y al suelo; la extinción de especies animales y veget~

les por la caza~ la pesca y los trastornos del habitat; el entorpecimiento

de la regeneración forestal a causa de ciertas prácticas de corte y de que-

mas peri6dicas; la destrucción de asociaciones valiosas de plantas por el pa~

toreo excesivo o a destiempo; la expoliación de lugares pintorescos y de o-

~ros valores estéticos, bien porque lo atraviesan carreteras, porque se ocu-

pen sus márgenes o porque se instalen establecimientos; la int8rrupci6n del

aprov~chamiento de aguas superficiales y subterrén~as por denudación de las


vertientes, contaminaci6n, bombeo excesivo y daños a import~ntGs áreas de ~~

filtración.
La segunda experiencia destaca el hecho de qua los recursos irren2
v3bles de los cuales depende el hombre moderno, espacialmente los combusti-
blas y los metales se agotan a un ritmo que aumenta rápidamente en cifras a~

solutas y a vscss en forma relativa~ as decir~ en'relación con el incremento


de los yacimientos probados a través de una exploraci6n más completa y . me-

diante nuevos descubrimientos. Algunas de estos recursos pronto estarán ego-


tados, por lo menos on ciertos países. o ss obtendrán en el futuro s610 a
costos mucho mayores, o con riesgos estratégicos muy graves. Se teme que tal
agotamiento amenace la existencia misma de las naciones industriales, por 10
menos la existencia de los nivelas actuales.

Ninguna de estas experiencias es nueva. La Historia nos muestra e-


jemplos en los que el suelo, la fauna y la flora, especialmente en los cli-

más áridos y semiáridos, fueron destr~fdos par el hombre, que, por lo tant~

puso en peligro su propia existencia. En la misma forma~ el agotamiento de


los recursos irrenovables, tales como los dep6sitos de cobre, hierro, oro y
plata ha conducido a veces, a cambios de gran alcance en el desarrollo eco n2
- 24 -

mico y politico de paises o de ciertas regiones dentro de un pais.

Ordenamiento' racional de los recursos

El medio indi~pensable para mantener y mejorar la condici6n humana


es la utilización de los recursos naturales por el hombre. Pero hasta hace
poco, en la utilización de los recursos naturales, el hombre no pudo prever
las repercusiones de sus actos sobre su bienestar, o incluso sobre los recu!
sos mismos, y menos aún evaluarlas y tenerlas.,en cuenta. A lo largo de la
historia 58 han agotado los suelos, se han talado bosques y se han utilizado

como cloacas oceános y lagos en muchas regiones del mundo. Sin embargo ulti-

mamentela preocupaci6n por la ordenaci6n de los recursos naturales en . sus

relaciones con el medio humano ha alcanzado niveles nacionales e internacio-

nales.
La magnitud de las exigencias actuales sobre los recursos mundia-
les y por consiguiente sobre el medio en general, es lo que es nuevo, como
también es nueva la conciencia de las relaciones ~e causalidad. Estas exige~

cias se deben a unas tases de crecimiento demográfico sin precedentes y al


rápido crecimiento de los ingresos y de la demanda "per cápita", qaa aument~

tados por los adelantos ciéntfficos y tecnológicos imponen sobre los siste-
mas naturales exigencias que pueden ser superiores a su capacidad de reacci6n.
En consecuencia podemos decir que, de resultas de ello:
a) Las repercusiones sobre el medio humano son tales que podrfa legítimamen-
te plantearse por primera vez la cuesti6n de si el sistema de mantenimie~

to de la vida del planeta no podría sufrir daños irremediables.


b) En algunas partes del mundo, especialmente en los paises desarrollados,
donde los consumidores están mejor informados por tener medios de comuni-
caci6n mejores y estar mejor provistos por su riqueza. aumenta la inquie-
tud ante la idea de que, en el caso de ciertos recursos, la demanda puede
llegar a ser superior, en forma abrumadora. a la oferta.
Mientras el volumen y la naturaleza de las actividades productivas
de la humanidad fueron moderados, el medio humano era. en comparaci6n, sufi-
cientemente vasto para asimilar los desechos de la producci6n y el consumo.
Los sistemas econ6micos, en su mayor parte. trataban de canalizar
los recursos hacia usos productivos, sin tener en cuenta la corriente de ob-
jetos usados y de materiales de desecho. Más bien, los incentivos econ6micos
estaban estructurados en muchos paises de manera que se maximisaba la descaE
- 25 -

ga de esos desechos en el aire, en las aguas y en otros recursos comunales.


Ahora que el libre acceso ha llevado a abusar de la capacidad de asimilación

de esos recursos, se requieren" nuevas medidas para modificar la estructura ~

sual de los incentivos, a fin de hacer de ella un instrumento para reducir

al mínimo la contaminaci6n. La escala de la repercusi6n sobre el medio tam-


bi~n tiene una dimensi6n espacial. Rara vez las fronteras nacionales consti-
tuyen barreras para el movimiento de los contaminantes. Quienes viven corrie~

te abajo da las aguas (tal el caso de nuestro país) Q los vientos que les ll~
gan de una fuente de contaminaci6n del agua o de la atmósfera resultan direE
tamante afectados, a menudo a una distancia considerable. Además los recur-
sos de zonas que están fuera de las jurisd~cciones nacionales, como los acé~

nos, se están deteriorando "cada vez más. Este aspecto de la cuesti6n se exa-
mina más a fondo en el capitulo referido a los contaminantes, de vasta impo~

tancia internacional y la lucha que se debe emprender contra los mismos.


En muchos paises, particularmente los más ricos, el aumento del i~

greso, unido a las presiones da la vida urbana, han hecho que el hombre esp~

re un esparcimiento de mejor calidad. Al volverse la atenc16n cada vez más a


este aspecto de la vida, se ha visto que la oferta de medios de esparcimien-
to es insuficiente para satisfacer esa demanda en rápido aumento. La utiliz~

ción acelerada amenaza con deteriorar los lugares más selectos. Por lo tanto

se está dando a la preservaci6n de los espacios abiertos la misma importan-


cia que antes se daba a utilizaciones más tradicionales (por ejemplo 18 ex-
plotaci6n minera, carreteras, aeropuertos e instalaciones industriales).

Esta naciendo una concepción distinta de los valores esenciales,


aunque sea. en diferentes contextos, en diferentes paises y con distinta in-
tensidad.
Hay indicios de cambio en todas las partes del mundo, aunque tal
vez sean más evidentes en las países industriales, donde ha adquirido consi-
derables proporciones la crítica de la forma tradicional de tratar de lograr
el crecimiento. Esto coincide con la corriente general de pensamiento que
tiende a dar más importancia a los valores intangibles y particularmente a
los ambientales.
En las pa!ses subdesarrollados, la reconsideraci6n de los objeti-
vos que tradicionalmente se trataban de alcanzar, ha hecho que se preste más
atención a la consecuci6n de un nivel m1nimo aceptable. Aún cuando siguen
siendo de capital importancia las tasas de crecimiento y desarrollo, ahora

se expresa preocupaci6n por la ~composición del producto.


- 26 -

Lo dicho anteriormente, en poca~ palabras, ~hen sido alguna~ de las


prin~ipales cuestiones que han suscitado la preocupación mundial por la si-
tuaci6n del medio humano, la cual indujo a reconsiderar las concepciones tr~

d1cionales de la ordenaci6n de los recursos 8

Sin embargo, es necesario situar esta preocupaci6n dentro del mar-


co más amplio de la bi6sfera.
a) La biosfera es una delgada capa superficial que rodea la Tierra y que co~
prende organismos vivos y el medio terrestre en que estos intercambian 8-

nergia y materia. Puede considerársela como un sistema capaz de intercep-


tar a la energia radiante procedente del sol, de convertirla en energia
qu1mica por fotos1ntesis y de distribuirla de manera que asegure el mant~

nimi8nt~ de la estructura funcional de la biósfera. Asi pues la supervi-


vencia de los organismos vivos, inclufdo el hombre,. sobre la tierra, no
6610 depende del proceso fotosintético en s1 mismo, sino tambi~n de los
procesos de intercambio de energia que mantienen la estructura funcional
de la bi6sfera;
b) 'La biósfera tiene muchas partes que actóan las unas sobre las otras.Es un
mosaico de distintos ecosistemas o entidades, cada uno de los cuales con~

tituye un todo y comprende una comunidad viviente y su medio físico inan!


mado;
c) Puede haber ecosistemas en muchos niveles y de muchas magnitudes; un pe-
queño estanque, una vasta cuenca fluvial que atraviesa fronteras naciona-
Las , la bi6sfera misma. Qada uno de ellos tiene su propio equilibrio y sus
propias interdependencias, dentro de los:,cuales circulan energ1a y mate-

ria;
d) Una serie común de procesos permite comprender y ordenar científicamente
el ecosistema. La fotos1ntesis y la rapacidad, la descomposición y la ev~

poraci6n, la adaptación y las precipitaciones tienen lugar en diferentes


proporciones y en diferentes cantidades. Puede observarse que los princi-
pios de la capacidad de carga útil, del umbral de la supervivencia, de la
sucesi6n bio16gica y de la capacidad de recuperaci6n, aseguran el rendi-
miento sostenido de un recurso determinada;
e) Tal como hemos visto en el capitulo anterior, generalmente, todos los ec~

sistemas incluyen productores primarios, como las plantas verdes, censum!


dores como los herb1vores, rapaces de diferentes órdenes y agentes de d8~

composición. Las plantas verdes cooperan en la fotos1ntesis, los herbívo-

ros y los rapaces contribuyen a la distribuci6n de energía y materiaylos


- 27 -

agentes de descomposición descomponen la materia orgánica muerta de mane-


ra que las plantas puedan aprovechar de nUBVO los elementos minerales que
contiene. Así es PQsible establecer un modelo, a partir del cual puede B~

tudiarse la utilizaci6n óptima de un ecosistema y predecir las fuentes de


su posible deterioro y el desarrollo de 'ste en al tiempo.
El hecho de que perturbaciones que se producen en partes remotas,y
el parecer sin importancia,de la bi6sfera, puedan desencadenar una serie de
reacciones de causa a efecto que finalmente originan profundos cambios en tE
do el sistema, ha dado lugar al concepto funcional de "ordenaci6n de los re-
cursos". Esto 6ignifi~a que al alterar un elemento del sistema para obtener
una ventaja en bienes o servicios, convendr1a que se comprendieran las rape!
cusiones de esa alteración sobre los restantes componentes del sistema. Ade-
más se deberfa calcular cuidadosamente 10 que habr1a que hacer para que el
sistema, la unidad o el país en su conjunto,: fuesen 10 más productivo posi-

ble, sin alterar el medio.


Aunque la idea de la' ordenaci6n integrada de los recursos es acep-
tada, no siempre se adapta fácilmente a las realidades econ6micas y sociales
Muchas personas o sociedades que tienen actividades en marcha no comprenden
ni aceptan fácilmente la n~ci6n de integraci6n. Esto no quiere decir que la
ecolog1a haya sido tr~diciona1mente ignorada. Por el contrario, muchas de e-
sas personas se ajustan, aunque imperfectamente, a principios eco16gicos.
Cierto es que la humanidad debe de haber hecho bien algunas cosas,
pero se ha tratado de simples tanteas.
Sin embargo los agricultores del mundo entero han aprendida a con-
vivir con la naturaleza, sin haber oído hablar jamás de los ecosistemas.Cua~

do no supieron aprender perdieron la tierra y en muchos casos también las b~

ses de su subsistencias, pero en casi todas las partes del mundo han sido
quienes originalmente practicaron la "ordenaci6n integrada de los recursos".
Sin embargo, las presiones de la demanda están empujando' inexora-
blemente a los productores a aumentar la base productiva como el rendimiento
que obtienen de los recursos. En este proceso se ha ido haciendo cada vez más

evidente que no se puede forzar a la naturaleza más al~á de cierto punto sin

que empiecen a reducirse' las utilidades.

Cuando ya está en funcionamiento un sistema complejo de activida-


des humanas, se tropieza con grandes dificultades para introducir la ordena-
ci6n integrada. Tal vez se la pueda instituir de poco a poco. Sin embargo no,

deben subestimarse las oportunidades existentes para introducir ese princi-


- 28-

pio, ya que incluso en los paises o zonas desarrolladas, suelen ser 'conside-

rables las posibilidades de introducción da 'nuevas concepciones. Claro está


que el campo más adecuado de aplicaci6n se halla en las zonas de desarrollo,
por la cantidad de recursos con que cuentan.
La ordenaci6n de los recursos exige que se amplie el proceso de
planificaci6n al11 donde la economía está debidamente organizada. También e-
xige una gran coordinaci6n en la gestión de las actividades sectoriales.
En algunos caeos, el desarrollo perseguirá objetivos nacionales e~

, presos (económicos, sociales y ambientales); en otros la experiencia que po-

drá proporcionar el propio proceso de desarrollo dará con el tiempo princi-


pios orientadores.
La planificaci6n de la utilizaci6n de la tierra, conforme a las p~

sibi11dades y limitaciones intrínsecas de ésta, es un importante'instrumento


de la ordenaci6n integrada de los recursos. Utilizándolo se podrán reducir e
incluso evitar los efectos desfavorables sobre el medio. Cuando esto ocurra,
deberian hacerse inventarios para analizar en detalle su potencial. Estos e~

tudios, pueden constituir una de las bases para la utilizaci6n de las tie-
rras y la planificaci6n de los recursos para la agricultura. la silvicultur~

la conservaci6n de la fauna y de la flora, y pueden comprender un sistema de


clasificaci6n que delinee el potencial y las limitaciones de cada sector an~

lizado.
Una vez comprendido el significado del concepto de ecosistema y la
importancia de modificar ese sistema de manera que le permita facilitar las
actividades productivas en lugar de viciarlas, se advierte con claridad que

los sistemas de producci6n existentes no están concebidos en funci6n de la~·

cologia, sino en funci6n de la economia. El productor tiene incentivos para

combinar su mano de obra y cier.tos insumas a fin de obtener una producci6n

cuya valor sea superior a la suma de sus costos. El hecho de que en el desa-

rrollo de sus actividades choque con la ecolog1a se considera accidental. Al


productor le interesa economizar o tratar en sus decisiones de elegir las p~

sibilidades que han de ser "utilidades netas", sea cual fuere el nombre que
se les dé en un sistema econ6mico dado. Cuando al objeto 65 una empresa, un

proyecto de desarrollo o alguna otra actividad en gran escala, las diversas


posibilidades se evalúan en primer término, desde el punto de vista de los
costos y los beneficios. Se toman más en considsraci6n las que prometen ben~

ficios netos.
Las consideraciones eco16gicas han tenido alguno de sus primeros !
29 - v

Ilt~eTFr~ f)r ' 7~, ;~!n.T~r- f)~ r:rr~fC'~S ECONOM~~


~m::,~":0~:.' '\ i
PA ,~__ .f)J~¡OS
xitos en la esfera de los cálculos de los costos y beneficios. Inicialmente

incluIdas en conjunto entre las "intangibles", se ha llegado poco a poco a

reconocerlas expllcitamente, aún cuando sea muy dificil cuantificarlas.

Una de las ventajas de la ciencia económica es que, como todo se

reduce a una medida común, es decir a una unidad monetaria, factores que en

su forma original son inconmensurables se hacen mensurables. El denominador

común permite seleccionar en t~rminos generales, las posibilidades de que se

disponen. Impone a qu~enes toman las decisiones una considerable disciplin~

sin la cual las aspiraciones y objetivos contradictorios habrian de ser co~

ciliadas totalmente por medio de lo que podrla denominarse colectivamente

argumentos politicos. 8i se introducen unidades monetarias, se reduce como-


demente la esfera en que hay qua tomar decisiones, sobre la base más exige~

te de los valores finales.


Al estudiar los efectos sobre el medio, los criterios econ6micos

permiten adoptar un punto de vista más racional que el que podrla adoptarse
sin esos criterios respecto de las concesiones que hay que hacer. Las con-
cesiones son una cosa importante. Es un hecho comprobado que, una vez logr~
Ida cierta reducci6n de la contaminación del medio, o cierto nivel de acepta-

bilidad del mismo, los nuevos adelantos se hacen cada vez más costosos. Hay

que revisar las consideraciones económicas, sociales y ambientales, aplica~

do una medida común. A menudo habrá Que enfrentarse con'concesiones diffci-

les. Por ejemplo. se puede administrar cientfficamente un bosque para mant~

ner su rendimiento, desdeñando al mismo tiempo sus valores estéticos y re-


creativos. Asi pues hay que hacer concesiones, incluso en los casos que a
primera vista parecen satisfacer criterios de ordenación integrada y ajusta!
58 a principios eco16gicos.
En'lugar de considerar los ecosistemas como unidades enteras y r~
conocer exp11citamente las consideraciones ambientales como parámetros de
decisión, las politicas públicas y las actividades privadas siguen organi-
zadas c6si exclusivamente sobre bases sectoriales. Sin embargo todas ésas
actividades afectan al medio por 10 que exigen de la tierra, el agua o el
aire:, y por la madificaci6n de los recursos adyacentes en el proceso de
producción. La tarea de otdenaci6n de los recursos consiste en lograr una
combinación de producción y tasa de ,perturbación que permita al medio con-
servar su capacidad de mantener la actividad y proporcione a la sociedad los

bienes y servicios que necesita.


)0 -

Las limitaciones y las posibilidades'-de la biósfera se comprenden


mejor en el plano mundial.
Como demuestra claramente su propia evolución, la estructura fun-
cional de la bi6sfera, es muy adaptable, y muchos organi~mos han demostrado
que son capaces de desempeñar funciones análogas. La Humanidad ha aprovech~

do esa característica para modificar la biósfera en beneficio propio.Sin e~

bargo podemos estar llegando al límite de la capacidad de la bi6sfera para


ad~ptarse a esas modificaciones, y la humanidad, en el futura desarrollo de
los recursos, debe tener en cuenta dichos límites.
No obstante, donde mayor significado tiene el aprovechamiento de
los recursos y las consideraciones ambientales conexas, es al nivel de las
naciones •. Pese a la unidad fisiea de la biósfera terrestre, el mundo es una
unidad de naciones cuyas soberanías individuales hay que respetar. Cada país

trata de definir sus objetivos nacionales, condicionados por sus valores s2


ciales y culturales y por su fase de desarrollo económico y de estudiar las
existencias y la distribuci6n de sus recursos naturales a la luz de dichos
objetivos.
Hay exigencias contradictorias, y en particular conflictos entre
las consideraciones a corto'y 8 lergo plazo, que hacen dificil conciliar 15
objetivos. La utilizaci6n de los recursos debe, en ~ltimo término, ajustar-
se a los objetivos da la sociedad, aunque esos objetivos estén en muchos c~

sos condicionados por la disponibilidad y la distribuci6n da los recursos


mismos.
Las prioridades en materia de recursos variarán con el tiempo, a
medida qua cambien los valores sociales. Lo que ayer era un bosqu~ qua sa-
tisfac1a necesidades urbanas da recreo, puede ser hoy una fusnte de madGra

para la construcción y convertirse mañana en un terreno agrícola. El panor!:l

ma fi,sico de cada nación está en constante evoluci6n. Sin embargo, se tran~

forme o se mantenga intacto, debería precisarse el valor ambiental de las


diferentes partes. Las áabanas o los bosques, los desiertos o las pastiza-
les, los prados o las pampas, desempeñan funciones singulares, que deberían
evaluarse antes de que la humanidad introduzca en ellos cambios, especial-

mente :si S5tns son irreversibles. Por ejemplo t aunque las tierras marginales

suelen desdeñarse como recursos, dG hecho 'contribuyen al mantenimiento del

equilibrio ecológico del territorio. Actúan como amortiguador, por ejemplo

entre desiertos y terrenos agrícolas en las partes más altas de una cuenca

hidrográfica y en las llanuras aluviales, y proporcionan múltiples oportuni


31 -

dades para la unificaci6n de la tierra entre zonas donde predomina una sola

utilizaci6n.
Es posible enfrentarse con la inevitable carga sobre el medio,sea

cual fuere el campo geográfico, con diversas medidas preventivas. El reci-


claje puede reducir las exigencias sobre los recursos y ha~er que disminu-
yan las crecientes presiones sobre el aire y el agua. El empeor-amiento del
medio originado por las nuevas tecnolog1as hace pensar en la oecesidadde r~

considerar la creciente sustituci6n de los productos naturales por los pro-


ductos sintéticos. Al evaluar los costos hay que cuid~r muy bien de incluir

todas los factores.

Finalmente cabe mencionar la posibilidad de reorientar o modifi-


car el desarrollo mismo.
Hay, sobre todo en algunas de las naciones más ricas quienes cre-

en que debería reorientarse la producci6n para proporcionar más~cios s2


ciales. Además, la gran producci6n de algunos de los paises industrializa-
qos ya impone una carga considerable a los recursos no renovables del mun-
do, que plantea el problema de su suficiencia para la producci6n futura.
Sin embargo, pese a las inevitables diferencias entre sectores y
naciones, todos comparten la necesidad comOn de una buena ordenación de los

recursos desde el punto de vista del medio. que permita a la humanidad se-
guir disfrutando de los múltiples beneficios que proporcionan los recursos
y reducir al mismo tiempo al mínimo los costos ambientales.

El problema desde el punto de vista de nuestro pais

Todo lo antedicho representan pautas para fijar dos objetivos:

impulsar estudios para comprender las perspectivas futuras de la humanidad,

en un mundo que poco a poco se va deteriorando y evaluar sobre esa base las

polfticas alternativas que pudieran frenar el deterioro. Sin embargo, desde

el punto de vista de nuestro pais, la situación se debe analizar desde otra

perspectiva.
Como ejemplo podemos reseñar lo siguiente:
En el año 1972, se editaba en Estados Unidos "Los limites del Cr~

cimiento", elaborado por el Instituto Técnico de Massachussets (MIT), a pe-


dido del "Club de Roma". Esa Instituci6n fué creada en 1968 por la Academia

dei Lineel, Roma, y está compuesta por un grupo de cient!ficos de todas pa!

tes del mundo, entre los cuales cabe mencionár a Aurelio Peccei (ex-Prssi-
dente de Fiat Argentina), Ernesto Sábato, Helio Jaguaribe, y Jorge Sábato

(miembros que representan a América Latina). En ese entonces se fijaron como


objetivo impulsar estudios para comprender las perspectivas futuras de la h~

manidad. El libro mencionado ha servido en mucho para el presente trabajo y


en distintas partes del mismo se mencionan citas de aquél.
El tema central de los "Limites del Crecimiento" es el análisis de
la capacidad del planeta para hacer frente, más allá del año 2000, a las ne-
cesidades de una poblaci6n siempre en crecimiento que utiliza desmesuradam8~

te los recursos disponibles y causa daños irreparables al medio ambiente.


Si no se detienen las tendencias 'actuales del crecimiento de la P2
blación y del consumo, el MIT afirma que "se producirá una gran catástrofe
debido a la escasez de alimentos, el agotamiento de las materias primas y la
contaminaci6n ambiental".
Para detener las tendencias y evitar la catástrofe, el MIT propone

"detener voluntariamente las tendencias al crecimiento demográficoy econ6mi-

co con el fin de alcanzar un estado de equilibrio en el cual la población y

la producci6n son esencialmente estables".

Desde el punto de vista de pafses subdesarrollados. esta propuesta

implica mantener su situación desfavorable con respecto al desarrollo alcan-

zado por los países dominantes. Aún en países donde se haya alcanzado un ni-
vel de poblaci6n satisfactorio (no es el caso de Argentina), el solo hecho de
detener el crecimiento econ6mico facilitaria la no superaci6n del desarrollo.
De este modo la politice del .equilibrio favorece el "stato quo" de los pai-
ses altamente desarrollados y los privilegios que de éste se desprenden.

Frente a la escasez de álimentos, el agotamiento de las materias


primas y la. contaminaci6n ambiental, el Gral. Per6n propon1a medidas muy di~

tintas a las del Club de R~ma. Recomendaba a los pueblos del Tercer Mundo:
"1°) Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la va-
"racidad de los monopolios internacionales, que los buscan para alimen-
"tar un tipo absurdo de industrializaci6n y desarrollo. Ya no puede pro-
"ducirse un aumento en gran escala de la producción alimentaria del Ter-
~cer Mundo sin un desarrollo paralelo de las .industrias correspondientes.

"Por eso cada gramo de materia prima que se dejan arrebatar hoy los pB1-

"ses del Tercer Mundo, equivale a kilos de alimentos que dejarán de pro-

ti duci r mañana.

"2°) Oe nada vale que evitemos el éxodo de nuestros recursos naturales si s~


- 33 -

"guimos aferrados a m~todos de desarrollo preconizados por esos mismos


"monopolios que significan la negaci6n de un uso racional de ,los mis-
"mas.
"3 0 ) En defensa de sus intereses, los paises deben propender a las integra-
"ciones regionales y a la acci6n solidaria.

"4 0 ) No debe olvidarse que el problema básico de la mayor parte de los pai-
"ses del Tercer Mundo es la ausencia de una aut~ntica justicia social y
"de participaci6n popular en la conducción de los asuntos politicos.
"Sin justicia social el Tercer Mundo no estará en condiciones de afron-
'''tal' las angustiosamente diffciles d~cadas que se avecinan".
Si éstas medidas se cumplieran, Per6n anticipaba que "los pobres
"de hoy serán los ricos del mañana". En conclusión pensaba que de este modo
S8 lograria romper con la dependencia de los países subdesarrollados y el
falso equilibrio que ésta presupone en relación don los paises desarrolla-
dos (Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo, J •. D. Per6n, marzo de
¡972).
Asimismo en el mensaje destacaba: "Creemos que ha llegado la hora
"en que todos los pueblos y gobiernos del ~undo cobren conciencia de la ma!
.. cha suicida q,Je la humanidad ha emprendido a través de la contaminaci6n del

"medio ambiente, la dilapidaci6n de los recursos naturales, el crecimiento


"sin freno de la población, la sobreestimaci6n de la tecnologia. y de la n~

"ces1dad de invertir de inmediato la direcci6n de esta marcha a través de ~

"na acci6n mancomunada internacional."

Entendemos que el pensamiento del desaparecido Presidente es el

que más se adecua para la posici6n que debe adoptar nuestro pals, as! como
los demás palses del Tercer Mundo, en otros capitulas de este trabajo se
volverán a mencionar párrafos de dicho Mensaje Ecuménico,especialmente cua~

do toquemos el tema de los recursos naturales y la contaminación en nues-


tro pals.

Ordenación de los recursos de la agricultura

La agricultura es una actividad vital para el suministro de los


alimentos a los seres humanos. Las actividades agrlcolas (agricultura y 8-

groindustrias conexas), ocupan a más de la mitad de la población mundial.


En gran parte del mundo el desarrollo agr1cola" ha producido inme~
34 -

5urables beneficios:

las condiciones de vida de los agricultores y la calidad del medio ambie~

te rural se hen mejorado.

la calidad de los productos agrícolas ha aumentado.

- se ha logrado una mayor capacidad productiva de los recursos naturales.


estos mejoramientos se deben ante todo al empleo de variedades y razas de

alto rendimiento, fertilizantes, plaguicidas y otros prodoctos agroquími-

cos, a la intr-oducci6n de mejores métodos de planificac~6n y explotación

de la tierra y, en algunas zonas, al mejoramiento de los regadíos y los

cambios introducidos en los sistemas de la tenencia de la tierra.

En otras partes del mundo, particularmente en los paises subdesa-


rrollados, es esencial que todavía continúe el desarrollo de la agricultura

(junto con la promoci6n de la industria), para satisfacer la creciente de-


manda de alimentos y mejorar las condicionas de la vida rural, así como que
ésta ac~ividad les servirá para financiar su propio desarrollo, ya que el

aumento de las poblaciones y sus crecientes aspiraciones acarrean una mayor

demanda de alimentos y de otros productos agrícolas. Se estima que para 1985

la producción mundial de alimentos deberá haberse duplicado.

Las repercusiones de las actividades agrícolas en el medio son i~

portantes y frecuentemente inevitables.


La agricultura tradicional ha sido siempre un factor de primer 0r
den en el mantenimiento y en el 'mejoramiento de los recür.sos naturales 10c~

\ les y del medio, del cual depende estrechamente.


A medida que aumentan el ritmo y la escala del desarrollo agrico-
la, resulta cada vez más dificil evitar sus efectos secundarios y perjudi-
ciales para el medio, los cuales, de no reducirse, pueden hacer que la can-
tidad y la calidad de los alimentos producidos bajen y que las condiciones
de la vida rural empeoren.
Se están produciendo múltiples cambios en el paisaje agrícola en
'relaci6n con las condiciones de ordenación de la utilizaci6n de la tierra.
Aunque no se han explotado todavía algunas reservas de suelos (caso den~
tro país), se ha intensificado la agricultura y se ha rebasado la capaci-

dad de los suelos y recursos de algunas zonas. Aunque la mayoría de la su-

perficie del globo na es arable, se estima que la mitad del 20~ cubierto

de pastos permanentes, praderas y bosques, podría cultivarse. De la superf!

cis restante, S8 estima que el 20~ es demasiado fria, el 2IT~ demasiado es-

carpado y el lajo carece de una capa de tierra suficiente para el cultivo.


- 35 -

El resto está actualmente cultivado.

Sin embargo.para evitar la degradaci6n del medio se deberian eV8-

luar cuidadosamente. antes de utilizarlas, las posibilidades de estás rase!


vas de tierra.
En otras regiones, el desarrollo agrícola se ha producido sin te-
ner en cuenta la diversidad y limitaciones propias de la tierra.
Ello se debe a que no se conocen las posibilidades de la tierra y,
sobre todo , a la escasa utilizaci6n de la experiencia y los datos disponi-
bles; de ah{ que se hayan introducido nuevas cosechas y razas de ganado sin
tener en cuenta el clima, los suelos, la susceptibilidad a las enfermedades
y las exigencias de los insumas tecnológicos. 'La creciente cantidad de ins~

mas agr!colas rebasa la capacidad actual de muchos agricultores de adminis-


trar economicamente el proceso de producción para lograr rendimientos sost!
nidos y compensar al propio·tiempo los efectos indirectos perjudiciales pa-
ra el medio.
Las presiones que se ejercen sobre los recursos agrico1as estan
aumentando por diversas razones.
Aunque los agricultores dedicados a los cultivos de subsistencias
han adquirido a lo largo de los siglos un conocimiento intimo del clima,los
suelos, el agua, las plantas y los animales de la region donde viven, asi·
como del mantenimiento de sus capacidades productivas, la introducci6n de
nuevas técnicas agrícolas y de nuevos métodos de utilizaci6n de la tierra
hace que esos conocimientos y esa experiencia queden en parte anticuados.
Los servicios de extenai6n y de asesoramiento tropiezan con difi-
cultades crecientes al tratar de inculcar a los agricultores las prácticas

agrícolas adecuadas y el sano empleo deles nuevas técnicas.

Esto se debe al gran número de personas y de explotaciones agri-


·colas existentes y al ritmo creciente con que. se. introducen los cambios en

la agricultura. El problema reviste particular gravedad cuando S6 roturan


las nuevas tierras, cuando se introducen nuevas cosechas, variedades o ra-
zas de animales, o cuando se utiliza la irrigaci6n.
o
La dependencia de las condiciones del mercado y, en algunos pai-

ses, los sistemas anticuados de tenencia de la tierra constituyen otros ob~

táculos para el agricultor y limitan, además su capacidad de administrar ~­

con6micamente su explotación y mantener ~l propio tiempo la capacidad pro-


ductiva de sus recursos y la protecci6n del medio. En esas condiciones mu-

chos agricultores, especialmente en los paises en desarrollo, no pueden i~


- 36 -

traducir las mejoras pásicas que requiere la tierra, ni llevar a cabo oper~

ciones de conservaci6n del suelo y de las aguas.

La degradaci6n acelerada y el agotamiento de los recursos agricD-

las básicos se deben a esas presiones.

Aunque algunas formas de degradaci6n de los recursos naturales

han existido siempre y pueden hal1ars~ en todas los niveles de prácticas a-

grícolas, en el mundo 'entero se tropieza con crecientes problemas que perj~

dican considerablemente el desarrollo y la productividad de la agricultura.


Entre ellos figuran:
La erosi6n acelerada de los suelos por los vientos y las eguas, la pérdi-
da de fertilidad de los suelos por lixiviaci6n o agotamiento da los ele-

mentos nutritivos y la disminuci6n del contenido de humus, la degradaci6n


de la estructura de los suelos, el aumento de la salinidad y el anegamie~

to de los suelos sometidos a irrigaci6n.

La pérdida de recursos genéticos útiles.


La conversi6n de pastos en tierras agricolas pobres o su agotamiento por
excesivo apacentamiento.
Las modificaciones locales o regionales del clima por la supresi6n de bo~

ques y arboledas, que provocan, entre otras cosas, la transformación de

los suelos en desiertos en las zonas subáridas.

La penetraci6n en las zonas rurales de desperdicios nocivos procedentes

de las industrias y de las zonas urbanas

La penetraci6n de las zonas industriales y urbanas y de los transportes

en buenas tierras agrícolas.


Las prácticas agrícolas intensivas pueden imponer una pesada car-
ga al medio. Muchos sistemas agricolas en los que el monocultivo o la gana-
der1é ;::se hacen de manera intensiva en asociaci6n con las industrias agri.co-
las no permiten un empleo econ6mico de los subproductos y provocan la acum~

laci6n de desperdicios cuya evacuaci6n puede ser causa de grandes molestias.


Los residuos no utilizados de las fábricas pueden constituir a v~

ces una fuente de plagas y enfermedades; asimismo, la quema de esos resi-


duos, en vez de su utilizaci6n como abono o para el alimento del ganado,pu~

de hacer que disminuya el contenido de humus y la fertilidad general del


suelo y provocar otros males. La intensificación de la producci6n ganadera
suele dar lugar, entre otras cosas, a grandes concentraciones de excremen-
tos animales ,y emanaciones liquidas que pueden contaminar el aire y las a-
guas. Las industrias de transformación producen desperdicios orgánicos y 0-
- 37 -

tras emanaciones que, si no se controlan, pueden ser causas de contaminación


del aire y de las aguas.

Los sistemas agrfcolas intensivos dependen tambi~n cada vez más de


los productos agroqufmicos, los cuales, cuando se utilizan excesiva o indeb!
damente, pueden ser una causa importante de contaminación. Las dosis exces!
vas o el mal empleo de algun~s plaguicidas pueden contaminar y a veces des-
truir animales y plantes convenientes, destruir el equilibrio eco16gico, pr2
vacar la resistencia a las plagas o, accidentalmente, dañar a los usuarios.
Los productos lácteos, la carne y el pescado pueden cOQtener residuos persi~

tentes de ciertos plaguicidas de amplio campo de acci6n, que pueden conside-


rarse perjudiciales para el hombre a partir de ciertos 'niveles de concentra-
ci6n. Cuando se utilizan en tierras sujetas a la erosi6n o,como sucede en
algunos pafses industriali~ados, se aplican en cantidades excesivas, los fe!
tilizantes pueden contribuir, aunque quizás en menor medida, a contaminarles
'aguas y pueden ocasionalmente provocar el envenenamiento de las aguas porta-
bIes por los nitratos.
Sin embargo, son esenciales no sólo para obtener mayores rendimie~

tos, sino también para mejorar y conservar los suelos. El empleo excesivo o

equivocado de medicamentos y antibióticos, necesarios para proteger al máxi-


mo el ganado, puede dejar residuos nocivos en la carne y en los productos
lácteos.
La irrigación inadecuada puede acarrear la salinización y el ane-
gamiento Qe los suelos, así comoctros problemas. En ciertas regiones tropi-
cales y subtropicales, las variedades de alto rendimiento, pueden ser más
vulnerables a las pla~as, motivar a 1$ larga la desaparición de las varied~

des genéticas locales, provocar perturbaciones sociales y aumentar los efeE


tos perjudiciales debidos a un mayor empleo de plaguicidas y fertiliza.ltes.

Los bosques figuran entre los ecosistemas más vastos, más comple-
jos y de mayor regeneración espontBnea. Abarcan aproximadamente una tercera
parte de las regiones terrestres del mundo. Constituyen la, mitad de la biD-

masa terrestre del mundo. Los bosques tienen gran valor desde los puntos de

vista del medio y de la producción.

En el plano mundial: ejercen una influencia directa y benéfica s~

bre todas las partes de la biósfera como resultado de la fotos1ntesis,de su


- 38 -

capacidad térmica, de su conductividad y reflectividad, de su rugosidad aero

dinámica, de su influencia en el ciclo hidro16gico y de su papacidad de emi-

sión en la banda de infrarrojos ..Actúan como zonas intermedias entre los eC2
sistemas artificales, representan la mitad de la capacidad mundial de fija-
ción fotosintética del carbono de la atm6sfera y de la consiguiente libera-
ción de oxigeno. constituyen la fuente de la madera y de los productos de la
madera, albergan valiosas especies de fauna y flora.

En el plano local los bosques contribuyen a:

La regulaci6n de la captaci6n y la liberación de aguas.

La protecci6n de los suelos contra la erosi6n del viento y del agua y con-
tra otras formas de deterioro de los suelos

La protección de la fauna y la flora y de los recursos destinados al espa!


cimiento.
El mejoramiento de las condiciones de vida, tanto en los asentamientos hu-
manos como en las zonas adyacentes mediante la reducción de perturbaciones
tales como el ruido y la contaminaci6n atmosférica.
El mejoramiento del medio desde el punto de vista 'estético.

El alivio psicológico.

La constttuci6n de zmnas umbrosas, especialmente en los tr6picos.

La protección y el mejoramiento de la agricultura, cuando se plantan como


cinturones protectores y cortavientos. Los árboles contribuyen a reducir
la velocidad del viento y a mejorar las condiciones micrometeoro16gicas y
de humedad de los suelos en los campos adyacentes.
Las zonas forestales están sujetas a la creciente presi6n competi-
tivB de otras formas de aprovechamiento de las tierras y los bosques.
Es de prever que la demanda total de productos forestales se habrá
duplicado en 1985.
La tala se considera a menudo como requisito previo para el desa-
rrollo económico en paises en que todavia existen grandes superficies fores-
tales. Las presiones de intensifican como resultado de:
- La demanda de zonas más extensas de tierras de labranza, especialmente en
los tr6picos, donde se practica cada vez más la conversi6n al cultivo.
- El establecimiento de nuevos asentamientos humanos.
El desarrollo de cuencas hidráulicas, sistemas de transportes, ate.
Los recursos forestales mundiales disminuyen a un ritmo alarmante,

en América Latina se talan entre 5 y 10 millones de hectáreas al año pera el

cultivo. Las talas de árboles y las técnicas de corte y quema para la COnV8!

meJUl Oiil~ell ca Ud Id XI ii UlIlIdC~UI i saUl e VOIUlile¡ 185 y V8-


- 40-

lores madereros, productos no madereros, propiedad, productividad y tenden-

cias de la utilizaci6n de las tierras.

El valor ambiental de ~os bosques, debería ser un elemento impor-


tante de cualquier politica de utilizaci6n de las tierras.

Vida silvestre, parques y otras zonas protegidas

La fauna silvestre es un recurso natural de gran valor para la h~

manidad. Contribuye al funcionamiento normal de todas las comunidades bi6ti

ces y ecosistemas naturales de los que dependen el buen estado y la produc-


tividad de la bi6sfera y refleja también el estado de la bi6sfera misma.
Tiene valor económico como atracción para el turismo y para las
actividades recreativas al aire libre. Sirve como fuente de proteinas, cue-
ros, pieles y otros productos animales que pueden aprovecharse de forma pe!
manente si se administran debidamente.
En el mundo entero las crecientes presiones de que es objeto la
fauna silvestre ponen en peligro la. supervivencia de muchas especies de gran

valor, tanto actual como potencial.


La expansi6n de las poblaciones humanas y las prácticas de aprov~

chamiento de la tierra, incompatibles con el mantenimiento de habitats est~

bIes para la fauna silvestre están contribuyendo al dete~ioro de esos habi-

tats.
El creciente uso de plaguicidas y otros agentes contaminantes po-
ne en peligro la existencia de ciertas aves.

Como consecuencia de 'la caza en vedado y de la explotaci6n para

el comercio, hay especies que a veces quedan reducidas a niveles inferiores

al mínimo necesario para la autorregeneraci6n.

Hay que señalar, no obstante, que en muchos casos la fauna silve~

tre ha resultado compatible con el hombre y con el aprovechamiento que éste


hace de la tierra, y que las modificaciones en la utilizaci6n de la tierra
a veces redundan en beneficio de tal fauna.
Las ballenas son un recurso marino común de interés para toda la

humanidad, y son importantes para mantener el buen estado y la estabilidad


del medio marino.
La poblaci6n de muchas especies de ballenas ha disminuido en los
~ltimo decenios. En el libro de la UICN sobre especies en peligro, raras y
agotadas se señala que varias especies de ballenas corren peligro de extin-
- 41-

ci6n. Otros mamlferos acuáticos, tales como los delfines y las marsopas,van

estando también en peligro debido a los actuales sistemas de pesca.

L6 fauna silvestre, como recurso valioso que es, debe ser objeto

de una cuidadosa ordenaci6n. Sus poblaciones deben ser tan nu~erosas y va-

riadas como resulte compatible con otras importantes utilizaciones dela ti~

rra.
Al formular politicas de ordenación conviene distinguir entre las
especies en peligro o agotadas y las de beneficio económico potencial. Tam-

bién es importante tener en cuenta que la mayor parte de les poblaciones de

le fauna silvestre viven en tierras que ya son utilizadas por el hombre pa-
ra otros fines.

El aprovechamiento y la conservaci6n de los recursos de la fauna


silvestre deben conciliarse con las actividades de la humanidad con las que
entran en conflicto, a fin de salvaguardar hasta el máximo los intereses a

largo plazo. El valor de la fauna silvestre en relaci6n con el turismo, los

departes, y la ordenación de la caza deberá aprovecharse plenamente a corto

plazo y manten~rse a 10 largo del tiempo. En tierras relativamente subdesa-

rrolladas existen, en los planos local o regional, grandes poblaciones de

fauna silvestre cuyo valor 8con6mico está aún sin explotar. No obstante, la

salud y la diversidad de las especies de la fauna silvestre deben preservar

se cuidadosamente, hay que lograr que haya hábitats estables y protegidos

para asegurar la supervivencia de los diversos ecosistemas naturales y de

la fa~na silvestre que aún .pueden encontrarse dentro de sus limites. Las !!
fectos perjudiciales que cie~tos animales silvestres ejercen sobre las acti
vidades humanas, tales como la destrucción de cosechas y la transmisión de
enfermedades, deben conciliarse con los beneficios que aportan.
La ordenaci6n del hábitat tiene muchos aspectos: Pueden proporei2

narSB hábitats modificados o artificiales para fomentar el crecimiento de


las poblaciones de la fauna silvestre, de acuerdo con los principios más co~
sagrados de la ordenación cinetifica "de tal fauna, en otras regiones en que
las poblaciones naturoles abundan en hábitats naturales, S8 puede tratar de
mantener la integridad de ambos.
Es necesaria una acci6n mundial para conservar el valor de la fe~

na silvestre. Aunque la ordenación de la fauna silvestre es una ciencia muy

adelantada en muchos paises "industrializados, se encuentran aún en sus pri-

meras etapas en algunas partes del mundo en desarrollo. Esto reviste espe-

cial gravedad, dado que los ani~ales silvestres se encuentran en una posi-
- 42 -

oi6n sumamente vulnerable en los países en desarrollo.

Han vivido hasta hace poco en condiciones prístinas, sin necesi-

dad de adaptarse a las perturbaciones que producen las actividades humanas.

se ven sometidos repetidamente a presiones sin precedentes por parte de las


poblaciones humanas.

Los parques nacionales y las zonas similares protegidas tienen


por objeto proteger a perpetuidad todos los lugares que representan de modo
especial la belleza y la diversidad del patrimonio de la humanidad.
Estas zonas incluyen: grandes extensiones de terrenos acotadas p~

ra la protecci6n de los animales silvestres y de su hábitat, lugares de gran


belleza ~atural o de singular interés, zonas que contienen formas raras de
vida vegetal y animal, zonas que representan formaciones ge046gicas extra-
ñas, lugares de interés hist6rico y prehist6rico, zonas. en las que, existen
ecosistemas de especial importancia para la investigaci6n oientífica y el
estudio. zonas que salvaguardan las necesidades de la bi6sfera.
Estas zonas sirven para vánios fines específicos: algunas consti-
tuyen un lugar de recreo para gran numero de personas sin grave menoscabo
de los valores naturales, en otras se trata de conservar su prístina belle-
za mediante restricciones severas.
Otras (reservas propiamente dichas), están dedicadas únicamente

a la investigaci6n científica en calidad de meqios na~urales relativamente

intactos. Otras representan una r.eserva de materiales genéticos en ,una gama

de organismos adaptados a una serie particular de condiciones climáticas.

La necesidad da ampliar las zonas protegidas es cada vez más agu-


da en muchos países.
Muchos parques nacionales de gran valor turístico están invadidos

por un creciente número de turistas y adolecen de una planificaci6n y una


ordenaci6n suficiente o apropiada. Estos parques, especialmente en los pai-
ses en desarrollo, representan una importante fuente de ingresos que podría
verse en peligro si se deteriora6en.
ValiGsas zonas silvestres se van amenazadas por presiones perjudi
ciales para su protecc16n y aprovechamiento, los daños se deben con frecue~

cia a que, especialmente en algunos países en desarrollo. no se comprende


el valor de esas zonaS o no se tiene interés en ellas.
A menudo el deterioro es consecuencia de la falta de conocimien-

tos o de consideraciones politicas o económicas que generalmente entorpecen

o demoran la acción necesaria hasta que el parque s610 existe sobre el pa-
43 -

pele

Las posibilidades de este deterioro aumentan cuando dos o más pa!


ses comparten un parque u otra zona protegida.

Conservaci6n de los recursos genéticos

Tiene gran importancia mantener la mayor diversidad posible tanto


dentro de las especies como entre las mismas.

Para la estabilidad eco16gica da la biósfera, para su utilizaci6n


como riquezas naturales, por su valor científico, pedagógico y recreativo.
La supervivencia de las especies, incluida la humana, depende de
la diversidad genética.
La existencia de "bancos de genas" de muy amplia base es condici6n
esencial para la adecuada adaptación a los cambios ambientales, tanto natu-

rales como de origen humano, en casos tales como: la sustitución da plagui-

cidas por mecanismos genéticos de defensa, la adaptaci6n a las condiciones


locales de variedades de alto rendimiento, el desarrollo de la resistencia

a parásitos en procesos de evoluci6n, la correcci6n de defectos de nutri-

ci6n e como las insuficiencias de proteínas o de aminoácidos específicos.


La diversidad genética es necesaria para contrarrestar la inadap-
tabilidad a las condiciones locales que a veces resulta de la introducción
en determinado medio de especies de animales producto de un proceso de alta

5elecci6n.
La selección continuada para obtener dentro de una casta o tipo

ciertas características precisas puede reducir peligrosamente la variabili-

dad gen~tica.

La plena variedad de organismos microsc6picos 'sirve como eslab6n

indispensable en los ciclos del carbono y del nitr6geno de los que dependen
todos los procesos vitales. Los microorganismos comprenden las bacterias,
fermentos, mohos, algas y virus. La calidad y sabor de los alimentos y bebi

das que consume el hombre dependen muchas veces de bacterias y hongos bene-

ficiosos. En la industria los microorganismos se utilizan para la manufact~

ra de productos quimicos, incluidos los antibi6ticos; gracias a los microor

ganismos el hombre ha podido explicar la causa fundamental de numerosos pr~

cesas pato16gicos, la actividad bacteriana neutraliza los desechos orgáni-

cos, origen de contaminantes.,

Las actividades del hombre en la bi6sfera conducen, en forma cre-


- 44 -

ciente, a la reducción de la adaptabilidad genética de muchas especies.

Resultan afectadas no sólo las variedades vegetales de interés a-


grícola. sino también las especies forestales, los organismos acuáticos y

ciertos tipos de animales y microorganismos.


El desarrollo de la civilizaci6n -con las transformaciones y pr2
fundas alteraciones de territorios antes vírgenes que comporta- está destru
yendo o desplazando valiosos recursos genéticos. Se pierden especies silve~

tres o de primitiva domesticaci6n.

Se encuentran en peligro ciertas zonas de, Asia, América Latina y

A'frica que tradicionalmente han servido como centros de diversidad natural,

o hábitat natural de .eppecies silvestres fuente de recursos genéticos para


el mejoramiento de especies vegetales.
Los cultivos autóctonos van siendo sustituidos por variedades de
más elevado rendimiento que poseen una mayor uniformidad genética y menor a
daptabilidad a las condiciones locales.
La desaparici6n de las especies vegetales silvestres lleva a la
pérdida de numerosas caracteristicas -contenido proteico, oleaginosidad. e~

cepcionales propiedades de crecimiento. etc.- que algún día pueden ser nec~

sarias.
Se hallan amenazados de desaparici6n o gran disminución grupos
aislados y restos de especies forestales que son a veces indispensables pa~

ra las actividades pecuarias.


Existen numerosas posibilidades. aún por explotar, para el desa-
rrollo de los recursos genéticos.
Deberían continuar aplicándose y recibiendo ayuda los métodos ya

conocidos y utilizados para obtener por selección razas mejores.

Es preciso que el hombre se proteja contra el peligro que signif!


ca su creciente dependencia de un número cada vez menor de cultivos, esos
cultivos necesitarán nuevas aportaciones genéticas al introducirse en loca-
lidades cuyas condiciones exijan nuevos elementos de diversificaci6n.
Son numerosas las posibilidades de desarrollar los recursos gené-
ticos forestales mundiales, de los que hasta ahora s610 se han explotado los

relativos a un número muy reducido oe especies.


Ese potencial ha quedado ampliamente demostrado con la elevada pr~

ductividad del pino de Norteamérica trasplantado a amplias zonas del hemis-

ferio sur.
- 45 -

Pesguerías

La FAO ha estimado que las capturas, tomando en consideración so-

lamente los tipos que se pescan en la actualidad, podr1an llegar a más de

100 millones de toneladas.


El total de proteínas que se obtiene de toda la hidr6sfera ha au-
mentado a un promedio anual de casi el 6~ en el curso de los últimos 25 a-

ños.
Sin embargo, en algunas zonas y en el caso de algunas especies i~

portantes se han observado considerables descensos del total de recursos a-


cuáticos tanto en cantidad como en calidad.
Si bien suele ser dificil determinar los distintos factores y e-

fectos da una situaci6n, en el caso presente las causas principales. son las
siguientes:
Fluctuaciones o camb1ps naturales da la situaci6n del medio.
Exceso de pesca con grandes flotas, nuevas t~cnicBs, mejor tecnolog1a y
mayores medios.
Contaminacíón del medio acuático, en particular de las aguas costeras e
interiores, por la descarga de desechos industriales y domésticos y otros

contaminantes.
Otras modificaciones artificiales de los ecosistemas acuáticos c2

mo son:

Consumo de agua para riegos y otros usos.

Cambios del caudal de los rios y su sedimentaci6n.

Bonificaci6n de tierras y otros trabajos llevados a cabo en zonas coste-


ras.
Operaciones de dragado y perforaciones para obtenci6n de minerales y pe-
tr6leo en las aguas cercanas a las costas.
Se advierte en un número cada vez mayor de poblaciones acuáticas
que el efecto acumulado de esas distintas presiones llega a niveles que ex-
ceden de su capacidad de adaptaci6n, por ejemplo:
Algunas especies de ballenas, las sardinas de California, los a-
renques del Atlántico Norte y otras especies están ya muy agotadas por la
excesiva explotaci6n; especies de pescados de aguas interiores como los
Grandes Lagos de Norteamérica y de varios rios como el Rin, en aguas coste-

ras que han quedado agotadas o han desaparecido a consecuencia de la conta-


- 46 -

minaci6n o de otros cambios ocasionados por el hombre.

Para resolver algunos de estos problemas se recurre cada vez más


a la acuacultura y en ciertos casos a la introducci6n de especies ex6ticas.

Sin embargo, la acuacultura resulta par~icularmente vulnerable a


diversas formas de contaminación, si bien en algunos casos pueden utilizar-
se con buenos resultados desechos domésticos y la contaminaci6n térmica.
En a~gunos casos la introducción de otras especies, por ejemplo,
la lamprea y el sábalo, han disminuido considerablemente la utilidad econ6-
mica de las pesquerías existentes, sobre todo en las aguas dulces.
Las reglamentaciones nacionales no han resultada plenamente efic~

ces para proteger las aguas internacionales contra esos riesgos.

El agua, componente esencial del medio humano, es:

- El elemento primordial de todos los seres vivientes.

El compuesto más abundante sobre ia superficie de la tierra.


- El disolvente universal.

- Un factor del tiempo y el clima.


Un medio básico" de transporte.

Un elemento crítico de las actividades de desarrollo del hombre.

- El dep6sito ~ltimo de muchos desechos naturales y artificiales.


Pese a que se trata de un recurso totalmente renovable, el abast~

cimiento de agua dulce tropieza con limitaciones en cuanta a la cantidad y

distribuci6n.

Aunque el agua cubre el ?O~ de la superficie de la tierra, s610


el ~~ del total es agua dulce.

En su mayor parte está almacenada en forma de aguas subterráneas,


es inaccesible para el hombre.

6610 el OJ002~ del total está directamente disponible para las as


tividades humanas, esto representa atgo menos de la escorrentía total anual

de todas las tierras del mundo, que a~ciende a 30.000 km3 .

La distribuci6n natural del agua dulce varía mucho de una regi6n

a otr~ y de una estaci6n a otra.

Del total disponible de agua dulce, las aguas subterráneas repre-

sentan el 96~, los lagos el 2~ y las aguas corrientes menos del l~.

Las actividades humanas ejercen una fuerte demanda sobre les 1imi
- 47 -

tados recursos hidráulicos existentes. La cantidad· de agua que el hombre n~

cesita para su uso directo es considerable y va en aumento.

La eemanda de agua es ya superior a los recursos de que disponen

muchos paises, especialmente en las regiones áridas y semiáridas.

La agricultura utiliza en la actualidad el ?a~ aproximadamente

del consumo total de agua, para regar unos 200 millones de hectáreas de ti~

rra.

Las necesidades de laindustria - para abastecimiento, evacuaci6n

de desechos y enfriamiento - ejercen una fuerte presión sobre los recursos

hidráulicos.

Es 16gico suponer que, según se desarrollan los países, el porc8~

t~je de agua utilizada en la agricultura va disminuyendo, mientras aumenta

el correppondiente a la·industria y la producción de ~nergía.

Aumentan también las necesidades domésticas y habituales de agua.

Un uso importante y corriente del agua es la evacuaci6n de todos


los posibles desechos de las actividades humanas, desde las aguas hasta los

ácidos y los aceites de los desechos industriales.

La calidad del agua afectada por las actividades del hombre dep8~

de estrechamente del volumen de agua utilizado.


El uso directo es s610 una parte de las actividades del hombre

que afectan de modo desfavorable a la calidad del agua.


La deterioraci6n se debe frecuentemente al uso directo, por ejem-

plo:
Las centrales eléctricas, particularmente las nucleares, elevan la

temperatura del medio acuático.

Los remanentes después de ser utilizados para el riego pueden co~

tener biocidas y abonos qu1micos.

Las transferencias de agua de una cuenca a otra pueden incremen-

tar el volumen de agua disponible all1 donde sea necesario, pero de esos p~

yectos pueden tener tambián consecuencias irreversibles para el medio al al-


terar el equilibrio hidráulico de la regi6n. Esos desequilibrios pueden a-
fectar gravemente a los elementos vivos acuáticos, el clima y el contenido

minaral del agua.


LBS afluentes industriales y las aguas servidas municipoles SUB-

len verterse directamente en aguas receptoras. Sin embargo. la calidad del

agua sufre también considerables perju±cios a causa de actividades humanas

indirectas, una deforestaci6n no controlada provoca la erosión y la sedi-


- 48-

mentaci6n consiguiente.
Los escapes de los autom6viles pueden contribuir a la contamina-
ci6n del agua.
Los contaminantes del agua pueden clasificarse en varias catego-
rías fundamentales:

Agentes infecciosos, agentes microbianos o virales que pueden transmitir

la enfermedad a los seres humanos.

Desechos que consumen oxígeno, desechos añadidos al agua "que aumentan la

tasa bruta de respiraci6n de los microorganismos acuáticos o marinos has-

ta hacer que disminuya la concentración de oxígeno disuelto' en el agua n~

triente de plantas.
- Compuestos de carbono, nitr6geno y fósforo, como los fertilizantes o los

detergentes, que provocan un crecimiento perjudicial de cier.tas plantas,

principalmente algas, en el agua.

- Productos químicos orgánicos, productos de desecho procedentes de las op~

raciones de fabricación de productos químicos orgánicos o de plaguicidas,


que pueden ser t6xicos pa~a laflora y la fauna acuática o que pueden dar

al agua un sabor o un olor desagradable.

Productos químicos inorgánicos, materiales inorgánicos disueltos, como

los cloruros, que pueden hacer que el agua sea menos apta para usos ulte-
riores; o metales pesados como el mercurio o el plomo, que pueden ser tó-
xicos para la vida animal.
- Sedimentos y otros s6lidos, tierras y otros materiales procedentes de la
erosión de las cuencas hidráulicas que pueden formar dep6sitos en embal-

ses, acequias y canales de navegación.

Materiales radiactivos, liberados por reactores nucleares o por otras fU8~

tes, y calor, la utilizaci6n de una masa de agua como sumidero de calor,


generalmente en un proceso industrial o una central termoeléctrica, que
puede tener como resultado un crecimiento excesivo de ciertas plantas.
Se ha de reconocer sin embargo que la calidad d~l agua sólo que-

da afectada cuando las concentraciones son suficientemente elevadas.

La contaminación natural de los recursos hidráulicos continúa ta~

bién a un ritmo relativamente constante.

Esa contaminaci6n consiste en la disoluci6n de minerales, el aca-

rreo natural de sedimentos, el lavado de la atmósfera, la infiltración de ~

guas mineralizadas y la estratificaci6n térmica.


- 49 -

Esta presi6n q~umulativa y creciente que se ejerce sobre la cali-

dad y la cantidad de los recursos hidráulicos pone en peligro el abasteci-

miento futuro de agua utilizable.

El ecosistema acuático es más cerrado y vulnerable que los ecosi~

temas terrestres, las demandas que se ejercen sobre él seguirán aumentando


drásticamente.
Ya en estos momentos un elevado porcentaje de la poblaci6n mun-
dial no dispone de un abastecimiento suficiente de agua en"las debidas con-
diciones.
La deterioraci6n ambiental de obras recursos, como consecuencia

del mal uso del agua merece también atención.

El anegamiento, la salinizaci6n y los corrimientos de tierra, son

algunos de los ejemplos más destac~dos.

El drenaje de los suelos de regiones áridas es a veces causa de


salinización y alcalinizaci~n.

El bombeo de cantidades excesivas de aguas subterráneas puede oc~

sionar la penetración de agua salada y provoca corrimientos de tierras en


la superficie.
Comovobr'os ejemplos cabe citar los desbordamientos, las inundaci.2

nes y la erosión.
Las repercusiones ambientales de la construcci6n de embalses re-
quieren también seria atención.
En algunos proyectos se difunden enfermedades transmitidas por el
agua; los sedimentos procedentes de la erosi6n de los terrenos que rodean
los embalses forman dep6sitos en los embalses; las malas hierbas acuáticas
se desarrollan de modo incontrolable; 6e agotan las pesquer!as situadas en

puntos más bajos de la corriente; privadas del limo de las inundaciones de

primavera, van desapareciento y perdiendo su fertilidad las tierras de los

deltas; el reasentamiento de la poblaci6n desplazada resulta con frecuen-

cia difícil y el costo social es excesivamente alto; y se alteran los mi-

croclimas.
El agua solo podrá utilizarse para una actividad determinada si
existe en la cantidad, la calidad, el lugar y el momento necesarios para
la aplicaci6n deseada.
Para alcanzar ese objetivo hay que tratar de evitar las repercu-
siones ambientales perjudiciales para otros recursos y para los objetivos

sociales •.
- 50-

Para lograr esa meta conviene prever 'las presiones que se ejercen

sobre la calidad y la cantidad de los recursos hidráulicos, y contrarresta!


las con medidas oportunas.

Son necesarias une planificaci6n y una ordenación integradas de

las actividades de aprovechamiento y conservación de recursos hidráulicos.

Seria preciso conciliar, mediante una labor de planificaci6n y 0E

denaci6n 8 cargo de grupos interdisciplinarios, los ·~istintos usos y obje-

tivos, unas veces complementarios y otras competitivos, de los recursos hi-

dráulicos, mejoramiento de la calidad del agua, generación de energia, nav~

gación, prevención de inundaciones, riego, abastecimiento de agua y activi-


dades de recreo acuáticas.
Una vez determinadas todas las demandas, se deberían efectuar aná

lisis para precisar qué programas convendría emprender y cómo deberían fi-

nanciarse.

Energía: su elaboraci6nz transporte y consumo

Antes de hacer ninguna observaci6n sobre el costo ambiental de la

energía. ha de reconocerse su contribuci6n indispensable para el progreso

de la sociedad.

Cada etapa de la corriente de energía, desde su producción hasta

su conversi6n para sus utilizaciones finales en hogares. medios de transpo!

te o fábricas, tiene efectos secundarios que, cuando se producen en volumen

suficiente, afectan adversamente a uno o más efectos del medio.

Cuando la energía se convierte en electricidad, hay muchos probl~

más de contaminación por la emisi6n de gases y particulas nocivos en el a~~a

'./Y rpOTr:·lj l'r::desagOe de agua caliente en ríos y lagos,

Todas las centrales de energía térmica de tipo tradicional deben

luchar contra la contaminación térmica, y las que utilizan carb6n o petr6-

leo con las emanaciones de gases o de partículas; las centrales que utili-

zan gas se encuentran a éste último respecto con problemas menos difíciles.

Las centrales de energía nuclear, aunque han sido objeto de un ~

xámen más cuidadoso que cualquier tecnolog1a anterior y aunque tiene cier-

tas ventajas ambientales en c~mparaci6n con las centrales térmicas de tipo

tradicional, exigen una vigilancia contínua sumamente cuidadosa a causa de

las grandes pérdidas que puede producir un escape d~ materia radiactiva.

En los últimos tiempos la electricidad obtenida por medios hidrá~


- 51 -

licos - que suele considerarse como una operací6n l t l i m p i a lt - ha empezado a

ser criticada por la difusi6n de enfermedades transmitidas por el agua; el


desplazamie~to de pOblaciones, las alteraciones con frecuencia graves de la
ecolog1a de la zona recién ocupada por los embalses artificiales.
Los principales problemas de contaminaci6n en el transporte de la
energia -se relacionan con:
El derramamiento de petr61eo en el oceáno, ya por accidente,ya en
forma deliberada (por ejemplo, las operaciones de limpieza de un :;buque o
las pérdidas que se producen al desechar lubricantes en tierra).
La sªguridad de las tuberias, en particular los peligros de exp12
~ión en los gasoductos y de escapes en los oleoductos.
El movimiento todavia bastante limitado de elementos combustibles
radiactivos de las instalaciones de elaboraci6n de combustibles pa~a su re-
elaboraci6n, y de los reactores y de las centrales de combustibles a los v~

ciaderos de combustibles gastados.

La desfiguraci6n de los paisajes por las lineas de transmisión e-

levadas.

La utilizaci6n de la energia puede tener efectos contaminantes

muy grandes.
La contaminación más grave probablemente se produce al quemar com

bustible liquido en motores de combusti6n interna, proceso en el que se pr2


ducen grandes cantidades de mon6xido de carbono, hidrocarburos y otros pro-
ductos de la combustión.

Cuando se utilizan carbón y petróleo para la calefacción la com-

bustión también da por resultado una contaminaci6n del aire.


El combustible utilizado directamente por la industria, especial-
mente por la metalúrgica y la química , también contribuye mucho a la contaml
naci6n del aire.
Tambián debe mencionarse la producci6n ineludible de calor que
suele acompañar cada etapa de la corriente de energía y cada una de sus uti

lizaciones y la ~n8vitable penetraci6n da ese calor en la atm6sfera.


Al parecer, las emisiones de particulas, de anhídrido carb6nico

y de calor)'calor que influyen en les modificaciones climá~icas y meteoroló-

gicas, tienen ciertamente importancia local y pueden en último término afe~

ter al clima mundial.

Las observaciones mencionadas bastan para demostrar que es esen-

cial examinar múltip~es posibilidades en la planificaci6n y ordenación de


- 52

cualquier economía de la energía.

Cada una de las muchas combinaciones posibles de sistemas de co-

rrientes de energía fuentes de ~nergía, procedimientos de conversión, si~

temas de transporte y aplicaciones finales distintos - tiene ventajas dete~

minables e inconvenientes igualmente determinables en 10 que 58 refiere al

daña ambiental, a la necesaria lucha contra la contaminación, a las precau-


ciones de seguridad, etc.

En los últimos años se ha hecho mucho por determinar y/o cuantifi

car diversas ventajas e inconvenientes, y debería aprovecharse al máximo e-


sa labor.

La energía geotérmica, la energía solar y e61ica y las de las ma-

reas son otras fuentes prometedoras de energía menos contaminante, sin em-
barga s610 pueden aprovecharse en un reducido número de regiones y . todavía
no se sabe exactamente que contribuci6n pueden ofrecer para satisfacer la

demanda del mundo futuro.


También se están efectuando investigaciones sobre nuevos procedi-
mientos de conversi6n menos contaminantes que los actualmente utilizados.
Entre todas las utilizaciones de la energía, el automóvil es una
de las que producen mayor contaminaci6n, especialmente en las zonas urbanas.
Confiar en el motor de combusti6n interna como único o principal

sistema de propulsión equivale a crear problemas de contaminaci6n facilmen-

te previsibles, hasta que den resultado los trabajos encaminados a modifi-


car sus caracter1sticas.
LA CONTAMINACIDN

Entendemos por contaminante cualquier elemento, sustancia, ener-


g1a u organismo que en cantidad suficiente, en el lugar inadecuado y en el
momento inoportuno, es capaz de provocar, en forma directa o indirecta, me-
diata o inmediata, efectos no benéficos al hombre o e sus recursos.
Al presuponer las efectos adversos que causará la contaminación
al hombre o a sus recursos, podemos incluir aquellos hechas que J por obra de
lo limitado de nuestros conocimientos sobre sus repercusiones y el desarro-
110 de complejas técnicas de identificaci6n de contaminantes en cantidades
pequeñisimas, pueden a largo plazo y en forma indirecta afectar al hombre o
degradar su medio ambiente.
Una de las formas más extendidas y d~ mayor antigüedao d~ contam!
nación es ta del agua y los alimentos por organismos capaces de enfermar al
hombre y a otras especies, y de causarles la muerte. Los grandes adelantos
y esfuerzos del hombre para combatir enfermedades que le aquejaban por pro-

blemas de contaminación que provocan esos organismos patógenos, se han vis-


to afectados en paises carentes de recursos. Al problema contribuyen en di-
ferente escala, factores como la creciente expansión del número de habitan-

tes y la urbanización, con la consiguiente necesidad de eliminar los dese-


eh os que se generan. También hay que tener en cuenta métodos de riego y aprE
vechamiento de tierras.
En todas las poblaciones del mundo se . ha suscitado una inquietud
por el problema que representa +a creciente oontaminaci6n del ambiente. La
preocupaci6n obedece a que ha llegado a comprenderse que los problemas ac-
tuales; originados principalmente por la actividad humana, son de magnitud
y están más extendidos que en ningún momento anterior; por ello son también

de naturaleza muy diferente.


Conscientes de la capacidad técnica y cient1fica del hombre, en
la actualidad se reconoce que hay posibilidad de hacer algo para prevenir
la contaminación y el deterioro de nuestro único medio ambiente. Se sabe
más del problema y se cuenta con la capacidad para organizar la sociedad y
modelar ·su porvenir.
La especie humana ha producido y producirá siempre alguna conta-
minaci6n.
Los países industrializados que cuentan con amplias recursos y

son modelo para los que carecen de ellos, ya sufren el problema de la con-

taminaci6n del medio, que se agrava por un oontinuo estado de pobreza y p~


-~-

ligros a la salud causados por la insuficiencia de los servicios y de las


instalaciones sanitarias.

Unicamente su propio desarrollo (pero no como el que han logra-


do los paises ahora desarrollados, no de esa manera), pued,e ayudar a los
paises menos industrializados a resolver sus problemas actuales, siempre
que en su lucha contra la contaminación puedan servirse de las ajenas ex-

periencias costosas, y evitar, a medida que se vayan ampliando e instala~

do sus industrias, los errores y las malas prácticas que se han observado

como características del desarrollo industrial de los otros paIses, las

cuales los han conducido a crisis de contaminación.

Los efectos contaminantes de un agent~ determinado, son los mi~

mas donde quiera que se hagan sentir. Los riesgos de la contaminación pu~

den considerarse de muchas maneras; entre sus efectos indirectos, que a-


fectan al hombre, se pusden mencionar la reducci6n de las existencias de
productos o de alimentos; alteraci6n de las características del clima lo-
cal; deterioro del medio; destrucción de plantas o animales destinados a

la alimentaci6n o que los vuelven impropios para el consumo; eliminaci6n


~
de especies que son enemigas naturales de otras que son o se vuelven dañ!

nas; verter al mar hidrocarburos, permitir que los residuos industriales

contaminen las aguas y las inutilicen para posibles cultivos, riegos y u-

sos de esparcimiento.

Entre los más importantes efectos directos de la contaminación

del medio que amenazan al hombre se menoionan los provenientes de la eXPE

sici6n humana a un contaminante tóxico a trav~s del aire, del agua, del
suelo o de los alimentos.
Para tomar decisiones aserca de los métodos que deben adoptarse
en la selecci6n y el ,empleo de las formas de lucha contra la contamina-

ci6n ámbiental, intervienen consideraciones politicas, económicas y cono-

cimientos cient1ficos. La contaminación puede estimarse de modos diferen-


tes, segón la finalidad que se persiga. Los agentes contaminantes pueden
clasificarse en ffsicos, quimicos, bio16gicos, o psicosociales, según su

naturaleza.
El problema de la contaminación del ambiente puede determinar-
se con una perspectiva geográfica: local, regional, nacional o mundial.

Los agentes contaminantes pueden ser clasificados en relaci6n

al recurso' ~ue afecten: aire. agua, tierra, alimentos, o según elementos

individuales, como la población humana de una localidad.


55 -

El punto de supremo interés al considerar los efectos de la conta-

minaci6n, es el hombre.

Las interdependencias y conexiones de los integrantes del medio am

biente son de naturaleza tal, y de tal magnitud, que sus efectos en otro or-

ganismo y la afectaci6n de alguno de los recursos naturales, repercutirán en

alguna forma sobre el medio ambiente humano.

Es importante conocer las propiedades de las sustancias para pre-


ver los problemas de contaminación; saber cuales son sus propiedades t6xicas;
su posible propagaci6n como resultado de. un uso intenso; su persistencia en
el medio y en los tejidos, y su dinámica para analizar los posibles desplaz~

mientas por las corrientes de agua o aire,por infiltración en el suelo o por

las cadenas alimentarias.

Los contaminantes

En la actualidad el conocimiento de muchos aspectos de la contami-


naci6n y de los agentes cont~minantes es ~ncompleto. Las nuevas conclusiones
de los investigadores y las recientes interpretaciones de los datos existen-
tes dan lugar a una situaci6n cambiante tanto respecto de la información c~

mo de la opini6n. Ya se ha señalado que la contaminaci6n no es un concepto

absoluto. Un plagui~ida esencial en la exp1otaci6n de un agricultor ~eser

Q un agente contaminante en el estanque de un agricultor vecino. Los que en un.

momento y un lugar determinados son desechos industriales, pueden constituir

en otro momento y otro lugar, valiosos productos secundarios.

Los abonos en cantidad suficiente son una sustancia nutritiva, pe-


ro en cantidad excesiva se convierten en agente contaminante. Pero ahora se
ha llegado a un punto en la contaminación en que ésta comienza a afectar a
la humanidad entera, y nos damos cuenta de que es necesario dar una nueva o-
rientación a las teorías sobre los efectos contaminantes en la bi6sfera y,
desde luego, en la vida humana en general.
No todas las medidas deberán ser de carácter restrictiVO; muchas
de ellas son más bien cuestión de planificación económica y costos, así como
de 1egislaci6n.
Es importante que del reconocimiento de la actividad industrial co
mo causa de contaminación., no nazca el temor del adelanto tecno16gico. La
técnica nos permite identificar muchas de las formas de contaminaci6n; co-

rresponde a los gobiernos encauzar el adelanto tecnológico, aplicarlo y con-


- 56 -

trolarlo, para evitar y reducir la contaminaci6n.

El descubrimiento e introducción al mercado mundial de nuevos pr~

duetos y sustancias qulmicas con diversas características~ son fen6menos


frecüentes de nuestra época. Los plásticos, detergentes, plaguicidas, sol-
ventes, sintéticos, combustibles, antibióticos, desinfectantes, ete.,se pu~

den incorporar al agua, al aire o a los alimentos, directa o indirectamente

pero siempre lo serán en forma transitoria, porque en general tendrán el mar

como destino final, si las condiciones y características del compuesto lo

permiten.
Muchos de estos compuestos tienen una influencia negativa en la
salud humana y otros afectan los ecosistemas y el medio ambiente.
La relaci6n de nuestros recursos, y principalmente la dinámica de
los. fluídos, son la causa de que toda contaminaci6n: de los alimentos, del
aire o del suelo, esté ligada a la del agua, y acabe en el océano si el co~

taminante no se integra a un nuevo ciclo.


A medida que crece la contaminaci6n ambiental, se va haciendo ev!
dente la urgencia de normas de control, que por otra parte s6lo se' adoptan
cuando el daño es valorable. Entonces la situación exige recursos económi-
cos y humanos que permitan ejercer un efectivo control.
La intensidad del gasto está en función del objetivo determinado
por una legislaci6n especial. y por la idoneidad t~cnico-administrativa de
los responsables de la acción.

Los incendios y las combustiones de cualquier naturaleza; los pr~

cesos industriales, los procesos de extracci6n, transformaci6n y manufactu-

ra; la explotati6n agr!cola¡ la producci6n de energ!a y muchas actividades

humanas, son las causas principales de la contaminaci6n ambiental.

Contaminación del aire

El Consejo de Europa, en su informe del 14 de setiembre' de 1967,


di6 la siguiente definición de contaminación atmosférica:
"Hay contaminaci6n atmosférica cuando la presencia de una sustancia extra-
"ña o una variación importante en la proporci6n de sus constituyentes, es
"sasceptible de provocar un efecto perjudicial o de crear una molestia, t~

Itniendo en cuenta los conocimientos científicos del momento. u

En esta definici6n, la expresión "teniendo en cuenta los c8noci-

mientos científicos del momento", significa estudios científicos que pue-


- 57
den señalar la posibilidad de un peligro verdadero en la presencia de un'd~

terminado contaminante, en una conoentración dada, que antes no resultaba

excesivamente peligroso, tanto para la vida humana como para la animal y v~

getal. Cuando se menciona "crear una molestia" se refiere tanto a la prese.o.

cia de un mal olor como a una disminución de la visibilidad debido a la ap~

rici6n de niebla,irritación visual por la presencia de determinadas emana-

ciones, etc.

La acumulaci~n o la dispersión en la atm6sfera de los elementos


contaminantes depende, en primer log~r., de las condiciones meteorológicas
ambientales.

Esto significa que el viento puede dispersarlas o transportarlas

más o menos lejos de su punto de emisi6n: de allí que se considera al vien-


to como un factor meteorológico que interviene de una manera esencial en la
propagación o en la dilución de los contaminantes del aire.

Otros fenómenos meteorológicos aparte del viento, pueden ejercer~

~nfluencias sobre la contaminaci6n; son ellos las radiaciones solares y las

lluvias.

Las radiaciones solares tiensnque ver con la elevaci6n de la tem-

peratura del ambiente, y esta a su vez, con el desplazamiento horizontal de

las masas de aire (vientos), o con el vertical, elevaci6n o descenso de las

mismas.

Las lluvias pueden producir un lavado benéfico de la atm6sfera al

acelerar la precipitación hasta el suelo de partículas s6lidas y líquidas

en suspensión.
Como se produce la contaminación del aire? Se puede decir en tér-

minos generales, que con el funcionamiento de fábricas, con el uso de la ca-

lefa~ci6n, con la combusti6n de los desechos domiciliarios y principalmente


(caso de nuestra ciudad), por la combustión de los motores de los automóvi-

les.
Las descargas del material contaminante se efectúa por medio de
dos tipos de fuentes; fuentes emisoras fijas: plantas industriales, incine-
radores, quemas al aire libre; fuentes emisoras m6viles: 105 automotores.
Los contaminantes del aire más importantes émanados de estas fue~

tes son: anhídrido sulfuroso, mon6xido de carbono, polvo, hollín, 6xidos de


nitrógeno y plomo, humos, cenizas y gases en general.

Ur"! ambiente altamente contaminado actuará sobre los seres humanos,

animales, plantas y elementos materiales (edificios, monumentos, etc.) pro-


- 58 -

vacando enfermedades más a menos graves y deterioro ambiental.

El ritmo y el volúmen de las sustancias contaminantes que se lan-


zan a la atmósfera, determina cambios que pueden ser nocivas para el hombre,
no obstante la gran capacidad de autodepuraci6n del aire, el cual, mediante
la diluci6n del contaminante, su dispersi6n y precipitaci6n por la lluvia o
la nieve, evita frecuentes y graves amenazas. En ocasiones un contaminante
es tan pequeño que en suspensión puede, mediante los desplazamientos hori-
zontales del viento, recorrer enormes distancias. Está comprobado que alg~­

nos humos producidos por incendios en el continente americano llegan a 'EurE


pa.
Ahora bien, cabe preguntarse si la contaminación del aire, es in-
separable del progreso económico, ya que como hemos visto el mismo se cont~

mina por factores de progreso: fábricas, automóviles, calefacci6n •. podemos

constestar que el desarrollo es posible reduciendo al m1nimo aquellos efec-


tos contaminantes y desfavorables mediante sistemas de control y vigilancia.
Esto implica la instalación de fábricas en lugares geográficamen-
te apropiados y adecuados para reducir la nocividad de los contami~a~tes al
m1nimo, además de los dispositivos eficaces para tal fin. Para ello se re-
quieren tareas' de evaluación permanentes por las autoridades pertínentes.E~

tes tareas consistirán e~ mediciones periódicas de contaminación ambiental,


con la respectiva detección de fuentes emisoras. '
Poco es 10 que se ha hecha en este sentido en muchos paises subd~

sarrollados.
Con respecto a la Argentina, donde en el capitulo correspondiente
a este tema, nos ampliaremos con más datos, las meocionadas deficiencias a~

bientales han llevado a las actuales autoridades a fijar pautas para la co~

servación y recuperación del entorno natural y elaborar bases legales perti


nentes para lo cual, privilegiando la acción del problema y su atención ha
creada la Secretaría de Estado de Recursos Naturales y Ambiente ~umana. La
acción de dicha Secretar1a, está fundamentalmente basada, entre ¿tras obje-

tivos, en la realización de estudios sistemáticos y directivos de planific~

ción para obtener mejoras ambientales en los asentamiento humano~, integra~

do el movimiento mundial de protección del medio ambiente.


En lo que respecta a la contaminaci6n del aire, el Plan Trienal
vigente actualmente se propone, en el período de vigencia "el diseño de' un
"sistema de vigilaocia para la observaci6n de la calidad del aire y su gra-

"do de contaminaci6n, promoviendo los trabajos necesarios para el tratamie~

"to de las fuentes contaminantes" y "elaboráci6n de un proyecto de legisla-


- 59 -

"ci6n que, en bas8 a los resultados científicos y técnicos obtenidos, ti en-

ttdan a la preservación del medio ambiente y 10 hagan compatible con las ne-

"cesidades del desarrollo del país" (Plan Trienal para la Reconstrucci6n y

Liberaci6n Nacional).

La contaminación del agua

En la contaminación del agua participan, además de las industrias

o sus actividades conexas, las impurezas que del aire o el suelo ,pasan al ~

g¡¡¡a. lo mismo que los aportes que arrastran las aguas usadas en el hogar y

que acarrean las excretas y desechos de poblaciones, conteniendo g~rmenesJ

parásitos y productos como'los residuos de los detergentes. que se rehusan

a la degradaci6n por bacterias. En las tierras, el arrastre mecánico de pl~

guicidas y nutrientes o fertilizantes del suelo, también la contaminan.


El marv.que ocupa el'?O por ciento de la superficie de la tierra,2
~frece una esgeranza de aprovisionamiento de alimento para la creciente po-
blaci6n mundial; sin embargo es el destino final y el más antiguo de los
contaminantes más agresivos. El uso en aumento de las aguas marinas para el
transporte, la explo~?ción irracional de los fondos marinos, y su contamin~

ción por el vertimiento de desechos radiactivos y tóxicos, en forma delibe-


rada O accidental, amenazan degradar su calidad.

Tipos de contaminación de los recursos hídricos

Hay muchos tipos de contaminaci6n del agua, cada uno de ellos pr2

duce efectos particulares. El Comité de Expertos de la O.M.S. (Organizaci6n

Mundial de la Salud), reunido en Ginebra en abril de 1965, considera las si


guientes categorias:
a) Contaminación por bacterias, virus y otros gérmenes pat6genos.
b) Contaminación por sustancias orgánicas susceptibles de descomposici6n,
que al absorber oxigeno del agua causan la muerte de peces, producen 012
res pestilentes y dan al, agua un aspecto repugnante; esta contaminación,
si no es excesiva, puede desaparecer al cabo de c~erto tiempo, con lo
que el río recobre' su aspecto sano y agradable.

c) Contaminación por sales inorgánicas, cuya caracterísitica es que no pue-

den eliminarse mediante las técnicas habituales de tratamiento del agua

requiriendo procedimientos complejos y costosos; este tipo de contamina-


- 60 -

ción puede inutilizar el agua para beber, regar y muchos uso~ industria-

les.

d) Contaminación por sustancias nutritivas para los vegetales (potasio, f6~


foro, nitratos, etc.), la mayoría de los cuales son también s~les inorg~
nicas, pero que además poseen la propiedad de facilitar el crecimiento
de malas hierbas y de algas y de formar, por fotosintesis, materia orgá-
nica que puede acumularse en el fondo de los lagos.

e) Contaminación por sustancias oleosas, que pueden' $er nocivas para los p~

ces, ensuciar el agua, aislar del aire la superficie del río, disminuye~

do la reoxigenación del agua, acumularse en cantidades molestas si las


circunstancias son propicias y provocar una gran demanda de oxígeno.
f) Contaminación por agentes tóxicos especificas, que van desde las' sales
metálicas hasta los compuestos químioos sintéticos de gran complejidad.
g) También cabe mencionar otras categorías de contaminación producidas por
factores tales como: el calor contenido por las aguas de usos industria-
les, que puede considerarse como contaminante pues inutiliza los rios p~

re ciertos fines; el barro que puede ser arrastrado al rio en enormes

cantidades, alt~rando las características de su lecho; finalmente la co~

taminaci6n por sustancias radiactivas.

Causas de contaminación

Desagües cloacales

Las desagües cloacales constituyen un grave factor de contamina-


ci6n del agua, que entraña serios peligras. Su contenido de materia orgáni-
ca, eventualmente de microorganismos patógenos, de detergentes cada vez más
difundidos en los hábitos domésticos, etc. J pueden originar graves proble-
mas de contaminación. La materia orgánica al ser descompuesta por, acción
bacteriana en el cuerpo de agua receptor, produce una dimsinuci6n del oxíg~

no disuelto disponible que puede descender a niveles capaces de originar se


rios problemas, llegando hasta anularse.
Este tipo de contaminación se ,origina principalmente por las des-
cargas finales de redes colectoras cloacales de áreas urbanas, sin plantas

de tratamiento, virtiendo sobre cuerpps receptores con insuficiente capaci

dad diluyente y autodepuradora.


- 61 -

Desagües pluviales

otro problema en aumento, debido al crecimiento de las áreas urb~

nas, es el de la contaminación provocada por el drenaje de aguas de lluvia

en zonas pobladas, puesto que cada año son meyores las áreas destinadas a

calles, Butopistas. aeropuertos. edificios u otras construcciones.

Estas aguas al escurrir arrastran consigo todo lo .acumulado en la

superficie, como ser: aceites, materia orgánica, basura. tierra. polvo in-

dustrial y otros contaminantes del aire arrastrados por la precipitación, y

todo aquello que pueda ser llevado hidráulicamente hasta los pluviales o a
un río cercano.
La existencia de vaciaderos de basura en cercanías de los cursos

agrava esta situación, dedo que las aguas de lluvia percolen a través de las

capas de basuras, escurriendo luego hacia los cuerpos receptores.


En muchas ciudades que cuentan con sistemas combinados de colect2
res pluviales y claacales, el crecimiento 'de la poblaci6n ha provocado la
necesidad de derivar de la planta de tratamiento cantidades en aumento de
desagües cloacales mezclados con agua de lluvia. En el presente, este es u-
no de los más serios y difíciles problemas de contaminación que enfrentan

muchas áreas urbanas.


Durante los períodos de lluvia, estos sistemas de colectores com-

binados, deben transportar su caudal de tiempo seco con las aguas provenie~

tes de las precipitaciones. Como generalmente se consider6 no econ6mico

construir plantas'de tratamiento para depurar el caudal total, la alternatl

va ha sido diseñar derivadores para la descarga combinada por sobre un de-

terminado nivel.

Sumado a ello, las aguas de lluvia lavan barro depositado en el

fondo de las colectoras, con el resultado de que estos sobrecaudales arras-


tran grendes cantidades de elementos contaminantes a los cursos de agua.
Este contaminación descargada intermitentemente por aguas de llu-
via puede dificultar seriamente los usos del curso y llegar a tener como
consecuencia el cierre o la prohibici6n de entrar a algunas playas durante

ciertos períOdos.

Desagües industriales

Constituyen, juntamente con los desagües cloacales, la causa pre-


- 62 -

dominante de problemas de contaminaci6n de aguas.


Desde el siglo pasado, la legislaci6n de los países más desarro-

lIados se ha ocupado de est~ cuesti6n, aunque no siempre con mucho éxitojen

la mayoria de los mí.smos , la protecci6n del agua se ha convertido en un pr,2


blema muy urgente, y de permanente preocupaci6n, como dan cuenta recientes
publicaciones de la prensa diaria.
Los problemas de esta índole 58 originan y se agravan, en buena
parte por las siguientes causas: desarrollo industrial rápido con formaci6n
de grandes g~pos fabriles carentes de procesos de depuraci6n y acompañadas
por formación de agrupamientos urbanos cuyos desechos también contaminantes
y peligrosos agravan los problemas, inexistenc~a de planes reguladores o in

cumplimiento de los mismos, y falta de recaudos en la elecci6n del lugar de


emplazamiento de plantas industriales (las que no deberían ser adm~tidas s!
no después de un estudio de las posibilidades de evacuBción de sus efluen-

tes de manera de evitar posteriores implicancias contaminantes).

Los desagües industriales se caracterizan por su gran variedad

en cantidad y calidad; aparecen mercadas diferencias de acuerdo con el tipo

de industria, y aún dentro del mismo tipo, según los procesos empleados y

las características propias de cada establecimiento.

DesagUes industriales con contenido de sustancias orgánicas

La contaminación provocada por desagües industriales con conteni-


do de sustancias orgánicas (de origen vegetal o animal), tal como la que r~
sulta del vuelco de los desagües de la industria de la matanza del ganado,
frigorifica, lechera, cervecera, de las que procesan vegetales y frutas, de

la fermentaci6n, etc., es muy significativa no s610 por la contaminación en


si, sino porque en algunos
lo
de estos desagües se presenta, como en los desa-
gOas cloacales, el peligro de los gérmene~ patógenos.
El vuelco de desagües orgánicos provoca serias implicancias en

los ríos, puesto que son susceptibles de sufrir degradación bio16gica~ que
se produce a expensas del consumo de oxigeno disuelto del curso, provocando

por tanto una deflexi6n del mismo. Si esta deflexi6n es total, conduce a

condiciones de mal olor y apariencia ofensiva, incluso un deflexi6n parcial

puede causar muerte de peces y convertir al rlo en inadecuado para sus for-

mas naturales de vida.


- 6~ -

Derrames de petróleos y sus derivados

El petr61eo como materia prima de uso creciente degrada el medio

donde se derrama como consecuencia de pérdidas originadas en operaciones de

manipuleo, transporte, transvase, extracción, conducci6n y distintas opera-

ciones de destilado, craqueo, fraccionamiento, síntesis. etc.

Pueden producirse problemas de contaminación por hidrocarburos ca

mo consecuencia de roturas o pérdidas en los oleoductos, 10 cual no s610 d~

ña el terreno receptor, sino que también puede llegar a afectar napas subt~

rráneas.

En los barcos se deben principalmente a goteos,pérdidas por fisu-

ras, aguas de lastre y lavado de sentina.

La conveniencia del transporte marítimo, como así también la de ~

bicar refinerías e industrias petroquímic~s sobre grandes cuerpos de agua,

estuarios, ríos y con preferencia en costas marítimas, provocan el aporte de

crudo y derivados de petr6leo al mar y como consecuencia, es dable observar


~
una contaminaci6n costera que se manifiesta en distintos tramos de vastas

costas plenas de riqueza pesquera',·cuya integridad debe preservarse.

Las especies comestibles extraídas de áreas afectadas en alguna

proporción con derivados de petr61eo han visto afectada su calidad por to-

mar sus carnes un marcado olor y sabor a petróleo.

Conviene destacar la expresión de varios autores coincidentes en

que el petróleo y sus derivados constituye una de las peores y más ~stables

contaminaciones. Estos productos tienen una muy baja oxidebilidad tanto que,

casi no se la detecta, en cambio es capaz de flotar casi indefinidamente.Se


citan experiencias'hechas en tanques donde al cabo de 18 meses sólo se con-
O
siguió evaporar toda el agua sin apreciarse alteración del producto.

DesagOes radiactivos

La creciente demanda de energía en la mayoría de los países se

tiende a cubrir, en parte, con un aumento de generadores nucleares; también

se incrementa el uso de la energía nuclear en la industria, en equipos médi

cos, en submarinos, etc •. Su efecto se hará sentir con más facilidad en

vías fluviales interiores que en el mar) en el que aunque muchos.cientifi-

cos estiman que no hay aún peligro para el medio marino, comienza a tomar

vigencia el concepto de que no debiera permitirse más la eliminación de d8~


- 64 -

perdicios radiactivos en el mar.


Se sospecha que el estroncio 90, proveniente principalmente de
los ensayos atómicos realizados en los últimos años, puede haberse acumula-

do .en peces originando alta mortalidad.

Sobreelevaci6n térmica

Algunos desagües industriales, y particularmente desagües de cen-


trales eléctricas, entre los que pueden destacarse muy particularmente las
que emplean energia at6mica, pueden originar sobreelevaciones de la temper~

tura de los cuerpos ,receptores. El aumento de temperatura limita la posibi-

lidad de uso en establecimientos ubicados aguas abajo~ y además cuando la

capacidad del cuerpo receptor 8S limitada da lugar a dos fenómenos concu-

rrentes: la aceleraci6n de los procesos bio16gicos de descomposición de la

materia orgánica eventualmente presente en al cuerpo receptor, y la dismi-

nuci6n de la solubilidad del oxigeno; ambos procesos concurren a favorecer

la disminuci6n de la concentraci6nde oxigeno disuelto con las consecuen-

cias l6gicas sobre la vida de los peces y las caracter1sticas de las aguas

receptoras.
Los problemas de sobreeleveción térmica pueden afectar especial-
mente a las cuencas cerradas, tales como lagos, lagunas, embalses, en los

cuales el aumento de la temperatura puede favorecer el desarrollo de plan~

ton, contribuyendo e intensificar problemas de eutroficación.

Los aprovechamientos sucesivos de oguas de un cuerpo de poca ca-

pacidad pueden dar lugar a una sobreelevación excesiva de la temperatura de


las mismas, generando el problema que se ha dado en llamar "Contaminación
. I
térmica" (cada vez citada más frecuentemente en distintos paises).

Efectos de la contaminación del agua

Por la acción de las "causas" anteriormente señaladas, surge en


consecuencia una significativa serie de "efectos", los cuales a continua-

ci6n se describen ordenadamente:

Efectos en el abastecimiento de agua potable

El agua es tan imprescindible para la vida humana como le e5 el


- 65 -

oxigeno del aire. Sin el agua es imposible la vida en cualquiera de sus fa!

mas. La proporci6n de agua en el organismo humano es de un 65~ de su peso.

Surge con ello la necesidad de consumo por el hombre y al mismo tiempo de ~

segurar su calidad. El estudio científico de la microbiolog1a, 58 debe pri~

cipalmente a los trabajos del sabio francés Luis Pasteur, donde se dieron
las bases que condujeron a los actuales conocimientos de esta rama de la

ciencia base de la higiene; con el avance de la microbiologfa se llega en


forma sucesiva al or~gen de muchas enfermedades y como consecuencia. la im-

portancia del agua como transmisor si no se guarda cuidado en las'condicio-

nas del suministro.


I
Al comienzo del siglo pasado y a cpns8cuencia de fuertes epidemias,

el gobierno inglés designó a un grupo de especialistas para estudiar las m~

didas destinadas a aminorar sus efectos. Entre las medidas tomadas ,se dest~

ca el uso de los llamados filtros lentos. utilizados no con el propósito de

eliminar bacterias que aún no se COnQC~8n, sino para eliminar sustancias

suspendidas. Con ésta y ot~as medidas consiguieron no s610 espaciar las epi

demiasde ciertas e~fermedadesJ sino también disminuir el número de casos.

Hoya la luz de los conocimientcsactuales se conoce la importancia

del agua potable y el beneficio de tales servicios, los que inciden favora-

blemente más allá de su acción benéfica al reducir las llamadas enfermeda-

des hfdricas. sino indirectamente sobre otras que disminuyen sin conocerse

del todo ~1 porqué de tal hecho.

Es el llamado fenómeno de Mills-Reinke; quienes observaron que


donde se instala 'un abastecimiento de agua potable hay un considerable des~

censo de la ,mortalidad por fiebre tifoidea y por enfermedades hidricas en

general, pero además un descenso en la mortalidad general producida por 0-

tras causas. Según el teoreQa de Hazen por'cada defunción de fiebre tifoi-

dee que se evita, quedan tres más evitadas debido a otras enfermedades.

Efectos sobre la vida acuática

Es de real impo~tancia no alterar la vida bio16gica marina en ni~

guna de sus escalas por constituir una inmensa fuente de riqueza, en espe-

ci8l de alimentos aprovechables por el hombre, aún no explotados en toda su

magnitud y que significa una gran reserva alimenticia para una poblaci6n

mundial cada vez más numerosa. Además debe destacarse que sus elementos vi-

vientes con clorofila constituyen la fuente productora de "oxigeno por 8XC8-


- 66 -

lencia, elemento sin el cual no as posible la vida.

El equilibrio eco16gico de los mares puede verse a~terado por mal


tiples factores, es! hay contaminantes que actúan intoxicando animales y

plantas, ya sea provocando su muerte o bien originando concentraciones pel!

grosas para quienes los ingieren. Otros provocando la desoxigenaci6n del a-

gua y con ello la muerte, primero de los más sensibles, y luego en escala
descendente de otras especies con variada resistencia a medios oxigenados.

Otros contaminantes alteran la flora y la fauna, favoreciendo determinadas


especies superiores por abundancia, hecho que a su vez altera el equilibrio
eco16gico por abundancia o por carencia de alimentación necesaria.

Hay cientos de sustancias orgánicas y minerales capaces de origi-

nar enormes perjuicios en la vida, desarrollo y propiedades de los peces.E~

to seguramente ha de seguir en forma indefinida, por cuanto constantemente

el hombre produce y obtiene nuevos productos y subproductos y en consecuen-


cia, surge su presencia en los efluentes de tales industrias.

Efectos en las explotaciones agropecuar~as.

El agua para riego debe reunir ~iertas condiciones en lo que se

refiere a calidad; un factor fundamental es el contenido salino, que cuando

es 'excesivo afecta al desarrollo vegetal. Ese aumento de salinidad puede

ser debido a la poluci6n del agua para riego, determinada fundamentalmente

por algunos usos industriales.

Un elemento incidente en las posibilidades de utilizaci6n agríco-


la es el sodio; lo~ perjuicios originados por el sodio presente en aguas p~

ra riego, son que al aumentar su concentración en el suelo agrícola, se de-

sarrol¡an posibilidades adversas de utilización; los suelos se hacen más imper


meables al aire y se forman costras que afectan a los cultivos.

Efectos en provisión de agua para industria

Puede ocurrir que la industria,frecuente causa de contaminación


de aguas superficiales por la descarga indiscriminada de sus desechos de f~

bricaci6n y de desagües industriales y cloBcales) vea afectadas sus propias


posibilidades de abastecimiento de agua por la creciente polución de las

fuentes hídricasj ello origina dificultades en general crecientes, acompañ~

das generalmente de une complejidad de instalaciones con más ga~tos de 8X-


- 67 -

plotaci6n, que repercuten necesariamenre en los costos de los productos el~

borados.

Efectos causados por detergente~

Los detergentes sintéticos han entrado en la limpieza hogareña en


forma masiva desde tiempo relativamente reciente, aproximadamente unos 15 ~

Ros, Desde entonces su uso es creciente y hoy perturba el funcionamiento de

muchas plantas depuradoras, afecta las cuerpos de agua e incluso, por su al

ta capacidad de penetración, llega a capas de aguas subterráneas de poca"

profundidad, en pozos mal aislados, utilizados por el hombre.

Los detergentes han sido divididos en dos grandes grupos: biode-


gradable5 y bionodegradables.
No hay paises de avanzada industrialización que legislen prohi-
biendo la fabricación", importaci6n y utilizaci6n de detergentes que no pre-
senten adecuada tasa de biodegradaci6n, tomándose por lo general un valor

del 80 por ciento.


Por lo general las normas de ~gua potable, limitan a no más de

0,5 mg/l la pres~ncia de detergentes.


Su control resulta muy dificil debido a que el aporte proviene no
s6lo de la industria, sino también en buena medida de los hogares.

No hay duda que el descubrimiento de los de~ergentes signific6 un


claro avanca en la mecánica de la limpieza, tanto en la industria como en

el hogar, pero su efecto sobre el medio fué tan desfavorable en algunos as-

pectos, particularmente para el agua de beber, que obligó por encima de su

éxito comercial, a investigar las causas de las alteraciones provocadas. Se

ha1l6 que su principal falencia se producía al no ser destruIdos por los mi


croorganismos (no biodegradabilidad).

Con el desarrollo de los detergentes biodegradables se hal16 la


f6rmula para atenuar sus efectos más desfavorables.

Esto motivó, en especial en los países más desarrollados, el dic-


tado de leyes y reglamentaciones con el prop6sito de limitar primero y pro-
hibir más tarde la fabricación y expendio de los llamados detergentes ftdu_
ros".
Este ejemplo debería ser imitado prohibiendo la fabricación e im-

portaci6n de detergentes duros y estimular la producción nacional de los

llamados blandos, con alto porcentaje de biodegradabilidad, dado el uso ma-


68 -

sivo de los mismos, principalmente en el hogar, hecho que dificulta su con-

trol. Justifica la necesidad de tales medidas además el hecho de que en el

pais una gran parte de la poblaci6n se halla en las zonas de alta industri~

lizaci6n, como el Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario, que son áreas donde
los servicios de agua potable son de fuentes superficiales y donde fluyen ~

guas negras sin tratamiento alguno y las industriales con marcado déficit
de tratamiento.

Efecto: problemas de eutroficaci6n

En las últimas décadas la literatura técnica ha documentado mu-


chos casos de eutroficaci6n de rios y lagos, intensificada por la poluci6n
de las agua.
El significado etimo16gico de eutroficaci6n, equi~ale a "bien nu-
trido". El término ha sido usado desde hace muchos años para describir el
cambio en la productividad bio16gica que tiene lugar en lagos y embalses a
través de su historia: desde el punto de vista de la contaminaci6n, se,con-
·sideran los cambios determinados por procesos de eutroficaci6n favorecidos
por ciertas formas de poluci6n, de las cuales las más caracteristicas son
la introducci6n de nutrientes y las sobreslevaciones térmicas.
Los aumentos de temperatura. cuando alcanzan cierta magnitud pue-
den llegar a dar lugar a la desaparici6n de algunas especies de algas, y al
desarrollo de otras especies de algas que sustituyen a las primeras y cambiar
con ello las condiciones del cuerpo de agua.

Efectos sobre el mar

La contaminación del mar es un problema que afecta de alguna man~

ra al mundo entero, tanto a los pa1ses desarrollados como a los en desarro-

llo.
Algunos materiales que afectan al mar se descargan int8ncionalm8~

te por considerar el medio más adecuado y menos oneroso por el momento; o-


tros son arrojados accidentalmente.
La vida marina no s610 es de una complejidad que maravilla, sino

que también guarda un perfecto equilibrio eco16gico, cuya ruptura siempre

trae una consecuancia y por lo general en sentido desfavorable.

En su gran diversidad de especies y de evoluci6n, todas ellas en

uno u otro sentido, constituyen alimento para otras especies y su merma o


- 69 -

desaparición por lo general significa afectar o degradar especies útiles al

hombre.

El vuelco de desperdicios al mar es creciente, como es creciente

la población costera en los países. Los peligros son grandes, se necesita u

na vigilancia constante y una gran responsabilidad civil por ser una prácti

ca difícil de controlar.
La actividad petrolera es una de las mayores contaminantes del
mar, se incrementa constantemente. Si se une a ésto la petroquímica, tan li

gada a la industria del petr61eo y su variedad de productos de síntesis, se


tendrá el panorama de sus posibles consecuencias para el medio.

Dada la importancia que adquiere la contaminaci6n del mar por los

vuelcos costeros, cada vez más adquiere importancia la plena conciencia de

cada Estado para combatirla y reducirla.

Contaminaci6n por productos de la tecnología

El agotamiento de los recursos naturales tiene efectos difíciles


de predecir en relaci6n con el medio ambiente.
Dos hechos, sucedidos al final de la segunda guerra mundial, fue-
ron el toque de atención para la humanidad acerca de las repercusiones en
'3
nuestro ambiente, que pueden provenir del empleo de productos resultantes
de nuevas tecnologías.
El más importante y agudo fué la detonación de bombas atómicas en
hiroshima y Nagasaki.
Las detonaciones de armas nucleares han continuado. Además del
dramático exterminio de las poblaciones locales, se han causado efectos me-
diatos como resultado de la dispersión mundial de material radiactivo, que

ha sido posible identificar en el suelo, los alimentos, el aire, el agua y

otros recursos del planeta.

Casi simultáneamente apareció el DOT, producto tambiénJde la tao-


!
nologia, compuesto con caracter1sticas prometedoras enderezadas a librar a

la humanidad de muchas plagas y enfermedades que se transmitfan por insec-


tos, o como destructor de los recursos, principalmente los agrfcolas.
El DDT tuvo inmediata aceptaci6n. Sus efectos letales para los in
sectas nocivos y benéficos persistieron durante mucho tiempo después de su
f
empleo, y su precio era bajo. Así este compuesto resultó a veces decisivo,
- 70-

como lo fueron las armas nucleares para terminar con la última conflagra-
ción mundial. Ha sido el DDT eficaz para la eliminaci6n virtual de enfer-
medades, y gracias a su efectividad para combatir plagas que afectaban las

I cosechas se multiplic6 la producci6n de alimentos.

La radiactividad

Grandes cantidades de material radiactivo han sido manejadas des-

de 1939, en que se descubrió la fisi6n nuclear. El efecto de la radiactivi-


dad sobre los organismos se hace sentir en las estructuras orgánicas de las
células. Las altera por los cambios químicos que p:roducen material de alta

energía. Dosis altas suelen ser fatales al hombre. La radiaci6n puede afec-
tar cualquier parte del cuerpo, material radiactivo como el estroncio 90

puede, mediante la cadena alimenticia, afectar numerosas especies a gran


distancia del lugar donde fué originado.
Francia, a pesar de las protestas internacionales, se apresta a
continuar en el Océano Pacifico pruebas con artefactos nucleares; ya en el
año 1951 se detonaron 12 artefactos nucleares en los Estados Unidos. Las

pruebas hechas con armas nucleares por diferentes paises llegan a doscien-

tas. de diferent~ intensidad, las cuales liberaron en el planeta altas ca~

tidades de radiactividad.

Los plaguicidas

Los plaguicidas son sustancias qu1micas que se emplean para des-

truir, controlar, prevenir o repeler la agresión a cualquier forma de vida


del hombre o de sus propiedades, incluyendo la flora y la fauna, que culti
va para su. beneficio.
No se valoriza la utilidad de los plaguicidas si no se mira re-
tro~ectivament8 las poblaciones diezmadas por enfermedades y hambre que
hubieran podido prevenir:-se con, su uso.
Las mangas de langostas que devoran toda la producción agrícola
de una zona, la malaria y fiebre amarilla, la peste bub6nica, en cuya tran~

misión jug6 un papel predominante el piojo de las ratas, que arrasÓ con la
poblaci6n europea de la Edad Media, son algunos de los ejemplos de los be-

neficios obtenidos con estos modernos compuestos.


- 71 -

Las pérdidas de alimentos atribuibles a los insectos nocivos, al-


eanzan en muchos paises a un 30 ~ de sus cosechas.

Lamentablemente los plaguicidas no son selectivos y atacan tanto

a las especies nocivas como a las benéficas; más aun, poseen la propiedad

de intoxicar a las especies superiores y al hombre, y así alteran sustan-


cialmente el equilibrio eco16gico.
La peligrosidad ambiental por el uso de plaguicidas está en ínti-
'ma relaci6n con su toxicidad y su persistencia. El DDT tiene una vida media

sURerior a los 20 años, y compuestos que continen t6xicos como mercurio,


plomo.o arsénico, persisten indefinidamente.

Los movimientos del aire y del agua, las cadenas alimenticias y


los ciclos biológicos propician la dispersión de residuos de los plaguici-

das a grandes distancias, y su toxicidad persiste mucho tiempo después de

su ep Lí.cecfón.

El DDT se ha acumulado en la grasa del cuerpo humano en todas las

partes del mundo, desde los esquimales de Alaska hasta los habitantes de

Nueva DBlhi, como aparece en el cuadro siguiente (extraído de los "L:!mites

del Crecimiento", pág. 109).

Dor en la grasa del cuerpo humano

poblaci6n Año N° de personas Concentraci6n de ODT


en la muestra (partes por mil16n)
Alaska (esquimales) 1960 20 3,0

Alemania 1958/59 60 2,3


Canadá 1959/60 62 4,9
U.S.A. (Kentucky) 1942 10 ,O
U.S.A.(vs. estados) 1961/62 130 12,?
U.S.A.(todo) 1964 64- ?,6
Francia 1961 10 5,2
Hungr1a 1960 48 12,4
India (Delhi) 1964 6? 26,0

Inglaterra 1964 100 3,9


Israel 1963/64- 254 19,2

La acumulaci6n de residuos de pesticidas en el cuerpo hUlllsno,pr§.

sentes en los alimentos, en el agua, en lB tierra, en la fauna silvestre,


- 72 -

en el mar, es un fen6meno de agresi6n ambiental dificil de precisar en sus

efectos futuros. Los riesgos de intoxicación por plaguicidas son mayúsculos

en su fabricaci6n, formulaci6n, aplicaci6n, almacenaje y transporte.Como en

muchos problemas ambientales, las soluciones existen y sólo se requiere el

estimulo propio para que mediante una reglamentaci6n y aplicaci6n adecuadas


se prevengan muchos de los daños con que amenazan a las persones y al am-

biente la anárquica utilizaci6n de esos recursos.

Posteriormente al empleo masivo de DDT, se observ6 que su efica-

cia no era la misma que se advirti6 originariamente: había especies que lo

toleraban, sin registrar efectos aún con el aumento de las concentraciones

del t6xico y del número de frecuencia de las aplicaciones; y hubo una res-

puesta colateral al uso de este compuesto: los d~ños los percibían negati-

vamente ciertas especies útiles. El hombre, eslabón terminal de la'cadena

alimentaria, lo hab1a fijado y lo contenia 'en sus tejidos,tal como se vi6

en el cuadro precedente, además la resistencia genética de las especies an-

·tes susceptibles al DDT y a otros productos similares que trataron de susti

tuirlo, se desarrol16 paulatinamente en unnjmero cada día mayor de insectos.

En la actualidad, muchas de las especies de insectos tienen alta resisten~

cia al DDT.

El ruido

Hay un clamor popular en las grandes ciudades contra un contami-

nante familiar: el ruido.


Se denomina ruido a cualquier percepci6n auditiva externa que

causa en el individuo un estado de tensi6n.

El ruido puede ser desagradable o dañar la salud~ puede interfe=


r
rir la comunicaci6n, el aprendizaje, el desempeño de una actividad, el de~

_ canso, el sueño, la diversi6n y la recuperaci6n de la salud.

Los ruidos intensos a que están expuestos los trabajadores en sus


tareas pueden causar sordera. Las causas más frecuentes de campañas contra
el ruido están relacionadas con sus. características de composici6n y del
horario o lugar donde se los oye. Los autom6viles, con sus escapes, sus bo-

cinas, 10 mismo que las aeronaves, locomotoras, motocicletas; las reparaciQ

nes en la vía pública y las actividades industriales, y la de propaganda en

la via pública, constituyen los factores y las causas más corrientes de rui
- 73 -

do.

El ruido es consecuencia de cambios sociales. que generan energía

sonora; tales cambios no corren paralelos a la estructura fisio16gica huma-

na que no ha cambiado en forma perceptible, y que resulta vulnerable a ta-

les estímulos que son producto de la tecnología.

El ruido puede afectar varias funciones subconcientes del indivi-


duo; es capaz de modificar la circulaci6n, la respiraci6n y el estado aler-
ta del individuo que lo sufre.

El ruido se origina en una fuente productora y se transporta a

través del medio ambiente para afectar un receptor. Cuando falta cualquiera

de estos factores, no hay problema. 8í se controla en la fuente de emisi6n,

se empleará elprocedimiento más efectivo.


CUADRO DE CONTALITNA.NT3S

Agente
eontaminante
Fuentes principales
de origen humano
Dis tribucicSn
en el medio'
Niveles
aproximados ~~~:~~~i~~esp~~~~:~e; I Efe~~~~ ~~m~:e salud Efectos en el
2ledio

Micotoxinas Alimentos humanos cocina--ILOs cacahuetes, Aflatoxinas: se encuen- Las aflatoxinas son pro- Se sospecha que producen Se s abe que producen la
dos y piensos para las alubias y tran de 0,1 a 1 ppm en duetos J:letabólicos de lesiones hepáticas y muerte de patos, pavos y
animales el mah son los 50% aproximadamente de Aspergillus flp. '."US. Es- cáncer. peces.
- '. . . ., principales las muestras de a1imen- tructura química identi-
productos e.li- tos en Uganda y ficada (por ej eapLo e.fla-
menticios con- Tailandia. toxina Bl' B2, Gl , G2).
taminados con Las micotoxinas son pro-
aflatoxinas. ducidas también por otros.
mohos, (por eje:::plo
Penicilli~m isla:'ldiclL'J).

;a~o;~~~~so~:p~~~o~:l . I~~f~:m:~~~e
Hidrocarburos Combustión de ma:teriales Aire, agua, IInformacicSn inCOIDP1eta.lcomprende varios compues-
aroI:láticos orgánicos. Escape de alimentos (10- Los datos que siguen se tos químicos coco el de
polic!clicos motores de gasolina y cal y regional) refieren sobre todo al benzo-(a)-pireno (BP), Somezclas de PAR (alqui-
(PAR) diesel. Hollín atmosfé- benze>-(a)-pireno. dibenze>-(a, i)-pireno, trán de carbón, produc-
rico, humo CJ.e cigarri- Aire, 0,01 a lOO)J.i,! dibenzo-(a, h)-acridina. tos del petrcSleo) produ-
llos. Desechos de fá- 1000 m3 (importantes va- cen el cáncer en el hom-
bricas d.. ~as, refine- riaciones locales y es- bre 80n concluyentes.
ría~, industrias tacionales). Agua de Sin embargo, no es tá cla-
qu!micas superficie, 0,03 a 0,1 ro el papel de los dis-
[pg/l. Plancton marino, tintos componentes qu!- -J
basta 400 pg/kg. Sue- micos. Para otros tipos .p,.
los, O a 400 )lg/kg. de exposicicSn ambiental,
Carne y pescado ahuma- las pruebas son indica- I
dos, hasta 50.~/kg. tivas pero no
Humo de cigarrillo: concluyentes.
alrededor de 15 p.g/
1000/cigarrillos.

Petr61eo Accidentes del trans- Agua de mar y No se aplica. Mezcle.. cOtlpleja de hidrO-INO se han observado a. Las pe1.ículas de pe-
porte marítimo. dulce, y tie- carburos. Forma películas efectos directos de la tróleo reducen conside-
Desechos del transporte. rra (local y en la superficie del agua. exposición 8.J:¡biental, rable!:lerrte la absorcicSn
Drenaj es terres tres con- regional) • En zonas templadas y tro- excluida la del oxígeno por el agua.
taminados. picales es biodegrade.ble y ocupacional. b. Puede causar la muer-
Refinería::l • se oxida bajo la accicSn te de aves rcar inas ,
Extracci6n de petróleo de la luz. c. Generalmente baja te>-
frente a .las cos tes. ::dcidad =ara le. fauna I::.arina·,
(mucho i~nos tóxico que
los detergentes utiliza-
dos pare dispersar el
petrc5leo de r-ramado acci-
dentahente). En los
estuarios y bahías, las
fraccicnes ds tóxicas
unidas al aé:0ta:niento
del orlgeno pueden pro-
ducir une. tlortalidad
tlás pr-crrunc í.ede en al-
v.
L-.. I '~--1----'>-- ... -----t:---.. -_=-~:..-.J _. . .._-, • gunas especies. ,

Fuente: ilaciones Unidas, Conferencia Sobre el Medio Humano, Estocolmo, 1972


CUADRO DE. COrTTA!;ITR~lrTES (Cont)
Agente I~t.~;t1~cía"n:':>·q~!f.1icas y Efectos en la salud
--é6ntanünante- arr~ientale:> pertinentes del hombre
Fluoruros
:~d~:: ~~~~:~:~:~i~~;: I~:ri~~o~~~~~;~~ inhibe
Procesos de elaboracieSn IAire (local) Beneficiosos a baja eonce n- a. Fluorosls en anaa-
industrial (producct.én de agua, suelo, traci6n¡ por ejemplo 1 Illg/l les de pasto.
alUIdnio, acero, abonos alimentos. varias ciudades (EE.UU.) en el agua potable disminu- b, La toxicidad para los
fosta tados, hidrocarburos variaban de alrededor de ye le. incidencia de la ca- peces varIa cons idera-
i~~~~~~~~.fa~~;~~~~f:Snde 0,001 a 0,02 ppm,
b, En aguas naturales
ries dental. A niveles su-
periores (consumo diario
blemente según- las
especies.
de carbén , Desechos lí- concentracieSn muy varia- de 2 e. 8 IIIg) produce desco- c. Daños a la vegetaci6n
quidos industriales y es- ble, de O a 20 eg/l. loraciones en la dentadura, a concentraciones de
correntía agr!cola. c. Alimentos, concentra- y a niveles ado mls eleva- 0,002 PP!!1 en el aire.
cieSn muy variable de 0,1 dos, posibles daños al d. Corrosi6n de :r.etales;
a 20 mg/kg. esqueleto. ataque a una gran - varie-
dad de me.t eriales de
construcc16n.
Agentes conta- Procesos de elaboraci6n Aire .(10ca1). Muy variables. Para al-IL8S sustancias hediondas Laevaluación objetiva es Reducen considerable-
minantes que industrial. Combusti6n. gunos compuestos los uro- suelen resultar de una difícil por lo incompleto ment.e las posibilidades
afectan el olor Elaboraci6n de productos brales de percepci6n del oxidación incompleta de de los conocimientos so- de esparciclento en los
del aire de origen animal. Eli- olor pueden ser tan bajos sustancias orgánicas. bre el proceso olfatorio. lugares afectados.
minaci6n inadecuada de como 1/101 2 en aire. Ejemplos de con:puestos Producen molestias que
desechos líquidos y comunes n:alo1ientes: pueden afectar las acti-
seSlidos sulfuros de hidr6geno, vidades diarias. No se
mercaptanos y aminas. sabe de ningún efecto del
olor ~ que pueda cau-
sar una enfermedad
orgánica. -1
Vl
_iMH:r\l)~_~i~__. __~ I.P1la?~!l.ls ilndiust~iaCle.st
_ Al~.!dntlos,._. _ a'/~3ir~,. :,0,001 a 0,050 a. ConversieSn microbiana e. Tóxicos cUIllulativos que a. Muerte de aves que
g 1 c orca ca nas. a a- agua u ce, pg ID • en mercutiato de metilo afectan al sistema nervio- comen se::dlla tratada
lizadores mercuriales. medio marino, b, Agua dulce,.., 0,01 a de Hg inorgánico y de al- so (en particular el mer- (Suecia). _
Industrias de pulpa y de suelo, aire, 0,1 )J.'J/1. gunos compue s tos orgáni- - curie.to de metilo). e, Posible infecur.¿idad¡
papel (lIIucilagicidas). (local, re- c. Agua de mar,,,,,,O,l ces que contienen Hg. b, Epidemias y casos de disminución de la pobla-
Tratamiento de las semi- gional y g/l. b, Acumulación en cadenas intoxicaci6n por mercuria- ción de e..ze s r-acaces •
Has. Quemado de com- global). d. Alimentos, variable alimentarias, en particu- to de metilo resultantes c. Se conocen l!:~l los
b\1stibles fósiles. Pro- hasta 0,05 mg/kg¡ sin lar de organismos marinos de la ingestión de marisco efectos sobre los verte- ¡
cesos de minería y refi- embargo, algunos peces y de agua dulce. y pescado ccnt.amd nado , al- bracos acuáticos, !r.- I
nación. Laboratorios de zonas contB.l!linadas gunos casos mortales ¡ en- cluidos los ce ces y so- I
médicos y de
investigaci6n. •
pueden contener 1 mg/kg
o más.
. fern:.edades congénitas (fe-
tales) ("enfermedad mina-
bre el fitopia."'1cton. !
mata" en el Japón). !
Plomo (Pb) Ingredientes antideto- Aire, agua y la. Aire, 1 a 3 pg/m3 en a. El Pb aerotransporta- 8. Principal fuente de ab- a. No se conocen bien .
nantes en los combusti- alimentos (10- zonas urbanas contamina- do en fo:n:a. de aer-oso L] sorci6n: alimentos. los efectos ecol6gicos. I
bles para motores. cal, regional das. En tráfico intenso te.r.lbién asociado con par- b, Afecta a las enzimas y b , Se acU!:'.ula en los se- t
Fundici6n de plomo. In- y global). 14 a 25 )lg/m3• tículas carbónicas. a la heraes Intes Ls j puede dL"Jentos car íncs ,
dustria química. P1a- b, Agua dulce, hasta b , Alql.:enos de plomo vo- afectar al sistema
gu$.cidas. ~emado de 0,14 mg/litro. látiles :J' liposolubles. nervioso. ..
combustibles f6snes. c. Agua de mar, de 0,01 c. Acu::ulaci6n en ostras c. Se acumula en hueso y
Pinturas de plomo, bar- a O,:;}lg/H t.ro, y otros lT.sriscos. riMn con potenciales
nices y esmaltes. d. Alimentos, genoralmen- d. Se conocen IrAl las efectos a largo plazo.
te de 0,08 a 0,3 mg/kg. transforr..aciones en el d. No se han registrado
medio. intoxicaciones por mgea-
ti6n de alimentos de ori-
gen acuáti.co.

Fuente: Opocit. pag.74


CuADRO DE CONTATJIHAUTES (cont)\

Agente Fuentes principales Distribuci6n


;:~~~~~~i~~esp¿~~~~~~~e~ Efec~~~ ~~rn~~e salud
Niveles Efectos en el
contaminante de origen humano en el medio aproxill'.ados f . z:edio

Partículas aero-lQuemad.o de combustibles IAire (local, Promedios anuales en zo- Químicamente se trata de Efectos sinergéticos a , P.educc1~:::. de 1& luz
transportadas para la producci6n de ca- regf.ons l y nas urbanas, 40 a 400 gran diversIdad de sus- con agentes contamlnan- solar dIrec~ '1" de la vi-
101' '1" energía, proceso de global). pg/rrJ. tancias. Debido a su tes gaseosos como el sibilidad; a=ento de la
elaboraci6n industrial, cornporte.rnlento físico re- 002; posibles efectos nubos í.dad :r la !recuer.cia
incineraci6n de desechos 1acionado con el tB.J::año t6xicos dependientes de 113.s nie3:.as; (estos
86lidos, vehículos auto- de las partículas (pro- de la composici6n qu!- fer:óc:e!l.l)s :¡;:..grjudican con-
motores y otros medios piedades superficiales y mica (por ejeI:lplo, plo- siderable::=te los valo-
de transporte. Incendios 6pticas, p¡ovImiento), mo y asbesto). res estéticcs del paisaje)
agrícolas y forestales. suelen considerarse b, De.ibs a. =ateriales;
Emisi6n global de humo: agrupadas. sucdedad ,
alrededor de 2 x 10 10 c. Posible ~¿ucc1ón de
kg/año (estilnaci6n). la te::perat::;.ra te rres tre
(erecto de :largo
alcance) •
Oxido s de Oxidaci6n del nitrógeno IAir~ (local Por 10 general, menos de NOx representa la suma. Se dispone de escasa in- a. Bru=a ~a.9. en el aire
nitr6geno (NOx) atmosférico a temperatu- y regional). 0,1 ppm; en tráfico in- de NO y N02. El NO es formación a niveles de de las ci~des.
ra elevada (motores de tenso hasta 1 ppm, Con- el principal óxido pre- concentración ambier.tal; b, Los niveles que causan
~~:~U~~~f~e;~~~~~:~ ~~~= taminación pronunciada-
mente diurna..
sente en emisiones pro-
cedentes de combustio-
posible aumento de las
infecciones respirato-
daños agudos a Las plan-
tas son st:;:.sriores a los
cesos de elaboración in- nes. La oxidación foto- r1.as agudas y de la D:or- que no:r...a!::.s:.te se ers-
dustrial; incendios fo- química del NO en pre- bilidad de la bronqui- cuent ran e:::;, la at::.6sf'era.
restales. Emisi6n glo- sencia de hidrocarburos tis en reci~n nacidos. Destrucci6:::l localizada
bal de fuentes de com- produce irritantes COmo de bosques cerca de gral:-
bustión, incluida la re- nitratos peroxiac!licos. des sonas :!:,justriales.
finación de petr61eo: -..J
c. Daños a J.os r::.ateriales 0'\
alrededor de 5,3 x 10 10
kg/año (estimación).
Hidroce.rburos Combusti6n incompleta de ¡Aire (local En zonas muy contamina- Productos del combus ti- La mayoría de los efec- a. Alg'~os cc::puestos, ce-
volátiles '1" sus combustibles carbonosos y reg:!.onal). das, valores máximos du- bIe original inactivos y tos son propios de los l:'.o por ej e=plo el etile::l.o
productos (vehículos automotores, rante una hora, hasta parcialmente oxidados y co:r.puestos producto ,de sor¡ r:.:..y f'i"t.otóxicos
combusti6n estacionaria 10 ppm (en fo~a de sustancias fomadas por reacciones atl:",osféricas (plantas se=.sibles daña-
de combustibles); proce- carbono). ruptura de enlace y pos- de hidrocarburos, sus da" iJ. c,ecs pp:).
sos de elaboración in- terior síntesIs. Los derivados y otras sus- b, ,Lcción de visibili-
dustrial; eliminación de compuestos reactivos, tancias (por eje:r.plo, de.;: -i.=.a.:is. por partí-
desechos sólidos; disol- como los alquenos, des- el NOx). Algunos pro- cula. _....aerosol, sobre
ventes; incendios empeñan un papel impor- ductos de la oxidación toco cczo corisecuenc Ia de
forestales. tante en la fOI'l!lB.ción son irritantes ocula- reaccioz:es at::osféricas.
del tipo de contení.na- res (acroleína, c. Pue¿en ;:)roducir olores
ción oxidante. aldehídos) • desagrada2es.
¡Oxidantes, in- Escapes de vehículos IAire (local) En zonas muy contamina- Agentes contaminantes se- a. Irritaci6n ocular. a. El ?AX p:::-cduce daños
~clUido el automotores. Reacciones das, hasta 0,15 ppm cundarios del aire pro- b , Posiblemente con
~ozono
en pl!l.:ltas se::tsibles ta-
fotoqqímicas de óxidos (promedio de 8 horas); ducidos por reacciones ataques de asns , les ccco el tabaco o la
de nitrógeno y de hidro- fuertes variaciones diur- fotoquímicas de 6xidos c. Trastornos puln::ona_ tc::-.atera 5.' ::h-eles de 0,01
carburos reactivos. nas '1" estacionales. de ni tr6geno con hidro- res en personas a 0,1 pp= (exFcsición de
carburos. Conta.:tinación predispuestas. 1 a 8 ho:'-s.3).
del aire de tipo oxidan- . b, El ozc=o es uno de les
te. Hezcla compleja de agentes ~ta::linaz:tes del
agentes contaminantes aire :::ls F~rj1.:diciales
gaseosos y aerosoles para Las ple.!l.tas.
(03, N02. nitratos de c. t!!.5.~s 2!. l:'..!!.te:riales, en
peroxia.cctilo (PA!"I), ra- particula= caucho, texti-
dicales libres, aldehí- les ¡ t::et~les.
dos, que tonas , hidrocar- d. Pro:1-=_~!!da r educc Lén
buros polimerizados, de h ~is':'~Ei¿9.;i.
etc.). e. Afecta.:: el \"alor E's~~­
, " , ' o u _ _--'-tico del p.isaje. ----'
Puerrb e i Op e: Ci t. pago rl4
CUADRO DE COlITAl.ITHA1TTES ( Cont)

, i ¡ i I ,

~:~~~~~~i~~esp;~~~~~~~e; f Efec~~~ ~~m;~e salud


Agente Fuentes principales Dis tri buci6n Niveles Efectos en el
eontezdnant.e de origen humano en el'medio aproximados ll:edio

Di6xido de car- Quemado de combustibles Aire yagua Atmósfera normal ......320 ppmla, Los procesos biol6gi- S610 indirectos mediante \POSible a\Zlento en la
bono o anh!dri- carbonosos para la pro- (global) Tasa de au:nento cos proporcionan un sis- una posible modificaci6n terr.peratura de la su-
do carb6nico ducción de energ!a, la ..... 0,6 ppm/afio tema natural para la ab- del clima global, perficie terrestre
(C0 calefacci6n y el 'trans- sorci6n y renovaci6n (efecto de largo
2) porte. :inisi6n global del CO2 , alcance) •
derivada de la combus- b, La masa de C02 en la
tión: alrededor de capa oceánica que inter-
1,5 x 1013 kg/año viene en los procesos de
• (estimaci6n). cambio con la a tm6sfera
representa de 5 a 8 ve-
ces la masa de C02 en la
atm6sfera.
~\
Mon6xido de Combustión incompleta de ¡Aire (local Huy variables, segl1n las El CO se oxida muy lenta- a, El bloque de la heno- No produce efectcs en 1)
carbono (CO) materias carbonosas (ve- y regional) condiciones locales, mente en la atmósfera in- globina priva a los te- la flora superior a
bículos automotores, pro- Los valores máximos pró- ferior, Esencialmente es jidos de oxígeno. Las concent.raci~n~es infe-
cesos industriales, eli- ximos a un tráfico in- químicamente inerte y no personas que sufren en- riores a leo ppm (de 1
reacciona con otros e1e- fermedades cardiorres- a 3 s emane.s de .
;;~! v~~l~~e:Om:di~~ en
minación de desechos s6-
1idos, incendios fores- mentos integrantes de la piratorias son más' ser.- exposición) •
tales). Er.lisión global el aire urbano: desde atmósfera urbana en un sibles. Posibles efec-
procedente de procesos
tecno16gicos y de incen-
menos de 1 a alrededor
de 10 ppm,
grado significativo. tos psicofisiológicos ;.
bajas concentraciones, l~ -J
--J
dios forestales: alre- b, El hábito de fumar
dedor de 2,5 x 1011 kg/ es una fuente importan-
año (estimación). te de exposici6n huma-
na, quizá más ir.J.pcrtan-
te que la exposición al
tráfico.

Anh.!¿rido
sulfuroso
Producción energética y
térmica derivada de
Aire (agua)
(local y
Promedios anuales en
zonas urbanas contami-
a. Agente contaminante
del aire de tipo reduc-
lEn combinaci6n con par-
tículas aerotransporta- ;ia~~~~ (~:~~i~~rea p;~:e- \.

=i~I:~U:i~; t:~~:c;e~, ;er.- ji


(50 combustibles que contie- regional) nadas, hasta 0,1 a tor formado principalmen- das (humo), agrava las
2) nen azufre. Procesos de 0.15 ppm, te por la oXida.ción tér- enfermedades respirato-
elaboraci6n industrial. mica del azufre presente rias y contribuye a su ppm durant.e 8 h~=-a.s; la .\
Emisi6n global, alrede- en el combus tibIe o en desarrollo. neblina de ácido sulfú- ~
dor de 1,5 x 10 11 kg/ un mineral sulforoso.
~i~~t~~O;u~:ld~~/~';: 1
año (estimación). b, Oxidaci6n a tn:osférica
a S03, que Se traduce en
la forlD.!!.ci6n de neblina
las
b. Reducc én de '¡iSibili-
í

dad (nebli::.a. de ácido


'
de ácido sulfúrico y sulfúrico y sulfe.;:.cs).
sulfatos.
c. Absorci6n y reaccio-
nes químicas con part!-
c. Deterioro de ::a;:.e:-ia-
les; aur.errt.o de la tasa \
de ccrros í.én (debido en
l
cu'Ias en suspensi6n. gran parte al ácido . .
sulfúrico) •
d. Acidificaci6n de Les
lagos y de les sue l cs ,
_- _~__"'''''''''''_'"",""_.~ ..!--=_~~ r • "-=.~ . _. L __ . _,,- .__ . __ ". .=
... _
OOADRO DE CONT~~ÜINANTES ( Cont.)

Agente I Fuentes principales ¡ Distribución Niveles Interacciones químicas y E~-e-ctos ~~~-._o~~-o--


contaminante de origen humano en el medio aproximados ambientales pertinentes del hombre I ----~~dio
-------11
Plaguic1das a Aplicaci6n en agricultu- Suelo, ali'll.en- DDT y, compuestos afi- Incluye una va~iedad de 8.. Absorci6n anual apro- a. Huy tf.':dcos para crus-
base de hidro- ra y sanidad. Desechos tos, agua, in- nesA /: aire, 0,1 a 400 compues tos coma el DDT, ximada de la poblaci6n táceos e. 'Concentraci6n su-
carburos clora- industriales (por ejem- cluido el me- ng/m 3 (Londres 10 ng/m3); Dleldr!n, Aldrín, BRe en general, de 10 a 20 I::a=.ente baja. .
dos (compues tos plo, fabricac1cSn de pla- dio marino, aguas de superficie, gamma. mg de DD!, sobre todo en b , La ao=ulaci6n progre-
orgánicos del guicidas, manufacturas aire (local, 0,6 a 100 ng/litro; agua a. Degradac í.én bioquímica los alimentos. siva en Los peces puede
eloro) de lana y alfombras). regional y de lluvIa, 7 a 70 ng/ lenta en la mayor!a de b. Proporc16n presente causar tras tornos en su
global). litro; suelo (cultiva- los compuestos. en el cuerpo para la ge- comporta.• .iento e impedir
ble), 0,1 a 5 mg/kg; b. Liposoluble. neralidad de la pobla- que se desarrollen los
alimentos (alimentaci6n c. Acumulación bio16gica ci6n, de 10 a 20 J:lg/kg. eabr-Lones ,
total), 0,03 mg/kg; en cadenas alitlentarias Se han observado cargas c. El DO'r' se considera
huevos de aves, 0,15 de origen acuático (fac- has te. 40 veces en gru- nu.:.y peligroso para al_o
a 30 mg/kg. tor de concentracicSn: pos ocupacdona Imerrt.e gunas a7e3 rapaces que
00 a varios miles). expuestos, sin observa- pueden ~::uzular residuos
d. Inductores de activi- bles efectos nocivos. * a altas ..concentraciones
dad microsomal de enzimas (infecu.t:Jiidad de los
a niveles baj os de huevos, .adelgazar::iento
concentraci6n del ca sce.rdn},
Bifenilos Industria de art!cclos Agua, inclui- Generalmente a escala a. Gran número de is6me- a. No se conocen efectos a. Aun ouando se ban se-
policlorados eléctricos; industria do el medio de 1/10 9• Se encuentran ros. Se comportan en ge- nocivos en el hombre re- ñalado niveles bas tant.e
(PCB) de Ir.ateriales plásti- mar-Ine (lo- a niveles mucho más ele- neral de un modo análogo sul tantes de la exposi- e Levado s en los mariscos
cos, lubrificantes, cal, . regio- vados (del orden de 10 a a los insecticidas a ba- ci6n a los peB a los ni- y el pes cedo , no se han
efluentes industriales nal y 100 ppm o más) en los se de hidrocarburos clo- veles actuales. observado daños a la
yaguas residuales, global) • tejidos de algunos pes- rados (compuestos orgáni- b , La exposición intensa f'auna ca-:-ir:a.
eliminación no contro- cados ; focas y aves. ces de cloro), resisten- y prolongada (ocupacio- b , Ele\:'!,das concentra- -J
lada (incluida la inci- tes a la oxidaci6n y a la nal) puede producir le- ciones en el hígado de CO
neracicSn) de productos hidrcSlisis siones cutáneas y algunas aves y causa po-
que contienen PeB. b, Inductores enzimáticos hepáticas. sible d-e exce s í.vo mine ro
I
a muy bajas concentracio- c. Posible relación con de reuertes. Parecen
nes. intoxicaciones colecti- cer turbar los hábitos
vas en el Jap6n (inges- ilo~les de reproducción
tión de aceite de arroz y adelga;:an el cascarón
contezdnadc con PCB). de les r:uevos.
c. No se conocen bien
otros fenómenos
eco16gicos.
Asbesto Operaciones mineras, Aire yagua Cálculo aproximado de a. El asbesto es un térr:d.-Ia. Posible factor en la la. Se I:.~ registrado ca-
producción de fibra del (local pero la concentracicSn en la no a;:¡plio que abarca di- morbilidad de enf'ermeda-, sos de .asoestcsis an~l,
mineral. Y.anufactura de difundida) • cercanía de calles con versos minerales fibrosos. des pu Iracne res , junto con pero se:: raros.
guarniciones de freno y tráfico intenso, de El crisotilo (silicato otros agentes ccnt.ení.nen- b , No se han obser-vado
tubos aislados (indus- 600 a 6000 partículas nagnés co hidratado) es la tes y el hábito de fl.!!:ar. efectos sobre las
í

tria del asbesto y de 1m3 ; de .3.000 a .34.000 forma tlás común. b , La exposición intensa plantas.
cemento). Abrasi6n de lp.g/m3 en el aire cerca y prolongada (ocupacio-
guarniciones en los fre- de fábricas de mate- nal) puede causar enfer-
nos de vehículos automo- riales de asbesto. medades puln:onares espe-
tores. Tuber!ns para el Partículas de asbesto cIficas e rénfcas ,
agua forradas de asbes- aerotransportadns ob- c. Tat.:biJn se ha indicado
to, filtros de asbesto. servadas hes ta una la inhalaci6n de asbesto
distancia de 80 km de como causa de los mesote-
las fuentes industrIa- liomas (fon:s rara del
les. Cas i todas las cáncer).
aguas naturales con-
tienen res tos de
asbes to ,
CUADRO DE GONTA1ITNAJITES( Cont .)

Agente
contemfnant.e
Fuentes principales
de origen humano
Distribud6n
en el medio
Niveles
aproximados ~~~~~~~i~~esp~~~~~~~~e; I Efec~~~ ~~D1;~ salud Efectos en el
medio
Cadmio (ca) Minería y metaJ.urgia IAire, suelo( a. Aire - zonas urbanas a. Se sabe que se acumula a. Los alimentos constitla. Y.ortal pare. el pescado
(fundiciones de plomo, agua (local) (promedio anual)~ 0,02 en algunos animales yen la principal fuente a concentraciones de 1 ppm,
ele cobre y de zinc); in- alimentos. }lg/m 3 ; no urbanas, ,.., marinos. de absorción. . b, Se conocen mal otros
dustria química (acu.rnula- 0,003 ).tg/m3; industria- b, Se conocen mal las b, Posible relaci6n con efectos eco Lég cos , í

dores alcalinos, aleacio- les, hasta 0,6 )lg/m3. transformaciones la enfermedad "itai-itai"
nes, pinturas y materia- b •.Agua dulce, has ta ambientales. (Japón) (lesiones rena-
les plásticos); trata- 10 Fe/l. les y del esqueleto).
miento de chatarra de me- c. Agua de mar,'""'0,02pg/l c. Posible factor etioló-
tal; e'Lect.rcp'Las tda , abo- d. Suelos _ 1 a 50 mg/ gico en las enfermedades
nos superfosfatados. P1a- kg en arrozales conta- cardiovasculares
guicidas. minadol? (Japón).
e. Alimentos, general-
mente inferior a 0,05
mg/kg (leche, al a 0,4;
ostras, hasta 8; arroz,
0,1 a 1)

Fosfatos Aguas residuales. Esco- tAgua dulce y Agua dulce, 0,3-1 No se han registrado En cantidades excesivas,
rrent!a agr-fco'l.a, medio Itarino mg/l (en forma de P) efectos a niveles son considerados cerco un
Detergentes. (local, ambientales factor fundemen te.L en el
regional). proceso de eutroficación,
que se traduce en un cre-
cimiento excesivo de
plantas acuáticas, agota-
miento del oxígeno, cis- -.)
minución de poblacicnes \O
c·I·, ictiológicas y degrada-
ción general de la cali-
dad del agua.
Nitratos y Aguas residuales. Que- Agua dulce y a. Agua dulce, usualmen- Nitratos r~duc1dos a ni- Los ni tI'.i tos en los alimen-IEn ce.n t ídade s exces i ·r as
nitritos mado de combustibles medio marino, te inferiores a 5 mg/l1- tri tos y amonfaco por la tos y en el agua pueden son considerados coco fac-,
f6siles. Abonos nitro- al:ir.lentos t.ro, pero ocasionalmente microflora intestinal; causar la metahemoglobi- tor fundamenta I en el pr-c-]
genados. Industria. (local y superior alOa mg/li t.ro , los nitritos son precur- nemia infantil. ceso de eutrofice.dén de l'
regional). b, Alimer.tos, muy varia- sores esenciales en la las aguas.
bIes hasta varios miles
de ppI:l en algunos vege-
tales; en carne ahumada,
síntesis de las
ni t.rosemí nas , ~ I
has ta 300 a 900 ¡;¡g/kg
(en forma de NO). Las
concentraciones de ni-
tritos son muy
inferiores.
Sulfonatos Detergentes en aguas re- Agua dulce y En río; contaminados, Agentes activos de su- Toxicidad muy baja para La descarga de r es Lducs
alqu!l1cos (AS) sidu!l1es y desechos medio marino del orden de 0,1 a 0,5 perficie ccmponentes bá- el hombre. de detergentes que con-
Indus triales. (local). lllg/l (expresado como sicos de detergentes sin- tienen ES produce espu-
sustancias activas de téticos. El sulfonato ma en las aguas que los
llletileno azul). alquibencénico (ABS) es reciben y perturba los.
estable y resistente a procesos de tra ta:::ient.:>
las biodegradacioncs. de las aguas residuales;
Los' sulfonatos alquíli- la conversión de deter-
ces lineales (LAS) acu- gentes "fuertes" ASS a
stfn Una biodcgradablli- detergentes "déb í.Les "
dad mucho mJa marcada. (LAS) reduce este
p rob.Lema ,
CUADRO DE CONTA1ITNAlfl'ES (Cont.)

.----
Agentes Fuentes principales Distribución Niveles Interacciones químicas y Efectos en la salud Efectos en el
contaminantes de origen humane en- el medio aproximados a¡;¡bientales pertinentes del hombre medio

Ruido Hedios de transporte: en


particular aeronaves y
Aire (local) Condidones t!picamen-
te urbanas, de 68 a 80 - a. Efectos subjetivos: me-
1estias, dificultades pa-
Puede ai'ectar a los a::.i-
es.Les d-:;r::ésticos y al
vehículos automotores. decibeles durante el ra conversar, dO!'l!lir, es- ganado de un modo
Industria. Construcción día y de 50 a 70 deci- tudiar y desempeña r cier- análogo.
de edificios. Activida- be1es durante la ta..s labores.
_-
... ...-_._" des profesionales y
domés ticas •
noche • b, Efectos objp.tivos:
pueden ser inmediatos
.'
(por ,ejemplo, modificación
temporal del unbra L de la
capacidad para aprender)
.- o cumulativos (por eje.-r.plo
insomnio pertinaz). Una ca
O
exposición muy larga al
ruido puede causar pre;na- I
tura sordera senil.
c. Los conocimientos so- ~

. bre los efectos de la ex-


posición a bajos niveles
son insuficientes.

Fuente: Op. cit. pag. 74


81

EL MEDIO Y EL SUBDESARROLLO

El interés actual en el medio humano ha surgido en un momento en

que las energías y esfuerzos de los países en desarrollo se dedican cada vez

más a alcanzar la meta del desarrollo. En realidad la urgencia apremiante

del objetivo del desarrollo ha sido reconocida generalmente en les últimas


dos décadas.

Puede afirmarse que, en gran medida, el actual interés en las cue~

tiones relacionadas con el medio ambiente ha tenido su origen en los proble-


mas experimentados por los paises industrialmente adelantados.
Estos problemas son de por sí, en gran parte, el resultado de un

nivel elevado de desarrollo económico. La creación de una gran capacidad de

producción en la industria y en la agricultura, el crecimiento de sistemas

complejos de transportes y comunicaciones, la rápida evoluci6n de los con-

glomerados humanos, son factores que de un modo u otro, han causado daños y

perturbaciones en el medio humano. Esas perturbaciones han llegado a alcan-

zar tales proporciones que en muchos sitios constituyen ya un gran problema

para la salud y el bienestar humanos. En realidad los peligros rebasan las


fronteras nacionales y amenazan a la totBlidad del mundo.
Por supuesto los países subdesarrollados no son indiferentes ha-
e
cia estos problemas. Es evidente que les afectan en la medida en que dichos
problemas afectan a la totalidad del medio ambiente, y también por' su rela-
ci6n econÓmica con los países desarrollados. Tienen también interés en 8-

llos porque son problemas que tienden a ser concomitantes al proceso de de-

sarrollo y de hecho algunos ya han comenzado y otros deberán comenZ8r a ma-


nifestBrse en sus propias sociedades. Resulta evidente que los países subd~

sarrollados desean evitar, en todo lo posible, los errores y distorsiones

que han caracterizado la trayectoria seguida por el desarrollo de ias soci~

dadas industrializadas.
Sin embargo, los principales problemas ambientales de los países

en vias de desarrollo son básicamente diferentes de los que se perciben en

los países industrializados. Son principalmente problemas que tienen sus

raices en la pobreza y la propia falta de desarrollo de sus sociedades.

Tanto en las ciudades como en las áreas rurales, el problema no

está solamente en las "condiciones de vida" sino la propia vida, debido a

deficiencias en el abastecimiento de agua, la vivienda inadecuada, la fal-

ta de higiene y los problemas de nutrición, aOsí como las enf'ermecíedes , Son


- 82 -

estos los problemas qUB J en grado no menor que los de la contaminación pro-

ducida por la industria, exigen atención en el contexto de la preocupaci6n

por el medio humano. Son problemas, por otra parte, que afeptan a la mayor

parte de la Humanidad.

Estos pafses, los subdesarrollados, deben considerar la relaci6n


e

existente entre el desarrollo y el medio ambiente dentro de una perspecti-

va diferente. Dentro de ese marco, el desarrollo se convierte fundamental-

mente en un medio de resolver sus problemas ambientales más importantes.

6i bien es cierto que el interés en el medio humano de los paí-

ses en vías de desarrollo hace más estricto el compromiso de lograr el de-

sarrollo, debe servir también para dar nuevas dimensiones al propio conce2

to de desarrollo. Ha existido en el pasado una cierta tendencia a equipa-


rar el desarrollo con el crecimiento económico (aumento del producto bru-

to, inversiones, etc.). Pero en la actualidad se reconoce en general que

el ritma más rápida de crecimiento econ6mico, aunque necesario 8 indispeu

sable, no constituye por sí mismo una garantía de que se aliviarán los pr2

blemas sociales y humanos.

En consecuencia tiene mucha valor la importanci~ de distinguir

entre las medidas o programas de los países que quieren lograr el creci-

miento, y aquellos que pueden suponer un cierto sacrificio de sus objeti-


vos de crecimiento en eras de un desarrollo acorde can la protecci6n del

medio.

El deseo de reparar una parte de los daños infligidos al medio

ambiente y de reducir al mínimo el costo ambiental del desarrollo futuro

representará en la mayoría de los casos, una nueva absorción de recursos

productivos y un factor adicional en los costos de producción. Pero tam-

bién es posible que esta carga se reduzca en el futuro cuando le ciencia

y la tecnología se adapten a las necesidades del mantenimiento del medio

ambiente.

Como se ha mencionado anteriormente, la transformación del agro,

el desarrollo de la industrie, la creación de redes de transporte y de co-

municaciones y el crecimiento de las ciudades son partes integrantes del

proceso de desarrollo. Por consiguiente, deben formar parte de las metas

principales de la politica de desarrollo y de su planificación. Pero es

precisa tener en cuenta que el proceso de desarrollo y la evolución en

cada uno de . .es toa sectores de la economia puede ir acompañado de efectos


- 83 -

secundarios desfavorables que, en muchos casos podrían evitarss, o al menos

mitigarse, mediante el planeamiento de políticas adecuadas. La experiencia

de los países desarrollados ha mostrado que si se hace caso om~so de dichos


efectos secundarios, éstos pueden alcanzar dimensiones de envergadura y oc~

sionar perjuicios y perturbaciones en gran escala. Los países subdesarroll~

dos tienen la oportunidad de evitar algunos de los errores que en el pasado

han caracterizado el proceso de desarrollo.

Si se presta atención a este peligro, es posible que se pueda lo-

grar una forma más satisfactoria que la lograda por los países adelantados.

No nos referiremos en este capítulo a los efectos secundarios am-

bientales, pues ya se mencionan en otra parte de este trabajo.

A lo que sí nos referiremos es a la manifestación de estos efec-


,tos y sus grados diversos según' sean los sectores de que se trate, las re-

giones geográficas afectadas y las etapas de desarrollo alcanzadas por los

diferentes países.
El agotamiento de los recursos, por ejemplo de los minerales, del
suelo o de los recursos forestales; así como la contaminación biológica, es
decir la contaminaci6n representada por los agentes de las enfermedades del
hombre y por las plagas de los animales y las plantas, afectan por 10 gene-

ral a la mayor1a de los paises subdesarrollados, as! como algunos aspectos

de la perturbación física y el deterioro social.

En los países desarrollados en cambio los efectos que predominan,

son la contaminación del aire urbano, que se está convirtiendo en un proble-

ma cada vez más grave en la, mayoría de las 'ciudades de ciertos paises en de-

sarrollo.
Aunque es probable que estos ~f8ctos secundarios se manifiesten

en el proceso de desarrollo, es necesario evaluarlos dentro de un marco que

contribuya a establecer su importancia reletiva. Un factor básico sería el


modo en que una actividad de desarrollo guarda relación con la capacidad del
sistema físico y aún social de un país. Cuestiones como la rapidez con que
tiene lugar el deterioro ambiental, su intensidad, las áreas que afecta y
los aspectos de costo y tiempo son factores de importancia a este respecto.

La utilizaci6n y eliminación de materiales y sus efectos sobre el


-~-

ambiente están influfdos por ej~mploJ por el nivel de tecnología alcanzado,

puesto que ~ste tiene que ver conJa naturaleza del proceso de producci6n.

En forma análoga las formas de consumo son también importantes.En

las sociedades con un alto nivel de los gastos en artículos de primera nec~

sidad, el proceso de consumo ejerce efectos ambientales desfavorables. En

cambio el nivel más alto de consumo discrecional, ejerce por lo general un

efecto ambiental más intenso. La estructura de una sociedad, y sus modalids


des de distribución del ingreso y de la riqueza, son factores que también

tienen su importancia.

Dentro de un marco adecuado a su situaci6n, los países pueden de-

terminar la naturaleza de sus problemas ambientales y examinar las formas

posibles de actuación en la relación con la política ambiental. Los efectos

secundarios ambientales que se producen- en el desarrollo de diversos secto-

res tendrían que recibir una atención selectiva, En primer lugar deben ser
evaluados en relaci6n con el orden de las prioridades del desarrollo de to-

do el país. Los efectos secundarios que están en directa pugna o sean con-

trarios a los objetivos del desarrollo deberán recibir atención inmediata

para ser sujetos a medid~s correctivas.

Agricultura

El proceso de desarrollo agrícola entraña, desde luego. la trans-

formaci6n de sistemas agrarios de baja productividad en sistemas en los que

l~ productividad se eleva. Durante el curso de esta transformación se mejo-

ran las prácticas.de cultivo en las tierras existentes, se amplia la infra-


estructura de las instalaciones y servicios dedicados a la producción agri-

cola y se ponen en cultivo nuevas tierras.

Estos cambios tienen importancia crucial para el proceso de desa-

rrollo, pero pueden asimismo dar lugar a efectos secundarios fundamentales

de diversos grados de importa0cia. A continuación se describen algunos de

ellos:

Agricultura tradicional

Los efectos secundarios ambientales pueden manifest~rse aún den-

tro del marco de los sistemas de agricultura tradicional,bajo condiciones

de rápido crecimiento demográfico. Estos sistemas han persistido durante si


85 -

glos, habié~dose cultivado algunas veces les mismas tierras sin que se pro-
dujeran daños irreversibles. Pero puede suceder que el rápido crecimiento
de la poblaci6n que ahora tiene lugar haya creado una situaci6n nueva.

'En muchas regiones tropicales, la agricultura tradicional se ca-

racteriza particularmente bajo la presi6n de la exp6nsi6n, por una serie de

peligros ambientales. Estos comprenden la lixiviación, especialmente la rá-

pida desaparici6n de elementos nutritivos. y el empobrecimiento de las tie-


rras agrícolas cultivadas después de proceso de tala de' bosques; el rápido
agotamiento del suelo como consecuencia del cultivo continuado en condicio-
nes de infertilidad relativa del terreno y cuando no se reponen elementos

nutritivos del suelo; la erosión del suelo debida a regímenes de intensa

precipitaci6n y a sequías prolongadas o inundaciones repentinas; y a'la pé~

'dida de recursos forestales como consecuencia de técnicas basadas en la ta-

la y quema de bosques. Aunque este tipo de daños ambientales puede corregi~

se si se dispone de fondos suficientes, algunos de ellos serían tan costo-

sos de remediar. que en la préctica resul~an irreparables. La fragilidad de

los ecosistemas tropicales puede'ser causa de que los daños ambientales se

produzcan rápidamente y de que la recuperaci6n sea lenta.

Alguno d~ estos riesgos ambientales se podría evitar mediante un

planeamiento adecuado y medidas preventivas. Por ejemplo. puede movilizarse

la mano de obra sub-empleada que frecuentemente abunda en las zonas rurales

para construir terrazas en las laderes de las montañas y para programas de

repoblaci6n forestal.

Agricultura moderna

Los riesgos ambientales que existen en el caso de la agricultura


moderna tienen su origen principalmente en el uso de herbicidas y pestici-
das químicos y en las obras de,riego. En cambio no parece 'que los fertili-

zantes constituyan una amenaza, por lo menos con la intensidad con que se
utilizan en los países en desarrollo. Es necesario vigilar con bastante
cuidado los efectos secundarios de los insecticidas y plaguicidas. Su taxi

cidad para los peces y las aves, así como su persistencia y movilidad. ha-

cen que const.itu~an un peligro que rebasa la zona de su aplicación. Los

proyectos de riego, a menos que vayan acompañados de las, necesarias insta-

laciones, puedenillar lugar a la salinizaci6n y anegación del terreno.


- 86 -

El uso de variedades de alto rendimiento de trigo, arroz. maiz y


otros cereales, puede a veces dar lugar ti ciertos efectos secundarios nega-
tivos, tanto debido a que estas variedades requieran mayores cantidades de
productos químicos, como plaguicidas, sino también porque vienen asustituir
a especies nativas resistentes que, gracias a la selecci6n natural,están m~

ches veces mejor adaptadas a los factores adversos locales y son valioses
para el cruzamiento. Asimismo el laboreo constante del terreno, que la mec~

nizaci6n facilita, puede dañar le estructura del suelo.

Conviene tener en cuenta que la agricultura moderna sería imposi-

ble sin la utilización de fertilizantes y plaguicidas qufmic05, variedades

de semi¡las de alto rendimiento, obras de regadío y de un cierto grado de

mecanización, pero es también importante que 58 tengan en cuenta.sus efec-

tos seOúndarios al planear el incremento de la producción agrícola.

Oesarrollo de cuencas fluviales

Los proyectos de desarrollo de cuencas fluviales son instrumentos


de gran importancia para el desarrollo econ6mico y social, y con frecuencia
constituyen parte fundamental de los programas de desarrollo. Sin embargo,
muchos de los problemas ambientales han surgido con estos proyectos, lo que
subraya la necesidad de efectuar· con. ·un cuidadoso estudio y análisis el di-

seño de las grandes presas, de manera que los efectos secundarios negativos
puedan reducirse al mínimo mediante un planeamiento adecuado.
Algunos de los problemas ambientales que. por lo general van uni-

dos a los proyectos de desarrollo de cuencas fluviales, son la difusi6n de

enfermedades transmitidas por el aguB,sl depósito de sedimentación de los

embalses, el agotamiento de la pesca en la parte inferior de las cuencas,la

propagaci6n de la salinizaci6n y de la anegación de los terrenos en los prQ

ysctos de riego conexos, la inundación de a veces valiosas tierras agríco-

las o forestales, etc.


La aparición de la nayorfa de estos efectos perjudiciales suele
ser gradual. Algunos de ellos pueden corregirse con facilidad, pero otros
so~ prácticamente irreversibles debido a que los costos de correcci6n son

cuantiosos y permanentes. Algunas de dichas consecuencias pueden ocurrir en

.una escala muy amplia y pueden frus~rar los objetivos que tratan de alcan-

zarse con el proy,ecto o· plan de desarrollo. No obstante, muchas de esas co~


- 87 -

secuencias pueden preverse mediante un análisis preliminar. En consecuencia

es evidente que debe darse preferencia al análisis de los 6~pectos ambient~

. les de esos proyectos, pero debe tenerse presente que puede ser necesario

estimar muchos de 10s.costos ambientales conexos al definir los beneficios

del proyecto y que habría que tomar medidas correctivas a fin de reducir al

m1nimo estos costos.

Se supone frecuentemente en forma equivocada que en el pasado to-

dos los ef~ctos secundarios perjudiciales se han producido por sorpresa.

'.Industria

La contaminaci6n originada en el desarrollo industrial representa

en este momento una amenaza más bien potencial que real en muchos' paises

subdesarrollados. Sin embargo, existen casos aislados de contaminación in-·

dustria1 en estos paises. Los mismos tienen la ventaja de que pueden apren-

der basándose en la experiencia de los paises desarrollados. 8i toman medi-

das oportunas sobre la localización de las industrias y la eliminaci6n de

sus desechos, y se implantan controles sociales que el sector privadó se

vea obligado a cumplir, podrán evitarse algunos da los peores problemas am-

bientales que se han planteado en relación con la contamianci6n industrial.

Los países subdesárrol1ados deben pr~star una cuidadosa atención a la cues-

tión de la localizaci6n de las industrias y deben formular directrices con-

cretas en el contexto de su propia situación naciona1,'lo cual evitaría la

aparición de problemas ambientales de importancia. Convendr1a también dete~

minar los casos en que la aplicaci6n de tecnologías ya empleadas en los pe!

ses desa~ro11ados son las adecuadas para el país en cuestión.

Transporte

Una decisión básica en materia de transportes es la de elegir e~

tre los sistemas de transporte colectivo y los vehículos privados o indivi


duales. En los Estados Unidos, y cada vez más en Europa Oc~identa1 y Japón
el vehicu10 privado a motor es el medio , primordial de transporte y está
dando origen a consecuencias ambientales de car~eter crítico: contamina-

ción del aire con perjuicio de la población, de la vegetaci6n y del paisa-

je, escasez de espacio urbano y deformación de la estructura de los BS8nt~


- 88 -

mientas humanos.

Este es un caso claro en que se puede hacer una mejor selecci6n.

En la política de transportes adoptada por los países en vías de


desarrollo algunos de estos problemas ambientales pueden evitarse creando
medios de transporte colectivo que, de este modo, reduzca la necesidad de
vehiculos privados. En todo ceso los gobiernos si bien no tendrían que ac-

tuar en una actitud desalentadora, tampoco tendrían que dar aliento a este
tipo de transporte.
En todo caso esta política estaría dada por su propio nivel de d~

sarrallo y la necesidad de reducir las disparidades visibles entre los di-


versos grupos. Los medios de transporte colectivo en las zonas urbanas re-
presentan la solución evidente del tipo de problemas ambientales que ya se
han presentado como resultado de la expansión del uso de automóviles parti-
culares en las sociedades más adelantadas.

Asentamiento humanos

Areas rurales '

Es inevitable que el proceso de desarrollo ejerza suimpacto en


los asentamientos humanos. La gran parte de la población de la mayoría de

los países subdesarrollados vive todaVía en las áreas rurales. Con frecuan
cia, estas localidades sufren de insuficiencia de servicios. Muchas veces
los problemas de salud, nutrición, abestecimiento de agua potable y alcan-
tarillado se sienten en los medios rurales con intensidad. La infraestruc-
tura agrícola inadecuada es también una característica en el medio rural

que contribuye a la persistencia de niveles bajos de producción y por ende,


de los ingresos. Las tensiones creadas por el rápido crecimiento demográfi
ca pueden agravar, ~n ciertas circunstancias, estos problemas e imponer
aún mayores presiones sobre los recursos rurales.
En tales situaciones, se produce muchas veces un desplazamiento
de la población a las ciudades, lo cual contribuye al empeoramiento de las

condiciones urbanas. La mayor preocupación por problemas urbanos cada vez

más graves puede, a su vez, dar por resultado que se descuiden aún más las

zonas rurales. Las modernas actividades sociales, cultu~ales y económicas

capaces de atraer a la juventud en busca de perspectivas J quizas no existen

en las zonas rurales y esto puede de por 51 ser un factor qu~r~ontribuye a


-~-

la creciente emigración a las ciudad~s.

Es importante que el proceso de planificación tenga en cuenta es-

tos problemas. Con el rápido crecimiento demográfico, los países subdesarrQ

llados tendrán que hacer frente al problema de la creación de empleo. No es

probable sin embargo, que la expansión de las actividades econ6micas única-

mente en las zonas urbanas, mediante la industrialización, sea suficiente

para proporcionar oportunidad de empleo a la totalidad del incremento de la

fuerza de trabajo. Una parte importante del incremento de la poblaci6n ten-

drá que permanecer en el medio rural y, por lo tanto, es importante no sol~

mente que se creen oportunidades de empleo en las zonas rurales, sino que

se desarrolle la totalidad de la estructura de los servicios sociales y epQ

n6micos de esas zonas. Esto da mayor importancia al medio ambiente rural y

la planificaci6n y formulaci6n de la política en este aspecto.

Araas urbanas

Como se ha mencionado anteriormente, en las zonas urbanas del mUll

do en desarrollo la calidad ambiental es casi sinónimo de bienestar social.

Por supuesto, la urbanizaci6n dentro de un país determinado puede ir acomp~

ñada de un mayor bienestar económico y social, y la concentración urbana de

las empreaas de envergadura, pueden servir una función valiosa como upolos

de desarrollo", generando el crecimiento de áreas de mayorextensión.Sin em

bargo, llega un momento en que se alcanza el limite de capacidad de cual-

quier ciudad que se vea sometida a un rápido crecimiento demográfico y las

econom1as de escala son sustituídas por deseconom1as que son consecuencia

de infraestructuras inadecuadas. Las enfermedades endémicas, la escasez de

agua potable, la falta de tratamiento de las aguas residuales, la congesti6n

y el deterioro de las viviendas, son manifestaciones de tensión ambiental.

Las zonas urbanas más desarrolladas confrontan problemas de contaminación


química del aire y del agua.
Entre 1920 y 1960 las ciudades principales del mundo subdesarro-
llado han cuadruplicado sU población. El deterioro de las ciudades es sin-
tomático del desequilibrio existente en el proceso de desarrollo, el cual

podría en algunos cases producir una total desorganización social en los

pr6ximos años. Cada ciudad tiene sus propios límites de capacidad, que van

modificándose con el transcurso del tiempo. Estos dependen del nivel y de


- 90-

la estructura de la población. de los recursos económicos y humanos, y de

la infraestructura, que a su vez se hallan también en evolución constante.


Pero una vez que se traspasan estos límites de capacidad, el deterioro se

produce con gran rapidez.

No obstante, existen buenas posibilidades de revertir el senti-

do de esta tendencia, lo cual no sucede en el caso de los sistemas natur~

les. La actuación del sector público·puede contene~ y aún revertir el de-


terioro de las ciudades, siempre que se movilicen los recursos-suficien-
tes.
Una línea de ataque es la dispersión urbana mediante la descen-
tralización organizada de nuevos polos de crecimiento, juntamente con in-

dustrias de nueva creación y nuevos asentamientos urbanos.

Algunas consideraciones finales

Como se ha expresado anteriormente, 10 aconsejable es la necesi-

dad de considerar el man~jo racional del medio ambiente y de los recursos

naturales como una dimensi6n más, pero no como una alternativa de desarro-

llo socio-econ6mico. La calidad de la vida, salvo en las condiciones exce2


cionales de un país a la vez rico y dotado de una estructura igualitaria

de distribución de ingresos, no podrá lograrse sin un crecimiento econ6mi-

ca acelerado cuyos frutos se repartan equitativamehte. En primer lugar es

preciso eliminar 'la contaminaci6n por miseria, y e la vez tomar medidas pa-

ra evitar que el crecimiento econ6mico y la industrializaci6n repercutan

desfavorablemente en la sociedad y en el medio ambiente, aniquilando de es-


ta manera los, efectos beneficiosos del crecimiento del producto bruto. En
otras palabras 10 que se trat6 de explicar es la necesidad de toma de con-
ciencia de p~oblemas ambientales con modalidades y usos distintos del crec!

miento, y no una tasa cero para el mismo. Se trata de concebir nuevos esti
los de desarrollo que procuren armonizar el crecimiento socioecon6mico con

una gesti6n racional del medio ambiente, para llevar así a la práctica lo

que se mencionó anteriormente: el de agregar una dimensión ambiental al

concepto de desarrollo y a su planeamiento.


Las esferas críticas de acción posible en donde se deberán exami

nar las variables operacionales serían las siguientes:

a) patr6n de consumo, q~e a su vez depende de la .distribuci6n del ingreso


1f8UDTEC,~ 're I~. s: (,It! ':_ r 9Clf ~!FHr,r!~~ ECONOMfcg
"'f~3cr Erneruo UI', ALFHc.DO L. PALAa~
y del conjunto de valores sociales incorporados ~l estilo de desarrollo.

b) Régimen polltico y, en particular tratamiento dado a los costos 50c1a-

les: en una econom1a de mercado las empresas internalizan las utilidades

y externalizan los costos. Aqu1 la acción del Estado puede cambiar esta

regla de juego.

e) Tecoología~ empleadas: en particular, d~be distinguirse entre tecrJolo....

g105 no destructivas del medio ambiente y la introducción de tecnologías

descontaminadoras como complemento de tecnologías productivas contaminan

tes, lo que conduce a una escalada indeseable de producción, contamina-


ción y descontaminación.

d) Patrón de utilización de recursos naturales y de energ1a que acentúa la

eliminación de prácticas depredadoras, la recuperación de productos esc~

sos y, el uso para fines productivos de desechos que constituyen contam!

nantes potenciales.
e) Tamaño, ritmo de crecimiento y distribución de la población. Por ejemplo
en Am~rica Latina, los 'efectos ambientales de la mala distribuci6n espa-

ciel, unida a une distribución desigual de empleos e ing~esos,parecen t~

ner un influjo mayor en los problemas ambientales que la tasa de creci-

miento, pues salvo algunas excepciones, el tamaño global de la poblaci6n

no se .presenta como un problema.

Cabe acotar que la presión demográfica sobre los recursos no es

función del número de habitantes, pero 51 de su número ponderado por el con

sumo por habitante. En este sentido, 200 ~illon8s de habitantes estadouni-

densss equivalen por lo menos a 10.000 millones de habitantes de la India,

teniendo en cuenta que un estadounidense consume 50 veces más recursos que

un indio.
Por otra parte autores destacados en este tema, llegaron a la co~

clusi6n que "el factor dominante del deterioro del medio ambiente en los E~

titados Unidos en el período de postguerra ha sido el cambio tecnológico, y

"no el crecimiento demográfico ni el aumento de los ingresos".

Las variables operacionales señaladas pueden combinarse de disti~

tas formas en varias "estrategias de desarrollo" que son aquellas diseñadas

para distintas Bcozonas con miras a:

a) Un mejor aprovechamiento de los ~ecursos especificos.de cada ecozona pa-

ra satisfacer las necesidades básicas de sus habitantes, garantizando i~

elusiva las perspectivas de largo plazo mediante una gestión racional de


- 92-

los recursos, en vez de una explotación depredadora.

b) La reducción al m1nimo de los impactos ambientales negativos e incluso

el aprovechamiento para fines productivos, en la medida de lo posible.

de los efluentes y desechos.


e) El diseño de tecnologfas adecuadas para lograr tales ~bjetivos.
- 93 -

NUESTRO PROBLEMA DE DESARROLLO Y LOS ASENTAMIENTO HUMANOS

Tendencias demográficas, distribución geográfica de la población y formas

de asentamiento

La t~sa de crecimiento que el país viene registrando, es moder~

damente baja y parece seguir un comportamiento similar, aunque a nivel 11


geramente más alto al de los países desarrollados de Europa OccidentalJE~

tados Unidos, Rusia y Japón.

Sin' embargo este indicador no debe ser valorado en términos ab-

solutos, sino en relación con otro tipo de factores tales como la densi-

dad de la poblaci6n, extensi6n del territorio, etc., y con otros fenóme-

nos que hacen a las características socio-econ6micas de cada país.

Según los resultados censales obtenidos, entre 1914 y 1970, la

tasa de crecimiento anual medio por 0/00 habitantes de la población ar-


gentina registra una continúa tendencia descendente que representa una di~

minución del 33 por ciento con respecto al valor inicial (1914).

Su evolución es el resultado de los cambios operados en las va-


riables que la componen: tasa de mortalidad en general, de natalidad, de

migración.
La tasa de mortalidad del país, que ya había comenzado a desce~

der a principios de siglo, en 1914 tenía un nivel de 15,2 por ciento es


decir, una tasa inferior a la que actualmente registran Bolivia, Guatema-

la, Honduras y N~caragua.

El descenso constante continúa hasta 1930, parece detenerse en


valores próximos al 12 por ciento durante algunos años, y retorna nueva-
mente su :ritmo de descenso a partir de 1938 hasta 1954, para estabilizar-

se en un nivel aproximado al 8,4 por ciento.


La tasa de natalidad que en 1914 alcanzaba al 36,4 por ciento -
algo inferior a lo que hoy se estima para Brasil (38,6 por ciento) -, se
mantuvo hasta 1925, por encima del 30,0 por cientojOa partir de entonces,
comienza 'a descender hasta alcanzar los niveles mínimos observados en el
último año de que se dispone de datos registrados, o sea al 20,09 por

ciento.
El saldo migratorio internacio~al, que tuvo gran importancia a

comienzos de siglo, tiene escasa significación después de 1914, a excep-

ci6n de algunos años del período observado. En efecto, después de las dos
- 94-

guerras mundiales el país recibi6 un aporte migratorio de Europa que supe-

ró el promedio anual de 125.000 personas, entre 1922 y 1925, Y de 150.000

entre 1948 y 1952. En estos años 18 tasa anual de crecimiento se vi6 incr~

mentada en un 13,0 por ciento y un 9,0 por ciento, respectivamente. En el

resto del periodo, el aporte migratorio decrece considerablemente en valo-

res absolutos, y en el crecimiento total, su importancia relativa no tiene

mayor relevancia.

A continuoción se describen las conclusiones generales que se

pueden obtener del primer análisis de la información proveniente de 1970:

1) Una tasa de crecimiento medio anual baja en relación con la mayor parte

de los países de América Latina, y con una tendencia decreciente.

2) Una marcada concentraci6n de su poblaci6n en zonas urbanas industriali-

zadas, preferentemente en el Gran Buenos Aires, como consecuencia de mQ

vimientos de migraci6n interna, proveniendo de áreas de bajo desarrollo

socio-econ6mico.

. 3) La existencia de vastas extensiones de territorio predominantemente ru-

rales, o que han sufrido crisis económicas regionales, expulsoras de P.9.

blación en grado tal, que neutraliza sU'crecimiento vegetativo y da co-

mo resultado saldos intercensales negativos.

4) Una notable disminución de extranjeros respecto de 1914, y su radica-

ción en zonas focalizades: Capital Feder.al, Gran Buenos Aires y algun-

nas provinci~s fronterizas.

5) Un marcado cambio del índice de masculinidad en el total del país, y

que se observa también a nivel regional.

Si bien en el período 1914-194?, la razón de crecimiento inter-

censal para el área de lo que hoy se ha dado en llamar el Gran Buenos Ai-

res, ya indicaba una tendencia de la población a concentrarse alrededor de

la Capital de la República, la mayor parte de las provincias argentinas

mostraban un crecimiento arm6nico más acorde con el esperado, en función

de los niveles de mortalidad y natalidad de cada región. S6lo unas pocas

provincias están muy por debajo del nivel medio del país, y estos casos,

posiblemente se deban a un escaso desarrollo socio-econ6mico que mantiene

alta su ley de mortalidad y ofrece pocas perspectivas de trabajo a la po-

blación, originando su emigración h~cia áreas más desarrolladas.

En el período 1947-1960 la redistribución espacial de la pobla-

·ción pasa a ser el fenómeno predomin~nts en el panor~ma demográfico arge~

tino, y en la última década que va de 196~19?O, este fenómeno, por sus


- 95 -

características. tan específicas de tendencia y volumen, merece especial a-


tención por lo que ello implica para el futur~ desarrollo del pals.

Aspectos habitacionales - Región Metropolitana de Buenos Aires

Existe un desajuste entre vivienda y estructura familiar, provoc~

do por el rápido crecimiento de la aglomeración.

La vivienda no constituye un "sector" autónomo, que puede ser ca!!,

siderado al margen de los equipamientos colectivos con los que integra una

indisoluble realidad: el "habitat n urbano. A las zonas que presentan mayor

deterioro en su tejido (Boca, Barracas, Flores, Avellaneda, etc ..), se agre-

ga la formación constante de áreas edificadas sin control técnico y con ma-

teriales precarios en la periferia urbana, por lo que puede considerarse ~e

aproximadamente 45.000 hectáreas de la aglomeración exigen urgentes opera-


ciones de renovación y equipamiento.
La gran mayoría de los habitantes de la ciudad de Buenos Aires s2
lo conocen -aparte de su propio "barrio" y el lugar de su trabajo- el Area
Central y sus prolongaciones, una reducida superficie urbana que se extien-
de hasta las zonas de influencia de las estaciones terminales de ferroca-

rril. Lo mismo ocurre con los hombres de provincia y con los visitantes de
otros paises que se distribuyen en zonas especializadas, más restringidas

aún en búsqueda de articulas de consumo, distracciones o relaciones de neg2

cios.
En épocas de buen tiempo o en vacaciones, muchos metropolitanos ~

traviesan la ciudad o los suburbios, siguiendo itinerarios prácticamente i!!,

variables, con el fin de,alcanzar la costa de río o salir del perimetro ur-

bano hacia los esparcimientos y las rutas de veraneo, únicos momentos en

que su visión se amplia. Pero raramente tendrán oportunidad de verificar el


cúmulo de carencias negativas que afectan el conjunto de una realidad.
Esta característica de Buenos Aires -su colosal extensión (180.000
hectáreas), su tendencia al gigantismo- constituye una realidad económica y
social cuyos costos son difíciles de mitigar. Por un lado, las distancias
entre la vivienda y.el empleo ocas~onan un considerable desperdicio de tie~

po útil en desplazamientos; por otro, la rapidez del proceso de urbaniza-

ci6n producido entre 194?-1960, y la ausencia de una acción sostenida en m~

ter1a de construcci6n de viviendas, generaron un habitat rudimenterio.


Un estado de d6ficit crónico se ha vuelto característico: gran
- 96 -

parte de los habitantes metropolitanos se ve constreñido a habituarse 8 in-

terrupciones en la provisi6n de agu8 J al aislamiento por falta de líneas t~

lefónicas, a desgastarse en interminables viajes diarios y a recrearse en


las riberas contaminadas.

Mucho más graves aún son los retBrdos en materia de provisión de"

aguas corrientes y desagQes para las viviendas. Se advierte a este respecto

una verdadera disparidad entr~:la Capital Federal, cuyos niveles no están

muy alejados de los óptimos, y el mundo suburbano peligrosamente desequipa-


do. Así lo demuestra el hecho de que, el 96 por ciento de las viviendas de

la C~pital Federal posee agua corriente y el 83 por ciento de su población

está servida por redes de desagüe, en el sector oeste del suburbio los mis-
mos porcentajes disminuyen hasta el 13 y 14 por ciento; en el sector sur -

cuyas condiciones son mejores - s6lo alcanzan el 60 y el 8 por ciento res-

pectivamente.

Finalmente la desordenada apropiación del espacio urbano, y la im

posibilidad de atender simultaneamente todas las necesidades, ha acrecenta-

do de tal modo las urgencias en el dominio de los equipamientos colectivos

que la generalización de los"deficits" parecer1an constituir otro rasgo ca-

racterístico de la vida metropolitana.

Proporci6n de espacios verdes por habitante

Datos comparativos de ciudades de importancia mundial

M2 de espacio verde/habitante

Capital Federa'L 4,8


París 1,0
Londres 9,0

Berlín 3,0

Viena 25,0

Washington 50,0

Ciudades nuevas ingleses 70/80,0

Los Angeles 130,0


- 97 -

Situaci6n actual del pais en materia de asentamiento humanos

La ocupación del territorio y la distribución de poblaci6n y ac-

tividades en el mismo constituye una respuesta al modelo de desarrollo que


una pa1s adopte.

Si aquel se plantea como objetivo fundamental, el logro de un co~

pleto bienestar para todos y cada uno de sus habitantes, es indisp~nsableJ

en primer lugar tener una visión de lo distribución de los asentamientos

humanos en el territorio, de su insertaci6n en el medio natural y de sus

mutuas interre~aciones. Laobtenci6n d~ este panorama facilitará la elabo-

ración de p~utas que conduzcan a un ordenami~nto ambiental capaz de pro-

veer la base necesaria para la concreción del objetivo.

En el marco de esta concepci6n y dentro de un esquema de desarr2

110 autónomo y equilibrado, las acciones a emprend~r deberán orientarse h2

cia la obtención de un equilibrio regional, con sistemas de asentamiento

que proporcionen a todos los habitantes urbanos y rural~sJ un deseable ni-

vel de vida y contribuyan al mismo tiempo a la preservación de los ecosis-

temas naturales.

El~territorio de nuestro pafs tiene una extensi6n más que media-

na dentro del contexto mundial.

Esta extensión territorial asume sin embargo su verdadera impor-

tancia cuando se precisan dos de sus características esenciales:

La diversidad regional y una baja densidad de poblaci6n tal como

ya se ha explicado.

Los factores climáticos y de relieve y la consiguiente provisión

de recursos naturales configuran un mapa eco16gico que proporciona la base,

el ambiente natural, donde se desarrollan las actividades humanas.


En este mosaico regional se destaca un rasgo predominante: lB5
planicies de escasa altitud sobre el nivel del mar que se apoyan al oeste
sobre el macizo de los Andes, el que también incluye valles intermontanos
de mediana altura. Al noroeste las planicies se transforman en una zona
boscosa, la chaqueña y al este sus límites están dados por un litoral flu-
vial con caudalosas corrientes. Al sur del territorio la Patagonia ofrece

una zona cordillerana y otra extraandina con altiplanicies depresiones y

sierras.
Si a las características citadas se agregan los hielos antárti-

cos, se observa que tal diversidad regiona1 configura ecosistemas diferen-


- 98-

tes donde la mano del hombre ha introducido modificaciones.

La Argentina se caracteriza por un alto grado de ,concentración p~

blacionel y de actividades, en primer lugar en el Area Metropolitana, y en

la zona litoral (eje fluvial industrial), en segundo término, un elevad~

concentramiento de la población en centros mayores de 25.000 habitantes y

correlativamente a una muy baja proporci6n de población rural.

Esta concentración fruto de profundas diferencias económicas en-

tre regiones y evidentes deficiencias en las condiciones de vida de los ha~

bitantes de algunas de ellas pone en relieve un complejo panorama.:

Tal como se expresara ante~iormente respecto del.censo de 19?O,16

mitad de la población del país se localiza en la provincia de Buenos Aires

y en la Capital Federal, en particular, el 36 por ciento se concentra en el

área metropolitana. Además si a eso se suman los habitantes de Santa Fé y

Córdoba, se superan las dos terceras partes del total de la población.

Este proceso de concentración ha sido reforzado por las migracio-

nes internas que en el período 1965-70 adicionaron 4?0.000 habitantes a la

provincia,de Buenos Aires, mientras le restaron casi 300.000 en conjunto a

Chaco, Santiago del Estero, Corrientes y Tucum~n, que representaba aproxim~

demente el 15 por ciento de su poblaci6n ~n 1965.

"Gasi el 80 por ciento del total de la población vive en centros

de más de 2.000 Qabitantesj y a su vez, dentro de esa población urbana el

81 por ciento se localiza en unidades de más de 25.000 habitantes represen-

tando el 65 por ciento de la población total del país. En cinco provincias,

la población rural supera a la urbana 10 que denota las disparidades exis-


tentes".
Esta concentración no s610 se manifiesta a nivel de las variables

demográficas J sino que igualo mayor concentración se observa al analizar

las actividades productivas. Según datos citados en el Plan Trienál, en 1969

el 65 P9r ciento del Producto Bruto Geográfico se genera en las provincias

de Buenos Aires, Santa Fé y Córdoba y el 90 por ciento del prodcuto indus-

trial en ~sas provincias y la Capital Federal.

La relación entre el producto bruto geográfico y la población e-

conómicamente activa, por sectores. indica que las diferencias son, en ma-

yor medida regionales, abarcando todos los sectores, y no evidencian como

causal de las diferencias un sector industrial desarrollado, o una agricul

tura o servicios rezagados.


- 99 -

"En la Capital Federal, Buenos Aires, C6rdoba y Santa Fé todos


los sectores tienen una alta relación producto bruto •
geográficolijor pobl~

ci6n econ6micamente activa, mientras que en Catamarc6, Formose, La Rioja,


Misiones, Santiago del Estero y Tucumán, es baja tanto en la agricultura
como en las industrias y los servicios".

Si se toman las variables de tipo social, las desigualdades son


notorias entre poblaciones de distintas provincias. Cifras relativas e la
esperanza de vida, a la mortalidad infantil u otros indicadores sanitarios
muestran claramente estas diferencias. Por ejemplo, tal como se, cita en el
Plan Trienal, la esperanza de vida al nacer es aproximadamente 50 años pa-
re un habitante de Jujuy, mientras que puede estimarse en 70 años para uno
de la Capital Federal.

En esas mismas jurisdicciones, la mortalidad infantil era en

1970 de 132,6 por mil en Jujuy y de 42,4 por mil en la Capital Federal.

La relación habitantes por médico destaca las ·mismas desigualda.

des: mientras en la Capital Federal hay 164 habitantes por cada médico, en
Santiago del Estero, Formosa y Misiones dicho valor asciende a más de 1.SOO

habitantes por médico.


El mismo tipo de diferencias se observa con respecto a la educa-
ci6n y e la situaci6n habitacional.
Estas diferencias, unidas a una diversidad en la dotación de re-
cursos naturales y B características f1sicas y climáticas variadas config~

ran para los habitantes de cada regi6n un medio ambiente particularizado.


Cabe aclarar que como a los fines de este trabajo interesa cual-

quier sitio en que el hombre se establezca para vivir, sea esta una chacra,
una villa, un pueblo pequeño o una ciudad; se ha considerado a los indica-
dores de nivel de provincia y no de centros, incluyendo de esta'manera to-
dos los habitantes sin distinci6n de su ubicaci6n residencial, fuera ésta
rural o urbana, la que se tratará, especialmente el área rural, en otro c~

pítulo de este trabajo.

Antes de iniciar el análisis de los factores capaces 'de contri-

buir a restablecer el deteriorada equilibrio socio-econ6mico del país, me-

diente una adecuada distribuci6n de los asentamientos humanos, es neceS8-

rio realizar algun~s considereciones sobre conceptos que hasta el presen-

te guiaron en forma unívoca nuestro proceso de desarrollo.


En un primer momento las metes propuestas alentaban fundamental-

mente el crecimiento del producto bruto interno como expresi6n global del
- 100-

objetivo buscado, el desarrollo económico. A continuaci6n en coincidencia

con el advenimiento del régimen que gobierna en la actualidad, el,enfoque

se nutre de un contenido que apunta hacia un desarrollo "socialmente justo"

lo que equivale a procurar una más adecuada distribuci6n de ese producto

entre los sectores que específicamente contribuyen a generarlo.

De igual modo los Planes Quinq~enales incluyeron por primera vez

la idea de una necesaria ocupaci6n integral del espacio nacional y del uso

racional de sus recursos naturales. El General Per6n en su mensaje trascen

dente a "Los Pueblos y Gobiernos del Mundo u , introduce como variable ins0l?

layable la idea de rt que los hombres no pueden ser concebidos independient~

mente de su medio ambiente y que los sistemas i~perantes de despilfarro m2

sivo, de consumo irracional de los recursos naturales, definen una carrera

desenfrenada hacia el suicidio colectivo y s6lo podrá detenerse'si los pu~

bIas y los gobiernos asumen plena conciencia de que únicamente podrán sal-
varlos un cambio de actitud que apunte hacia el desarrollo integral del

hombre en arm6niosa convivencia bio16gica con sus semejantes y con el res-

to de la naturaleza". Esta óptica fundamental y al mismo tiempo realista,

conduce a la necesidad de definir cuales son" los elementos básicos cuya a~

moniosa interrelación es preciso establecer.

Efectivamente la ocupaci6n de la tierra y le utilizaci6n de sus

riquezas por el hombre son actos sustanciales que forman parte de las más
básicas actividades humanas: las que se refieren a su capacidad para lo-

grar que la naturaleza fructifique en su beneficio.

Las relaciones del hombre con la naturaleza, de sus actividaces


con su entorno, asumen distintas caracterfsticas; lo importanté a tener en

cuenta en estas relaciones es el resultado que estas actividad~s produzcan

en cuanto a la preservaci6n o alt~ración del equilibrio de los ecosistemas.

, Un uso racional de los recursos y una preservación del ambiente que favo-

rezca el deS~rrollo pleno de la vida del hombre no están reñidos con el a-

provechamiento de las riquezas naturales; mediante adecuada pl~nificaci6n

y control de desarrollo de las actividades humanas puede realizarse sin d~


teriorar los ecosistemas,' estableciendo equilibrios dinámicos 'que permitan

al hombre disfrutar de una calidad de vida ad~cuada.

Una idea de las consecuencias a veces positivas, otras negativas,

de la sistemática intervenci6n humana en el entorno natural puede propor-

cionarla una rápida revista a alguna de ellas:


- 101 - -

En Mendoza, por ejemplo, las modificaciones introducidas por el

riego han p~rmi tido su transformación en un acogedor oasis p emontieno , vol


í

viendo f~cunda una zona con características semiáridas, en Santiago del E~

tero en cambio, la indiscriminada tala de bosques ha modificado su clima y

por consiguiente la antigua feracidad de su suelo se ha visto cada vez más

alterada y disminuida; en casos como éste la explotación irracional a gen~

rada no sólo el exterminio de su riqueza forestal, sino cambios ambienta-

les que conspiran contra el establecimiento y desarrollo de la existencia


humana.

De igual modo en gran parte de la zona chaqueña, la actitud de-


predatoria con que se acometió la conquista del paisaje ha provocado el a-
vance del vinal (declarado plaga nacional), que según el informe elaborado

por CONADE-CFI sobre Tendencia de la Tierra, cubre ya 5 millones de hectá-

reas. Además la falta de agua potable en la región, hace que las poblacio-

nes dependan para su subsistencia de la que le llega por vagones tanques

del ferrocarril';r la ausencia da rutas. de centros asistenciales y de escu.!!

las 80n factores agravantes que incitan al hombre de campo a emigrar hacia

las ciudades que les ofrecen una gama más amplia de servicios y mayores P2
sibilidades ocupacionales.
En las zonas húmedas de la misma regi6n, las consecuencias del
monocultivo algodonero durante cuarenta años, sumadas a la erosión hídrica,

que pese a la suavidad de las pendientes es favorecida por frecuentes ogu~

,'ceros, provoca el empobrecimiento de los sue'í.os y consecuentemente el for-


zoso éxodo poblacional.

Otro ejemplo positivo se pone en evidencia en los asentamientos

del Alto Valle del Río Negro, cuyo desarrollo es uno de los más arm6nicos

de la regi6n patagónica. En él buena parte de los productores explota uni-


dades familiares que les permite disfrutar de un buen nivel de vida. Los
pueblos próximos brindan oportunidades de educación, asistencia médico-ho~

pitalariB, recreación, etc., y en general la iniciativa colectiva se ha

traducido en la creación de entes cooperativos para la, constr.ucci6n de ca-

nales~ la producción y el consumo, bancos, establecimientos industriales

que en definitiva conforman un entorno 10 suficientemente aut6nomo y apto

como para lograr objetivos de desarrollo integral.

Este panorama no excluye sin embargo, la coexistencia de pobla-


ciones marginales en asentamiento precarios.

En el sur patag6nico la monoexplotación del ovino se traduce ~n


- 102 -

un pastoreo agotador que d~snuda el suelo y lo de~a expuesto a la.erosi6n

e61ica configurando un det~rioro ambiental en extremo tal que gran parte

de las áreas centrales Se hallan en proceso de desertizaci6n.

Situaciones similares de tipo negativo se dan en .las grandes con


centraciones urbanas.

En ellas se ha generado un medio ambiente deteriorado donde. se

puede afirmar ~n términos generale~. que se ha perdido todo contacto con

el medio natural, y donde además el deterioro se manifiesta en grave cont2

minaci6n del aire, agua y suelo y en déficit de servicios y vivienda para

grandes sectores de la poblaci6n. Muchos de estos problemas no obedecen a

la sola concetración 'de población sino a un estilo de vida basado en for-

mas de consumo que gen~ran entre otros prOblemas, desperdicios de difícil

o costosa eliminación.

Todas estas transformaciones hasta ahora fundamentalmente orien-


tadas por enfoquea- puramente econ6micos cleben ser nuevamente analizadas y

corregidas en función de los nuevos objetivos expuestos. Esto pennitirá r~

alizar un planteo de las opciones posibles y la consiguiente implementa-

ción de proyectos que se traduzcan en medidas tendientes a lograrlo.


, La recuperación de áreas deterioradas, la incorporación racional

de regiones .potencialmente aptas para el desarrollo productivo y humano,

traerá como consecuencia la capacidad de absorber ~l incremento poblacio-

nal previsto para las próximas décadas, como asimismo una reubicación de

la población excesivamente concentrada en .zonas urbanas y cuya descentra-

iizaci6n pudiera inducirse. Habrá que prever la planificación cuidadosa en

el' tiempo como en el espacio de esa ocupación gradual y sostenida que deb~

rá darse en un marco en que las estructuras sociales econ6micas y politi-

cas interactuantes. se integren configurando un sistema nacional de Asent&

mientas Humanos. Este sistema deberá insertarse adecuadamente en las RegiQ

nes Ambientales que se definan.

Para lograrlo deberán formularse los criterios que fundamenten

dicha definici6n.
En principio puede establecerse:

1) Sobre la base de una región natural el hombre ha organizado y sistemati

zeda su actividad orientándola' hacia la o~ganización social y la produQ

ción econ6mica.

2) Estas actividades hS,n transformado y siguen transformando esta realidad

física inicial.
- 103 -

3) El conjunto de regiones naturales yde actividades socio-econ6micas li-

gadas a ellas configuran un panorama en el cual es posible discernir c2

racterfsticas que permitan ~btener denominadores comunes.

4) El análisis de estos denominadores permitirá definir Regiones Ambienta-


les tipo.

Esta regionalizaci6n permitiría a posteriori determinar cuales

serfan las medidas y proyectos a implementar según prioridades que se est~

blezcan a partir de un análisis global de la situación ambiental del pafs.

Seria necesario definir cuales son los factores que determinan

la formación y el crecimiento de los Asentamiento Humanos. Esta denomina-

ción incluye cualqui~r sitio en el que el hombre se establezca para vivir,

tal como se dijo anteriormente, es decir un entorno construido donde los

individuos viven y se arraigan. En un área donde el hombre puede proveerse

a si mismo de medios de vida, una vivienda y sus componentes, alimentos, y

otros bienes que la existencia humana necesita para su desarrollo.

El ambiente de los Asentamientos Humanos se refiere a aquellos ~

l~mentos naturales y hechos por el hombre que constituyen su habitat terr1

torial: donde vive, trabaja, forma una familia, y busca su bienestar bio12

gico, social, espiritual e intelectual.


- 104

SITUACION EN EL AREA RURAL DEL PAIS

La historia de la relaci6n del hombre con la naturaleza en lB R~

pública Argentina no ha sido precisamente la historia del uso racional de

los Recursos Naturales. Antes bien, ha estado guiada por la necesidad de

responder a la demanda de las sucesivas metr6polis imperiales.

De las corrient~s colonizadoras que penetraron en el país,la que

lo hizo por el Este, a través de la Cuenca del Plata, dió la espalda a la


riqueza de la pampa, buscando sin resultados la ciudad de los Césares. La

llanura pampeana inferior, donde no se encontraron metales preciosos, ni

riquezas fáciles de explotar, no concitó en principio la atención de los

colonizadores.

Será mucho después, que la necesidad y la extraordinaria multi-

p1icaci6n de los animales traídos desde España, les demostrará cual ·era la

riqueza de la regi6n.
Buenos Aires condenada a la pobreza, y a pesar de la prohibici6n

española, se lig6 a través del contrabando y el comercio al mercado exte-

rior. Este último fué en definitiva el destinatario de los primeros cueros,

del tasajo, de las carnes saladas y finalmente de los cereales.

Comenzó así una lucha que hubo de marcar nuestra historia: la de

Buenos Aires contra el interior, la de la libertad de 'comercio contra el

proteccionismo.

Paralelamente a esta corriente del litoral, el conquistador pen~

tró por el 'Norte, y al Oeste a partir de Lima. Encontr6 en el Imperio Inca


un estado de civilizaci6n ligada a la minería y a ciertos productos agrícQ

les, con sus leyes, sus dioses y también cuantiosas riquezas que desperta-
ron su interés.
Las ciudades fundadas en el Noroeste, fueron prósperas en base a

la actividad agropecuaria y a la artesanía.

España, oponiendo barreras al intercambio con otros mercados,que

no fuera el propio, actu6 a manera de protecci6n para el desarrolilio de las

nuevas colonias.
Este auge económico del interior se 10 puede seguir hasta fines

del siglo XVIII, cuando la fundaci6n d~l Virreynato 'del Río de la Plata,

signific6 un triunfo de la ciudad puerto, la que vivió de la exportación

de las riquezas,tanto del interior como d~ la Regi6n Pampeana.


- 105 -

El interior entregó así lo mejor de sus hijos, lo mejor de sus ri


quezas para construir la infraestructura de la Región Pampeana.

Extensas regiones fueron explotadas y sus recursos degradados,sin


que ello constituya el bienestar de sus pobladores, los que fueron parias

en su tierra.
Fué el mercado exterior y sus propias necesidades, quien orient6
la producción pampeana.

El lib~e comercio permitió la explotación de nuestras riquezas a-

gropecuarias, pero trajo como contr'apartida inapelable el atraso del inte-

rior. Los productos manufacturados británicos invadieron el mercado y ter-

minaron con la incipiente industria nacional.

Oe ahíen más fueron los hacendados de Buenos Aires y los comercia~

tes de la ciudad-puerto los que en defensa de sus propios interes~s indiso-

lublemente ligados a los extranjeros y en especial británicos, impusieron a

la Naci6n su propia política.

Las difer~ntes regiones geoecon6micas en las que se dividi6 el

país, se hallan desde entonces condicionadas a los intereses de una de ellas

la Pampeana.

Dada la situaci6n descripta interes6 producir lo que ~lmercado

exterior exigía más que valorar los propios Recursos Naturales. No se tuvi~

ron en cuenta las características de nuestras regi~nes eco~ógicasJ sino su

capacidad para producir un cierto y determinado producto.

Esto trajo como consecuencia la erosi6n, la degradaci6n, ~l des-

censo de la napa freática en algunas regiones, el ascenso de la misma en

zonas de riego, la salinizaci6n de los suelos, el enmalezamiento progresi-

vo, entre otros fenómenos, resultado de un proceso dinámico ayudado y aún

provocado por la desacertada acción del hombre.


A pesar de esto, aún se insiste más e0 buscar las panaceas para

mayor productividad, que en comprender mejor los ciclos de la naturaleza y

optimizar el uso de los Recursos Naturales Renovables.

El uso indiscriminado de fertilizantes, que a veces se propone,

es uno de los tantos ejemplos de lo antedicho. otro ejemplo es el uso ma-

sivo de herbicidas e insecticidas, a vec~s por necesidad, otras por como-

didad, sin estudiar los límites de su utilización, ni los problemas que

la contaminación plantea, ni el desequilibrio ecológico qu~ causan.

La apariciÓn de nuevas plagas, es una consecuencia de ello, ca-


- 106 -

mo así también de la desaparición de muchas especies de nuestra fauna d~

las qua tarde comprenderemos su valor como integrantes de los ecosistemas.

El estudio de los ecosistemas permitirá encontrar la majar mane-

ra d~ controlar los problemas que la ruptura del equilibrio trae apareja-

da.

Es probable que un estudio más detallado d~ los ejemplos citados

ponga en evidencia poderosos intereses económicos qu~ han orientado la si-

tuaci6n hacia el estado en que hoy se encuentra la producci6n como metes,

aún a costa de la creación de un ambiente inapropiado para la vida del hom

breo

60n muchos los ejemplos que podemos dar sobre ~sta cuestión pero

en lo esencial, de ello se debe sacar una enseñanza única. Es necesario,

revertir esta marcha y reforzar otra que se va haciendo carne en muchos

hombres de ciencia. Nos referimos a la conservación del potencial produc-

'tivo de los Recursos Naturales.


La creación de un medio ambiente apto, para la vida del hombre
atendiendo a las realidacles regionales y a las características' de los Re-

cursos Naturales de las mismas, es desde ya nuestro objetivo fundamental.

En el área rural el deterioro ambiental consiste fundementalmen-

te en la degradación de la naturaleza o en otras palabras, en la ruptura

del equilibrio ecológico. Esta ruptura puede deberse a accidentes natura-

les o provocados, como los incendios pero, le causa fundamental de dicha

ruptura se debe principalmente a la intervenci6n del hombre, cuando viola


las leyes de la naturaleza por medio de un uso irracional motivado gene-
ralmente por intereses exclusivamente económicos.
Esta explotación abusiva de los recursos naturales, que termina

por degradar la naturaleza hacia límites a menudo irreversibles, tiene

particular evid~ncia en el ámbito de los recursos naturales renovables.

La condición de renovable no significa necesariamente perdura-

bIs. pues puede desaparecer naturalmente, por cataclismo o cambio en las

condic~ones del planeta, por transformaciones en otras comunidades vivie~

tes mejor adaptadas al medio, o por la acción del hombre, que rompe el e-
quilibrio entre la sociedad de seres vivos y el medio, destruyendo lo que
la naturaleza tardó milenios en construir.

Lo que se conoce, desde una óptica económica, como recursos na-


v
turales son en realidad desde otro punto de vista comunidades de seres vi

vientes que pueblan la tierra y que vegetan en armonía con el medio ambie~
- 107

te y son los ecosistemas tal como los hemos visto.

Los ecosistemas se gestan a través del tiempo' por la c~eaciónde

los seres vivos a través de sucesivas etapas de evoluci6n, transforman al-

gunas condiciones del ambiente ffsico, haciéndolo paulatinamente más apto

para el desarrollo de formas superiores de vida.

Esta sucesi6n de etapas evolutivas no es indefinida sino que con

cluye cuando una determinada comunidad bio16gica en alguna etapa, logra e~

tablecer una situación de equilibrio de transformación y transferencias de

energía que asegura su p~rmanencia mientras se mantengan constantes las

condiciones del ambiente fi$ico.

El grado de evoluci6n que puede alcanzar una comunidad biológi6a

está en definitiva determinada por los factores limitentes que el medio fi

sico, especialmente el climar pone a su desarrollo.


También los factores topográficos y edáficos adquieren caracte-

rísticas limitantes.
El establecimiento y la persistencia de una comunidad bio16gica
es la resultante de un número muy complejo de factores físicos y organis-

mos vivientes que se asocian para constituir las formas de vida más adecu~

da a las condiconesdel ambiente.

Los ecosistemas naturales constituyen, entonces, el entorno en

el cual se desarrolla la vida humana.

Cuando el hombre llega ~ un determinado lugar se encuentra con

la naturaleza preexistente y recurre a ella para la satisfación de sus ne-

cesidades. En este instante los ecosistemas seconviert~n en recursos nat~

rales.
y es entonces cuando el hombre establece una r~lación con la na-

turaleza, relación esta que condicionada por las estructuras sociales y

productivas de la comunidad humana, puede llegar a ser armónica o inarmóni


ca.
Se entiende que la relaci6n hombre-naturaleza es armónica cuando
la sociedad obtiene de ella lo que necesita para satisf.acer sus necesida-
des, mediante un aprovechamiento racional respetuoso de las leyes natura-

les que no comprometa el futuro del recurso.

Los recursos naturales deben ser considerados en relación con la

ingerencia que tienen en la vida y ~n el futuro de la Naci6n. Por lo tanto

es el pueblo que se ~xpre8a a través d~l Estado organizado, el dueño, ~l

destinatario y custodio de este patrimonio.


- 108 -

Su tratamiento deb~ ser prioritario y similar al que se otorga a

otros sectores estratégicos de la economía como los energéticos, pues su

planificación y manejo comprometen cuestiones que van desde la defensa na-

cional hasta la protecci6n del ambiente físico de la Naci6n, que se legará

a las generacionas futuras.

Por ello el Estado deberá asumir las respon5abilidad que le co-

rresponde en relaci6n al manejo de los recursos naturales, no s610 median-

te vigilancia y el control. sino, como corresponde a los sectores estrat~­

gicos mediante la participación activa, en la incorporación de los mismos

al proceso productivo, por medio de un aprovechamiento racional e integral

cuyo beneficiario directo será el Pueblo Argentino.

La incorporación de los recursos renovables naturales al proceso

productivo deberá seguir una politica que, respetuosa del equilibrio de la

naturaleza, tienda a conservarla acrecentando su capacidad creadora, y en-

fatice la función qu~, en la protección del medio ambiente, le cabe a todo

el Pueblo; especialmente a quienes trabajan en contacto directo con los r~

cursos, que han venido siendo los sectores más sumergidos, los trebajado-

res argentinos.

Nuestra política deberá tender a dar los nuevos pasos para lle-

gar a la nueva relación arm6nica del hombre y la naturaleza. Para lo cual

se seguirá desarrollando la investigación que será el instrumento adecuado

pare el conocimiento de nuestras comunidades biológicas y su aprovechamie~

to racional.

Extensas regiones del país, pese a su riqueza de recursos reno-

vables, han sido históricamente expulsoras de poblaci6n, al extremo que

provincias con elevado crecimiento vegetativo han sufrido decrccimi~nto

demográfico en los lapsos que median entre los distintos c~nsos.

Esto evidencia ineficacia en los sistemas'de manejo de los recur:

sos ya que culmina con dos corolarios negativos, la destrucción del recur-
so y la postergación del hombre.

Deterioros en el área rural

Históricamente ha resultado más decisiva para la configuración

de la actual situación del ambiente rural la demanda del mercado (~xt~:ri(Jr

qu~ la ~ccesidad de pres~rvar rocursos naturales como el suslo y la vsg~­

taci6n.
- 109 -

Así el deterioro fué producido por una economía de consumo que

respondi6 a los interes~s estrictamente individuales en lugar de basarse

en ideas humanistas que atendieren B los de la comunidad.

La situación actual en cuanto al deterioro de los recursos, está

reflejada en la extensa bibliografía existent~.

Así, con referencia a los suelos, el mayor deterioro provocado a

este recurso 5~ basa en el mal uso y manejo del mismo siendo sus consecue~

cias la erosi6n, el agotamiento, la salinizaci6n y alcalinización. Por o-

tra parte el uso indiscriminado de plaguicidas y pesticidas han causódo ul

timamente, la contaminóci6n del recurso a niveles qu~ pueden llegar a ser

peligrosos para la salud del hombre.

Los estudios conducentes a la ~stimación de la superficie del te-

rritorio nacional deteriorado por la erosi~n, comenzaron en la década del

40. Estos estudios fueron iniciados fundamentalmente por el ISA, especial-

mente en la zona semiárida argentina, y continuados hasta la actualidad.

De la información publicada se desprende que el área deteriorada,

en distinto grado, alcanza en su totalidad aproximadamente a 50.000.000 de

Has., lo que representa 1/3 de la superficie 6ctualmente utilizada en agri-

cultura y ganadería.

De esta cifra un 50-por ciento correspondería a la erosión eólica

y el resto a la ~rosi6n hídrica. Es de s~ñalar que estas informuciones tie-

nen un carácter estimativo siendo pocos los mapas publicados que indiquen

fehacientem~nte la superficie afectada. Asimismo de la lectura de los tra-

bajos, no surge un criterio uniforme establecido para evaluar el grado de

erosión, tanto hídrica como eólica, que pueda s~r utilizada a nivel nacional.

Diversas han sido las tentativas para establecer programas de co~

trol de la erosión a tr~vés de organismos oficiales con resultados diversos,


por ejemplo, en la regi6n pampeana se han ensayado técnicas como intersiem-
bras, laboreo en franjas transversales a los vientos, métodos de siembre,

uso de fertilizantes, aumento de la materia orgánica por incorporaci6n,

plantaciones forestales, etc.


El deterioro del recurso suelo también se expresa por ~l aumento

d~ las salGs y el sodio, especialmente en áreas bajo riego. En el país se

encuentran bajo riego aproximadamente 1.500.000 Has. y ha sido pablicam~n­

t~ informado que ~n algunos sectores de la zona de reg~dio el problema de

la salinización ha aumentado en forma critica en los Gltimos aRos.


- 110-

Un ejemplo de esto son las áreas d~ riego del Río Dulce, Valle

d~l Río Negro y regi6n cuyana. Este proceso, él su vez se incrementa con la

falta de drenaje u obras necesarias para un adecuado riego.

Paralelamente al problema de la·salinización de áreas bajo riego í

se presenta en forma crítica el problema del ascenso ·de napas con el consi-

guiente anegamiento de las áreas regadas. Esto ha sido detectado últimamen-

te en la provincia de Santiago del Estero, después de las catastróficas i-

nundaciones producidas.

El f~nómeno del agotamiento del recurso suelo se presenta en sus

aspectos más críticos, particularmente en áreas de actividad agrícola inten

sa y donde se utiliza maquinaria agrícola. Son casos conocidos, a manera de

ejemplo, la regi6n maicera y las áreas de producci6n de algodón entre otros,

generalmente asociados a prácticas agrícolas deficientes (falta de'rotacio-

nes, etc.). El agotamiento se produc~ por el det~rioro de la estructura del

suelo, la pérdida de materia orgánica, la lixiviación de nutrientes y la con

,tinua exportaci6n de los mi$mos a través de cosechas sucesivas sin reposi-

ciones equivalentes.

Asimismo en áreas ganaderas, el bien conocido abuso de la recarga

animal, determina por el continuo pisoteo, un pronunciado deterioro del re-

curso.

Por otra parte la distribución irregular de los elementos climáti

cos provocan perlodos de exceso de d~ficits que por falta de previsi6n oca-

siona efectos destructivos. Es bien conocido en muchas regiones del país el


ef~cto devastador de las inundaciones por falta de canalizaciones de las

vlas de aguas. Por otro lado se conoce el efecto de sequías por la imprevi-

sión en el almacenamiento d~ aguas superficial~s y falta de un juicioso 6-

provechami~nto de napas de agua. Complementando este panorama destructivo,

el recurso suelo es contaminado por un contínuo y abusivo uso de productos

químicos. El efecto se manifiest~ a través de la destrucción del equilibrio

ecológico del suelo (desaparición de especies útiles dentro de la cadena

tr6fica) que redunda en la p~rdida d~ la productividad o de la fertilidad.

En la estabilidad de la fauna silvestre pueden advertirse varios

factores que actúan en forma n~gativa sobr~ sus poblaciones. Ellos son: la

sobre-explotación, la comp~tenciaJ la contaminación y la modificación del

ambiente. '

La sobr~-cxplotaci6n de peces, reptiles, aves y mamíferos es un


- 111 -

hecho derivado de la utilización comercial que de ~llos se ha hecho Bn el

pasado o se continúa haciendo en el presente, sin que se tomen m~didas ad-

ministrativas adecuadaS.

Largo seria enumerar la list~ de especies en vías de retroceso o

extinci6n, pero entre los casos más notables pueden citarse, el retroceso

numérico del yacaré en la cuenca del Paraguay-Peraná; del chinchil16n de

la sierra, en las estribaciones de la cordillera endina; de los zorros, en

grandes extensiones de la pampa; las nutrias, en lagunas y bañados de la

pampa húmeda; los ~arzales, en la regi6n mesopotámica; las almejas nacarí-

feras, en la regi6n del delta paranense, y el retroceso de varias especies

de peces dulceacuícoles.

La introduci6n indiscriminada de especi~s exóticas, mejor dota-

das que las indígenas, p~ro no siempre con un mayor rendimiento económico,

sm ha producido sin estudios previos del impacto que ocasionar1a en el me-

dio ambiente. En muchos casos la competencia por un mismo nicho eco16gico

ha ido acompañada por la p~rsecución de la especie indígena declarada npl~

gano La introducci6n de ganado en nuestro territorio ha determinado un rá-

pido exterminio de fauna autóctona potencialmente útil, tal el caso de va-

rias especies de camélidos, unida a la per'secuc ónde carnivoros que en e-


í

sos ecosistemas actúan como controles biológicos de animales que se trans-

forman en perjudiciales al incrementarse en demasia sus explotaciones.

Esta circunstancia es también aplicable al ambiente acu6tico do~

de, por ejemplo la introducci6n de salm6nidos en los lagos y rios cordil1~

ranos ha trafdo aparejada la eliminación de las poblaciones naturales. Ca-

sos similares pueden producirse con nuevos e inconsultos trasplantes.

En ocasiones, la introducción de especies, sin anál~sis previos,

con fines ,comerciales o deportivos, ha determinado su transformación en a-

nimales perjudiciales a otras actividades rurales, tal el caso de los con~

jos en ciertas regiones de la Patagonia, la ,rata almizcl~ra y el castor ~n

Tierra del Fuego, el jabalí en el delta del Río Colorado o los ciervos eu-

ropeos en los bosques cordilleranos.

La contaminaci6n ambiental con sus consecuencias sobre el equili


brio d~ los ecosistemas dct~rmina la destrucción masiva de algunas esp~­

cies. Esto es particularmente evidente en el ambiente acuático, donde la

concentración de herbicidas o plaguicidas, consecuencia del lavado de áre-

as pulverizadas, produce mortalidad periódica ~n lagunas, ríos y arroyos.

Las obras edilicias y de ingeniería en general determinan p~ofu~


- 112-

das modificaciones del medio ambiente que provocan alteraciones en las po-

blaciones naturales. Particular importancia adquieren la construcción de

diques y represas que al transformar ambientes, determinan cambios cuali-

cuantitativos que es preciso predecir y controlar desde m1 punto de vista

bio16gico.

La depend~ncia existente entre el deterioro ambiental ~ ~l uso

de los recursos natural~s es directa y fundamental.

En las áreas forestales, la complejidad aumenta, debido B que el

bosque es la mayor expresi6n de comunidad vegetal-animal-mineral, qUB con~

tituye el ecosistema natural más amplio y delicado, como se verá en el ca-

pItulo respectivo.

Es así que partiendo d~ estos principios elementales, se descu-

bre que la situaci6n actual de aprovechamiento, mejor dicho "explotaci6n i


rracional" da"nuostros bosques, cas tambián un p~simo negocio, para 01 obr~

je, para mI industrial y sobra todo para la Naci6n en su conjunto.

A principios de siglo 18 República Argentina contaba con cerca

de 100.000.000 de Has. de bosques y a la fecha cuenta con cerca de 60 mi-

llones de Has., lo que significa que el "desarrollo" de las metr6polis in-

ternas y externas signific6 la destrucci6n de cerca de 700.000 Has. de bo~

ques por año.


Si bien cabe aclarar que muchas de alIas fueron ganadas a la a--,

gricultura y ganadería, las más lo fueron al fachinal improductivo, y lo

que es peor, en algunos casos al desierto. Basta moncionar el ejemplo del

sur de C6rdoba y de San Luis y norte de La PampeV

La tala indiscriminada del Parque Pampeano-Puntano, especialm~n­

t~ del caldén, trajo como consecuencia la grave erosión eólica deS.OOO.DDO

de Has. con influencia a la zona más húmeda por medio dc la cuña de méda-

nos que penetra el sur de la Provincia de Buenos Aires.


En un paisaje de topografía escarpada, y de alta precipitación

pluvial, el des bosque ~rajo como cons~cucncia ~l cambio dclrégimen hídri-

ca de los ríos de montaña, convirtiéndolos en torrente.

Las aguas que antes ~scurrían límpidas y mansas, hoy en algunas

partes arrastran millones de toneladas de material sólido, qu~ provocan e~

tarquinamiento de los diques, desastres con p6rdides cuantiosas d~ bie-

nes.
- 113 -
Déficit en las condicion~s de vide d~ las áreas rurales

El deterioro ambiental en el medio rural no se limita al deterio-

ro del recurso mismo, sino-que junto con este aspecto deben considerarse~s

deficiencias existentes en las condiciones de vida de la población rural.

Algunas de ~stas deficiencias derivan de elementos intrínsecos a

las actividades rurales, especialmente de la baja densidad de población, p~

ro la mayor parte de ellas reconocen causas históricas, de tipo ~conómico y

social, que no s610 acentúan los problelTh35 derivados del det~rioro de10s r~
#
cursos naturales sino que han estado presentes en su origen.

Un análisis profundo de causas y consecuencias del déficit de las

condiciones de vida rurales, debería diferenciar internamente al país, fun-

damentalmente las zonas áridas del interior, atendiendo a difer~nciaciones

tanto naturales como histór~~o-culturales, que han sido ya mencionadas. El

presente análisis s~ limita a un exámen global de las condiciones generales

de vida del habitante rural y sólo tangencialmente atiende a situaciones r~

gionales particulares.

Dentro de la estructura ~conómica y social del campo argentino,

las características d~ las estructuras productivas tuvieron desde el origen

una importancia fundamental. La tierra se distribuyó sin considerar su des-

tino prod~ctivo; su apropiación tuvo un fin especulativo: la obt~nción de

la renta del suelo más que la puesta en producción de las tierras.

Esto favoreció la aparición d~ un patr6n de estructura de ten~n-

cia de la tierra de tipo latifundista, en el que coexistiera funcionalmente

conectados, latifundio y minifundio.

Ei latifundio favoreció la apropiación de los mejores y más exte~

sos predios en pocas manos y un tipo de explotación extensiva e in~ficiente

de los recursos. En este sentido no deterioró el recurso, pero sí impidió


el bienestar econ6mico de las poblaciones campesinas.
El minifundio en cambio, deterioró el recurso aunque significó el

máximo aprovechamiento, que es empero insufici~nte para la supervivencia f~

miliar y obliga a buscar sustento complementario fuera de la propia parc~18j

normalmente en el latifundio.
De la tenencia de la tierra vemos entonces, que se desprenden es-

tructuralmente determinadas relaciones de producci6n. Distinuas relaciones

de producci6n coexisten tanto en la Región Pampeana, como en el resto del


- 114 -
pafs. Existe un predominio de relaciones de tipo capitalista en la R~gi6n

Pamp~ana y ~n las zonas dG ri~go de Cuyo y Rio Negro. En el rosto del pa1s

ap~rmcQn Gn gran m~dida;formas mixtas, da rolaciones capitalistas y famili~

res, en algunos cosos funcionalmente interconectadas (como en el sector a-


zucarero tucumano).
Los sistemas de comercializaci6n también han contribuido a con-
figurar la estructura rural argentina. Sus caracter1sticas salientes son:
a) La intermediaci6n excesiva.

b) La falta de capacidad financiera de los productores pequeños y medianos.

c) La escasez o inexistencia de dep6sitos de almacenamiento intermedio y

final.
d) La alta concentraci6n de la demanda intermediaria.

e) Las deficiencias en la integración agroindustrial.

)Los tipos de procesos mencionados, producci6n y comercializaci6n,

tienen consecuencias directas sobr~ la estructura ocupacional rural. Sea

por uno o por otro. o por una combinación de ambos, la resultante es el su~

empleo, la ocupaci6n transitoria. -la inseguridad laboral, lo que sintetiza

insuficiencia y discontinuidad del ingreso del obrero rural y del pequeño y

mediano productor.

otra fuente del deterioro del ambiente humano rural han sido las

formas tfpicas de asentamiento de sus poblaciones, caracterizadas por la

dispersión y el aislamiento. Se han visto acentuadas por la inexistencia o

insuficiencia de infraestructura vial y de comunicaciones. La ihv~rsi6n en


estos rubros, ha favorecido a las zonas productoras para el mercado externo

y capitalino y desfavorecido al resto del país.

También factores externos al medio rural coadyudaron a su situa-


ción actual. La industrializaci6n, especialm~nte, aceleró los efectos del
subempleo. Es bien conocido el proceso de migraciones internas que se oper~

ron en el litoral en la década del 3D y lu~go se extendieron a otras regio-

nes. Este fenómeno adquier~ características de aguda gravedad en la actual!

dad en Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca y Corrientes.


En estas provincias el crecimiento natural no llega a comp~nsar

las fuertes migracion~s hacia el Litoral. En general, los movimientos migr~

torios se conjugan con movimientos internos dc cada provincia, que favore-

cen la concentración urbana.

En síntesis la estructura econ6mica y social del campo argentino


- 115 -

ha generado hist6ricamente una situación tipificada por dos elementos: la

pobreza y ~l desarréiUo.

La pobreza es el rasgo decisivo de la vida campesina en la Arge~

tina. Aún en la Pampa Húmeda, el ingreso del obrero rural o del pequeño

productor es menor que.el del obrero industrial capitalino. La pobrezaim-

plica, adem6s, la incapacidad de superación individual delGs condiciones

actuales y la ~ecesidad de la acción solidaria y de la intervención públi-

ca.

El desarraigo por otra parte, aún en habitantes de regiones d~

antiguo poblamientó, es un indicador típico de la existencia de un medio

que no pennite la vida del hombre.

El ambiente humano rural, de tal manera caracterizado, obviame~

te no satisface las condiciones mínimas de vida que el hombre rural re-

guiere. Gran parte de esta calidad tiene que ver con la vivienda. Frecue~

temente, ésta es inadecuada, precaria, insalubre. Carece d~ cloacas y de


agua pbtable. Tampoco los equipamientos del entorno suelen ser satisfacto-

rios. Faltan ~scuelas y hospitales, centros culturales y religiosos. Por

otra parte los caminos, los medios de transporte y los medios de comunica-

ciones son deficientes.


El medio rural carece pues de los elem~ntos objetivos necesarios

para satisfacer los requerimientos minimos y determinados de calidad de vi-

da, aquellos que son derechos de todos los hombres. Los fisicos, de alimc0-
taci6n para subsistir y de salud básica; y los culturales, de seguridad
básica (empleo), de renta (subsistencia) y de instrucción mínima (alfabe-
tizaci6n). Por supuesto,tampoco asegura la satisfacción de otro tipo de

demanda que la Argentina industrial está en condicones de satisfacer: de-

mandas de co~fort, placer, etc.


119

LOS RECURSOS FORESTALES DEL PAIS

"insisto una vez más para que quede grabado como una nueva obligación ar-

11 gentina. la de terminar con los cerrtos al árbol para dedicarnos a cav'ar

"pozos en la tierra, plantar retoños y cuidarlos como si fuesen la Patria

"mismcr". (Juan D. Per6n - 1946)

Dentro de Los recursos naturales renovables, el boaque . tiene vi

tal importancia desde varios puntos de vista; como productor de materia

prima de alto valor económico y estratégico (madera, celulosa. papel); co-

mo protector del suelo contra fenómenos erosivos y como modificador de las

condiciones ecol¿ogico-ambientales.

De acuerdo con estimaciones no precisas, nuestro país posee apr~

ximadamente 60.000.000 de Has. de bosques y tierras forestBles, los cuales

han sufrido y aún sufren extracciones abusivas que traen como consecuencia

su descapitalización y en algunos casos su desaparición.

Esto expresa la magnitud del problema. que excede el ámbito so-

cio-econ6mico. constituyéndose en un problema relacionado con la Oefensa

Nacional.
La cobertura del suelo por la vegetación evit~ la p~rdida del

mismo por las distintas formas de erosión, tal como se ha visto en el cap!
tulo destiAado a suelos, siendo lo esencial de la misma (selva, monte, paL

que, estepa, pradera, etc.).


Esta situación se relaciona con zonas pr6ximas no forestales.

Por ejemplo, al desmonte indiscriminado de 5.000.000 de Has. en el suroes-

te de la provincia de Córdoba ha convertido esa zona en un desierto que a-

vanza con un frente de 500 Km. hacia las zonas fértiles de la pampa húmeda.

Otra situación semejante es la provocada en las zonas de los bo~

ques de protección en regiones montañosas. Los cortes excesivos producen

grandes desequilibrios en la cobertura vegetal, los cuales provocan fenóm~

nos torrenciales de inusitada gravedeid, tales como: destrucción de ciuda-

des, pérdida de suelos productivos, inundaciones, entarqueinamiento de di-

ques, etc. La falta de obras de corrección de torrentes y de foresteción

de las altas cuencas agrava esta situación.

La presión que se ha ejercido sobre el país se evidencia clara-

mente en este sector de la economfa. Son significativos los ejemplos como


- 117 -

los de La Forestal Argentina, que destruyó los quebrachales del norte de

Santa Fé Y la parte este del Chaco; las compeñias inglesas y francesas de

tendido de redes ferroviarias, quienes valiéndose de concesiones fiscales

destruyeron cerca de 6.000.000 de Has. del parque Chaqueño de 16 provincia

de Santiago del Estero, y otras formas·similares de destrucción que en fo~

ma reactualizada y con métodos más modernos aún perduran.

Estos emergentes de una politica que descuida nuestros recursos

renovables, fué claramente descripta en una frase del Plan de Acción Fore~

tal del 2do. Plan Quinquenal: "No podria interesar El los gobiernos anteri.Q.

"res la destrucción de los árboles cUFndo ni siquiera les interesaba la

"destrucción de los hombres que se hSc"Ía por la explotación de los mismos"

"5i no defendieron a los hacheros explotados en los bosques del Chaco, me;.,

"nos iban a defender a los bosques mismos". o~~

~:3
0<t:
Bosoues naturales fr3Q..
~-1
60
;2: O
u...i l.lJ
La Argentina posee en formaciones naturales aproximadamente 6~2; OC
~.~
millones de hectáreas de tierras forestales. La superficie de bosques pro-~ ~

ductivos asciende aproximadamente a 40 millones de hectáreas. De estas ci-~: es


fras corresponden:
9
'C

30.000.000 de Has. aproximadamente de bosques maderables. ~ ].

10.000.000 de Has. de bosques para combustibles.

20.000.000 de Has. de ·montes de protección.

perficies:

l. Selva misioner;a 2.276.230 Has.

2. Selva tucumano-boliviana 3.446.530 Has.

3. Bosque andino-patagónico 2.042.780 Has.

4. Parque chaquéño húmedo 5.194.490 Has.

5. Parque chaqueño seco 22.149.890 Has. 3?344.380 Has.

6. Parque mesopotómico 3.034.980 1-'.0.5.

7. Parque pampeano puntano 6.255.000 Has.

8. Monte xer6filo 11.670.000 Has.


Fuente: Consejo Federal de Inversiones: I1Eva1uación de los Recursos Natur~

les de la Argentina" Tomo 111 pág. 39)

Es necesario destacar tres aspectos fundementales en el tret13.-


- 118 -

miento de este recurso:


a) La disparidad en la legislación aplicada (aún en provincies perteneci3ll
tes 5 una misma regi6n ecológica).
b) Disparidad en el grado de controlar de la actividad forestal como con-
secuencia de la mayor o menor importancia asignada a los Servicios Pro-
vinciales de Bosques.

c) Oifenencias en el tratamiento aplicado en los bosques fiscales y priva-

dos.
Estas posibilidades de distintas formas de tratamiento se multi-
plican por el número de provincias, que en consecuencia nos brinda una si-
tuación compleja respecto del estado general del recurso y a la aplicación
de las posibles soluciones.
La 10ca1izaci6n de industrias celu16sicas, tecnológicamente bas~

; das en la utilizaci6n de especies ex6ticas (de fibra larga), en zonas de

bosque natural, trae como consecuencia la necesidad d~ ampliar las superfi

cies de bosques cultivados El costa de la eliminación de bosques espontá-

neos.
Otra situaci6n se presenta en algunas zonas de cultivos indus-
triales (caña de az.úcar, soja en Misiones), donde la necesidad de extender:
se produce una eliminación del recurso en forma acelerada, sin darle nin-
gún tipo de utilización a la materia prima en forma de madera aserrada, 19
Ra o carbón, lo que constituye un desperdicio del recurso natural.
Si podriamos añadir algunas consideraciones de tipo especulativo

en este trabajo, que desde luego son meramente aproximadas, podríamos de-

ducir:
Nuestro país produciría (situación óptima), con un manejo racio-
nal generalizado de todos sus bosques productivos lo siguiente~

Si tomamos como punto de partida el crecimiento promedio de los

mismos de 2 a 3 m3jha/año sobre una superficie total de 39.000.000 de Has

(27.000.000 para bosques maderables y 12.000.000 para combustible), tene-

mas que la renta forestal anual teórica, es de:

2,5 x 12.000.000 30.000,000 m3jaño de leña y carbón


3/año
2,5 x 27.000.000 = 67.S00.000 m de madera en rollo.

Si de un metro cúbico de madera en rollo se extraen 200 piés CU~

drados de madera obtenemos lo siguiente:


200 x 67.500.000 = 13.400.000.000 piés 2 de madera aserrada por año
En un cálculo no tan optimista, suponiendo que s610 se aproveche
- 119 -

el 50 '/0 de estos bosques maderables. tendríamos una producción de 6.700 mi


llones de piés cuedr-eocs , lo cual nos daría una relación de casi 1 a 10 con

respecto a nuestras oecesidades de madera aserrada, estimadas en 700 millQ

nes de pies cuadrados por año.

Según expertos en la materia (Asociación Nacional de Ingenieros

Forestales). esta potencialidad nos resolvería nuestro autoabastecimiento

con "sólo ordenar de 15 a 20 distritos forestales de una unidad económica

el determinar por les características del bosque".

Debemos también destacar el papel importante que desempeAan es-

tos bosques y en especial el parque chaqueAo, como abastecedores de leña

para la elaboraci6n de carbón para Altos Hornos Zapla. donde se procesan ~

ceros cuyo valor es innecesario destacar.

Las diversas formas de destrucción de nuestros bosques,además de


una pérdi~a del recurso natural, en algunos cesas imposible de recuperar,y
de otras consecuencias graves ya mencionadas, incide en profundos desequi-
librios por ser el bosque un elemento importantísimo en la armonía de la
naturaleza. )

Bosques artificiales

Nuestro país posee aproximadamente 325.000 Has. de bosques im-

plantados de acuerdo al siguiente det~lle:

Coníferas Misiones 95.000 Has.

Eucaliptus Entre Ríos, Buenos Aires, 65.000 Has.


Jujuy (Zepla) 10.000 Has.

Salicáceas: Delta 100.000 Has.


(álamos y sauces) Mendoza, R. Negro y Neuquén 50.000 Has.

Del análisis de estas cifras se desprende que las posibilidades

de incrementar en forma racional las superficies forestales es posible. En

el Delta poseemos un millón de hectáreas de tierras forestales, de las CU~

les s610 ellO por ciento 5e halla en producci6n.

Como dato ilustrativo y de comparación cabe mencionar que Italia

posee más de 5.000.000 de H~s. de tierras forestadas.

Nuestras plantaciones se realizan con crédito del Estado por me-

dio de un fondo forestal; éste acusa un ingr~5o anual de aproximadamente

63.000.000 de pesos ley. El mismo se origina por un impuesto 5 las import~

ciones de madera. La mayor concentr~ci6n de las forestaciones promovid~s


- 120 -

por éste crédito, corresponden al Delta Bonaerense del R10 Paraná y de la

provinci8 de Misiones.

Asimismo existe una desgravación en el Impuesto a las Ganancias

. por los fondos que se destinan a la forestación.

Respecto de los créditos otorgados para forestaciones hubo des-

víe.ciones de tipo técnico, como la de ocupar tierras de aptitud agrícola

en la pampa húmeda con forestaciones aislades. Esto significa una pérdida

para el país, pues la renta agrícola es mayor que la forestal. En otros' c~

sos ocurre a la inversa; se dan avances en la actividad agrícola en zonas

forestales, lo que trae como consecuencia, la pérdida del suelo productivo

por las distintas formas de erosión.

Se movilizan de esta manera recursos financieros para la forest~

ci6n hacia zonas no forestales, lo que reduce las posibilidades de plant~

ci6n en zonas necesitadas de protecci6n forestal. Por ejemplo, fijaci6n de

dunas y médanos, protección de altas cuencas, regulación de cauces,control

de la erosión e6lica, etc.

La industria forestal

La industria forestal primaria (aserraderos, compensado, aglome-

rado, etc.) está concentrada en la Capital Federal y Gran Buenos Aires,

pues depende fundamentalmente de la importación de madera. De esta manera

los valores agregados, en lugar de movilizar zonas marginales, ocupando m~

no de obra y afincando a las poblaciones "go¡ondrina", aumentan la concen-

traci6n masiva del Gran Buenos Aires.

Esto hace que los industriales de la madera se conviertan en fa~

tores de presión como importadores, ya que del consumo anual de madera que

es de 700.000.000 pies cuadrados, el país importa el 60 por ciento en las

maderas siguientes:

Pino Paraná (Brasil)

Pino Radiata (Chile)


Variás (Paraguay)

el restante 40 por ciento es de origen nacional que provienen de bosques

naturales el 18 por ciento y de bosques cultivados el 22 por ciento (espe-

cialmente salicáceas para envases).


- 121 -

Comercialización

El mediano industrial sufre de incapacidad financiera, lo que le

provoca una entrega inmediata del producto elaborado al intermediario que

a su vez negocia en la venta al m~yorista. Es así por ejemplo que en la pr2

vinoie de Salta se vende el pie cuadrado de Pino Paraná import6do, más ca-

ro que el pie de cedro de Orán, madera superior en .calidad de origen local.

La especulaci6n y la intennediaci6n, ejercidas por organismos a-

jenos al interés forestal son los factores que hasta hoy rigen la comerci~

lizaci6n que tiene su aspecto más destacado en la importacipn, que ocupa

el tercer lugar negativo en nuestra balanza' comercial.

Se desaprovechan o mal utilizan las maderas nacional de óptima

calidad por falta de mercados centralizadores para su clasificaci6n en gr~

dos y calidades lo que regularizaría la oferta.

Capacitación técnica

En recursos humanos el sector es deficitario en todos los nive-

les. Esto se debe a que no existen escuelas de capacitaci6n para obreros

forestales e institutos secundarios para la formaci6n de técnicos.


En el ámbito universitario existen dos Facultades de Ingeniería

Forestal: el Insituto de Ingeniería Forestal de Santiago del Estero, de la

Universidad de C6rdoba y la Escuela Superior de Bosques de la Universidad

de La Plata.
Los mencionados centros de estlJdios han graduado en el transcur-

so de quince años a no más de ~ Ingenieros Forestales, cifra exigua

que se convierte .en un factor limitante en la tarea de reactivar la econo-

mía forestal argentina.

El Servicio Nacional Forestal, ex-Administración Nacional de 8o~

ques y los Servicios y Direcciones de Bosques, poseen dentro de sus plant~

les profesionales, valiosos téynicos e investigadores.

Investigación

La investigaci6n está relegada ,a su más minima expresión,ya que

no puede existir investigaci6n orientada si no hay objetivos que tiendan ~


- 122 -

satisfacer las necesidades reales del país, y por ende los organismos que

se dedican'B ella han caído en superposición de esfuerzos, discontinuidad

en la tareas y desubicaci6n. Por ejemplo, es común contar con 8otánicos,p~'

ro nos flatan especialistas en Tecnología de la madera, OrdenaCión Fores-

tal, Inventario Forestal, Transporte y otros.

A nivel oficial actúan algunas instituciones que mencionaremos

brevemente:

IOVIF: Instituto de Ordenación de Vertientes de Ingeniería Forestal, depe~

diente de la Escuela Superior de Bosques de La Pl~ta.

IFIA~.~ Instituto Forestal de InvestigBci6n y Administración, convenio en-

tre la provincia de Santiago' del Estero y el Instituto de Ingeni~

ría Forestol de esa Provincia.

NDA II FORESTAL: Plan de Inv~ntario y Desarrollo Forestal, con sede en Sal

tao Convenio e~tre el Gobierno Nacional y las Naciones Unidas, el

primero por intermedio del Servicio Nacional Forestal y Fabricacio-

nes Militares y Naciones Unidas por medio de la FAD.

INTA: Departamento de Investigaciones Forestales.

SERVICIO NACIONAL FORESTAL: Departamento de Investigaciones Forestales.

CEBS: Centro de Estudios de 80Bq~es Subtropica1es. Depende de la Escuela

Superior de Bosques de La Plata.

Son varios los organismos de origen privado que actúan con el mi~

mo fin. Por ejemplo la investiligación cslu16sica y papelera está regida por

CICELPA. Centro de Investigación de Celulosa y Papel, que depende de las

empresas privadas de este ramo, a las cuales asiste en sus necesidades

científicas y técnicas.

Situación social

La situación social en las zonas forestales es consecuencia de

todo el panorama antes expresado y revela el modo en que ha sufrido nues-

tro país el abuso y la depredación.

Las características del trabajo forestal hacen que el hombre que

vive del bosque sea un tipo. de trabajador rural con peculiaridades espe-

ciales.

El actual sistema de explotación en bosques privados y en fiscc-

les dados en concesión a obrajeros, particulares, obliga al trabajador fo-

res tal a un permanente peregrinaje por los distintos lugares de explota-


- 123 -

ción. El hachero se traslada con su familia y vive en el monte, en preca-

ries viviendas ~ue habita mientras dura el trabajo, reiniciando su ambu-

lar cuando éste concluye.

El obrajero tala cuento encuentra en forma indiscriminada, y

cuando termina un lote, ve en busca de una nueva concesión sin dejar en

el lugor infraestructura algunB (viviendas, pozos, represas, etc.).

Como es evidente, el hachero es el único que sufre las conse-

cuencias de este tipo de explotación, ya que l~s condiciones de vida que

debe soporter le impiden tener la esistencie mínima que hega más digna su

vida y la de sus familiares: asist~ncia médica, escuelas, etc~

Es necesario aclarar que en la casi totolidad de los casos, los

costos de forestación son cubiertos por los Créditos Forestales que otor-

ga el Estado en condiciones muy beneficiosas por tratarse de créditos de

fomento.

Legislación sobre el recurso forestal (*)

Ley N° 13273 de Oefensa de la Riqueza Forestal promulgada en

1948. Dice:

Art. l° ~eclaránse de interés público la defensa, mejoramiento y emplia-

ci6n de los bosques.

Art. 2° Declaránse de utilidad pública y sujetos a expropiaci6n, cualqui~

ra sea el lugar de su ubicaci6n, los bosques clasificados como

protectores y/o permanentes y los inmuebles necesarios para rea1l

zar obras de forestación y reforestación.

Art. 7° Clasíficanse los bosques en:

---
a) Protectores, que son ~quello?/~e por su ubicación, sirvieran,

conjunta o separadamente para:

l. Fines de defensa nacional

2. Proteger el suelo, cerní.nos J las costas marítimas J riberas


fluviales y orillas de lagos, lagunas, islas, canales y pr~

venir la erosión de las planicies y terrenos en declive.


3. Proteger y regularizar el régimen de las aguas.

4. Albergue y protección de las especies de la flora y de la


fauna, cuya exi5~8ncia se declare necesaria.

(*) se transcriben los artículos que tengan relación con este trabajo.
- 124 -

b) Permanentes: todos aquellos que por su destino, constitución de

su arboleda ~~ formación de su suelo deban mantenerse,como ser:

l. Los que formen los parques y reservas nacionales, provincia-

les y municipales.

2. Aquellos en que existieren especies cuya conservación se co~

sidere necesaria.

Art. 13°: Queda prohibida la devastación de bosques y tierras forestales y

la utilización irracional de productos forestales.

Art. 14°: Los propietar~os, arrendatarios o poseedores a cualquier titulo

de bosques, no podrán iniciar trabajos de explotación de los mi~

mas, sin la conformidad de la autoridad forestal competente.

Art. 19°: Toda persona que tenga conocimiento de haberse producido algún

incendio de bosques está obligada a formular de inmediato la de-

nuncia.

Art. 21°: La autoridad forestal podrá convocar a todos los habitantes habi

litados fisicamente, entre los 15 y 50 años, que habiten o tran-

siten en un radio de 40 Km. del lugar del incendio, para que co~

tribuyan con- sus servicios personales a la extinción del mismo.


Estas obligaciones son cargas públicas.

El 2do. Plan Quinquenal

"En meteria de acción forestal, el objetivo fundamental de la N~

"ción será lograr el autoabastecimiento de la madera que necesite, asegu-

nr.ando al mismo tiempo, la estabilidad y evolución de una sólida economía

"forestal. Es indispensable el conocimiento de los recursos forestales y

"para ello habrán de completarse el inventario y la ordenación de ID super

tlficie forestal del país lt •

El aprovechamiento forestal se ajustará B las normas de la ley

13.273, que permiten:

a) Asegurar la perpetuidad del bosque.

b) Su aprovechamiento integral.

c) El uso racional de- la materia prima forestal.


d) La protección y el aumento del patrimonio forestal.

e) La recuperación de los bosques degra.dados.


La legislación habrá de ser perfeccionada sistemáticamente en la
- 125 -

medida que lo requieren los ódelantos tecnológicos y la economía forestal,

todo el régimen forestal será ordenado teniendo en cuenta que las tierras

forestales deben ser habilitadas para su explotación en unidades económicas

adecuadas.

Forestación: La intensiva forestación y reforesteci6n se fomentará y reali-

zará. en forma orgánica, e. fin de alcanzar el "objetivo funda-

mental". Se estima que será preciso forestar y reforestar en

todo el país a largo plazo. una superficie mínima de 060.000

hectáreas.

Viveros: El Ministerio de Agricultura y Ganadería organizará la red n~

cional de viveros f;orestales a fin de satisfacer les necesid2

des de la forestación y reforestación integral de~ país por

la acción oficial y auxiliará a ~a acci6n privada mediante 6-

decuados precios de fomento.

Industria forestal: Esta debe ser regional y será propiciada y protegida

en la medida en que se radique en las zonas de producción de

la materia prima.

Mecanización: La mecanización de los trabajos forestales y la fabricación

nacional de maquinaria forestal serán auspiciadas por el Est§

do.

Investiagación: Las investigaciones técnicas en materia forestal habrán de

orientarse a fin de obtener:

a) La utilización de especies indígenas que reemplacen made-

ras de importación.

b) El conocimiento de las regiones ecológicas del país a fin

de incorporar nuevas especies y favorecer el mejor desarrQ

110 de las actuales.

Acci6n Forestal:para la protecci6n agropecuaria: Con destino a la protec-

ción agropecuaria (zonas de erosión). se forestarán durante

el quinquenio 22.500 hectáreas.

Objetivos del Plan Ttienal

Los objetivos del Plan Trienal, con respecto al sector agropecu~

rio en generel ~ propioian el inicio de una fuerte pol;ttto~ l~l"¡f:J t:t~~r.LlB él 0.9,

ténét A~ffi~At~8 an la producción} mejQra~ la distri~U8i6n del ingresQ y ~~=


- 126 -

distribuir regionalmente la producción y el ingreso agropecuario.

También promover el acceso a los medios de producción a los pr2

ductores agropecuarios y ~um8ntar la particip~ci6n de la pob:ación rural

en el proceso de desarrollo.

En cuanto a la producci6n forestal, el Plan Trienal tiende a la

formación de una conciencia nacional de control sobre la utilización y ex

pensión de los recursos foresteles.

Incrementando la producción de maderas y otros productos fores-

tales se 10grar6 el abastecimiento interno.

Se deberá resguardar las condiciones naturales de las áreas fo-

restales. 08 esta forma se prevé la posibilidad de cubrir 70.000 Has. en

el año 1977, como también la determinación de la localización, cantidad y

calidad de lo materia primo existente, con el fin de adecuar y estimular

la radicación de actividades industriales conexas.

Las politices actuales propuestas en dicho Plan, al respecto se

orientan hacia: (

Aprovechamiento de bosques naturales y plantaciones artificiales con el

control y la coincidencia entre los gobiernos provinciales y el ente n~

cional.

- Alentar y promover la forestación en el ámbito nacional.

- Preservar el medio ecológico resguardado por l~s formaciones forestoles.

- IncromontMr el nivel octu~l do ocupeci6n en áreas forest~les, mejorando

el nivel de vida y radicando núcleos humanos.

Relación con los paises de América Latina

Las formeciones boscosas de la República Argentina se continúan

en los territorios de los países limítrofes.

La formación Chaco se extiende al Chaco Paraguayo y Boliviano.

La selva Tucumano~Oran8nse también denominada Tucumano-Bolivina tiene su

mayor expresión en Bolivia. La selve Misionera está relacionada con Bra-

sil y Paraguay, y a lo largo de la Cordillere Patagónic~ los Bosques Suo-

antárticos se conectBn por medio de los valles transversales con los bos-

ques del sur chileno.

Interpretando las necesidades del momento, referidas o la inte-

gración continental latinoamericana y a la necesidad de una defensa comdn


- 127 -

de los recursos naturales, tendría que propiciarse la vinculación humana y

técnic~ de los Centros Forestales Regionales con los organismos afines de

los países con características ecológicas similares.

El objetivo fundamental será el de lograr en toda América Latina

una ordenación regional de los recursos naturales renovables con un aprov~

chamiento económico pare la felicidad de nuestros habitantes, ya que este

concepto de respeto a la naturaleza garantizará un favorable medía ambien-

te para las generaciones futuras.


- 128 -

NUESTRO SUELO

El suelo

El suelo es la delgada capa de tierra de la cual depende nuestra

existencia y la de todo ser viviente terrestre.

En nuestro planeta existen un gran número de tipos de suelos, ca-

da uno con sus respectivas cualidades, cada uno con su historia propia. El:

clima, las plantas y el suelo están ligados entre si de tal forma que cons-

tituyen determinadas asociaciones: Las tierras negras, el clima seco y las

hierbas altas y claras forman una asociación frecuente en nuestre región

pampeana.

La investigación del suelo tiene categorfa de ciencia.

El oscuro mundo que vive a unos centimetros bejo la superficie

del suelo, alberga a una f~una que trabeja en la descomposición de los res-

tos vegetales y en la lenta tareEl de transformar el follaje en lo que deno-

minamos lfhumus".

Ayudan además a ahuecar y ventilar el suelo, lo cual hace que las

rafees de las plantas penetren en él, con más facilidad. Otros organismos

prosiguen el trabajo de los animales y lo complementan: son las bacterias

y los hongos, que se encargan de descomponer las masas orgánicas en sus el~

mento s inorgánicos. Una cuhareda de tierra puede contener miles de millones

de bacterias. Sin ellas seria imposible el ciclo de elementos quimicos, ta-

les como el carbono y el nitrógeno, a través de la tierra, el aire y el te-

jido vivo.
El agua es otro elemento vital para la formación del suelo:se"fi!

tra en ;él a través de los poros que la absorben, y nutre a las plantas.

El nitrógeno, el f6sforo, el potasio, etc. que se encuentran en

el suelo, son los principales nutrientes que permiten un adecuado asent~­

miento de cultivos.

Degradación del suelo

La actitud humana de descuidar los factores que afectan al suelo


por acción de los agentes erosivos implica la imposibilidad material de re-

cuperar ese recurso natural en períodos ra.zonables. y que, además del abuso

que se comete al utilizarlo de manera impropia puede ocasionar trasto~nos


- 129 -

muy graves ál país.

La conservación del suelo agrícola es una empresa de proyeccio-

nes nacionales; interesa tanto al usuario de la tierra de cuya explotación

vive, como al habitante de los centros urbanos que depende de los produc-

tos que de ella se extraen para satisfacer sus necesidades primarias.

En la conservación del suelo se incluyen en lugar destacadísimo

la aplicación de medidas tendientes a luchar contra la erosión, la degrad~

ci6n y el agotamiento de las tierras. En la Argentina, sólo la erosi6n, ya

sea provocada por el viento o por el agua, adquiere magnitudes que pueden

calificarse de alarmantes. La degradación que implica la pérdida de equili

brio de las propiedades físicas y 'químicas del suelo (salinizaci6n, acidi

ficaci6n, etc.), y exige el uso de las técnicas especiales de cultivo y el

empleo de correctores físicos y químicos para restaurarlo, si bien afecta

a tierras valiosas de regad10, no alcanza a gravitar en la economía del

país, pero ello no significa que tengamos que descuidar el problema. A su

vez el agotamiento del suelo provocado por cosechas repetidas o técnicas i

nadecuadas de exp1otaci6n reviste. importancia en sectores discriminados

del área agrícola.

Erosión e61ica

Se entiende· por erosi6n e61ica el proceso de remoci6n y transpo~

te notorio de las partículas de suelo por acci6n del viento. que detennina

la pérdida de sus integridades.


Corresponde aclarar que en este trabajo s610 se hará referencia

a la erosión, acelerada, cuya manifestación es posible mediando la interve~

ción del hombre. La erosi6n normal o geo16gica es un fenómeno natural que

se halla fuera de la finalidad de este trabajo.

Fundamentalmente, este fen6meno se debe a la ruptura del equili-

brio natural, es docir a la destrucci6n del sistema clima-suela-planta que

la naturaleza ha croado en millares de aRos y el hombre ha deshecho en po-

cos lustros como consecuencia de su intervención irracional al disponerse

a aprovechar los recursos que la misma le suministra para su subsistencia.

El uso que el hombre ha hecho del suelo a través de todas las é-

pocas se ha caracterizado por la devastación creciente de este recurso, mo

tivando al par que la desaparición de civilizaciones florecientes, le for-

mación de desiertos sín límites cubiertos de arenas estériles.


- 130 -

En nuestro país la primera referencia documentada relativa a la

presencia de erosión eólica acelerada se debe a Danvin, quien anotó ese he

cho hacia 1833. En aquellos años, la vegetación natural fué destruída por

el pisoteo de enormes cantidades de ganado cimarrón que se tr~sladaba de

un punto 8 otro en busca de aguas y mejores pasturas. Así se ha podida es-

tablecer que muchas cadenas de médanos antiguos que se hallan en la región

semiárida tienen su origen en el constante deambular de las haciendas por

las extensas llanuras del país.

Aproximadamente a fines del siglo pasado, comenzó la coloniza-

ción de grandes extensiones de campos situados en el oeste de la provincia

de· Buenos Aires, sudoeste de San Luis y 8ste de La Pampa. En los primeros

años la roturación de las praderas vírgenes produjo rendimientos notables

de granos que impulsaron a los productores a aumentar las áreas bajo culti

va, sin tomar, por falta de asesoramiento técnico adecuado, las más sim-

ples medidas de precaución para evitar el desgaste de los suelos que ya

se insinuaba a los pocos años de explotación. El manejo equivocado del mi~

mo, determinó la desaparición de los eSC8SOS elementos de cohesión de que

naturalmente estaba provisto (materi8 orgánica y coloides minerales), faci


litando así la acción erosiva del viento. En este proceso. el arado inade-

cuado ha sido el instrumento responsable de la destrucción del suelo.

6610 fuá necesario que se registrase un volumen menor de lluvia~

h6ci~ el a~o 1908, para que el problema de la erosión eólica 58 presentase

con la temible realidad de las pérdidas de cosechas y la destrucción del

suelo agrícola.
Desde el año citado hasta 1916, la erosión tiende a incrementar

sus efectos. llegando a constituir una seria preocupación. Recién en ese ~

ño - en que se produjo una sequía de proporciones - tiene lugar la manife~

taci6n real de los desastres de todo orden que ocasiona a la economía del

país. El año 1929 constituye otra fecha de incrementación de las superfi-

cies afectadas por el fenómeno erosivo, que llega a conmover la estabili-

dad económico-social de grandes núcleos de poblaci6n. A esa altura de la ~

voluci6n de nuestra agricultura, la erosión eólica había alcanzado la cat~

goría de "problema permanente".


En el año 1937 se registra otra sequía de gravedad semejante a

las que tuvo que soportar el país en los años 1950 y 1951. Cada período d8

sequía provoca aumentos de les áreas afectadas por la erosi6n.


- 131 -

Causas de la erosión eólica

Las causas q~e originan la erosión e6lica pertenecen a dos gran-

des grupos: naturales y económico-sociales.

Las causas na~urales derivan de las característic5s ecológicas

que prevalecen en la zona donde tiene lugar la manifestación del proceso ~

rosivo, condicionando un ambiente favorables para que aquél se produzca

cuando se liberan por intervención de un factor extraño - en este caso el

hombre - las fuerzas latentes de la erosión. De las causas naturales inte-

res~n mayormente el clima y el suelo. Otros factores también gravitan en

éste fenómeno, entre ellos la cobertura vegetal, el relieve .del terreno,

etc., pero su influencia es decididamente menor.

El clima, de acuerdo con sus características, posibilita o deti~

he' el fenómeno de la erosión, siendo uno de sus integrantes - el viento -

el agente activo de la misma.

1. Entre los factores climático9 de importancia en este problema se halla

la lluvia, cuya escasez o mala 'distribución es motivo fundamental en la

intensificación del proceso; sobre el particular conviene recordar lo ~

notado más arriba, es decir, que los p8r~odos de sequía aguda determi-

nan ciclos definidos de incrementación de la erosión.

En general, el promedio de lluvia que caracteriza a la zona de erosión

e61ica acelerada oscila entre 500 y 700 milfmetros. En sectores con ll~

vias menores de 500 milfmetros hay también erosi6n por ser los suelos

muy sueltos, pero sus efectos son poco visibles.

Si bien en el estudio de la lluvia interesa la cantidad, más importante

aún es la distribución durante el eño. En la zona de erosi6n e61ica, la

mayor parte de las lluvias se producen en primavera, verano y otoño,

siendo la estación invernal la más pobre en precipitaciones pluviales¡

ya que éstas alcanzan al 12 por ciento del total registrado eh el eño.

Esta escasez de lluvia en invierno determina que al aproximarse la pri-

mavera los suelos se hallen secos, favoreciendo dicha desecación la ac-


ción 8ros~va del viento, fenómeno climático que precisamente en la esta

ción ultimamente nombrada aumento en forma extraordinaria su f~erza 'y

frecuencia, ocasionando así repetidas voladuras. La 6ludida desecGción

del suelo se ve favorecida por el incremento de temp8ratu~a que se re-

gistra a partir de s8ptiembre.


- 132 -

2. El otro factor climático que interesa fundamentalmente es el viento, a-

gente activo de la erosi6n eólica. De este factor corresponde conside-

rar la velocidad, la frecuencia y la dirección.

Para que las 'partículas puedan ser degradadas y posteriormente traslad~

das por el viento, éste debe tener una velocidad mínima, estimada en ki

lómetros por hora. En general se considero que a una velocidad do trece

kilómetros por hora el viento p~ed8 ye provocar voladuras, dependiendo

esta posible acción, del est~do de agregación del suelo.

Investigaciones recientes demuestran que los suelos, en cuya colnposi-

ci6n predominan las partículas de diámetro inferior a cinco centésimos

de milímetro, no son afectados por la erosión en presencia de vientos

de velocidad superior a 60 kilómetros por hora.

En las zonas de erosión eólica los vientos alc~nzan, en la mayoría de

los días, exceptuando los meses de mayo, junio y julio, una velocidad

superior a trece kilómetros, es decir, que poseen fuerza suficiente pa-

ra producir erosión. La velocidad aumenta a partir de agosto, incremen-

to que coincide con la elevación de la temperatura - mayor desecación

del suelo - determinando que la primavera sea la estación más peligrosa

del año respecto de la posibilidad de manifestarse la erosión.

En algunos tipos de suelos cuando se hallan desnudos, la velocidad mini

ma para provocar voladuras es de apenas cinco kilómetros por hora; esa

velocidad siempre se alcanza en nuestro país a partir del mes de agosto.

En los médanos las voladuras comienzan con velocidades muy pequeñas.

Causas humanas:

Corresponde analizar ahora las causas económico-sociales que pr2

vacan la erosión, las cuales pueden referirse exclusivamente al hombre,

quien, mediante un manejo equivocado del suelo que tandía a contradecir a

la n~turaleza antes que a ajustarse a sus dictados, ha puesto de manifies-

to las causas intrínsecas de la erosión que se hallaban en latencia.

El hombre comenzó por destruir la vegetación nativa que protegía

el suelo de la acción erosiva del viento, taló el bosque xer6filo,labró 81

suelo a destiempo, sobrecargó los potreros de hacionda, destruyó la escasa

materia orgánica que daba cierta cohesión a las tierras sueltas con el in-

cendio premeditado para "limpiar" campos; en fin, en medio siglo de 8xplo-


- 133 -

taci6n irracional acabó con la obra que la naturaleza"empleó milenios en

construir.

El hombre fué conducido a reBlizer esa devastación por diversos

motivos; la falta de asesoramiento técnico; la exigua superficie de explQ

taci6n que le asignaron las compañías de colonizaci6n; la llamada acci6n

de fomento de ciertas empresas extranjeras de ferrocarriles que imponian

la venta de campos para dedicarlos a agricultura en las áreas de influen-

cia de sus vías, previamente al tendido de éstas; la indiferencia de la

sociedad que nunca concedi6 importancia al aviso de algunas personas que

preveían las desastrosas consecuencias que ese manejo irracional del sue-

lo tendría"¡sobre la economía del p~ís. La expanción de la agricultura ha-


cia la actual zona de erosión eólica, s610 pudo tener lugar gracias a los

rendimientos notables que se obtuvieron de sus campos en los primeros a-

ños debido a la fertilidad virgen que presentaban, fruto acumulado en mi-

lenios y que no tard6 en deseparecer en menos de una década.

Pero la consecuencia más grave de esa intervención devastadora

del hombre ha sido la modificación operada en las características físico-

mecánicas del suelo, el cual, al perder los escasos elementos finos que Q

riginariamente poseía, se hizo más suelto y disminuy6 su capacidad de re-

tención de la humedad y su contenido en materia orgánica, fen6menos que d~

terminaron une mayor susceptibilidad a la erosión.

Distribución geográfica de la erosión e61ica en el país

En términos generales, la erosión eólica puede presentarse don-

de los suelos son sueltos, los vientos fuertes y frecuentes y las lluvias

escasas y mal distribuídas,cuando a esas características ecológicas se s~

ma la intervención humana e irracional, el proceso erosivo se halla en

condiciones de adquirir marcada intensidad.

5i bien no se ha llevado a cabo en nuestro país un relevamiento

integrai que permita determinar las áreas afectcrdas por este fen6menoy el

grado alcanzado por el mismo, los estudios y relevamientos que desde el ~

ño 1944 viene haciendo el Instituto de Suelos y Agrotecnia definen con ba~

tante aproximación los sectores donde el aludido problema se manifiesta

en forma acentuada.

En la extensa zona que abarca el oeste de la Provincia de Bue-


- 134 -

nos Aires) el sudoeste de la provincia de Córdoba, el sur de la provincia

de San Luis y el este de la provincia de La Pampa, se registran los mayo-

res desastres.

La Pampa es la provincia donde la erosión eólica ha alcanzado m~

yor grado de intensidad.

En la provincia de La Rioja se ha operado en los últimos años un

alarmante avance de las áreas afectadas por la erosión; debe culparse a la

tala irracional de los bosques de este situación desastrosa que ha trans-

formado en desiertos, sin posibilidad alguna de recuperarse dada l~ exigua

precipitación pluvial que se registra en esta provincia.

las provincias de Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán, San Juan y

Mendoza presentan focos reducidos de erosión, generalmente médanos que re-

conocen casi siempre un origen geológico y que en consecuencia no· corres-

ponde considerarlos en este trabajo.

La inmensa Patagonia presenta, en potencia, las condiciones eco-

lógicas ideales para que la erosión e61ica se manifieste con la mayor in-

tensidad. Los centros de desgaste·del suelo señalados, originados general-

mente por el exceso de pastoreo que destruye la escasa cobertura vegetal,

se distribuyen caprichosamente en esa dilatada extensión. Esa amenaza es

más alarmante por cuanto, dada l~escasas lluvias que se registran en la

Patagonia, las técnicas conservacionistas modernas poco pueden hacer para

recuperar los suelos sometidos a un intenso proceso de destrucción. Los

suelos que se presentan erosionados en alto grado, deben considerarse· pe!

didos.

Consecuencias económico-sociales

Resulta difícil poder apreciar cuantitativamente los perjuicios

oca5ion~dos al pais por la erosión eólica. Aún cuando tengamos un invent~

rio completo de las tierras destruidas por este fenómeno, no permitirá

precisar con exactitud aproximada el daño extraordinario que ha sufrido

el patrimonio nacional en poco más de medio siglo de explotación irracio-

nal del suelo.

La dificultad en determinar esas pérdidas radica en la natural~

za misma del problema; en sus comienzos fué puramente la aplicecipn de m~

las prácticas de menejo del suelo y las consecuentes voladuras, luego esa
- 135 -

explot~ci6n inapropiada de los campos se tradujo en quebrantos económicos

para las zonas afectúdes po~ l{~ c~~si6n y» finelmente a las crisis econó-

micas sucedi6 una serie de trastornos sociales~ cuyo. aspecto más grave ez

la despoblación de las tierr~$ castigadas por e~te mal.

Sólo en la llanura pampeuna ss encuentran alrededor de 16 millQ


nas de hectáreas que presentan erosi6n de distinto grado, de ese total~ ~
proximadamente 6 millones están efectadas por la el~sión severa. Ds esa

vasta 5uperf¡cie s610 es dabla esperar la obtenci6n da un~ prodLlcci6n muy


limitada; pero la consecuencia más lamentable de este hecho r~dica en la
imposibilidsd de recuperar e~a riqueza p de no medi~~ el tr~nscurso da si-
glo&.

Los problemas sociGle~ que o¡~gina esto fenómeno h~llon su ex-


presión mús dolorosa en el 8xodo de los colonos p~mpeünosp quienes, desde
1930 en adelante comienzan a Gbandonar sus tierras para rudicar~e en o-

tros lugar8~ del pa1s.


Ese abandono obligado por parte de los l~briego~ de los campo~

COD &uelos erosionQoos, as opera .constantemente.

Er:7Gión hidrúulica

La erosi6n hidráulica es el p~oceso de.~emosi6n y transporte n2

torio de la5 parc1culas del suelo por acción del agua en movimiento, que

determina la p~rdida de su integridad.


También en este caso debe aclararse que se considerará sólo la
erosión acelerada, es decir aquella ·cuya manifestaci6n tiene la interven-
ci6n del hombre; el tema vinculado a la e~osi6n normal o geológica escapa

a la finalidad del presente trabªjo.


Aunque los cursos rápidos y las corriente fluviales, les deshi~

los, las olas, etc., también son .agentes c~usantes de erosi6n, el aspecto
que interesa fundamont~lmsnt8 es la destrucci6n del suelo ~gricola provo-
cada por las lluviss en condiciones especiales de topografia y 60bertura

vegetal.
En la práctica dif!cilmente se encuentren tierra~ totalmente
llanos. P~rtiendo de este principio ~ se deduce que en m~yor o menor grü-

do, todos los suelos se hallun expuostos s. sufrir los e.fectos de 1::1 ac-

ci6n erosiva del oguo p cUündo se altcra~ por intel~ención del hombra, su

estado natural.
- 136 -

La erosión hidráulica tiene la particul~ridad9 especialmente en

las primeras etapas de manifestación del fen6meno, de pasar inadvertida p~

ra el ojo humano.

8610 cuando la intensidad asumida por el desgaste del suelo se

traduce en consecuencias que gravitan desfavorablemente en la economía del


productor - formación .de zunjos, disminuci6n ccentuada de los rendimientos,
etc. - se aprecia la verdadera importancia que este proceso tiene en la 8!
tabilidad de las explotaciones rurales.

Casi todos los terrenos poseen cierto grado de inclinaci6~ que


permite el lavado del suelo apenas éste queda sin protección. De ello se

infiere que la erosi6n hidráulica ha comenzado a actuar en nuestro pals en

el momento mismo que se inició el aprovechamiento de sus tierras. Un ajem-

plo muy ilustrativo se tiene en las huellas de destrucción del suelo qua

aún se observan en las antiguas colonias agrícolas que los jesuitas explo-

taban en el siglo XVIII en la parte sur del territorio de Misiones.

Causas de erosi6n hidráulica

En el manejo del suelo' que explota, el hombra aplica diferentes


prácticas, que de no adaptarse a un sistema racional son causas inevita-
bIes de erosi6n. Entre esas causas se incluyen la deforestaci6n desordena-
da, la quema de la vegetaci6n, el pastoreo abusivo y el laboreo ioapropia-
do del suelo.
La deforestación desordenada muy coman en los bosques\virgenes~

sobre todo, ha sido y continua siendo una de las principales causas de la


rápida deterioración del suelo en grandes sectores.
La tala sin medida de los bosques p ya para el aprovechamiento di

'recto de los árboles, o como tarea previa para la agricultura ulterior,pr 2


~
mueve una enérgica acci6n del agua sobre el suelo despojado de una cubis~

te natural tan efectiva.


La quema de la vegetaci6n espontánea, sea para limpiar las áreas
desmontadas (rozado), o a fin de mejorar los pastos 5610 de ~odo pasajero,

como as! también la destrucción de los rastrojos por el fuego, priva al


suelo de considerables reservas de materia orgánica tan fundamental para
su cohesi6n, dejándolo ademCs con frecuencia, desnudo, sin plantas ni re5-
tos vegetales que contengan la ~archa del agua.

El pastoreo abusivo» tanto por el exceso de cabezas en una deteE


- 137 -

minada superficie. como por la entrada del ganado al prado en tiempo ino-
portuno, pronto agota la cubierta herbácea.
Empobrecidas las pasturas y dificultada su regeneraci6n, el sue-
lo pierde su majar protección contra el agua. la que también aprovecha las

numerosas remociones de la superficie originadas por el desplazamiento in-


tenso de los animales.
La causa que provoca el mayor desgaste del suelo, al menos en el
pa1s, es el laboreo inapropiado de las tierras con declive.

El cultivo que se realiza siguiendo el sentido de la pendiente,


es decir, en surcos rectos, facilita marcadamente la acci6n del egua, que
al no hallar obstáculos para su libre movimiento, arrastra enormes canti-
dades de suelo.
A las pérdidas de suelo ,que ese m~todo desatinado ocas~ona~ hay
qua añadir al desperdicio del agua, cuyo almacenamiento normal en áquel
permite una mejor evoluci6n del cultivo cuando las lluvias escasean.
Otro factor que interesa fundamentalmente en el proceso, se re~

fiere a la naturaleza del suelo agricola y, secundariamente, al subsuelo.

Las propiedades del suelo más estvechamente relacionadas con su

susceptibilidad a la erosión son: textura, estructura, contenido en mate-

ria orgánica, composición quimic8 g caracter1stica del subsu81o~ etc.

El efecto directo de la textura, es decir, de la composici6n


del suelo sobre la propensi6n a la erosi6n, s610 puede ser apreciado en

tGrminos aproximados.

As!, los suelos arenosos que tienen gran permeabilidad, son más

susceptibles a la erosi6n que los arcillosos, Por otra parta, el mayor

diámetro de las particulas de tales suelos está asociado a su falta de ~~

tructura~ hecho que acentúa la predisposici6n al lavado. A pesar de que

los suelos arenosos son los que ss erosionan en primer término, el daño

ss más grave en los arcillosos por cuanto las partículas grandes sedimen-
tan de inmediato, mientras que las pequeñas son mantenidas en suspensi6n
durante mucho tiempo y se depositan a mayor distancias del lugar de ori-

gen.

Distribuci6n geoqráfica de la erosión hidráulica en el pais

Las tierras que tienen pendientes de OgSO por cianto~ son pl~

pensas a la acci6n erosiva del agua que consiguG al~ectar seriamente la


- 138 -

integridad del suelo agrlcola. Este principio indica que una gran parce de

la superficie del país presenta los suelos expuestos a serG erosionados

por el agua. Si bien la erosi6n hidráulica no tiene una distribución tan

definida como la provocada por el viento~ es indudable que en ciertas pro-

vincias su gravitaci6n es notable y que sus efectos se hacen sentir de ma-


nera acentuada.
Dentro del marco político del pa1s las provincias de: Entre RIos,
Corrientes, Tucumán, Buenos Aires, Córdoba» Salta y Misiones, son las que

presentan los focos erosivos de mayor intensidad.

Gran parte del territorio de la provincia de Entre Rios presenta

condiciones pluviom~tricas y topográficas que favorecen el desgaste de los

suelos por el agua.


También la provincia de Corrientes ofrece sus suelos erosionados
por el agua en una amplia extensi6n. Si bien la, intensidad alcanzada por
el fen6meno es menor, comparativamente que en Entre Rios, debido principal
mente al predominio de la explotación ganadera sobre la agrícola y la top~

grafía más llana del terreno, presenta puntos criticas donde se ha perdido

gran parte del suelo superficial.


De igual modo que la provincia de La Pampa, que es la que ofrece
en conjunto los suelos afectados en mayor grado por la erosi6n eólica en
el país, la provincia de Misiones se caracteriza por presentar el panorama
más desastroso de los daños causados por la erosi6n hidráulica. El aumento
constante de la superficie devastada por este proceso indica que la capae!
dad productiva de los suelos misioneros se acabará en pocas décadas si no
se toman medidas radicales de prevensién y fiscalización. Aunque las cond!
cienes naturales que posibilitan el fenómeno - lluvias torrenciales, terr~

nos excesivamente inclinados y suelos de escaso espesor - acusan marcada


propensi6n a la aceleración del mismo, es indudable que el mal obedece fu~

damentalmente a la obra del hombre.


Donde el hombre ha eliminado ,la vegetación natural, de preferen-
cia mediante el rozado a fuego, para dedicar el campo a la explotaci6n 6-

gricola, el suelo ha desaparecido en pocos años. Considerando que' en el a-

provechamiento de las riquezas naturales de Misiones, el avance del hombre


58 ha operado principalmente desda el sur hacia el norte, es lógico que la

parte que ofrece suelos ~~s erosionados seB la situada' en la mited sur del

territorio. También se -encuentran focos en erosión pronunciada en la parte

norte. La intensidad alcanzada por la erosión hidráulica en Misiones en su


- 139 -

sector sur merece calificarse de severa, con puntos dispersos donde asume
el carácter de grave. En cambio en el norte, donde la acción del hombre
ha sido apenas visible, la erosión puede calificarse, en conjunto~ de 1i-
gara.

En una considerable extensi6n de la provincia de Tucumánpel 5U~

lo ag~icola ha sido destruido por la erosión hidráulica. El desgaste del


suelo es notable, variando la erosi6n presente entre ligera y moderada.D~

be anotarse que los campos afectados en esta provincia, tienen~ general-

mente, un alto valor en virtud de los cultivos intensivos qua en ellos se


practican.
En el nordeste de la provincia de Buenos Aires, rica zona maic~

re, y las amplias superficies dominadas por lrosierras de Ta~dil y de La


Ventana, acusan un acelerado proceso de pérdida del suelo agr1cola rnotiv~

do por acci6n del agua. Merece destacarse el caso de los partidas situa-

dos en el sector mencionado en primer t&rmino. Al11 el suelo agrícola ti~

na gran profundidad, hecho que, unido al declive poco pronunciado del te-

rreno y a las lluvias abundantes pero no copiosas ha influido para restar


importancia a la p~rdida definitiva de varios centímetros da tierra.

Consecuencias econ6micas y sociales

La erosión hidráulica es responsable de la destrucci6n de mayor

cantidad de suelo agrícola en el pais que la erosión e6lica. Esta afirma-


ci6n permite deducir laspárdidas cuantiosas experimentadas por el patrim2
nio suelo coma consecuencia de la acción casi imperceptible pero'constan-
te de las aguas de lluvias sobre la ~stabilidad de la delgada capa de ti~

rra que nutre la poblaci6D argentina. Con excepci6n de Misiones ~ de o-


tros sectores aislados del país donde los efectos de la erosi6n ée tradu-
cen en la desaparición total del suelo en pocos años y por lo tanto obli-
gan al abandono completo de la explotaci6n en poco tiempo, en mayor parte

del territorio argentino no se advierte que disminuya progresivamente el

espesor del suelo arable en forma peligrosa.

Resulta difícil expresar en cifras el valor de las pérdidas oca


1 -
sionadas por el lavado del suslo. La inutilizaci6n total devastas áreBs p

la desaparici6n de un notable par ciento clel suelo agr1cola 9 la formación

de zanjas de grandes dimensian8s~ etco p son otras tant~s manifestaciones


del fenÓmeno estudiado~ cuya 5preciecidn en cifras en signos monetarios
- 140 -

5610 ss halla al alcance de una invest~gación exhaustiva del problema.

En ter~enos con diez por ciento de pendiente ss pierden anualme~

te dos cent1metros de suelo en campos dedicados al pastoreo; en campos de

cultivos anuales p cuya pendiente no es mayor del tres por ciento las pérdi
das por año var1an entre uno y dos por ciento, según se practique o no el
rozado a fuego de la vegetación natural. En todos estos casos, el manejo
del suelo es el factor decisivo para acelerar o anular los perjuicios señ~

lados.

Desde el punto de vista económico, la influencia de la erosi6n

hidráulica se hac8.:sentir en la disminución constante de los rendimientos,


i
en el cambio da explotaci6n de ciertos predios que deben ser destinados a

trabajos menos remunerativos, en el abandona total o parcial de grandes ex


tensiones de campos por la desapar~ción completa del suelo agrlcola o la
formación de zanjas que imposibilitan su uso, etc.
Tales perjuicios eco~6micos llegan a afectar finalmente la asen-
cia misma da la sociedad que no puede escapar a los fenÓmenos que se desa-
rrollan sobre la fuente de su alimentaci6n y su abrigo: el suelo.-Es ley i
neludible que la estabilidad del suelo esté ligada a la sociedad y que ca-
da porción del mismo que se destruye, resienta en algo los simientosen que

aquélla se halla fundada.

Leqislaci6n sobre conservación de suelos

No existe actualmente ley nacional sobre.conservaci6n del suelo.

Organismos estatales, como el Instituto de Suelos y Agrotecnia, y entida-

des privadas, como el Cen~ro Argentino de Ingenieros Agrónomos i por ajem-

pIo, han elaborado anteporyectos al respecto.

En 1940 el Poder Ejecutivo Nacional presentó al Congreso un pro-

yecto da ley sobre conservación del suelo que no fuá tratado y que fué re-

producido por el Peder Ejecutivo dos años después~ sin ser considGrado. En

1958 se presenta un proyecto que declara obligatoria la lucha contra la 8-

rosi6n en todo el territorio de la Nación y crea el Instituto Nacional pa-

ra la Conservaci6n del Suelo.

Normas conservacionistas en layes nacionales varias

Si bien no existe una ley nacional sobre suelos) existen disposl


- 141 -

cianes conservacionistas incluidas en varias leyes.

Así la ley 14.439 de Organizaci6n de los Ministerios del Poder E

jecutivo Nacional dispone en su arta 19, inciso 4, que compete a la Secre-

taria de Estado de Agricultura y Ganadería: "La conservf:lci6n, recuperación

u y utilización racional del suelo y la investigaci6n,experimentación y as~

u
"soramiento tecno16gico •

Por otra pal~e entre las funciones del INTA se encuentra la si-
guiente: lOArt. 2do.: Pa~a cumplimiento de su misión, el INTA organizará,d.§.
"sarrollará y estimulará la investigaci6n, experimentación y extensión 8-

ngraria como aspecto fundamental, a cuyo efecto promoverá directamente o

upar medio de otras entidades: a) Investigaciones sobre los problemas re-

ulacionados con los recursos naturales y con la técnica de la producci6n".


El Decreto 32.605/47, que reglamenta el ejercicio profesional de
la ingeniería agronómica, establece que userán de competencia exclusiva de

"las ingenieros agr6nomos las funciones técnicas que se especifican a con-


ntinuación: Manejo y conservación del suelo e interpretación de los análi-

tllsis correspondientes". (Art. 10). Además IVdeberá contar con aS8~oramiento

"de ingeniero agrónomo toda establecimiento p entidad o particular que se

Udedique a: lucha contra la erosi6n por cuenta de terceros". (Art. 3°.oec.

23960/53) •

La ley 13.246 de Arrendamientos y Aparcerías Rurales, arta 8°,

prohibe la explotación irracional del suelo que origine su erosi6n, degra-

daci6n o agotamiento; los articulos 181-190 del Oec. Reglamentario (21.260

/50) reglamentan este articulado de la ley.


El articulo 181 define la erosión, la degradaci6n y el agotamien
to. En los dos articulos siguientes se prevé el peligro de erosi6n, las
partes pueden exigir racionalidad de la explotación o el locatario puede
pedir la rescisión del contrato cuando no medie culpa o negligencia del
mismo.
La ley 14.392 - de colooiz8c16n - dispone que "los planes de co-
ulonizaci6n preverán ••. en cuanto a su orientación ••• la zona de erosión
, ilactuales o en potencia en base a un ordenamiento tecnológico de"las unida-

It~ de explotación en salvaguardia del patrireanio suelo, en cuanto a sus


"finalidades ••. conservar los recursos del agro argentino u • (Art. 6 0 ) . El
arto 7° dispone qua u pa r a los finas de esta ley se utilizarún los siguien

"bes inmuebles... las .(tierras) ubicadas en zonas de erosi6n o krüsiónCl-

"bles".
- 142 -

La ley 13.273 de bosques establece: «Los bosques protectores que


"sirven para protegeroel suelo". (Esta ley se comenta en el capitulo refe-
rido a recursos forestalGs).
El decreto 18.270/53 faculta al Ministerio de Agricultura y Gann
der!a para convenir con particulares ubicados en la regi6n central de ero-
sión eólica y la implantación de barreras forestales.
El decreto 31.812/48 fija zonas ~arginales. Expresan sus considg
rendas: "Que la tierra agrícola por la funci6n que desempeña, debe ser con
"sidsrade. como parte integrante del patrimonio de la Naci6n".
Dice el arto l°: "El Ministerio de Agricultura procederá a deli-
Umitar las zonas marginales para cada rama de la producción agraria, a los

"efectos del ordenamiento y racionalización de las explotaciones": Los de-


más articulos establecen la adecuación crediticia.
Finalmente cabe agregar que existen disposiciones de lalprotee-

ci60 del suelo en varias leyes pl~vinciales.

Q..tros factores de degradación

otros de los ractores que perjudican al suelo agrícola son el a-


gotamisnto, degradación y la aridez.

Agotamiento

Es la pérdida de la fertilidad por la disminución de los nutrien


tes del suelo, por lavado natural o artificial de los mismos, falta de ma-
teria orgánica, fósforo, potasio, etc.

Este es un efecto frecuente j en la región pampeana de la cual

nuestro pals obtiene sus mayores producciones de granos.,

El repetido uso del suelo a través de décadas, con el ~ismo tipo


de cultivo, ha provocado una absorci6n de nutrientes que jamás han sido re-

puestos alcanzándose un agotamiento que no permite elevar las producciones.

Un caso similar se presenta en la provincia de Tucumán con el mo-

nocultivo azucarero.

Degradación

Se dice que los suelos 58 degradan cuando por diversas círcunstaD


- 143 -

cias se vuelven ácidos o alcalinos o? lo que 8G más grave, se salinizan

por 8xceso de agua que arrastra S~18S y qua se acumulan en 103 bajos. I~~

portantes áreas de la provincia de Santa Fé~ Chaco, Corrientes, Formasa y

Buenos Aires, se ven afectadas par inundaciones periódicas que provocan

dicha salinizaci6n inutilizándolas para los cultivos.

Lo más grave es que el hombre contribuye a este tipo de dete-

rioro por el mal uso de las eguas de riega.

Ejemplos t~picos son los que se registran en la región del Alto


Valle del Río Negro, de donde proviene la principal producci6n fruticola

de nuestro país. En dicha región el hombre ha utilizado aguas con pelig~

sos contenidos de sales para regar, llevando a niveles criticas el tenor

de sales en el perfil del suelo. Esto va acompañado por una gran disminu-

ci6n de la producción por pérdidas:.:de cultivos que no se adapten a la sa-

.linidad •

.Aridez

Se entiende por aridez al conjunto de fenGmenos oc.asionados por

deficiencias h1dricas. El 75 por ciento del ,país presenta problemas de ar!

dez de singular trscendencia.

Hasta el presente no se han ~fectuado progra~as racionales para

mejorar o prevenir esta situación; más aún, la importante acción del vien

to contribuye a extender las zon~s áridas. Tal es el caso que se registra


al sur de la provincia de C61~oba donde se presenta un gran avance de ár~

as medanosas sobre regiones en donde existen importantes cultivos como

ser maíz, trigo p centeno,' soja, etc.


Esta aridez es la que no permite una adecuada extensión de las

áreas cultivables, lo QU8 p obviamente, deteriora nuestro nivel p~ductivo

nacional.
.- 144 -

EL AGUA EN NUESTRO PAIS

La disponibilidad de agua en el pa1s

El desarrollo econ6mico de la Naci6n durante su primer siglo y

medio, basado fundamentalmente en el aporte de la llamada "pampa hdmedalt ,

ha dado lugar a una falsa imágen de la verdadera disponibilidad hidrica

del país 51 creando un estado menta1 de ul"'iqueza tl en materia de agua t que es

solo parcial y propaa de una de sus regiones geográficas.

El país presenta cuatro grandes sistemas fluviales:

Sistema del Rl0 de la Plata: con un derrame de 570.000 millones de m3 a-


nuales, representativo del 84 ~ de la totalidad de las disponibilidades
h1dricas superficiales del pais~ desagotando un área de 950.000 Km2.
Su gigantesco caudal es aportado fundamentalmente por los r10s Peraná,
Uruguay y Paraguay, que presentan la condición de ser cursos internaci2
nales. Desaguan en este sistema parte de los territorios de 801ivia~Br~

si1 J Paraguay y Uruguay y una tercera parte del territorio argentino.

Cuencas de la Vertiente Atlántica: con su aporte de 74.000 millones de

m3 anuales, equivalentes a un 10 ~ del total del pa1s.


Desaguan en esta vertiente gran parte de las regiones occidental, cen-
tral y meridional, comprendiendo una superficie de 1.000.000 de Km2.
t
Son principales ríos de este vertiente: el San Juan, Mendoza~ Tunuyán,
(
Diamante~ Atuel~ Colorado, Negro y Chubut, que constituyen importantes
recursos de regadío de alrededor de 600.000 hectáreas de la región ári

da cuyana y patag6nica.
Cuencas de la Vertiente Pacifica: con un caudal de 33.000 millones de
m3 anuales (aproximadamente el 5.. io del total).
'J
Comprenden un grupo de ríos que nacen en la zona cor-dí.Ll.er'ana argenti-
na desagotando un área reducida (30.000 Km2) Y derivan hacia Chile, d~
sagotanclo en el Océano Pacífico.
~

Cuencas sin derrame: comprenden un conjunto de ríos, con preeminencia


en las regiones nor-occidental y central, ·que si bien drenan yna super

ficie aproximada a los 800.000 Km2, solamente aportan un r8ducido cau-

dal de 6.000 millones da m3 anuales (1 ~ del total aproximad 9msnte).

En cuanto a precipitaciones pluviales el pais pr8s8n~a los si-

guientes registros promedios:


- 145 -

El 9 %dala superficie total del país, recibe precipitaciones de más de


1.000 mm anuales.

El 52 ~ del territorio con menos de 500 mm anuales.

El 31 'Yo del ter'"'i'itorio con menos de 200 mm anuales ..


Precipitaciones promedio anual, 515 mm (promedio anual mundial 660 mm).

AnUBS suoorficiales

En el cuadro que ofrecen los cursos superficiales y las precipi-


taciones pueden señalarse:

1.- La distribución geográfica de las disponibilidades hidricas es marcad~

mente d8sbalanc~ada~ mostrando:

Un t8rcío del territorio rico en el elemento hidrico ..


Dos tercios del territorio constituido por regiones áridas o semi-á
E -
ridas.
2.- Dentro de la regi6n húmeda (Cuenca del Plata)p cabe señalar:
a) El gran aporte está constituido por ríos internacionales, de los
cuales el país es el único receptor. Por lo tanto esa disponibili-

ded puade quedar afectada, tanto en caudal como en calidad, por el

apropf.amí.errto y uso QL18.de estas aguas ha.gan los paises de origen.


Este problema en principia está planteado con respecto al empleo
de las aguas del Paraná, cuyo caudal podria quedar disminuido por

la sustracci6n de parte del mismo po~ juego de represas y deriva-


(
dos en territorio extranjero y la calidad de sus agues comprometi
das por factores poluentcs de grandes desarrollos industriales sE
br8 el curso ..
bY:A su vez, en territorio argsntino, el 80 oJo de la poblacióh total
del pa1s, ss enCu8nt~a asentada en esta cuenca en la que puede

estimarse se desarrolla una proporción semejante de la edbnomia

nacional . En relaci6n con este factor cabe considerar qu¿:

Hasta el presente la capacidad continente de esta regi6n ha re-

sultado suficiente para soportar esa concentración SOcio-8con~

mica y puede advertirse, como situación gzneral que eún no ss


encuentra colmada en sus posibilidsdes. Pero es de advértir que
i
para mantener su aptitud potencial deben ser estudiados y plan!
ficados los empleos de sus cursos, dGntro de lo cual la consid~
- 146 -

ración· de los aspectos contaminantes y las capacidades rsceptivas


deben ser convenientemente evaluados para el uso racional de cada
componente de tan gravitante cuenca.

Dentro de la regi6n se ha producido el gran fenómeno macrocefáli-


co del desarrollo argentino, con una concentración desproporcion~

da en el foco del llamado ttGran Buenos Aires", en el cual se ob-

serva una alta densidad de poblaci6n, de proliferaci6n de múlti-

pIes ramas industriales. Esta concentración se asienta sobre la

margen derecha del amplio estuario del Rio de la Plata, tomando

de éste el agua para consumo de parte de la poblaci6n y a su vez

eyectando finalmente al mismo la mayor parte de las aguas servi-


]
das; la gran extensi6n y volumen del estuario posibilitan una a!

ta capacidad de diluci6n como para absorber las descargas polue~

tes. No obstante, en la denominada á~sa metropolitana existen s~

ríos problemas de contaminación que se p~uducen sobre pequeños

cursos que son usados subrepticiamente, como desagües de aguas

servidas, claacales e industriales; estos pequeños ríos y arre-


e
yas, de muy escasa capacidad autodepuradora concurren al estua-

río, diseminando su alta carga contaminante en las zonas costs-


~
ras del mismo, afectando peligrosamente sus playas. Esta situa-

ci6n ss reveladora en cuando a los contrastes a que puede lle-

garse por v1as de los desarrollos no regulados en relaci6n con

las características con que se presenta el medio natural y su

marco geográfico.

3.- En las regiones áridas y samiáridas del país, las escasas disponi-

bilidades hidricas, han conspirado contra el desarrollo de grandes

economias zonales, pero no puede esperarse que la situaci6n .ds rel~

gamiento poblacional y econ6mico mantenga vigencia en una p~anific~

ción armónica del desarrollo nacional. En tal circunstancia .adquiere

especial importancia la evaluación de los usos de los limitados re-

cursos hidricos disponibles t de los que indudablemente habrá de bu~


1
carse sus máximos aprovechamientos. En esta consideraci6n r~sultará
1
de necosidad obs3rvar criterios exigentes para el mantenimiento de

las calidades del agua, con vistas a sus uso~ múltiples, CO~O 65i

también, al rehuso y el aprovechamiento posible de las agua~ residu~

les; en consecuencia debe ser cuidado sl' aspecto poluci6~ en cuan;o


- 147 -

se vincula al control y la investigaci6n para la búsqueda de solucio-

nes sobre la base de les caracteristicas zonales y sus condiciones eC2


nomicas.

4.- En las regiones áridas y ssmiáridas p las necesidades de mejor aprove-

chamiento de sus recursos hidricos, ha llevado a la realizaci6n da ir~

portantes obras de endicamiento con formación de sus correspondientes

embalses. Estos constituyen fuentes de aguas..· vitales para las zonas de

pendientes; la conservaci6n de la calidad de sus aguas resulta por ta~

to imprescindible, debiéndose tener en cuenta su condición de grandes

almacenamientos vulnerables a los factores de la eutrogicación.

5.- Igual consideración que la anterior puede hacorse respecto de las re-

gion8s lacustres turisticas del sector sudoeste del pa1s.


..Ac

~
O
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O
Aguas subterráneas z
O
c..:>
UJ Q..
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el:)
ex:: ..J
En cuanto a los recursos h1dricos subterráneos su grado de abun-~ OO
U.J
W
dancia guarda en general relación con los aportes pluviales y fluviales de~ o::
o u,
-J
cada región. El país ha hecho empleo de acuiferos de aguas aptas en gene-O «
;=:. L
ral en los casos de no disponer del abastecimiento por tc~as en curso .de~ O

superoficie.
_.- .8
oc:
-(1)

I..LJ E
La succi6n de los acuíferos en la región hamsda no ha presentado e uJ

baja p ~
es
5
~

..
problemas en las extendidas zonas rurales en las qua la dewanda es

p8ro ha adqui~ido características de gravedad en las grandos concentracio- ~


°e dé
nas urbanas, en particular en la cintura del Gran Buenos Aires, en el que

el uso intensivo y creciente está produciendo un marcado descenso de las

napes J comprometiendo la disponibilidad y produciendo progresivas saliniz~

cianes qU8 condicionan su uso. En los casos de estas aglomaraciones, suele

ser coincidente la falta de servicios cloacales~ por 10 que la prclifera-

ción de pozos absorbentes pone en peligro de c~ntaminación las napas. Asi-

mismo derrames de efluentes industriales agravan esta situación o

En las regiones áridas los acu1feros adquieren especial relevan-

cia, siendo decisivos para la supervivencia de numerosas poblaciones~ las

¡falencias hidricas de estas regiones imponen la nscesidad de la canssrva-


ciar. de las limitadas disponibilidaces subterráneas. La rccionGlidad de

105 usos y la realimentación de acuíferos pueden ser procesos coadyudantes

en los que el control y previsión de lu contaminaciGn resultarán indiepeo-

sables.
- 148 -

Agu~s oceánicas

El país dispone de un importante frento oceánico que supera los

5.000 Km de costa y una extendida plataforma submarina que sustenta una

gran riqueza en fauna.

La accesibilidad a esta gran masa: oceánica constituye una disPE

nibilidad hídrica de la que aún no se ha hecho empleo significativo en re-

leción con sus distintas potencialidades. En el sentido que interesa en el

p~escnte trabajo, representa la posibilidad de disponer de un amplio fren-

te de vertidos de efluentes y descargas térmicas, preservando los recursos

de aguas dulces interiores.

No obstante~dicha posibilidad requiere ser adecuadamente dispue~

ta balanceando sus efectos con sus otros intereses (conservaci6n de la vi-

da acuática como gran fuente económica de obtención de alimentos, pres8rv~

ci6n de playas" como elementos recreativos y tur1sticosp emplazamientos de

puertos, etc.).

Evolución del problema en el país

Considcraciónes generales

En nuestro país la historia del saneamiento se inicia en Buenos

Aires, donde se nuclea una poblaci6n más densa y con ella una mayor activi

dad comercial 8 industrial. También porque llegaba a Buenos Aires la mayor

parte de los barcos de ultramar con destino a nuestro país, constituyendo

un peligl~ latente de entrada de enfermedades epidémicas como el cólera,la

fiebre amarilla, peste bubónica, etc.

A pesar de no conocerse el origen de las enfermedades p se sospe-

chaba la importancia del medio y la influencia desfavorable de los vuelcos

que alteraban las condicones naturales del agua.

La epidemia del cólera y los frecuentes brotes de fiebre tifoi-

dea "dieron la raz~n a grandes precursores del país como los Doctoras Ja-

vier Muñiz p José Penna~ Miguel Puiggari y tantos otros qUG lucharon por m~

jores condiciones sanitarias y el sanoamiento dG las fuentes de egua.

Evolución del saneamiento


- 149 -

L03 primeros problemas se originaron por el destino e darla n

las aguas negras de la ciudad, la eliminación de l~s basuras,el lavado de

ropas a orillas del rio, las primeros saladeros, motivando condiciones 82


versas aunque localizadas D de sectores del r10 y arroyos en especial del
Riachuelo.
Como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla da 1871 se

aceler6 el estudio del destino final a darle a los liquidos cloacales de

la ciudad de Buenos Aires. En 1872 se acuerda prohibir el lavado de ropas

en un determinado tr.amo del río. En 1880 se dicta una ordenanza prohibie~

do arrojar aguas servidas al Río de la Plata p y en 1882 dictase otra ord~

nanza en virtud de la cual se prohibe arrojar residuos sólidos al Riachu~

lo.
El ejemplo típico de la contaminación de aguas ha sido y sigue
siendo el Riachuelo. En 1854 Puiggari, Amcdso y Blancás demostraron que
las aguas del Riachuelo estaban carentes de oxigeno y desprendian hidróg~

no sulfurado que deterioraba la pintura de los buques. La libre descarga

de todos los desechos de tales buques era y es un factor más de contamin~

ci6n.

En 1868 se crea una comisión mixta con representantes de las a~

toridades y de los saladeros con el prap6sito de coordinar medidas efect1

vas que luego no cristal~zaron totalmente, limitándose al compromiso de

separar ciertos residuos para ser incinerados.

Ya en 1898 la Dirección de Salubridad Pública de la provincia

dG Buenos Aires planteó el grava problema higiénico creado por los esta-

blecimientos industriales que arrojaban sus desperdicios al Riachu310~ e~

tableci6ndose la necesidad de ejercer inspecci6n sobre los mismos y da E-

fectuar el análisis. quimico y bacterio16gico de las aguas qua descargaban

como así también de las aguas del Riachuelo.

Otra queja se origina en la ciudad de San Nicolás de los Arro-

yos por la descargo de liquidos cloacales de la ciudad de Rosario 08 San-

ta Fé.
En 1890 preocupa al gobierno de Buenos Aires una grave contami-

nación del Río Luján y en 1895 la grave infecci6n del Rlo Luján p Tigre y

Las Conchas por liquidos cloaca1es crudos.

La primera ley para corregir tales anomalías fué ,dictada en

1891 con el N° 2797, pero no fué reglamentada. En 1903 se dicta la ley r.~

cional N° 4198 que, al r8g1~mentarse, se hizo posible su m6~~r aplicación.


- 150 -

En 1948 O.S.N. dicta la reglamentación ~on la cual se maneju?con

algunas actualizaciones, en el cuidado de los cuerpos de agua que pudieran

afectar sus servicios.

En 1951 hace lo mismo O.O.S.B.A. en la provincia de Buenos Aires

e introduce modificaciones en 1960 f en que se dicta la ley 5965 y su decr~

to reglamentario.
Durorte muchos años el crecimiento industrial fué lento y su in-
cidencia localizada, lo cual unido al hecho de no comprometer grandes áre-
as y a la necesidad de :.estimular la radicaci6n en prov8chode una majar Q
cupaci6n, llevó a descuidar en demasía, tanto su distribución geográfica
como su comportamiento para el medio.
La falta de una planificación previa en la distribución de las
industrias ha producido graves inconv8nientes~ tales como la insalubridad
del medio por las aguas y desechos residuales, y el agotamiento o salini-
zación de las napas subterráneas.
En las tres últimas dscadas como consecuencia del rápido incre-
mento en número y volumen de las industrias en zonas localizadas~ el pro-
bleua se ha agudizado a límites qua hacen necesario prestar el máximo de

cuidado no solo en la corrGpción de los gr¿ndes problemas 0xistontes sino

también por su importancia para el futuro sanitario del pais, la planifi-

cacián sistemática de todo nuevo desarrollo.

Casos sianificativos de la contaminación de aguas en Gl~pa1s

Rio Matanza - Riachuelo

El Río Matanza, cuyo tramo inferior se denomina Riachuelo desde


la fundaci6n de Buenos Aires, constituye seguramente la cuenca más signi-
ficativa en la magnitud do lo qua a contaminación de agua se rofiere en
el área metropolitana, cuya zona media atraviesa.
Posiblemente fu~ el Riachuelo el curse de agua en el pais, que
primero acusó los efectos de la polución, provocada por las d88cargas de
los saladeros ubicados en sus orillas en el siglo pasado; existen cons-
tancias desde 1850 aproximadamente de la presencia do sulful~S en sus a-

guas. Esa contaminaci6n incipiente fu6 luego agravándose con el aporte

de descargas de otras establ~cimiGntQs fobriles p desbordes do liquidas


- 151 -

cloacal.es , particularmente en algunos períodos de ';'8scasez de capacidad

portante de las cloacas máximas de Buenos Aires. Este ppoblema ya manifie~

to hace algunas décadas en el tramo infGrior~ vale decir en el Riachuelo,

se ha extendido con intensidad decreciente por la menor densidad indus-

trial, hacia aguas arriba de la cuenca del R10 Matanza. Prácticamente des-
aproximadamente el cruce del Camino de Cintura, hacia aguas abajo, es de

hecho permanente la ausencia de oxigeno disuelto, a 10 cual se agregan siR


nificativas concentraciones de otros parámetros de polución.

Esta situaci6n de preeminencia fué la que determinó que el Insti


tuto de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingenieria da Buenos Aires
decidiese elegir esta cuenca para el comienzo de una indagacién que cubri~

ra además los aspectos prácticos de logr.ar una evolución y medición de pa-


rám8tras~ lo que se considera un primer paso para un control racional de
la polución~ ssí como también la formación de profesionales; los' trabajos

orientados por sl Instituto de Ingeniería Sanitaria se efectuaron con la

colaboración del Servicio de Hidrograf1a Naval, los laboratorios de O.S.N.

y de ls Subsecretaría de Salud Pública.

Arroyo Cildañez

El arroyo Cildañez constituye uno de los principales aportes de

carga contaminante al Riachuelo 7 sobre el cual descarga en su.margen iz-


quierda.
Entubado en buena parte de su recorrido en la Capital Federal,81
arroyo Cildañez r~cibe desagües de zonas intensamente industrializadas, en
particular por establecimientos de la industria de la carne y su~ conexos
y dS2~vados, como también de la industria de la lana y otras industrias.
Puede decirse que predomina la contaminucián por sustanci 9s orgánicas y
por grasas, siendo el aspecto de sus aguas en su tramo final francamente
repulsivo; ad8más~ el arroyo Cildañez recibe desagües vehiculizados por el
arroyo Maldonado y d8sviados hacia su cuenca para disminuir el efecto con-
taminante del Maldonado Superior sobre el Río de la Plata, en el cual de-

semboca en las proximidades de las tomas del establecimiento de potabiliz~

ci6n General San Martín de O.S.N.

Río de la Reconquista
- 152 -

Este es un caso diferenciable por zonas, ya que desde los arrc-


ycs Las Chozas, Ou:ce.:::r.o:l La l-;:'::"qu::d;.:: ~ hasba el d::"qU8 Cascallares ~ pr6cti-
_Jl~s de poluci6n) psro a medida qua S8

avanza aguas abajo se intensifica el detorioro de la cJlidad dül agua.

Varias industrias cerno destilerias, mataderos, establecimientos


qu1micos, papeleras, etc. '1 desaguan sus efluentes en este rí.o, acompaña-
dos por la confluoncia de varios arroyos como Las CatQnas p Los Barros» M~

ron» Basualdo, Tres Horquetas» etc., algunos d~ los cuales están altamsn-
te contaminados. Un poco antes de su dosembocadura sr. el Rio Luján ss a-
bra on dos brazos, uno el Reconquista y el otl~ el Tigre . .

En la confluencia con el Rio Luján se puede apraciar nitidamen-

te la linea de separación entre éste y ambos aflu8~' ~. De los estudios y

análisis efectuados se ha deducido que existen niveles muy importantes de

contaminación.

Este arroyo desemboca en' el Río de la Reconquista a la altura


do Campo de Mayo~ siendo prúcticamente una cloaca en el estado actual, en
parte a cielo abierto y en parte entubada. Muchas industrias arrojan sus
efluGntes en ~lo la mayoría de ellas no poseen plantas de tratamiento? dE
~~amando sus liquidas crudos, y las que "tienen funcionan en fOl~a defi-
ciente o son insuficientes~ siendo muy pocas las que lús conservan sn
bU8n estado do funcionamiento. En épocas de estiaje se llega al egtrsmo

de que casi todo el caudal está constituido por efluentes cloacalss e in-

dustriales. Este arroyo es uno de los contribuyentes más importantes a la

contaminación ciel Rio de la Rsconquista.

A~rQYo Mcdrano~ Vega y White

Es de muy importante consideración la polución volccda por e3-

tos u~royos al Río de la Plata, teniendo en cuenta la p¡~ximidQd do la d~

sombocadura de los' mismos a las tomas de ugua de 'O.S.N. para su Gstablsci

~i8nto de potabilización Gral. San Mart1n 1 puesto que e~t~s tomas so cr.-

cUG~tran solo a 3.000 metros al sureste de la desembocadura d81 arroyo M~

drano. 2.000 dol White y 1.500 del Vega.


- 153 -

Los caudales reales de estos arroyos son extremadam3ntc variables, pudien-


do llegar a anula.rs;,; y aún ~.nverJci:;;"' sus corrientes depenctí.endo ésto del Río

de la Plata 1 q~~ tiene dos lo~~~s diarios de cuatro a cinco hores do cre-

ci~nt8 y dos periodos de bajante de siete a ocho horas cada uno.

En zona del arroyo Medrana y sus afluentes f el n6mero de estable-

cimientos que vualcan sus efluentes es muy elevado 9 mientras qua en el área

del Vega es menor, en el arroyo White es de prGsumir la descarga de algunos

desagües contaminados. En la cuenca del Medrana predominan las industrias


textiles y de tintorerías.

De acuerdo con los estudios realizados por la Comisión Técnica A-


sesora sobre el Control de la Contaminación de las Aguas Area Metropolitana
se desprende que la región que desagüan dichos arroyos ha ido desarrol~úndE

se de manera creciente; de continuar esa tendencia seguirá cOlno polo de CO~

centraci6n industrial, incre~entándose simultáneamente su población p corre-

lativamente aumentará el volumen de demanda global de recursos para los di~

tintos USOS i siendo previsible entonces una intensificación del deterioro

actual en materia de polución, debido precisamente al volumen de las desear

gas de efluentes.
Estos arroyos están prácticamente entubados en su totalidad, que-
dando sin entubar una pequsña zona del Medrana.

Por lo que podemos decir en la actualidad. en especial los a~~~

yos Vega y Medrana se hallan muy contaminados: $8 observa QU8 prácticamente

no contieno oxigeno disuelto, hay prosencia de fenoles, detergentos, sulfu-

ros y cro~o, lo que pennite considsrablos como s8mi-cloacsles o clúacales.

La causa de contaminaci6n de estos arroyos se pueden atribuir a

varios factores:

a) La capacidad da las colecto~as cloBcales 8S superada frecuentemente y


los excedzntes desbardan a los cauces de estos arroyos.
b) Descargas de industrias (liquidos industriales y cloacales).

c) Descargas clandestinas (liquidos industriales y domiciliarios).


Es decir que deben consid8rarse a estos arroyos como conductos
c'l.cecal.es o scmí.-c Ioeceú.ee p los el)':;" .-: I..>:'jc::;;.rgan en la ribera dal Río de

la Plata sus aguas contaminadas~ a s610 50 6 100 metros do la costa, fOE

mando una franja oscura orientada en algunas oportuliidadcs hacia 1~ toms

canal do O.S.N.
Sus influencias contaminantes sobre la ribero:¡ del de la

Pl.:lta ccn notorias, máximo ccns.Iderunco que, sus (lguas alimentar¡ la planta
- 154 -

potabilizadora de o.S.N. y sus playas son utilizadjs con fines recreativos.

Otros cursos c.al área metropoJ..:¿;-:;.¡na

Entre el Gran 8uanos Aires y La Plata lal suma do efluentes indus


1 -

triales escasamente tratados de rebalses cloacalesi y domiciliarios, ha ll~


i
vado a los arroyos y canales de desagnes a un extrfmo grado de contamina-

ci6n en la casi totalidad de ellos, en especial eni sus tramos finales, do~
da Se recorren zonas altamente pobladas y con mÚltfPles industrias.
Arroyos como el Sarandi y el Santo Dominpo, por momsntos evacuan
s610 liquidas industriales y domiciliarios y como ponsecuencia presentan
alta materia orgánica y presencia de sulfuros. Lasl mareas y los vientos i~
fluyen en sus variaciones.
El Arroyo Las Conchit~s recibe efluentes] de les más diversas i~~

dustrias tales como matadaros, industrias de s1nte~isi parafina, de produE


tos farmac8uticos, papeleras, te~~iles'~ QU8 degrud~n sus aguas más allá de
su capacidad de autodppuraci6n.
El Arroyo Gimsn;;.:z al recibir un alto cauidal industrial y cloo.cal

presenta caracter1sticas de. contaminación aún mayo;r que el anterior? lla-

vendo sus aguas al rIo··cuya contaminación costera ¡se extiende p précticamz.!:).

te sin solución de continuidad¡ frente a la Capit~l Federal y Gran Buenos


Airas.
El Departamento de laboratorio de la D.q.S.S.A. ha realizado en
1972 un estudio demostrativo pel grado de contami~aci6n actual del arroyo

Santo Domingo:y sus dos afluentes dentro del partiqo de Quilmes.


Dichos arroyos afluentes son el Las Pisqras y el San Francisco.

El primero"presenta sus aguas contaminadas antes 98 ingr8sar en el Parti-

do ds Quilmes por recibir efluentes con fU8Fce ca~ga contaminante en el


vecino partido de Florencia Varela. En su trayect9 dentro del partido de

Quilmes recibe el aporte liquido de varias indust~ias, todas ellas con ~

levada carga~ en especial orgánica p aunque tambiérl las hay que arrojan
cianuros, sales de cobrG, carbón, etc., además de Iresiduos sólidos de
composición grasosa, acumulados a la vera j31 arr~yo los que por grav8-

dad escurren al mismo, provocando embanques en el Ilocho del arroyo, c~a­


nacáones de olores y dando lugar a la proliferaci n de moscas.

Los análisis certifican el estado de de rad6ci6n del Arroyo

Las Piedras por la presencia de sulfuros ~ ¡,::"tr6ge os, c:'oro, sustancias


- 156 -

significado higi6n1bo toma importancia fundamental y puede apreciarse al

riesgo da salud qUE 23 p:'~oDnta como consecuencia de la influencia de dB~

cargas cloacales y de desagüos de algunos establecimientos industri6les~

capaces de cont~ner microorganismos patógenos.

La contaminaci6n de playas es evidente en la zona costera del

Rio de la Plata, frente no solamente a la Capital Federal sino también a

zonas aledañas donde se produce la incidencia de desbordes cloacales de

diferente origen y de descarga de desagOes industriales, originadas en

los diferentes cursos de agua francamente contaminados, que descargan en

la orilla del Rio de la Plata. La conformaci6n de las playas del Río de


la Plata, con canales característicos paralelos a J.~ costa, da lugar a ~

na fácil propagaci6n de esas condiciones de contaminación con el -consi-


guiente riesgo para los bañistas. El simple r8~urso de dar aviso 'a los ~
suarios de las playas mediante carteles acerca del riesgo de ingerir las
aguas es de valor relativo, máxime si se produce, como es frecuente, la

afluencia de sectores de poblaci6n no informados sobre las implicanciss


del problema, y de criaturas.
Este problema, manifiesto en la zona da la Capital Federal y
alrededores, se presenta también en algunas de nuestras playas marítimas
como consecuencia de aescargas cloacales; por supuesto que los lugares
de dG6carga han sido seleccionados oportunamente, pero al efectuarse di-

rectamente al mar a veces en proximadades de la costa, y al haberse des~

rrollado los balnearios y extendido el uso de sus playas no solamente a

los sectores iniciales, sino también a zonas alejadas de los mismos, es

evidente que existe en ello también el riesgo sanitario que exige correE

oi6n y adopción inmediata de medidas de difusi6n del problema pl~nteado,


manejado todo ello con acierto a fin de no crear una preocupaci6n desme-

dida no real y capaz de afectar aspectos turisticos que deben naturalme~

te cuidarse. Mediante estudios, mediciones y análisis p puede conocerse


el problema y por tanto tomer las medidas que en cada caso corraspandan.

Arroyo Ludusña

Desemboca en el Rio Paraná, hacia el C6ntro-norts de 18 ciudcd

de Rosario, aguas arriba de las aguas de toma del Establecimiento de Po-


tabilizQción qUG explota O.S.N. para abastecimiento da agua a dicha ciu-

dad. El arroyo Luducña atraviesa un~ zona dcnSBm~nte poblada, de encuen-


- 157 -

tra entubado en buena part~ de su recorrido por la ciudad y sus aguas con-

taminadas con aportes industriales y cloaceles de difer~ntss caracteriri-

cas han dado motivo a problemas de especial cuidado en el tratamiento pot~

bilizador, y en formaci6n de sabores desagradables que pueden atribuirse


al aporte de sus aguas contaminadas.

Zona de riego próxima a la ciudad de Mendoza

La zona de riego cuenta con canales de dosagüe indispensables p~

re el mantenimiento de condiciones en las tierras de cultivo, las cuales


reciben desagUes de diferentes industrias tales como fábricas de)conserva,

bodegas, industrias del aceite de oliva, mataderos, y muy particJlarmente


el canal desagüe Pescara, recibe las descargas de la zona alcoholera caraE
tarizada por su elevada concentración de materias orgánicas, tado lo cual
contribuye a crear problemas ambientales, por difusi6n de olores desagra-

dabl~s e inclusive presenta un riesgo sanitario. Tratamientos parciales y

un ordonamiento de esta situaci6n pueden corregir estos problemas permi-

tiendo el uso racional da los. desagUes en una zona dondo el uso del agua

es fundamental para la economia.

Rio Negro del Chaco

Este curso es un casO típico de rios del interior del pa1s que
corren por zonas poco industrializadas, pero que debido a su esc~sa cap~
cidad receptora p fundamentalmente en épocas de estiaje, se ven muy afect~

das sus aguas por los vu~lcos industriales.

Es así que solo volcando la industria del tanino y ma~aderos,se

observa fundamentalmente en verano gran mortandad de pec~s, mal (olor e i~


clusive resulta desagradable a la vista. Todo ello se debe a que la carga
orgánica volcada es mayor a la capacidad de autodepuraci6n y trae como
consecuencia ausencia de oxigeno disuelto con todos los inconvenientes
que ello implica.
Es también notorio el hecho de que se vuelcan sobre el cauce de
dicho río camiones cargados con restos de fruta en mal estado désarrol1á~

dose por consiguiente su putrefacción, no s6lo afectando la calidad del ~


gua sino produciGndo mal olor y aspecto muy desagradable a la vista.

Debe destacarse que sobre las márgenes de este río se; encuentra
- 158 -

el Club de Regatas de Resistencia y el Balneario Municipal; desde ya puede

aseverarse que las aguas del mismo no ofrecen la calidad necesaria para

ser usadas como lugar de esparcimiento y práctica de deportes y menos aún

para sumergirse en las mismas.

Cabe tener en cuanta el clima dci la zona y la necesidad por par-

te de la población ds contar en épocas de verano con un lugar ribereño don

de tomar baños, lo qua en los últimos años resulta realmente peligraso pa-

re la salud.

Además, usos agrícolas del agua se encuontran también seriamente

afectados, habiéndose comprobado que si algún animal (vacuno, equino Q de

granja), bebe sus aguas muere y cuando es usado para riego en las quintas

ubicadas en las ori~las del r10 quemas las plantas. Todo ello da un panor~

ma del estado de contaminación de las aguas.

Río Salí de Tucumán

El eje d~ todo el sistema hidrográfico da la provincia .''de Tucu-

más es el Río Salí, el cual tiene su origen en el Río Tala, limitrofs con

la provincia de Salta. En Tucumán el Rio Salí recibe todos los afluentes,

sal~endo de la provincia con el nombre de Río Dulce ,no receptando a post~

riori ningún afluente p~rmanente que aumenta o compense su caudal, corriG~

do por la Provincia de Santiago del Estero, p~rdiéndos~ finalmente en la

laguna de Porongo, al norte de Mar Chiquita en la provincia dc C6rdoba.

Esta riqueza hidrica es fundamental para el desarrollo agrope-

cuario y la expansi6n industrial de la regi6n. Incluso el turismo está en

gran parte condicionado al aprovechamiento de embalses y creación de bal-

nearios.
Las imp~riosas necesidades de abastecimiento de agua de la po-

blaci6n, tanto urbana como rural, están igualmente condicionadas' a los re

cursos hidricos de la cuenca del Salí.

Es necesario destacar que todos estos usos se ven seriemente a-

menazados por el grado de contaminaci6n en que se encuentran esbks aguas

en algunos tramos de la cuenca referida, debido ésto tanto al vuelco da

desagües de las industrias existentes, como al derrame de los dcsagü~s

cloacales de las poblaciones, contándose entre estos últimos lo~ d~sagües

cloaceles de la ciudad de San Miguel d~ Tucumán, que se vi~rtGnrsin tra-

ter por el momento.


- 159 -

La r~gi6n se caracteriza por una prolonga épocs de estiaje y es


~n la misma que se encuentran funcionando a plenitud la industria azucare
ra, la qUG vi~rte vinaza y otras impurezas sobre los cursos de agua.

Además se suman vulecos de desagües sin tratar de mataderos,cu!


tiembres, lecherías, fábricas de alimentos y fábricas de productos quími-

caso

Tado ello lleva ~ que la riqueza h1drica de esta cuanca se vea

amenazada, dado que en 6poca de estiaje todo el sistema del Salí, aguas ~

bajo del Puente C6rdoba, con excepción de los ríos Lules y Marapa, se ve

comprometido con una carga orgánica superior a las posibilidades de auto-


i
depuraci6n.
Dado que en el R10 Dulce, en la provincia de Santiago del Este-
ro, se encuentra el dique frontal del Río Hondo p se corre un gran riesgo
si los contaminantes volcados no S6 autopurifican en el curso antes de
llegar al dique; cabe agregar que este riesgo potencial existe aunque
los desagües fu~sen parcialmente tratados, dado que en aguas represadas,
al recibir aportes contaminantes de naturaleza orgánica con el tiempo se
produce la eutroficaci6n del lago, hecho que afectaria la ecologia del
sistema y tendr1a implicancias sobre otros usos del agua alli al&acenada.

Río Primero - C6rdoba

El Rio Primero se 'forma, fundámentalmente, por los derrames pe!


manentes del Embalse San Roque, a lo que se agrega por supuesto ~os apor-
tes de cuencas laterales y los eventuales desbordas de aquel.

Atraviesa la ciudad de C6rdoba yaguas abajo recibe 105 desa-


gües clo~calesp parcialmente tratados, d~ las redes colectoras de la Ciu-
dad de Córdoba. Ello da lugar a una intensa contaminación, con p~blemas

ambientales y con riesgo sanitario, que las aguas del mismo rio:$e deri-
van y utilizan para riego en una zona extendida hacia aguas abajo de la
ciudad; a ello debe agregarse algunas descargas industriales más o menos

directas al curso de agua.

Zonas serranas

En las zonas serranas de turismo se producen frecuentes conta-

minaciones da agua con líquidos cloacal~s, dado que la topograf1a ravor~


- 160 -

ce el afloramiento de d~sagUes de este tipo que han sido dispuestos por i~

filtraci6n; el recorrido subterráneo del liquido hasta su afloramiento pu~

de ser muy corto, a veces por terrenos fisu~ados, especialmonte en la zona

serrana de C6rdoba, con sucIos característicos de zonas geológicamente muy

pertubadas. Se contaminan en esta forma los pequeños cursos cuyas aguas

son luego empleadas para abastecimientos privados, muchas v~ces sin trata-
miento o con tratamientos imperfectos; dichos cursos son intensamente uti-
lizados durante el verano como palneario y lugar de esparcimiento con casi
total ignorancia por parte de las turistas concurrentes del peligro que s~

pone esta contaminación. Esto puede tener particular importancia en el ca-


so de desagUes de zonas de hospitales o donde existe una fuerte aoncurren-

cia de enfermos, ya que se admite que la tuberculosis puede lleg~r a ser


transmitida por la vía del agua.

Afectaci6n a embarcaciones en el Riachuelo y Mar del Plata

Algunas descargas industriales caracterizadas por su a~rcsividad

a materiales metálicos, de madera y protección, han dado lugar eh el pa1s


a problemas de destrucción de pintura y CaSCos de embarcaciones.]

En varias oportunidades se han presentado problemas de Bste tipo

en el tramo inferior del Riachuelo, y má~ recientemente en. el Pu~rto de

Mar del Plata, donde se produjeron problemas que preocuparon atas autori-

dad es resepctivas, todos ellas originados presuntivamente por descargas i~

dustriales.

Problemas en aguas subterráneas

En Argentina las obras para servicios de agua potable y


i desagü~s

cloacales se hallan dentro de sus planes prioritarios. No obstante y por ~

fectos de un rápido y creciente desplazamiento de la población hacia las


zonas industriales y grandes centros urbanos y sub~rbanos, hay importantes

extension~s de poblaci6n carentes de tan esenciales servicios.

Estas deben abastecerse de agua en forma individual, mediante P2


zos, no siempre bien aislados, que se sirven por lo general d~ la capa fr~

ática a del primar acuífero a su alcance.


Las excretas van a pozos absorbentes o a cámaras sépticas cons-

truidos muchas veces sin el conocimiento necesario ni el debido control,


- 161 -

provocando la cntaminaci6n del acuífero libre y aún del confinado, como


consecu~ncia de interconexiones de mala fe, por desconocimiento o por la
presencia de suelo con fracturas, fallas geo16gicas o excesiva permeabi-
lidad.
'Cuando el subsuelo es poco permeable o la napa freática poco
profunda, se producen ¡;ierrames que dan lugar a desbordes de lIquido clo-
acal y a su escurrimiento por cunetas y zanjas, cr~ando problemas de co~

taminaci6n de aguas superficiales. En el caso de sueles más permeables


este problema no exista, pero el acceso del liquido cloacal a los acuí!~

ros da lugar consecuentemente a problemas de contaminació0.

Muchas veces la afectación de los acuíferos se produce a través


de las perforaciones ejecutadas por captación de agua, cuando las mismas
no han sido debidamente "encamisadas" y "selladas". Lo que se contamina
frecuentemente es la llamada napa freátice, y ésta a su vez puede conta-

minar acu1feros más profundos por la via recién mencionada, lo que da l~

gar a que se infecte no s6lo el establecimiento ~el propietario q~e no

ha ejecutado correctamente su perforación, sino también los del vecinda

rio.
Al problema de contaminaci6n de napas por desagUes cloacales
(que puede considerarse el más frecuente), pueden agregarse algunos pro-
blemas de contaminaci6n por descargas industriales. Así se ha dad~ el c~
so de gravBs problemas de contaminación por líquidos ácidos con conteni-
{-

do de sales cr6micas, vale decir originadas por compuestos de cromo, en

cuyo caso significa mayor riesgo de toxicidad e inclusive otras acciones


secundarias a las que se atribuye extrema gravedad; también es frecuente
la contaminaci6n por contenido de naftas, que por su muy baja vi~cosidad
escurren muy facilmente en el terreno; como se menciona en otro párrafo,
se han producido también contaminaciones por desagües conteniendo fenoles
capaces de afectarla calidad de las aguas.
Otro problema importante que está afectando la disponibilidad

y calidad de los acufferos es la salinizaci6n de la? mismos, en zonas

de important~ concentración demográfica e industrial, que se abastecen


t
);
de agua por succión de las napas subterráneas.

El uso intensivo, originado no s610 por las necesidade~ de la

población, sino también par fuertes demandas industriales, implica ele-


vados y crecientes consumos que van disminuyendo progresivamenti la ca-

pacidad del acu1fero y provocando un descenso del nivel da las rtapas.


- 162 -

Este proceso ocasiona la aducción de aguas más salinizadas y en


consecuencia el incremento del grado de concentración de sólidos disueltos.

En el cinturón del Gran Buenos Aires y en zona de La Plata y Mar


del Plata, este problema se está agudizando en forma acelerada por el in-
cremento sostenido de su densidad demográfica y el elevado n~m8ro de indu~

trias, siendo de prever que se llegará a situaciones criticas en breve pl~

zo.

Problema de fenoles

Con la denominaci6n de fenoles se designa globalmente a los com-


1
puestos fen61icos, vale decir, fenal, derivados y conexos, y otros produc-

tos quimicas da parecidas caracter1sticas, todos los cuales tiene~ la par-

ticularidad de que, encontrándose en concentraciones aún bajísimas,vale d~

cir de milésimas de miligramo por litro, reaccionan con el cloro empleado


)
en la desinfección de agua para consumo, formando clorofenoles que comuni-
can al agua un característico y desagradable sabor medicamentoso.
El problema de fenoles es un problema de los países desarrolla-
das industrialmente, y al cual se hace referencia en forma continua desde
hace décadas en publicaciones especializadas. En nuestro país este proble-
ma ya se ha manifestado en diferentes oportunidades y en distintos lugares,
e inclusive en el agua entregada al consumo en la Capital FederalJy alred~

dores.

Principales factores contaminantes en el país

Contaminaci6n causada por mataderos y frigoríficos

Esta actividad es de gravitación econ6mica en el país y también


de importante incidencia poluente.
Seg~n su origen los residuos pueden dividirse en: residuos del
matadero propiamente dicha; residuos de las plantas o industrias "empaca-
doras" de carne, y residuos de corrales.
Los desagDes de mataderos y frigoríficos son quimicamente simi-

lares a las aguas servidas domésticas, pero considerablemente más concen-

trados.
Ellos están constituidos principalmente por matería orgánica dl
- 163 -

suelta o en suspensión. Los efectos mayores de estos líquidos sobre rías o


cursos de agua son: desoxigenaci6n, daño a la vida"acuática, dep6sitos de
barro y malos olores.

Para poder tener una idea cuantitativa de la carga contaminante

a la que potencialmente se hallarían sometidos los cursos superficiales d~

bida a la actividad de estas industrias, se toma como ejemplo los desagües

provenientes da la matanza del ganado.

Esta industria representa, dada la envergadura de su producci6n


un factor de relevancia en lo que se refiere a la contaminación de los cUE
sos receptores por sus desechos, en raz6n de la magnitud y caracteristicas

de los mismos.

Lecheria

En el país es extendido el desarrollo de las lecher1as, provoca~

do situaciones poluentes.
El origen de los residuos de plantas lecheras puede resumirse a
derrames y goteos accidentales o intencionales de leche entera, sueros de
manteca y de queso, yaguas o 1iquidos de lavado que contienen álcalis,pr~

ductos lác·teo5 y productos parbialmente caramelizados de diferentes partes


y secciones de los equipos.

Las caracterfsticas fundamentales de los desagües de asta indus-

tria sonl la condición eminentemente orgánica de los mismos, con una gran

pl'oporci6n de s6lidos en suspensi6n y en su estado coloidal, de rápida de~

composición, con producci6n de olores desagradables como consecuencia de


la transformación de la caseína.
La leche tiene un porcentaje de· egua natural del 85 al 90~; más

carbohidratado, grasas y),prote1nas. En los desagúes de la industria leche-


ra sin solucionl3s de leche, se encuentran tambi~n en cantid?des pequeñas
detergentes y gerroicidas usado p en las operaciones de limpieza.

Desagües de curtiembres

En un d8sagUe de curtiembre se encuentran: pequeños trozos do

piel, proteínas solubÍes,pelo, sangre, suciedad, estiércol, tierra, sa-


18s de muchas clases y mucha cal, todo mezclado con sulfuros, cromo y a-

g'30tes curtienteó vegetales ~ almidones ~ sceites; grasas:J acidos~ tintu-

ras y pigmsntoa, pudiendo además portar gérmenes pat6genos.


- 164 -

En el interior del país se trabaja aún en forma muy primitiva y


es as! como especialmente en el litoral, los trabajos se realizan en la
propia ribera de los cursos, con lo que la contaminación os más directa.
Serias poluciones se causan por las descargas de desagües de
curt1embres a ríos, pues los desagües contienen una éllta proporci6n de m~

terial oxidable bio16gicamente , en solución, como grandes cantidades de


materia putrescible suspendida, la cual puede formar bancos de barl~ en

el lecho del río y particularmente en climas calurosos, pueden desoxige-


nar el agua y descomponerse con aparici6n de gases con olore~ nauseabun-
dos.

Desagües de la industria textil

Los desagües de la industria textil constituyen ya un problema


manifiesto de poluci6n de aguas en el paísj las características de los
desagües de esta industria varían según las fibras utilizadas, entre las
que deben destacarse por la frecuencia de los problemas que se producen

las de la lana, las de origen animal, las del algod6n y las· fibras arti-

ficiales.

El caso particular de la industria textil lanera, sobresale

por sus caracterfsticas altamente contaminantes en desagUes de lavaderos


da lanas; las lanas ingresan en los lavaderos, que a veces constituyen u-
na etapa industrial separada o bien se integran conjuntamente con el res-

to de la industria lanera completa, con un alto contenido· de sudiedad. Es

frecuente que en nuestro pa1s las suciedades representen un 50 ~ del peso


total de la lana. El desagüe de los lavaderos de lana se caracteriza por
unaelevada turbiedad, color pardoamarillento, elevado por el empleo de
soda solway en las operaciones de lavado, sustancias grasas, detergentes
y en algunos casos, contenida de productos que han sida utilizados como

germicidas aplicados sobre el animal: tal es el caso de compuestos tipo


Gammexane que a veces se utilizan como sarn1fugos. Por último como en to-
do desagüe proveniente de una industria que opera con productos animales,

siempre existe el riesgo de presencia de microorganismos pat6genos, en

particular del carbunclo, que se presenta poc9 frecuentemente, pero debe

considerársel() como peligroso por su elevada resistencia aún en, medios

desfavorables.

La industria textil algodonera origina desagUes, con ~l empleo

muy elevado de soda cáustica en muchas operaciones de la .: -. : Jstria, 1í-


- 165 -

quidos coloreados, demanda química de oxígeno también elevada y presencia


de detergentes, como aspectos. más significativos para los problemas CQ-

rrientes de contaminaci6n del ag~a.

Por último, los diferentes sistemas de elaboraci6n de fibras 6E


tificiales originan también desagües po1uentes', en particular puede men-

cionarse el ray6n fabricado por el sistema que supone la descarga de 1í-


quidos de cierta'concentración muy variable, desde valores bajos a muy al
tos, contenido de sulfuros, etc.
En todos los casos, ya sea en la industria lanera completa, 8n

la del algodón o de fibras artificiales, etc., caracterizan a los desagües

la presencia da colorantes que comunican al líquido colores muy variados

que a veces pueden ser intensos y que constituyen siempre un motivo de de-

terioro del aspecto del cuerpo receptor, aparte de los restantes: aspectos
mencionados.
El desarrollo (que continúa en crecimiento) de la industria te~
3
til, primitivamente concentrado en 10$ aledaños de las grandes ciudades,
tiende actualmente a aparecer como problema en nuevas localizaciones, ori

ginando problemas habituales, en particular cuando la capacidad del cuer-


L
po receptor es limitada.

Lavaderos de lanas

D8 las lanas que llegan a los lavaderos en el pais, aproximada-

mente la mitad de su peso es lana y la otra suciedad, la que incluye esp~

cies de s~millas, abrojos, heces, tierra, materias grasas provenientes de


las glándulas sebáceas, etc. Las lanas que provienen de la Patagonia, su-
mado a todo 10 anterior, tienen manchas de petr6leo.
Es interesante destacar que en Eur~pa se acostumbra allavar la

lana ,del animal antes de la esquila, lo que elimina un 10 a un 20 ~ de i~

purezas, procedimiento que no se aplica en el pa1s y que encarece por un


lado el costo del transporte, pues está acarreando suciedad, y por otro
lado el costo del lavado, pues se necesita mayor cantidad de agua, deter-
gentes, soda solway, etc.

Industria metalúrgica

Los desagües de altos hornos, si incluyen coqueria presentan


- 166 -

un grave problema, pues se encuentran en el desagüe fenoles y cianuros,es-


tos últimos ~n bajas concentraciones, pero como son grandes los caudales,
las descargas de cianuros tambián lo son.

En la acería el problema es el agua de enfriamiento, de allí que

la incidencia fundamental es la afectación térmica, presentándose también

arrastres de aceites e impurezas como el laminilla.

Derrames de petr61eÓl ~

El derrame de petróleo crudo y derivados pesados en las costas


se ha convertido en un serio problema, principalmente en los puertos y zo-
nas aledañas donde se opera cen combustibles.

La Plata, Dock Sud y Rosario son ejemplos bien conocidos de los


inconvenientes provocados en las playas, sus efectos sobre la flora y la

fauna acuática y el perjuicio a las embarcaciones.

En el área del puerto de La Plata se suma además un serio perju!


cio a la zona de islas circundantes donde se cultiva y comercializa con
verduras, legumbres y frutas, seriamente afectadas cuando los campos son
cubiertos por el agua que al bajar, deja residuos de petr6leo provocando
pérdidas de cosechas y deterioros del suelo.
Otro ejemplo de afectación por petr6leo lo constituye la zona

de Comodoro Rivadavia donde se está alcanzando niveles considerables de

destrucci6n de la flora y fauna marina (urge el cambio de las tradiciona-

'les mangueras por brazos telescópicos y otros equipos para reducir el

riesgo de grandes pérdidas). También es necesario resolver el problema


que ofrece la evacuación del lavado de tanques y sentinas de los buques,
para lo cual es necesario disponer de instalaciones y medios que permi-
tan a todo buque arribado a puerto bombear las aguas sucias e colectores
o piletas instaladas en tierra firme donde se traten. Para aquellos ali-
jes o lavado fuera de puerto deben cumplirse las disposiciones que fijan
distancias de más de 30 millas de la costa y descargar con marea en ba-
jante. También está la prohibición absoluta de arrojar o derramar petró-
leo crudo o sus derivados en aguas de jurisdicci6n nacional desde la co~

ta o embarcaci6n' alguna, todo ello dispuesto por la Prefectura Naval Ar-

gentina q~lien se encarga del dictado de las reglamentaciones en materia

de navegación y seguridad.
- 167 -

Factores eotenciales de contaminación de las apuas en el ~~~

Los crecimientos demográficos focales

En el aspecto demográfico, el pais acusa uno de los indices meno-


res de crecimiento en el cuadro general mundial, por 10 que en términos ge-
nerales podría considerarse a1i~iado el problema. No obstante cabe tener en
cuenta:
l°) El crecimiento poblacional interno es desequilibrado, produci~ndose de~
proporcionadamente en los centros urbanos. de gran desarrollo· económico,
que obrando a manera de imán provocan verdaderas migraciones internas

desde las zonas de menores recursos. Ello implica desde el punto de vi~

ta que ocupa el presente trabajo, la conformación del problema de la de


¡manda y poluci6n del agua en forma de áreas focales. La principal de e-

llas la constituye el conurbano de Buénos Aires, el cual representando


s6lo el 0,65 %del territorio continental de la República, concentra:
37 %de la poblaci6n total del país; 50 %de la poblaci6n urbana del
país.

En el "Esquema Director" de la Regi6n de Desarrollo "Area Metropolita-

na" (Capital Federal, 25 partidos de la provincia de Buenos Aires y

parte del Delta Bonaerense), se prevé para el año 2.000 una poblaci6n

de 13.000.000 de habitantes, cifra que será largamente sobrepasada de


no adoptarse importantes decisiones en favor de otros centros y zonas
del país. As!, de mantenerse el ritmo de crecimiento que se oper6 en
los últimos períodos intercensales se llegaría al año 2.000 con una
masa de 25.000.000 de habitantes asentados en el área. Una aglomera-
ci6n humana de esa magnitud implicarla enfrentar serias demandas de a-
bastecimientos de agua y consecuentemente por el déficit de servicios
sanitarios graves problemas de contaminaci6n.

2°) Los bajos indices promedio del crecimiento demográfico nacional de


las últimas décadas, son representativos de la evoluci6n vegetativa
de la poblaci6n residente, con reducidos aportes por ingreso de ex-
tranjeros.Cabe sin embargo considerar que en los momentos de gran
expansi6n de progreso del país, en el primer cuarto del presente si-

.gló, se registró un pronunciado incremento de población por efecto

de importantes corrientes migratorias.

El hecho migratorio no puede descartarse para un futuro mediato,


-168-

puesto que las aspiraciones de un desarrollo integral del pa1s imponen


poblar el territorio nacional en una escala mayor y con una distribu-
ci6n racionalmente balanceada.
Por otra parte , el pais continúa siendo en el cuadro explosivo de la
poblaci6n mundial, uno de los grandes vacios existentes, con el adit~

mento de riquezas potenciales virgenes o semiv1rgenes. Ello implica


para el futuro la necesidad de ubicarse respecto a este problema para
evitar el desbordamiento violento, anticipándose con una ecci6n pro-
gramada de absorci6n, que convenga al interés nacional y con ejecuci6n
en etapas que, convenientemente preparadas no constituyan factores de
pertorbaci6n interna.

Le expansión industrial

En lo relativa a las implicancias del crecimiento industrial, ~~

te se da en escala importante en el pais como consecuencia de su progreso


general y se tendrá en mayor medida de lograrse la aceleraci6n buscada en
su desarrollo.
Las orientaciones de las distintas corrientes politicas del p~is
apuntan hacia grandes objetivos de industrialización buscando las máximas
condiciones posibles de autosuficiencia y la creaci6n de márgenes exporta-
dores de manufacturas que favorezcan las balanzas comerciales.
Una politica as! ambiciosa, parte en consecuencia del proposito
de implantaci6n de industrias básicas y el desarrollo de grandes parques
industriales. En le etapa planificadora de estas radicaciones deberán in-
gresar coma factores incidentes las disponibilidades de agua en relación
con los requerimientos emergentes y concomitantemente las implicancias
poluentes de las descargas residuales; vale decir, deberá plantearse res-
pecto de los recursos hídricos disponibles su potencialidad abastecedora

y.simultaneamente la capacidad del cuerpo receptor, compatibilizando su

uso con las otras necesidades del área servida por el mismo recurso.

Debe guardarse especial cuidado en la elecci6n del lugar donde

se instalen industrias altamente contaminantes,cuyo desplazamiento desde

los paises industrializados existe. Ejemplo de estas industrias son las

del aluminio, del hierro, etc.


- 169 -

El uso de energía at6mica

Las expectativas que crea el posible agotamiento de las existen-


cias mundiales de petróleo, está motivando una tendencia hacia el estudio

y empleo de atras fuentes de energía, entre ellas la atómica. En consecue~

cia, el desarrollo de usinas nucleares ha cobrado cierto impulso en los

países modernos, inclusive en el nuestro,

El funcionamiento de las centrales nucleares lleva aparejado dos

riesgos:

10) La disposici6n de desechos y descargas residuales con radiactividad r2

manente, para los que deberán adoptarse exhaustivos recaudos que prot~

jan adec~adamente de la contaminaci6n radiactiva.

2°) La sobre-elevación térmica producida por la descarga del agua de refr!


gerapi6n de la usina nuclear, que provoca cambios en las condiciones
naturales del cuerpo receptor. Una elevaci6n térmica significativa pu~

de llegar a producir disminuci6n de la solubilidad del oxígeno, aumen-


to en la vida bacteriana, cambio en las condiciones de vida del curso,
etc., que se verían agravados si el cuerpo receptor es de característi

cas estanca o curso de· limitado caudal.


Cabe advertir las mejores posibilidades que ofrece el extendido

frente de costa atlántica para las descargas térmicas de usinas at6micas,

dado que las mismas serían absorbidas por la masa oceánica, sin crear los
problemas de evaporaci6n y afectaci6n de las condiciones naturales de cue~

pos de agua dulce.

Eutroficaci6n de lagos por asientos turísticos

El crecimiento de poblaciones turisticas sobre orillas de gran-


des lagos o embalses con descargas claaca1es sin tratar, puede' llegar a ~
nular el atractivo de los grandes espejos de agua, produciendo principal-
mente eutroficación con la correspondiente proliferaci6n de algas.
En Bariloche el lago Nahuel Huap1 se halla expuesto a un cambio
eco16gico y proceso de contaminaci6n, capaz de afectar unas de las más b~

l1as regiones h1dricas de reconocida admiración internacional par la pur~

za de su eoolog1a natural.
Al lago legan afluentes claacBles crudos aportando impurezas,

microorganismos y nutrientes, exponiendo a sus transparentes aguas a de-o


- 170 -

terioros inadmisibles y por ende poniendo en riesgo los importantes inter~

ses que para el país implica su principal centro de turismo internacional.


- 171 -

CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES PARA LA ACCIQ~

Hasta aquí se han detallado cuantitativa y cualitativamente todos

los aspectos que hacen a la problemática ambiental y los recursos naturales,

tanto en el orden mundial como en el nacional.

Si bien en cada capitulo, frente a cada critica o descripci6n del

problema, se han planteado las posibles soluciones, trataremos en este res~

men de ampliar las mismas y buscar los medios de acci6n más id6neos para c~

rregir - si esto aún fuera posible - los errare cometií.dos.; y tratar de pre-
venirnos para no degradar los recursos que aan poseemos.

Consideraciones relativas a la formulaci6n de una politica ambiental para


nuestro país y el Tercer Mundo

Pasaremos a examinar varios) factores que, son importantes en la


formulaci6n de una politica ambiental. Al describirlos se desea dejar bien
sentado que en esta etapa incierta de nuestros conocimientos sobre la in-
teracci6n politica ambiental y la politica de desarrollo no es posible diE

tar directivas generales ni f6rmula~ especificas.


Cada país debe hallar sus propias soluciones, teniendo presente

sus problemas pecu~.liares dentro del marco de sus propios valores de orden

político, social y cultural.

La formulación de metas ambientales, al igual que la formulaci6n

de politicas econ6micas y sociales en general, cae total y exclusivamente

dentro de la competencia soberana de cada pais.


Es importante que la política ambiental sea parte integrante de
la politica econ6mica de cada pa1s y que se la considere como parte inte-
grante del ámbito global del planeamiento econ6mico y social.

Como se ha mencionado repetidamente, el interés por las cuestio-


nes ambientales es tan solo una faceta más del problema de desarrollo de

los pueblos, y no puede ser considerado separadamente del esfuerzo que se


lleva a cabo para salir del estancamiento y la dependencia.
El objetivo deberá ser el de considerar el mejoramiento ambien-
tal como una de las metas mal tiples que forman parte de un plan de desarro-

llo.
Como se ha señalado anteriormente, la coordinaci6n de las activi-
- 172 -

dades ambientales con la planificaci6n total de las actividades del pa1s ~

xigirá una definición más amplia de las metas del desarrollo que se basan
en un simple aumento del producto bruto.

La redefinición de los objetivos del desarrollo debe hacer mayor


incapié en la distribución del ingreso.

Las condiciones de vida de la sociedad deberán definirse desde


el punto de vista de un ataque selectivo a los problemas de pobreza, y en
los planes de desarrollo deberá tratarse de cuantificar la mejora que se
trata de lograr al eliminar la desnutrici6n, mortalidad y analfabetismo.
Una de las maneras de cuantificar las metas sociales en los pl~

nes de gobierno podría ser el establecimiento de normas m1nimas ambienta-


les.
La formulaci6n de estas normas ambientales puede facilitar la ~

orientaci6n de los esfuerzos y energ1as hacia metas concretas. Podr1an en-


tonces crearse los indicadores ambientales que midan el progreso que el
país va realizando hacia las normas que se ha fijado a s1 mismo.
Las normas ambientales no serían rígidas sino cambiantes, de a-
cuerdo al grado de progreso que el país vaya realizando.

La coordinaci6n de las actividades ambientales con la planifica-

ci6n de la politica econ6mica a emprender requerirá que el pais adopte me-

didas a nivel nacional dé carácter bastante amplio.

Algunos de los aspectos importantes en que habr1a que adoptar m~

didas de politica son la localizaci6n de las industrias, el uso del suelo,


la interacci6n entre el medio urbano y rural, el desarrollo de la comunidad
y las politicas sectoriales.
Tambi~n habrá de prestar mayor atenci6n al planeamiento físico de
las instalaciones, de manera que los diversos 'proyectos y programas de poI!
tica econ6mica quedan incorporados al medio ambiente físico general.
El pa1s tiene que prestar atenci6n no solamente al nivel macroec~

n6mico, a la redefinici6n de las metas del desarrollo, el establecimiento

de normas m1nimas ambientales, y la formulaci6n de una política ambiental


de carácter agregativo y secotiral, sino también, a nivel microecon6mico, a

la elaboración de técnicas apropiadas para la inclusi6n del factor ambien-


tal en la evaluaci6n de los proyectos.

Es necesario formular técnicas para cuantificar las.repercusio-


nes de los proyectos económicos en el medio ambiente, tanto favorables

como de~favorables de modo que la saciedad pueda elegir entre proyectos


- 173 -

alternativos con un conocimieoto más completo de sus costos y beneficios


sociales.
Sucede que, en la evaluaci6n inicial se prescinde del costo sa-
cial de los proyectos, especialmente cuando el desarrollo tiene lugar en
un régimen de libre empresa, de modo que la sociedad no llega nunca a pe!
catarse de muchas de las perturbaciones ambientales .causadas por los pro-
yectos hasta que éstos se hallan en una etapa demasiado avanzada, es decir
cuando la construcci6n se ha terminado.
Es importante que se determinen los costos sociales antes de i-
niciarse lós proyectos econ6micos, de manera que la sociedad pueda deci-
dir con conocimiento de causa si estos costos siguen mereciendo la pena,
teniendo en cuenta los demás beneficios sociales y econ6micos que reporta
el proyecto, si sería posible minimizar algunos de estos costos y si po-

dr1an y deberían aplazarse los mismos.

La idea fundamental del cálculo de los costos sociales es la de


hacer que la empresa privada asuma la responsabilidad frente a la socie-

dad en general.
La sociedad se ve perjudicada cuando una determinada entidad no
asume todos los costos sociales que origina. En el caso de una empresa,el
medio ambiente es un bien libre que puede ser explotado y contaminado a
voluntad con el fin de conseguir beneficios elevados y rápidos. Para la
sociedad en conjunto, el medio ambiente es parte de su patrimonio y no
puede ser tratado como si fuera un recurso de libre disponibilided. Esta
es la raz6n de que el análisis original de costos y utilidades sea insu-

ficiente, a menos que se amplie para que refleje también los costos y b~

neficios sociales.
Un individuo puede prescindir de estos costos, pero la totalidad
del pa1s no puede hacerlo, y la asiste todo el derecho de insistir en que
se calculen cuidadosamente estos costos y que se adopten decisiones sobre

quién debe pagarlos, y en que proporci6n.


Algunos de los factores que habrá que considerar el adoptar deci-

siones de asignaci6n de recursos y en la p1anificaci6n de la politica econ~

mica son los siguientes:


La cantidad y calidad de los recursos naturales del país

- Los posibles efectos y fecha pr~bable de su agotamiento


La disponibilidad o posible creaci6n de otr8s tecnologías, inclu1dos sus

- costos relativos
- 1'74

La disponibilidad de alternativas de localización


El grado existente de contaminación del aire y del agua
Las oportunidades de eliminaci6n de desechos y de reaprovechamiento de
las materias primas
Las repercusiones del proyecto en cuanto al medio ambiente: rapidez de
deterioro, grado de intensidad, posibilidades de reversibilidad y costo
de las diversas alternativas

Esta lista no es una enumeraci6n exhaustiva de las cuestiones q~e

deben plantearse en el caso de las cuestiones de politice económica, sino ~

nicamente ilustrativa de algunas de las cuestiones que deben formularse co~

cretamente siempre que se evalúen los planes econ6micos nacionales.

A fin de que los costos y beneficios sociales se calculen debida-


mente e influyan en la distr.ibupi~n de los recursos escasos, se tendr1a que
considerar la serie de controles ,sociales de las decisiones de orden econ6-
mico que tienen que establecer, especialmente en el sector privade.
En este sentido existen varios controles sociales que pueden con-
siderarse.
Existen controles directos que van desde la prohibici6n absoluta,

la reglacmentaci6n legal o la limitaci6n de la producci6n de materias t6x!

ces, hasta las medidas administrativas que se adoptan para regular la loc~

lizaci6n de la producción industriel o de las poblaciones humanas.

El incentivo econ6mico como parte de una po11tica ambiental


.1

Hasta el presente la 1egislaci6n argentina destinada a controlar

la contaminaci6n que pueda originarse en la actividad industrial parece h~

bar tenido poco éxito en conseguir ese objetivo. Resulta innecesario dest~

car en demasfa que las normas vigentes se asientan en regulaciones directas

sobre la calidad de los efluentes, habitualmente generales y sin establecer

diferencies de carácter regional.


En consecuencia, parece más adecuado, para acelerar el cumplimie~

to de metas establecidas en los procesos económicos, la utilizaci6n de in-

centivos econ6micos (que pueden ser "premios" o "castigos") que complemen-


tarían la po11tica ambiental.
Antes de entrar al análisis de estos instrumentos de politica eC2
n6mic~, cabe mencionar que la legislaci6n debería incorporar criterios más

o menos aceptados universalmente y que tienen que ver:


- 175 -

- Sus diferencias en funci6n de las distintas zonas en que puede dividirse

un medio receptor según el grado de contaminación que presenta cada uno

de elles y su capacidad de autodepuraci6n.

La necesidad de fijar criterios nacionales para ciertos contaminantes de

extremo peligro.

- El establecimiento de la forma que debe cumplir ceda agente contaminado~

para especificar sus niveles y capacidad de descarga y al control, y pe-


nalidades a que estará sujete.

Obviamente en la Argentina aún ne se dispone de una masa de in-


formaci6n como pare cumplimentar todos estos criterios; pero también pare-

ce cierto que en un proceso de ese tipo por supuesto 'con imperfecciones,

es susceptible de ser encarado en las áreas más contaminadas del país.

Incentivos econ6micos

Definida la po1itica ambiental (que obviamente correrá a la par


de la politica econ6mica o formando parte de ella), los incentivos econ6-

micos que pueden otorgarse para asegurar y adelantar el cumplimiento de

sus objetivos, son de distinta naturaleza, poder y efectos resultantes.

Los incentivos (entendidos en el sentido amplio antes dado),pu~

den clasificarse en:

a) Cánon proporcional al nivel y. calidad de la descarga. El cánon puede en

tenderse en doble sentido: como instrumento para incentivar el control

de efluentes por parte de las empresas, o bien como forma de prorrate-

ar los gastos de una instalaci6n común de control (de verios establee!


mientes, de todo un curso de agua, etc.). Resulta evidente que no tie-
nen por que ser iguales en un caso ~ otro, pues en la primera alterna-
tiva pueden influir en su determinaci6n, elementos que hacen a la es-
trategia de la politica ambiental.
b) Subsidios, que pueden ser directos o indirectos. Los subsidios direc-
tos o se asoeian~'en forma inversa, con la cantidad y calidad de los

efluentes descargados o se trata del otorgamiento de ventajas imposi-

tivas (exenciones de impuestos a quienes controlen sus efluentes, etc.)

Los subsidios indirectos pueden adoptar distintas formas, pero intere-

sa destacar aquellas que pueden originarse en el financiamiento nacio-

nal a plantas locales de tratamientos que reciben a su vez efluentes

industriales.
- 176 -

c) Apoyo creditico para la instalación de plantas industriales de trata-


miento, apoyo que pueda incluir algún tipo de subsidios a través de
tasas especiales de interés, el otorgamiento de períodos de gracia,etc.
El crédito constituye un instrumento adecuado para complementar el es-
tablecimiento del cánon o un subsidio.
Aqu1 resulta de interés realizar una acotaci6n. La ley 20.560
de Promoci6n Industrial, prevé en forma indirecta alguna de esas medidas
para la radicación de empres.as nuevas o la relocalización y ampliaci6n
de empresas existentes en la Capital Federal y Gran Buenos Aires. Así pu~

den deducirse del pago del impuesto a las ganancias, los recursos que los
empresarios inviertan y además podrán recibirse créditos para la instala-
ci6n de plantas de tratamiento. O sea que se están otorgando facilidades
crediticias y subsidios (uno de carácter impositivo y otro mediante ba-
jas tasas de interés y la concesi6n de períodos de grecia).

Establecimiento de un cánon

Establecido un estandar como objetivo, él debe contener metas


progresivas en el tiempo. La fijaci6n-de cánones cumple la función de ace-
lerar la obtención de aquellas,' corrtendo con una ventaja adicional por los
fondos que genera su implantaci6n. Conviene insistir que el cánon constit~

ye un instrumento de politica económica y ambiental, siendo el cumplimien-


to del estandar señalado el objetivo último al mínimo costo posible.
El cánon consiste en una carga monetaria a los agentes poluentes
por "servicio de vuelco a un medio receptor", cuyo nivel tendría que abed!!
cer no sólo al volumen u calidad de la descarga y capacidad de autodepura-
ci6n del medio receptor, sino tambi~n a la estrategia que siga la política
ambiental, la forma de impedir especulaciones por parte del sector privado,

etc.

Subsidios directos por cantidad y calidad de la descarga

Un subsidio directo de este tipo debe entenderse en forma igual

que un cánon, s6lo que tiene el signo contrario. De todas maneras puede

demostrarse que sus efectos, en relaci6n a la asignación de recursos, son

semejantes a los del establecimiento de un cánon; pero presentan diverge~


- 177 -

cias en relaci6n a otros asp~ctos (quienes pagan, implementación adminis-


trativa, etc.).

Otros tipos de incentivos económicos

Ya se mencionó como forma de alentar el control de efluentes, 2

torgar excenciones impositivas sobre la inversi6n en plantas de tratamie~

tos. Ellas pueden entenderse, en el caso de empresas existentes, como de-

ducciones por una sola vez, en el pago de impuestos de la inversi6n real!

zeda y deducciones posteriores de los gastos de operaci6n y mantenimiento

durante la vida útil de las instalaciones de control. Para .las nuevas em-

presas y los traslados y ampliaciones se describieron precedentemente los

beneficios que ya se otorgan.

El BPOYO crediticio puede ~0nstituir un instrumenta de interés

para la politica ambiental. En este momento, en la Argentina, él existe,


para las empresas que se acojan a la Ley 20.560. Para las empresas exis-
tentes no se cuenta con lineas especiales para este fin; pero pueden es-
tablecerse, buscando las formas más adecuadas para incentivar el interés

del sector privado por ellas.

De todas maneras, el apoyo crediticio es un instrumento que de-


be concebirse, para llegar a ser efectivo, en combinaci6n con otros. Pera

las empresas que solicitan el acogimiento a la Ley 20.560, existe la pos!


bilidad, extrema, de no confer!rsele los beneficios promocionales si no

plantean un adecuado tratamiento de sus residuos; en relación a las empr~

sas existentes, no parece 6ptimo que el sector público adopte una actitud

meramente pasiva, esperando que las empresas decidan aprovechar lIneas de


cr~dito para encarar un correcto control de sus efluentes.

Efectos de los incentivos econ6micos

Cánon y subsidio directo sobre cantidad y calidad de la descarga

Sus efectos pueden sintetizarse en:


a) Sobre la asignaci6n de recursos puede decirse que:
l°) ambos producen efectos similBres

2 0 ) en general cabria esperar, como consecuencia del control una dismi- .


- 178 -

nuci6n de la producci6n, aspecto que debe evaluarse en su exacta d!


mensi6n, debido a la no muy alta incidencia de los gastos de trata-
miento;
3 0 ) puede afectarse con su establecimiento la localizaci6n industrial.
Pero en casas de concentraci6n industrial, la politica ambiental p~

drá coadyuvar con la politica industrial, como seria el casa del a~

tual régimen de promoción que dificulta la localizaci6n y ampliaci6n


de plantas en las áreas que presentan mayor grado de poluci6n en el

pais.
b) Sobre el nivel de precios, en forma ascendente, pues la eceleraci6n del
proceso de control, a trav~s de los instrumentos antes mencionados, co~

duce a un aumento de precios, variables, en cuanto a su magnitud, de u-


na serie de fectores, Entre estos últimos puede ,mencionarse el monto de
cánon o subsidio, la incidencia de los gastos para el control de eflue~

tes dentro de los costos totales, posici6n de cada empresa dentro de la


industria, ubicación de cada bien dentro de la cadena de producci6n,etc.
Además en un sistema de precios administrativos, como el actualmente v!
gente en Argentina, tambi~n puede mencionarse, como factor condicionan-
te del traslado, una decisión de politica sobre el particular.
e) Sobre qui~n p~ga el control y recibe los beneficios de un.ambiente me-
jor pues segan sea el instrumento económico que seutilice, distintos
serán desde este punto de vista, los efectos resultantes. El criterio
primario eS.que: "debe pagar quien contamine", con el fin de los pre-
cios que reflejan más adecuadamente los recursos insumidos. No se de-
be olvidar que, deteriorar el aire, contaminar el agua, etc., consti-

tuyen formas de emplear recursos. En el caso de un cánon, será final-


mente el consumidor quien pague, mientras que en un subsidio directo
sobre la descarga será financiado, en principio por rentas generales.
Consiguientemente, el mayor peso recaerá, en el primer caso, sobre a-
quellos que tienen más alta propensi6n a consumir; en el segundo, de-
penderá de la estructura del sistema impositivo, y consiguientemente,
de su progresividad. La decisi6n última corresponderá siempre al res-
ponsable de la politice, en funci6n de los objetivos sobre distribu-
ci6n del ingreso nacional y la opini6n que se t~nga sobre los secto-
res beneficiarios del control ambiental. D~bese recordar tambi~n la

posibilidad que ofrece un sistema de precios administrativos, tal co-

mo antes fu~ detallado.


- 179 -

Otros tipos de incentivos ec6n6micos

Sobre ellos y dejando de lado aspectos que hacen a la actividad


econ6mica en si misma, puede concluirse que:

a) Las ·exenciones de carácter impositivo constituyen una forma de trasla-

dar beneficios hacia las empresas y los inversores privados, al mismo

tiempo que no se consigue que los bienes reflejen los verdaderos costos
de producci6n.
b) Dejando de lado cuestiones atinentes a la prioridad social que tienen
los distintos destinos que se le puede dar al cr~dito, conviene desta-
car que, de incluir él algun tipo de subsidio encubierto (por la tasa

de inter~s, etc.), también se trasladan recursos de un sector a otro,

como en el caso de las exenciones impositivas. Pero aquí existiría una


mayor probabilidad de traslado a los precios, por las amortizaciones,
gastos de operaci6n, financieros, etc., que se derivan de una instala-
ci6n de tratamiento.

El aspecto institucional

En el orden institucional y teniendo en cuenta la ~oncepci6n gl~


bal del medio ambiente como 6nico remedio eficaz para arbitr.ar soluciones

definitivamente positivas en la resoluci6n de los problemas ambientales,es


)

necesario que arbitren los medios necesarios para que se armonice la real!

dad jurídico-politico con los postulados del enfoque citado, llegando a 12


grar de una vez por todas que la 'dicotomia hombre-naturaleza deje de tener
vigencia en nuestro país.
Es preciso en principio delinear tres tipos de problemas que se
nos presentan, a los fines de arribar 8,10 expuesto en el párrafo anterior.
El primero de ellos hace 8 la herencia en el orden nacional - y

creemos que los mismos pueden extenderse al orden provincial -, de una rea-

lidad político institucional frente a la cual el tratamiento de los llama-


do~.~roblemas ambientales es un tema novedoso. La consecuencia inmediata
que tiene esta confrontaci6n se nota en que los namados temas ambientales,
se encuentran dispersos bajo distintas competencias, aún existiendo como en
el caso de la SERNyAH (Secretaría de Estado de Recursos Naturales y Ambien-
te Humano), un organismo especifico en la materia.

El segundo de los problemas a los que se alude, hace precisamente


- 180 -

a la necesidad de que, dado nuestro sistema federal de Gobierno, las pro-


vincias cuenten con organismos especializados en materia ambiental con u-
na jerarquía administrativa de nivel adecuado.
El tercero de los p.roblemas que se nos presenta es el hecho de
tener que armo~izar, por un lado, las caracteristices especiales de los
problemas ambientales - que en la mayoría de las veces no admiten otra d!;
limitaci6n regional más que aquella representada por la comunidad de pro-
blemas, y frente 8 las cuales las divisiones politices·no son más que el~
mentos artificiosos - y, por otro, la realidad que nos presenta el siste-
ma federal de gobierno adoptado por nuestra Constituci6n Nacional. A tal
efecto será necesario arbitrar los mecanismos institucionales pertinentes
a fin de lograr, con la participaci6n equilibrada de la Naci6n y las Pro-
vincias, la coordinaci6n de la acci6n a desarrollarse en las respectivas
jurisdicciones.

Es evidente que la solución de la problemática descripta exige,

en primer término, la adopci6n e implementaci6n de una polltica nacional


en ·materia de conservaci6n y recuperaci6n del medio ambiente que fije pa~
tes basadas en un marco que anteponga los intereses de la comunidad a los
estrictamente 1ndiv~duales.

Es preCisamente la decisi6n de implementar una "polItice sobre


contaminaci6n industrial y del ambiente humano en general" (Decreto 75/
53 1nc. 23) la que llevó a las actuales autoridades a la creación de la
Secretaría de Estado antes citada.
A ello se agrega claros objetivos fijados en el Plan Trienal,

tales como:
1) Promover, coordinar y concertar programas con organismos nacionales,
provinciales y municipales interesados, a fin de .llevar a caba la e-
valuaci6n y diagnosis de problemas ambientales.
2) Propiciar la sanci6n de.;normas de carácter local uniformes dentro de
las áreas que revelen la presencia de problemas de carácter.~oman o

de naturaleza interrelacionada.
3) Propiciar la concertaci6n de acuerdos con Organismos Nacionales, Pro-
vinciales o Municipales, a fin de implementar los mecanismos jur1dico-
institucionales necesarios para establecer sistemas permanentes de CO~

trol y vigilancia de los efectos contaminantes.


4) Desarrollar y ejecutar programas de asistencia técnica en áreas espe-
cíficas del pais que permitan encausar los efectos de localizaciones
- 181 -

industriales o de procesos económico-sociales particulares.

5) Desarrollar una conciencia generalizada en torno del uso racional de


los recursos naturales y el cuidado del ambiente humano.

Ecología y educaci6n

Formaci6n de una conciencia nacional para los problemas del medio

"La concientizaci6n debe originarse en los hombres de ciencia,


"pero s6lo puede transformarse en acci6n necesaria a través de los diri-
"gentes politicos", seRa16 en su mensaje a los Pueblos y Gobiernos del
Mundo el Tte. Gral. Juan Domingo Per6n, en 1972.

Ambos agentes, hombres de ciencia y dirigentes politicos, son


emergentes de un pueblo; y si éste ha recibido conocimientos sobre las

relaciones e interdependencias entre los seres vivos y su ambiente, so-

bre, .comunidades vivientes y el espacio vital, sobre los problemas concr!

tos de su medio y el peligro que implica socavar y degradar el "habitat"

humano, habrá sido capacitado para reflexionar sobre sus responsabilida-


des individuales y sociales presentes y futuras.
Es indispensable un reordenamiento en la visi6n del mundo del
hombre actual, ya casi sumergido en la desenfrenada carrera del consumo,
por la cual los recursos naturales se agotan sin ser renovados, mientras
se invierten millones en la producción de artículos superfluos para sa-
tisfacer la vanidad humana.
Para llegar a acciones rea1me~te eficaces, se hace preciso que,
tanto individuos como comunidades, hagan suya la responsabilidad de cono-
cer y difundir los peligros del deterioro del medio. En este sentido, es
a trav~s de la educaci6n como, el hombre se inicia en la transformación
y mejoramiento del medio de una manera gradualmente conciente y operativa,
capacitándose para un compromiso con la realidad y superando la mera in-

formaci6n acumulativa.
Una verdadera conciencia nacional implica pues, superar los i~

tereses individuales o de grupo y llegar a una conciencia c~tica y sol!

daria frente a una problemática que, considerada en su real magnitud, i~

cide en una nueva y más rica visi6n del mundo. Desde ella, las fronteras,

tanto ideológicas como territoriales, se atenúan, las responsabilidades

se hacen comunes y los proyectos desbordan el aqui y ahora, alcanzando el


- 182 -

bienestar de los hombres de futuras generaciones.

Educaci6n como concientizaci6n

Una de las caracter!sticas más sobresalientes de nuestra época la


constituye la creciente utilización como instrumento para conservar, trans-
mitir, enriquecer y mejorar la vida polltica, económica, social, cultural y
sanitaria de los pueblos.

Puede afirmarse que actualmente la acción educativa es un elemen-


to primordial para el logro de los objetivos de cualquier programa que se

ponga en marcha en el ámbito gubernamental con miras al desarrollo.

En las últimas décadas la educación se entendía como un enorme

cúmulo de conocimiento; actualmente, dado que el individuo es considerado

como un ser inmerso en su mundo de cambios profundos y vertiginosos, se


le asigna a la educaci6n el papel de prepararlo para desempeñarse concien-
te, libre y solidariamente conla comunidad de la cual es responsable.
La escuela, responsable en gran medida de esta función, ha debi-
do replantear sus fines, contenidos y métodos en sus diversos ciclos para
adecuarlos a este mundo de cambio.
Nuestro país, aún salvo de consecuencias nefasta~ e irreversi-
bles en materia de agotamiento de recursos a raíz de la evidente riqueza
de sus suelos, presenta sin embargo en los aspectos ambientales serfas de-
ficiencias que han deteriorado las condiciones de vida humana y su potenci~

lidad econ6mica.
Esta labor tendrá como ;objetivo principal... promover la responsa-

bilidad individual y colectiva en cuanto a la protección y mejoramiento


del medio, restaurar y perfeccionar la capacidad de la Tierra para produ-

cir recursos naturales renovables y fomentar el empleo 6ptimo de los re-

cursos no renovables con el objeto de evitar el peligro de un agotamiento

inmediato.
Los resultados de esta tarea prevén en definitiva el restableci-
miento de una vinculaci6n arm6nica del individuo con su entorno que ha de
permitirle no solo conocerlas nomenclaturas de plantas y animales sino
las formas en que ambos junto con los demás elementos conviven en armonfa

eco16gic8, y la presencia de una mayor relaci6n entre diversos temas y

disciplinas, complementándose con un conocimiento real de nuestros recur-


- 183 -

SOS naturales y su adecuado uso.

Como puede advertirse lB labor educativa a desarrollar exige una

cuidadosa planificaci6n, teniendo en cuenta un enfoque int~gral de la eco-

log~a, en donde el hombre está incorporado no solo como ser bio16gico sino

en su papel de agente transformador para beneficio o perjuicio del medio

total.

Entendemos que un proceso educativo acabado no es aquel que per-

manece en las primeras etapas del aprendizaje, en que los conceptos no

trascienden los limites de la simple información.

La magnitud del objetive involucra por parte del individuo no s~

lo la informaci6n sino la comprensi6n del mensaje, su internalizaci6n y un

cambio de actitud; todo lo cual configura lo que ~e considera un proceso ~

ducativo bien logrado y en instancia la formaci6n de una conciencia común

estable y sólida frente al problema.

Si desde niño el hombre aprende a discriminar y proteger todos

los factores naturales y no naturales que conforman su entorno, como adul-

to podrá tener una conciencia clara de su responsabilidad personal.

La investigación y la información son necesarias, pero no basta.

La reflexi6n debe acompañarla para que el hombre se sienta miembro de un

sistema total con leyes que debe respetar y al cual no puede eludir por

ser inteligente y capaz de elecciones y acciones positivas.

La informaci6n y la reflexi6n tendrían que ocupar un lugar de

gran importancia en el ámbito de la escuela primaria y secundaria. La uni-

versidad formará especialistas, investigadores, técnicos, en general, hom-

bres capacitados científicamente, los cuales aportarán los conocimientos


que los politicos y funcionarios de instituciones estatales y privadas,
instrumentarán en forma de medida de prevensi6n y en decisiones que enca-
ren seriamente la realidad de un pa1s, integrado en un Tercer, Mundo con
problemáticas propias, en relación con toda la humanidad, lanzada a una
vida peligrosamente por ignoraocia, descuido o eg01smo.
Sería necesario entonces tomar las siguientes medidas:

En el aspecto escolar, realizar una adaptación profunda de los progra-


mas de acuerdo con las modernas corrientes pedag6gicas. Más que intro-

ducir un nuevo tema en ciertas materias consagradas especialmente al

estudio del medio (ciencias naturales, geograffa ffsica y humana), se

trata de darle un enfoque eco16gico, es decir, de establecer vinculas


- 184 -

interdisciplinarios entre las distintas materias de. ,enseñanza, particular

mente dentro del marco de una pedagogía activa e integrada orientada ha-

cia la participaci6n (visitas a los lugares, centros al aire libre, cla-

ses rurales para los niños que viven en las ciudades, supuestos prácticos

inspirados en ejemplos locales, utilizaci6n de material de enseñanza audi2

visual, etc.). En estos experimentos no se debe olvidar la etapa preesco-

lar. En cuanto a la formaci6n de técnicos medios, es importante estable-


cer o adaptar los centros de enseñanza de acuerdo con las diferentes ne-
cesidades del pa1s.

A nivel universitario, conviene intensificar la formaci6n de especialistas

en las disciplinas fundamentales relacionadas con la ordenaci6n del medio,


tras un cuidadoso balance de las necesidades y posibles salidas. Habrá que

crear programas universitarios especiales, o renovar los existentes en fu~

ci6n de los problemas actuales.

Formaci6n de responsables

Al igual que la educaci6n, tambi~ri la formaci6n de "especialistas"

es muy importante.

A este respecto es de desear un deserrollo más rápido de los con~

cimientos de0Cologla impartidos, as! como la organización de una verdadera

enseñanza de carácter eco16gico destinada a formar especialistas que sean

capaces de relacionar entre si los diferentes ambientes naturales y las di-

versas acciones humanas, con el fin de hallar de nuevo el sentido de la u-


nidad de las ~osas y los seres. Es evidente que esta formaci6n de especia-
listas deberá organizarse en función de las necesidades y de las posibili-
dades de empleo, debidamente planificadas, y seguramente en estos casos d~

berá intervenir el Estado, si la economía privada no puede absor~rlos.


De igual importancia resulta la funci6n de todos los responsa-
bles que, en mayor o menor grado, participan en la creaci6n y en la orde-
nación del medio, tales como ingenieros, arquitectos, urbanistas, planifi-
cadores en todas sus categorías, etc. Tal formaci6n consistir1a en una in-
troducci6n de las nociones generales sobre los grandes problemas del medio
en todos los estudios con ~l relacionados, mediante cursos de perfecciona-

miento,etc.
- 185 -

Ordenamiento de los recursos

Como se indicara al principio, el desarrollo de las diferentes


regiones del pais se llevé a cabo, más por las necesidades de la prcduc-

ci6n y de los mercados, que por una planificaci6n de la ocupaci6n del t~

rritorio nacional y del uso de los recursos naturales y financieros para

la satisfacci6n de las necesidades del hombre.

La reversi6n de este proceso, en cuanto a la ocupaci6n del es-

pacio y a los recursos de cada región, debe realizarse paulatinamente,t~

mando a corto plazo, las medidas que nos permitan ir realizando los obj~

tivos más estratégicos.


Es necesario entonces, comprender que, la Argentina fisica no
es la suma de las partes sino la integración de las diferentes regiones:

que la componen, y que las caracteristicas climáticas, la de sus recur-

sos naturales, como as1 tambi~n las modalidades propias de aprovechamie~

to de éstos, ayudarán a condicionar la vida humana.


La integraci6n de las regiones en el contexto nacional, será
posible en la medida en que las mismas concurran como unidades con las
caracteristicas que le son propias.
No se debe hablar entonces de la extensi6n de la f~ntera agr~

pecuaria, en la medida que esto signifique extender al resto del pais u-


na forma ya existente de producci6n, un modo de vida, una manera de rel~

cionarse con la naturaleza que no es la misma para todas las regiones


que integran la Argentina.
De todas maneras .. antes de continuar, se debe aclarar un apa-
rente conflicto entre algunos términos de uso corriente, como son los de
aprovechamiento y conservaci6n.
Se habla de aprovechamiento y no de explotaci6n (explotaci6n a-
gropecuaria, forestal, etc.), que de por s1 s6lo significa"sacar" hasta
el agotamiento. Parecer1a que, al fundar esta dualidad aparente, lo que
se p~etende es marcar la imposibilidad de un aprovechamiento no destruc-

tivo. No tiene sentido tampoco pretender conservar un recurso tal cual

es sin dinamizarlo hacia la setisfacci6n de les necesidades del hombre.


Cuando se habla de conservaci6n se habla de la conservaci6n

de un potencial productivo. Potencial que es funci6n de los factores bi2

16gicos, del agua y del suelo.


Lo dificil es encontrar la manera de caracterizar estas poten-
- 186 -

eialidades diferentes en cuanto a los recursos naturales renovables.


Los factores antes nombrados están intimamente relacionados en-
tre sí, de manera que es necesario antes de veria~ uno de ellos, conocer
previamente su incidencia sobre el conjunto.

Asimismo es de primordial importancia una correcta distribución

territorial de las actividades productivas, y de los asentamientos huma-

nos en arm6nica relación con los recursos naturales.

Ordenamiento territorial

Se debe realizar todo tipo de acci6n que contnibuya al ordenamie~

to territorial teniendo en cuenta para ello el favorecer el logro de- las s!


guientes metas:

e) La organizaci6n del medio en función del mejoramiento de la calidad de


vida de sus habitantes.

b1':La preservaci6n de las características eco16gica~ de cada región como m~


dio de asegurar el buen uso y la conservaci6n de los recursos naturales
y

c) La integración del país par&:1SU mejor desarrollo y para una más equili-
brada distribuci6n de la poblacion, ..las actividades y riq~Bzas.

Para esto es necesario el cumplimiento de tres etapas fundamenta-

les: una primera de conocimiento de los recursos naturales, humanos y fina~

cieros; una segunda de programaci6n de las acciones de ordenamiento; y por

Oltimo una etapa de aplicación de dichas acciones.

Inventario de los recursos naturales del país

De la situaci6n que se presenta en el estado actual de nuestros

recursos y a través de la realizado en nuestro país, surge la necesidad


de establecer un conjunto de normas conducentes a un mejor uso y aprove-
chamiento de los mismos. Previo a esto es necesario establecer con la ma
yor precisión posible el estado actual de los distintos recursos natura-
les. Si bien es cierta que se han hecha en distintas regiones del pa1s

algunas evaluaciones, es necesario obtener un cuadro completo en todo el

territoria nacional B fin de poder establecer las bases para el planea-

miento. Esto significa que como primera medida es necesario proceder a


- 187 -

inventariar nuestros recursos a escale nacional, su estado de deterioro y

el grado de contaminaci6n alcanzado. Este inventario debe ser efectuado a

escalas apropiadas para que se tenga una evaluaci6n 6 nivel regional.

Un documento de esta naturaleza permitirá planear un uso racio-

nel de los recursos de acuerdo a las caracteristicas eco16gicas bajo las

que se presentan y planificar un adecuado ordenamiento territorial.

Sin duda alguna el relevamiento de los recursos naturales y su

grado actual de deterioro es una tarea de gran magnitud que deberá ser
encarada a t~av~s de un organismo en el que participen el Gobierno Naci2
nal y las Provincias. Para una mayor efectividad tanto en lo que se re-

fiere a calidad como a rapidez operativa, el organismo que se establezca

deberá tener carácter regional. como tantos centros de estudios e inves-

tigaci6n como regiones eco16gic8s se determinen en le territorio. Esto

conducirá a la formaci6n de un número determinado de Distritos Eco16gi-

COSo Estos Distritos Ecológicos estarien constituidos por grupos de tra-


bajo en lo que participarán profesionales de tantas especialidades como
las que comprenda la problemática ambiental.

Esta forma de trabajo permitirá alcanzar un mejor conocimiento


de los distintos problemas, una adecuada planificaci6n referida al mejor
uso y manejo de los recursos naturales, una mayor economía e~ las accio-

nes y una verdadera acción federal.

Los Distritos Ecológicos tendrán como funci6n el estudio del

conjunto de cada uno de los distintos recursos: suelo, vegetación, fauna,

agua y clima y los factores socio-econ6micos con los que se relacionan.

Si bien el clima no ha sido claramente definido como un recur-


so natural tiene fundamental importancia puesto que de ~l dependen los 2
tres recursos.
Los resultados del inventario de los recursos naturales, suelo

y vegetación y un adecuado conocimiento de los elementos del clima permi-

tirán programar el uso de esos recursos delimitando las áreas según su BE


titud agrícola, ganad~ra, forestal, etc. y las normas de un manejo apro-
piado para que el hombre los utilice con un m1nimo de deterioro.

Determinaci6n de niveles de calidad de vida según Regiones Ambientales

La modificación de las condiciones diferenciales de vida según


- 188 -

sea la ubicaci6n relativa de la poblaci6n dentro del territorio nacional o

su grado de participaci6n en el proceso productivo, enunciada además taxa-


tivamente en el Objetivo e del Plan Trienal, en el sentido de asegurar

" ... una alta calidad de vida, de modo tal que todos tengan cubiertas sus

"necesidades vitales y culturales básicas .•• n , es la meta 6 que tenemos que


arribar.
Para el desarrollo de esta tarea, entendemos por Regiones Am-

bientales a aquellas áreas territoriales resultantes del accionar de acti-

yidades productivas, predominantes, sobre regiones ecológicas determinadas


y dentro de las cuales su poblaci6r-:presenta modos y niveles de vida carac-
teristicos.

La regionalizaci6n ambiental pretende ser el marco referencial

que pennita adecuar el nivel de calidad de vida a las características y re-

querimientos definidos en cada una de las regiones determinadas según los

criterios expuestos precedentemente.


Un análisis, aún superficial del interior del pa1s permite de~"

tectar precarias condiciones de vida en muchos de los asentamientos huma-

nos, en especial en los que están relacionados con las explotaciones pri-

marias: mineras, forestal, agropecuaria bajo riego, etc.

El medio ambiente deteriorado y deficitario en el-que se desa-

rrollan dichas actividades, afecta en forma negativa la posibilidad de

obtener mejores condiciones generales de vida para la pob1aci6n.

El revertir dicha situaci6n es una tarea prioritaria, y la úni-

ca forma de garantizar el arraigo poblacional es basarlo en una real jus-


ticia social y en el consiguiente mejoramiento del Ambiente Humano.

Relevamiento de las condiciones ffsico-sociales ambientales en todo el

pais:

Esto permitirá evidenciar cuales son los .problemas smbientales,


que afectan a la poblaci6n de las distintas regiones geográficas en rela-
ci6n a sus aspectos fisicos y sociales.

Determinaci6n de niveles de calidad de vida:

Deber1a elaborarse un modelo teórico de calidad de vida.

La interrelaci6n de ambas medidas permitirá la determinaci6n t~


- 189 -

6ricopragmática de condiciones:-ambientales diferenciadas por regi6n y ni-

veles de calidad de vida caracterizados también regionalmente. La defini-


c~6n de la región se determinará de acuerdo a las conclusiones que deriven
de ambos proyectos.

El nivel de calidad de vida al que aspire el pueblo argentino d~

be ser alcanzado por todos sus habitantes. En este:;sentido no deben exis-

tir ni privilegiados ni marginados, fueres estos individuos o regiones. La

distribuci6n de la riqueza generada por el país todo debe ser usufructuada

igualitariamente por todos sus habitantes, sin importar la localizaci6n de


sus actividades productivas.

Una justa distribuci6n no debe basarse s610 en términos cuantit~

tivos, sino también cualitativos.

El éxodo rural, el crecimiento desmedido de las áreas urbanas,el

proceso de las migraciones internas, han pasado a ~ser t~rmin05 comunes, y

los conceptos que encierran han llegado a convertirse en algo asf como re~

lidades inexorables. Las causas que originan estos procesos sociales pare-

cieran transformarse paulatinamente en leyes naturales.

Un análisis de las situaciones que generan estos hechos, pondrfa


de relieve que en gran medida su común denominador es la búsqueda de un m~

yor bienestar material y espiritual a partir de la total imposibilidad de

obtenerlo en las regiones de origen. La paradoja es que, en definitiva,

los inmigrantes en su mayor parte ven frustrados sus expectativas de supe-

raci6n socio-econ6mica. Las degradantes condiciones de marginalidad con

,que las ciudades mayores reciben a los emigrantes son por todos conocidas

y si as! no lo fuese bastaría señalar, para su comprensión, la existencia

de vastos sectores populares que residen en villas de emergencias, vivie~,

das precarias en lote propio o áreas marginadas de la provisi6n de servi-


cios póblicos.
Lamentablemente los emigrantes, los nuevos colonos urbanos, no
tienen otras alternativas ciertas. Las regiones deprimidas del interior

del pa1s en donde la ausencia de oportunidades de trabajo permanente, lo

inaccesible de indispensables servicios sociales, de salud, educaci6n y

recreación, consituyen una realidad vigente ante cualquier idea de reto~

no a las provincias natales.


La reversi6n de esta situaci6n a tr.avés de una provisi6n ageo-

gráfica de:~los beneficios sociales, que realmente dignifique la vida hu-


- 190-

mana en cualquier rinc6n del pais, seria precisamente la materializaci6n

cuali~ativa de una distribuci6n igualitaria de las riquezas nacionales


que en consecuencia garantizaría el acceso de toda la población a niveles

de vida de calidad creciente.

Esta acci6n conlleva la idea de arraigo poblacional. Arraigo

significa en este caso obtener un alto grado de pertenencia de la pobia-


ci6n a su área territorial de trabajo y residencia, alcanzado a través del

acceso de cada individuo al goce espiritual y material de los bienes y se!

vicios a que minimamente aspira para s1 y para su familia, con la garantía

de la perdurabilidad y calidad de los mismos, y con el sentimiento de org~

110 que le signifique su identificaci6n lugareña. Calidad de vida rural i~

plica la provisi6n de centros de servicio rural acordes con las necesida-


des y aspiraciones que demande la poblaci6n de ellos dependiente (equipa-

mientos comerciales, educativos, de salud y recreaci6n), la solución del


aislamiento social del hombre de campo (8 través, por ejemplo, de una in-
tegraci6n comunicativa facilitada por el transporte y por una planificada

distribuci6n de centros de servicio de distinta jerarqufa) , la seguridad

del mantenimiento de las fuentes de trabajo, la real Darticipaci6n en el


quehacer politico-cultural nacional, etc.
Es por ello que hablamos de preservaci6n y desarrollo del medio
ambiente, dentro de un proceso de desarrollo integrado que a través de s~

luciones concretas, otorgue a la poblaci6n satisfacci6n plena de sus asp!


raciones y no un mero paliativo para sus problemas.

La definici6n de calidad de vida, la selecci6n de sus componen-

tes básicos, y la obtenci6n de indicadores a trav~s de los cuales sea pa-

sible calificarla y cuantificarla, no es una tarea sencilla. Existen mu-

chos antecedentes que contribuyen a su definición, la mayor parte deben

ser adecuados al enfoque ambientalista que as! se le desea imprimir; o-

tros pueden servir tan s6lo como orientaci6n. En realidad no existe una

sistematización del problema y la mayor parte de la informaci6n con que


se cuenta, o es demasiado global, o no es utilizable en su forma prima-
ria para posteriores elaboraciones.
El tema ha sido hoy tratado más bien desde un punto de vista
filosófico y en alguna medida, como parte sustancial de objetivos polf-

ticos.
Es necesario pues, llevar le problemática ambiental de cali-

dad de vida a t~rminos más operativos.


- 191 -

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